A día de hoy, StarCraft II continúa siendo uno de los mejores videojuegos de estrategia que ha desarrollado Blizzard y la última entrega de esta saga que se ha llegado a publicar. En todo este tiempo ha existido una misión que para la comunidad siempre ha sido considerada como la "misión imposible" por el simple hecho de que está destinada a acabar con los juegos con total seguridad.
Con el nombre de "In Utter Darkness", se trata de la última minicampaña de los Protoss en StarCraft II: Wings of Liberty. En ella se participa en una visión en la que hay que tomar el control de un ejército de Protoss para aniquilar a una cierta cantidad de Zergs. Sin embargo, tras eliminar a una determinada cantidad es cuando se produce la mayor catástrofe de todas, porque en ese instante los Protoss son asediados y aniquilados sin ninguna contemplación.
De hecho, eso mismo es lo que debe suceder para avanzar, el sufrir una terrible derrota tras alcanzar cierto punto de esta "misión imposible". Aun así, eso no ha evitado que en todo este tiempo se haya tratado de dar con la forma de superar este desafío sin que las tropas de los Protoss sean arrasadas a toda velocidad. Eso sí, no ha sido hasta ahora, después de 14 años desde que se produjo el lanzamiento del juego, cuando se ha dado con una solución perfecta.
El creador de contenido Davey Gunface ha descubierto la manera de hacerlo realidad, lo que le ha llevado a publicar un extenso vídeo de 39 minutos de duración en el que explica cómo lo ha logrado y la estrategia que ha seguido para ello. Básicamente, se limita a manipular a la inteligencia artificial para obligarla a que lleve a cabo una serie de patrones con tal de alcanzar un punto muerto en el que no puede seguir atacando y tan solo se puede quedar de brazos cruzados sin más.
Para ello hay que esperar al momento en el que Artanis entra en escena y hacer un uso correcto de sus habilidades. Gracias a ellas logra trasladar a un total de 24 Templarios a una grieta que los traslada al borde de un acantilado. Se trata de un lugar muy estratégico porque desde ese punto no pueden ser alcanzados por ninguna unidad terrestre enemiga. Es entonces cuando los transforma en Arcones para que estos puedan erradicar con total facilidad a cualquier unidad aérea del bando contrario.
Por lo tanto, los enemigos no pueden hacer absolutamente nada para evitar ser eliminados. Al atraerlos aquí, llega un momento en el que hay tantísimas unidades terrestres por todas partes que no puede salir ninguna más por culpa del motor del juego. Debido a esta situación, los adversarios se paralizan en seco y dejan de atacar al no poder alcanzar a los Protoss de ninguna manera, demostrando que sí es posible sobrevivir a esta misión y creando una buena paradoja temporal en la trama.
No obstante, bromas aparte, esto no significa que cambie el objetivo de la misión. Da igual con cuántos enemigos acabes y cuánto tiempo les dejes quietos, porque no cambiará el terrible destino que les espera a los Protoss. Es decir, no puedes ganar de ninguna manera al seguir los pasos de esta estrategia, pero al menos garantizas que los Protoss supervivientes no sufran un destino peor, por lo que es una buena prueba de que sí se puede sobrevivir en la que para muchos es una de las mejores misiones del juego.
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