El 17 de marzo, Los Simpson ha estrenado en Estados Unidos el episodio E my Sports, en clara alusión a los deportes electrónicos. Y así ha sido, la trama principal ha llevado a Bart y a Homer a estrechar su relación padre-hijo hasta unos límites poco habituales en la serie en la que han aprovechado la tesitura para realizar una crítica feroz hacia aquellos progenitores que quieren vivir de sus hijos. Todo ello con los esports de fondo.
La realidad es que en el capítulo de la ya mítica serie de dibujos animados, se ha utilizado la excusa de los esports para poner de manifiesto unas cuantas realidades de la industria, pero sin lugar a dudas lo que impera en el episodio 17 de la trigésima temporada es una llamada de atención hacia los padres que quieren vivir la vida que ellos no pudieron.
El dinero mueve el mundo
El capítulo empieza de manera muy tranquila en el 742 de Evergreen Terrace, la familia –con las hermanas de Marge- se encuentra reunida en el salón y se nos descubre la habilidad de Homer de perder en tres juegos de mesa a la vez. De repente, Patty y Selma reparan en que todo está muy tranquilo, quizás demasiado: Bart no está alborotando y la ausencia de caos es algo extraño para Los Simpson. Avisamos de que partir de aquí comienzan los SPOILERS.
El primogénito de la familia ha sido castigado por Homer de la manera más cruel posible: se le ha comprado un ordenador de última generación para que en vez de molestar pueda volverse adicto en algo que “adormezca su espíritu”. Lisa le reprende acusándole de sobornar a Bart a lo que Homer responde poniéndole un billete en la mano. No muy sutil, pero sí eficaz.
Bart maniobra para que le deje seguir jugando con la premisa de que puede ganar dinero en un torneo jugando
La trama continúa y Bart se engancha a Conflict of Enemies, un juego similar a League of Legends donde gana quien tira el pilar más grande del rival. Marge está preocupada por la creciente cantidad de horas que su hijo invierte dentro de los videojuegos y encarga a Homer la tarea de desengancharle, pero Bart maniobra para que le deje seguir jugando con la premisa de que puede ganar dinero en un torneo jugando.
En un primer momento, Homer no da crédito pero termina siendo convencido y deja a su hijo que lidere al equipo a la victoria. El equipo de Bart consigue 1000 dólares y consigue volver a convencer a su padre con la idea de que puede clasificarse para el Campeonato del Mundo y ganar 500.000 dólares, es ahí cuando el capítulo marca un punto y aparte en el argumento para empezar a girar en torno a Homer.
Puede que los Simpson ya no sean lo que eran, pero esta conversación de Bart y Homer sobre ganar dinero jugando a videojuegos es lo más real que vais a ver sobre el tema. pic.twitter.com/lhq8GkoMoE
— Xataka Esports (@xatakaesports) 19 de marzo de 2019
Los esports al nivel de los deportes tradicionales
El patriarca de Los Simpson se convierte en el entrenador del equipo y para ello comienza a leer un libro escrito por el padre de Tiger Woods. En un primer momento, Homer opta por contratar los servicios del The Detonator pero termina sucumbiendo ante una realidad palpable en los esports: con 19 años ya no tiene el nivel suficiente y es demasiado viejo para la industria, lo abandona todo y se marcha para siempre.
En la actualidad, la realidad es mucho menos dramática: los jugadores en muchos deportes electrónicos tienen carreras longevas -como por ejemplo en Counter-Strike:Global Offensive (CS:GO), aunque no suela ser lo habitual- y después de tu etapa como jugador hay muchos puestos a los que se puede aspirar dentro de los esports, no todo es irse a un cubículo a estar amargado el resto de tu vida.
Tras esta crítica directa al sector, el episodio encara su verdadero propósito: explicar que la obsesión de un padre por que su hijo triunfe solo lleva a amargar la vida de tu progenie. No es casualidad que Homer sueñe con algunos de los más ilustres ejemplos, entre ellos hace acto de presencia alguien que recuerda poderosamente a LaVar Ball -padre de Lonzo Ball, base de Los Ángeles Lakers- una persona histriónica a la que se le ha comido el personaje.
Homer comienza a pasar muchísimo tiempo con Bart y su equipo de Conflict of Enemies y eso lejos de repercutir en su relación con Marge la estrecha; sin embargo, Lisa comienza a sentir una profunda falta de cariño y ello le empieza a pasar factura y Maggie, por su lado, vuelve a servir como alivio cómico dejando entrever por enésima vez las carencias de Homer como padre de familia.
Bart consigue un pase para el Campeonato del Mundo en Seoul, Corea del Sur, y toda la familia termina yendo al país asiático. Una vez allí, Lisa lleva a sus padres a un templo para aprender a separarse de lo material y alcanzar el punto zen, con crítica incluida a todo ello. Homer descubre que ha estado obrando de manera errónea y termina con el torneo de forma abrupta justo antes de que Bart y sus amigos consigan ganar la competición.
Los deportes electrónicos como telón de fondo
A pesar de que la trama principal apunta a una crítica más general, Los Simpson no pierden de vista a los esports. Lo cierto es que además de lo ya mencionado, la precocidad con la que se queman muchas carreras profesionales, la serie de dibujos amarillos no pierde la oportunidad de señalar algo de lo que es cada vez más consciente el sector: la ausencia de mujeres a primer nivel competitivo.
Una de las principales críticas que se le hizo a la cuenta oficial de League of Legends cuando publicó una de las imágenes del episodio fue que había más mujeres en escena que en una partida profesional organizada por Riot Games. Lo cierto es que cada vez hay más equipos femeninos y mixtos, pero no dejan de ser mucho menos habituales que los compuestos por cinco hombres.
“Si gano seré la mujer jugadora de videojuegos más famosa de todos los tiempos y si pierdo también”, exclamaba de forma poco alentadora Sophie Krustofsky, hija de Krusty el payaso, durante la final del Campeonato del Mundo. Es triste pero podría ser cierto, el hecho de que una mujer llegue a situación similar compitiendo es algo que actualmente se antoja como poco complicado.
Esta crítica, aunque no la de mayor peso dentro del episodio, sí que es una en la que tenemos que poner más atención los que estamos dentro de los esports: desde organizaciones hasta los periodistas y el público. Se están dando paso adelante, pero aún queda un enorme camino por recorrer.
Imágenes y capturas de pantalla vía FOX