No estoy de acuerdo con la mentalidad de que todos los videojuegos deben ser excelentes y sustanciales en nuestras vidas, como The Last of Us, God of War o The Witcher 3: Wild Hunt. Creo que asemejar profundidad, mensajes complejos y duración (40-50 horas) con calidad es un error cada vez más común. También es una forma perfecta de perderse muchas experiencias pequeñas.
Hace un tiempo que entré en una fase de experimentación. Dedico un poco más de mi tiempo a consumir cierto contenido al que antes no dedicaba tiempo y atención. Por ejemplo, el anime y los mangas. En lo tocante a los videojuegos, me he decantado por descubrir otros más pequeños, que pueda consumir de forma amena y que no me metan en un compromiso de 50 horas.
Maniac ha sido uno de mis éxitos recientes más divertidos. Le dediqué un artículo algo desenfrenado. Busqué mi nuevo capricho y lo encontré al pasar por delante de una sala de máquinas recreativas en mi ciudad. Desbloqueé varios recuerdos de Time Crisis y pensé: "Steam tiene que tener por fuerza algún FPS decente que no me obligue a comerme mucho el coco y que pueda jugar con una sola mano".
El otro lado de la Segunda Guerra Mundial que todos hemos jugado
No tuve que buscar demasiado. La respuesta a mi nuevo capricho llevaba dos años en mi Lista de Deseados de Steam: Beach Invasion 1944 y Beach Invasion 1945 - Pacific. No fue una elección al azar. Recientemente he analizado Conscript, revisionado la serie Hermanos de Sangre y visto la película El Ministerio de la Guerra Sucia; así que venía calentito con el tema de las Guerras Mundiales.
Creo que Beach Invasion es el videojuego más simple que he jugado en los últimos tiempos. Sus creadores lo definen como un FPS por oleadas, aunque personalmente me gusta denominarlo como un Tower Defense en el que tú eres todas las torres. Porque llamarlo simulador es un poquito arriesgado.
Beach Invasion 1944 y Beach Invasion 1945 - Pacific se ambientan en la Segunda Guerra Mundual y te posicionan en el lado opuesto del fuego de ametralladoras. Call of Duty nos ha permitido experimentar los desembarcos de Normandía y Peleliu (World at War y WWII) desde el punto de vista estadounidense, pero en este caso somos los alemanes y japoneses que defendieron esas playas.
El gameplay es tan simple que no necesitas pensar y puedes jugar con una sola mano, concretamente con el ratón. Tienes que defender la línea de playa con una serie de armas que debes desbloquear y reparar a medida que superas oleadas de enemigos. A más oleadas, más número y tipo de enemigos. Fin.
Si bien llamar simulador a esta experiencia es demasiado, sí que cuenta con ciertos toques realistas. El armamento es característico de la época. En Beach Invasion 1944, los alemanes tienen cañones Flak 878 y PanzerTurm y ametralladoras MG08 y MG42.
En Beach Invasion 1945, los japoneses tienen antiaéreos TYPE96 25mm, cañones TYPE 10 120 mm, tanques TYPE 95 HA-GO y ametralladoras TYPE 92 MG y TYPE 99 Nambu. En ambos juegos puedes solicitar ventajas como reparaciones, barriles explosivos, minas antipersona, minas antitanque y bombardeos de artillería.
Es cierto que la cosa puede ponerse un poco tensa a medida que avanzan las oleadas, pero es una experiencia para desconectar de cualquier preocupación. Lo máximo que te pide el videojuego es que elijas una ventaja después de cada ronda. He dedicado un ratito después de trabajar durante esta semana y debo admitir que ha sido genial, casi terapéutico. Es perfecto para combinar con un directo, serie, película, música, pódcast...
Probé primero Beach Invasion 1944 y al llegar a la oleada 20-30 empecé a sentirme un poco sobrepasado. Los Aliados destruían una o dos armas por oleada. Tampoco es que me importase perder. Estaba en mi momento de relax. Además, perder atiende bastante al rigor histórico. Sin embargo, pensé que jugar a esto en cooperativo con un amigo mientras charlas de cualquier chorrada sería genial.
Beach Invasion 1944 no tiene cooperativo, pero sí Beach Invasion 1945. No he conseguido engañar a nadie para compartir esta masacre de fuerzas Aliadas. Sin embargo, estoy convencido de que puede llegar a ser una experiencia bastante estimulante y divertida, puesto que resta responsabilidad de las nueve torres se divide entre dos o tres, según el número de amigos.
Con todo esto no quiero decir que debas comprarlos ahora mismo. Mi única pretensión con estas palabras es contarte cómo un par de juegos bastante simples han amenizado mi semana y me han ayudado a desconectar un rato cada día de toda la actualidad, el resto de videojuegos y el ruido que conlleva vivir conectado a las redes sociales. Hay diversión más allá de la moda y los juegos AAA.
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