La desaparición de Ensemble Studios en 2009 fue un duro golpe para los fans de Age of Empires, viendo cómo a Microsoft le costó encontrar un sustituto con garantías para retomar la saga, porque probó primero con Robot Entertainment y tuvo que cerrar con Gas Powered Games para finalizar el desarrollo de Age of Empires Online en 2011, dibujando un nuevo rumbo para la saga como free-to-play.
Por desgracia, al ser un juego que requería conexión obligatoria a Internet y una cuenta de Games for Windows Live, el cierre de sus servidores en 2014 provocó que ya no se pudiese jugar a este RTS. Por suerte, eso sí, la comunidad nunca se rindió y hace unos años logró devolverlo a la vida por medio de Project Celeste.
Un notable éxito en 2011 que mereció más
El estreno de Age of Empires Online no estuvo exento de polémica, precisamente por el requisito indispensable de la conexión permanente a Internet para poder jugar. Y es que en sus primeros meses de vida tuvo unas cuantas caídas que nos echaban de la partida, lo que era un engorro aunque jugásemos en solitario.
Pese a todo, sacó mi lado más procrastinador, hasta el punto de dedicarle bastantes horas durante 2011. Ya en 2012 comencé a dejarlo de lado, viendo cómo ganaba más popularidad si cabe al llegar a Steam. No fue un juego perfecto, tanto por esa lacra de estar conectados a la red sin ningún atisbo de caída en la línea para disfrutar del juego, como por el mal uso de sus micropagos, saliendo más a cuenta hacerse con el pase Premium y tener todo el contenido, pero sí que fue un giro interesante para una saga aletargada desde 2005.
La novedad más llamativa fue ver esa evolución respecto a Age of Empires III en relación a su metrópoli y un componente de rol mucho más marcado, todo ello bajo un aspecto gráfico más desenfadado y un estilo de juego que recordaba por momentos al maravilloso Age of Mythology. El cóctel era explosivo, a priori.
Era un juego que se iba desgranando poco a poco, en cualquier caso, motivado por el crecimiento de nuestra capital, la experiencia obtenida y todos los puntos que íbamos gastando para desbloquear unidades, edificios, mejoras y demás.
Age of Empires Online fue, a su vez, ganando contenido con el paso del tiempo, como el clásico modo Escaramuza, la horda de la Defensa de Creta o el aumento de civilizaciones, pasando de las dos iniciales (griegos y egipcios) hasta seis en total (persas, celtas, babilonios y nórdicos), hasta que decidió implementar un modelo verdaderamente gratuito con los puntos del Imperio. ¿Y qué es lo que conserva este Project Celeste? Pues todo lo bueno junto con algún detalle extra.
Y lo mejor de todo, gratis al 100%, sin ningún tipo de letra pequeña.
Volver a Age of Empires Online en 2020
Habiendo transcurrido casi diez años desde la última vez que eché una partida, es lógico que mi regreso lo tomase con muchas ganas, en parte porque me había olvidado de un montón de detalles de Age of Empires Online. Este proyecto lo conserva todo, pero bajo una apariencia ligeramente distinta en ciertos apartados, empezando por la forma en que podemos ejecutar el juego. Porque sí, se puede jugar sin estar conectado a Internet, por lo que tenemos un problema menos.
Mis primeras partidas fueron así, en modo offline, para ver cada modo de juego con más calma y recobrar sensaciones. Ahora bien, este modo tiene una pega, ya que no podemos acceder a nuestra capital, por ejemplo, ni tampoco podemos conseguir objetos para nuestro imperio. Además, no hay experiencia, puesto que todas las civilizaciones están al máximo de su nivel. Esto quiere decir que tenemos todo desbloqueado, pero partimos con desventaja frente a la máquina al no poder usar dichos objetos, lo cuál me resultó bastante extraño al principio.
Superado el tiempo de readaptación, pude apreciar mejor aquellas mejoras y novedades de Age of Empires Online respecto a entregas pasadas, como una mejor gestión de la civilización (tenemos información por doquier y de lo más accesible; mejoras de interfaz que han copiado los recientes Age of Empires: Definitive Edition y Age of Empires II: Definitive Edition) y de los propios soldados, mostrando los comandos básicos de manera más cómoda en la parte inferior.
Tras intentar superar diez oleadas en La Defensa de Creta, cayendo de manera estrepitosa cerca del final (pude resarcirme al día siguiente con los nórdicos, eso sí), y ver que está algo verde el modo offline si queremos realizar las Quests, pasé al modo online, no sin antes ver también el editor de niveles incluido de regalo.
En el modo online, por fortuna, sí que tenemos acceso a nuestra capital y todas nuestras civilizaciones parten de cero, por lo que podemos ganar experiencia, objetos y demás. Fue ahí donde me invadió una sensación mucho más positiva y placentera, al diferenciarse bastante del resto de Age of Empires y ofrecer otro tipo de gestión complementaria a las partidas normales. Y aquí, cómo no, sigue el PvP, pero no me animé al tener más ganas de mejorar mi capital con calma.
Ahí las misiones de la historia funcionan correctamente, al igual que la gestión de los objetos que vamos consiguiendo o desbloqueando, lo que hará, a buen seguro, que me acabe enganchando para ver todo su contenido sin preocuparme por el dinero. ¿Lo bueno? Que Project Celeste implementará la civilización de los romanos, algo que se tuvo que descartar con el cierre de Age of Empires Online.
Si quieres volver a jugarlo, te contamos cómo instalarlo en nuestra guía.
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