Hubo un tiempo en el que la música de los videojuegos sonaba completamente diferente a lo que se escuchaba en la radio, la tele o los radiocassettes. El motivo se explica solo: como ocurría con los gráficos, las primeras consolas y ordenadores estaban muy limitados a la hora de generar sonidos. Lo cual no era una barrera para crear auténticos temazos, himnos que han trascendido generaciones y reconocibles en el mundo entero, como los de Super Mario Bros. ¡Y eso que en sus ocho mundos solo suenan seis canciones!
El autor de la música de Super Mario Bros. es una leyenda de Nintendo. A Koji Kondo le debemos la identidad sonora de sagas como Super Mario, The Legend of Zelda, Star Fox y hasta los golpes que sonaban con cada gancho bien dado en Punch-Out!!.
Según declaraciones a Wired, se encontraba muy cómodo haciendo música para videojuegos porque ahí podía crear obras y sonidos que nunca se habían escuchado en otros medios. Algo diferente a la música tradicional. Y eso tiene un mérito especial cuando solo necesitó su talento, un diminuto teclado y algo de inspiración.
Cómo un grupo de jazz fusión le puso ritmo al nivel más icónico de los videojuegos
El tema principal de Zelda no iba a ser el que todos conocemos. El plan original de Koji Kondo (y Nintendo) era usar el Bolero de Ravel, pero hubo un problema de última hora: para el lanzamiento de The Legend of Zelda en Famicom (y NES) los derechos de autor no habrían pasado a dominio público, así que se tuvo que sacar de la chistera una genialidad. Aquella no fue ni la primera ni la última vez que Nintendo se inspiró en temas conocidos.
¿Y qué pasa con Super Mario Bros.? Los sonidos del juego y el tema de Mario (también conocido como Ground Theme y Overworld Theme en su día) se manifiestan con solo ver la icónica estampa del Mundo 1-1 del videojuego de la consola de 8-bits. Posiblemente sea la composición más escuchada de Nintendo y, por extensión, de Kondo.
Lo más curioso es que su melodía principal tiene muchos paralelismos con Sister Marian, de T-SQUARE. basta con hacer el salto al minuto uno de la canción para ver cómo asoman las primeras notas similares. Un tema que, por cierto, fue lanzado en abril de 1984. Un año antes del juego de Nintendo.
¿Casualidad? En absoluto. En el año 2001, Kondo ofreció una entrevista (traducida del japonés por Shmuplations) en la que hacía referencia a la banda entre otras influencias que le marcaron a la hora de componer la banda sonora.
El Overworld Theme en Mario también podría mostrar cierta influencia de la banda de jazz fusión japonesa T-SQUARE. Los ritmos de su música eran fáciles de seguir para los oyentes japoneses.
Dicho lo cual, el tema de Mario es algo que trasciende al personaje y es casi tan reconocible como su propio bigote. Tanto, que en el año 2023 pasó a formar parte del Registro Nacional de Grabaciones de Estados Unidos dentro de la Biblioteca del Congreso. Siendo, de hecho, la primera grabación registrada procedente de un videojuego.
Los diferentes estilos musicales de los que nació el sonido de Super Mario Bros.
Como comentamos, Super Mario Bros. tiene seis temas musicales en total. No estamos contando ni la fanfarria al tocar el poste, el sonido al ganar una Vida Extra o las versiones de los temas ya conocidos como el que se escucha al aparecer las letras de Game Over, el cual viene a ser una especie de broche para el Overworld Theme.
Sobra decir que la influencia de los Vals clásicos está muy, muy presente en el tema que suena en los niveles acuáticos, con lo que es fácil de reconocer. Pero, ¿qué pasa con la otra canción más icónica de Super Mario Bros.? Más concretamente, la que suena al entrar en los mundos subterráneos.
El ritmo y la dinámica en estos mundos, como el 1-2, es el mismo, pero la ambientación es completamente distinta. En parte, la oscuridad crea el efecto, pero son los acordes de Kondo los que crean la magia. Y, en este caso específico, la fuente y la inspiración provienen del tema Let's Not talk About It de Friendship (en colaboración con Lee Ritenour), cuya publicación en el álbum Friendship data de 1979.
Hay más canciones, claro. El tema del castillo de Bowser, el tema al rescatar a la Princesa... Sin embargo, hay una canción en Super Mario Bros. que únicamente se puede escuchar al tocar un Power-Up: el tema de la estrella. Y sí, esa canción también recuerda ampliamente a otra muy específica: Summer Breeze, de Piper. La cual fue publicada, todo sea dicho, en 1983.
Resulta curioso que estos temas tan conocidos se parezcan tanto a otros que, quizás, no se han escuchado tanto. Sin embargo, también es justo decir que Nintendo no fue la única en inspirarse en la música contemporánea a la hora de animar sus videojuegos.
Sonic, Street Fighter o Metal Gear Solid también encontraron la inspiración en la radio
Hay varias razones por las que Sonic The Hedgehog 3 no fue reeditado hasta Sonic Origins, pero a la hora de dar el paso SEGA tuvo que hacer varios cambios en el juego. La mayoría de éstos fueron celebrados, relativos a la jugabilidad o a los protagonistas, pero hubo uno que fue un paso hacia atrás: se perdieron algunos de los mejores temas musicales del juego. O más bien, se sustituyeron por otros no tan buenos.
El caso en específico de Icecap Zone es el más conocido y doloroso para los fans. Y, sin embargo, el que mejor ilustra el problema: más allá de la participación de Michael Jackson, SEGA se inspiró enormemente en temas como Hard Times de The Jetsons. Y ojo, que si mezclamos ambas canciones el resultado es impresionante.
Pero no todo queda en estos juegos: sagas de enorme peso en los videojuegos (la mayoría nacidas en Japón) homenajearon temas muy conocidos para crear bandas sonoras que son parte de nuestra vida. Incluyendo:
El tema Mighty Wings de la B.S.O. de Top Gun, que servirá como base para el escenario de Ken desde Street Fighter II.
Aunque el caso más revelador y sonado (nunca mejor dicho) fue cuando Hideo Kojima se enteró delante de las cámaras que el tema más emblemático de la serie Metal Gear hasta la cuarta entrega en realidad había sido compuesto por el compositor ruso Georgy Sviridov en 1974.
Es más, se lo explicaron usando una PSP para reproducir la canción. Un momento que fue inmortalizado delante de las cámaras.
El efecto inmediato fue la retirada del tema principal de Metal Gear Solid y la reconstrucción de la Banda Sonora de cara a todo lo que llegó después. El precio a pagar, nos tememos, fue el complicado limbo en el que estuvieron las entregas clásicas durante demasiados años.
Y ojo, que se puede rizar el rizo: muchos de los videojuegos de Dragon Ball Z, como Dragon Ball Z: Super Butoden 2 o Dragon Ball: Final Bout, no tenían mucho reparo en usar canciones conocidas. Lo cual es ya entremezclar licencias y derechos de autor a niveles rocambolescos.
La música es una parte esencial de los videojuegos. No se necesita tanto músculo tecnológico para lograr resultados asombrosos y tiene un efecto directo en la percepción del jugador. Con el paso del tiempo, y las horas de juego, hay temas que pasan a ser parte de nuestra vida. No sabemos si tu canción de videojuegos favorita es en realidad un homenaje a un tema no tan conocido, pero hay algo que está claro: desde aquellos sencillos sonidos de la NES hemos visto y oído de todo... y todavía quedan cosas increíbles por descubrir.
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