Entrar a debatir en este terreno puede generar alguna que otra turbulencia. Pero, ¿qué sería la vida sin riesgos?. Con el avance en el mundo de los eSports dentro del sector de los videojuegos, rara vez se ve a un jugador profesional con una "patata" de ordenador.
Esto nos hace plantearnos una pregunta: ¿realmente los gráficos son importantes? Se supone que un juego pensado para abarcar un inmenso abanico de jugadores debe estar optimizado para un gran número de ordenadores, pero no tiene por qué.
Espera, ¿por qué estoy recibiendo daño?
Aquí vemos un ejemplo en League of Legends: con Singed y gráficos bajos. El efecto de su habilidad Q - Rastro de veneno se aprecia de manera muy leve. Esto en una teamfight donde se vean más habilidades es perfectamente ignorado ya que no resalta a la vista de manera directa ni deja definido el tamaño de la habilidad.
¿Qué ocurre si subimos la calidad gráfica? Nos encontramos con una habilidad exageradamente más notoria dentro del juego. Las partículas dejan muy clara qué zona es afectada por la habilidad y perjudicial entrar.
¿Y qué pasa en los juegos más frenéticos?
Si miramos a los juegos donde la velocidad con el ratón adquiere mayor importancia como puede ser Overwatch, nos encontramos en una situación en la que el nivel gráfico no termina de dar una ventaja clara. En dichos juegos, la velocidad de la imagen o FPS (Frames Per Second) influye más que la propia calidad gráfica.
Pese a estar centrando este artículo en los gráficos, éstos van de la mano con los FPS: a mayor gráficos, menores son los FPS en los ordenadores que estén más justos en cuanto a especificaciones. Por ello, hay que tener en cuenta que unos gráficos altos no tienen por qué asegurar un nivel óptimo para jugar. Si los niveles de FPS se quedan oscilando sin ninguna estabilización, acabaremos necesitando una tila para los nervios.
Los gráficos ayudan, por así decirlo, a nivel "in game" en cuanto a la percepción del entorno para los jugadores, mientras que los FPS nos ayudan a que esa percepción nos llegue de una manera más nítida.
Pero todo esto, ¿puede determinar una partida?
Depende del juego y la ocasión específica, pero me atrevería a apostar por un rotundo sí. La información es poder, y el saber dónde exactamente se está produciendo una habilidad, mientras que el rival tiene que esforzarse en notarlo, es tiempo de ventaja y en más de una ocasión puede ser la jugada que determine una partida.
Ahora nos quedaría por saber cuál de todos los Intel Core i7 llevan los ordenadores de los jugadores profesionales o si el SLI de GTX 1080 les da demasiados problemas. ¿Qué opinas tú?.
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