Es muy difícil que te apasionen los videojuegos y no llevar un poquito de SEGA en el corazón. Especialmente, si viviste la gloriosa Guerra de las Consolas que mantuvo con Nintendo. Porque ni el más apasionado fan de la SNES podía resistirse a atravesar loopings a velocidades supersónicas con el loquillo de Sonic. Aquello era mucho más que marketing y carisma: ¡era actitud!
La historia es la que es, y si muchos pensamos, con las dos consolas en mano, que en aquel tiempo todos salimos ganando gracias a los juegazos que se nos pusieron por delante, la realidad es que poco después del cambio de milenio SEGA dio un giro total a su rol en la industria del videojuego: el titán daba un paso hacia atrás en cuestión de hardware y, para mayor sorpresa, se dedicaría a lanzar sus mejores juegos en las consolas de Nintendo y Sony.
Nintendo se llevó la parte del león en el reparto inicial, empezando por ports y nuevas aventuras de Sonic. Lo cual fue tan especial como simbólico dado el apasionado vínculo que unió a ambos colosos en el pasado. Y pese a que sus juegos y sagas siempre han contado con un atractivo extra, la SEGA de hoy es bastante diferente a la de los 90.
Que no se me malinterprete: SEGA es un referente absoluto en la industria y un poderoso aliado. La saga Yakuza es considerada de culto en Japón y su actual popularidad en occidente se encuentra en ascenso. Suyo es el mejor manager deportivo de tirada anual y de la mano de Creative Assembly ha lanzado algunas de los mejores juegos de estrategia en lo que llevamos de siglo.
Al apoyo de SEGA le debemos los primeros trabajos de Platinum Games como Bayonetta, Mad World o Vanquish. Y, si a esto le sumamos el cada vez mayor peso de Atlus a nivel mundial, responsables de sagas como Persona o Shin Megami Tensei, solo podemos llegar a una conclusión: como marca, están haciendo las cosas bastante bien.
Entonces, ¿por qué se echan tanto de menos sus clásicos de los 90? La respuesta corta es porque, sencillamente, eran rompedores.
SEGA, más allá del factor nostalgia: 9 casos realmente especiales
Igual que SEGA siguió apostando por crear nuevas licencias y confiar en nuevos equipos y compañías, también es justo decir que la compañía del erizo de zapatillas coloradas intentó dar continuidad a sus grandes sagas actualizándolas a las posibilidades de las sobremesas y sistemas modernos. O, al menos, buena parte de ellas.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que cada licencia y saga ha sido abordado de manera singular y, en consecuencia, se han obtenido diferentes resultados.
Sonic the hedgehog
Estudios clave dentro de SEGA, como el Sonic Team, han explorado multitud de vías para lograr que el propio Sonic brille con la misma intensidad que en sus días de Mega Drive. De hecho, títulos como las dos entregas de Sonic Adventure, la trilogía de Sonic Advance o Sonic Lost Worlds han sido agradables sorpresas. Sin embargo, no todo han sido alegrías.
El renovado Sonic the Hedgehog de 2006 sería el primero de una serie de juegos elaborados de manera interna (ya sin algunos miembros clave del Sonic Team) que dejarían de manifiesto que el plataformeo a velocidades supersónicas no funciona igual de bien en entornos tridimensionales.
Y no solo eso: incluso los niveles en scroll lateral nos han dado una de cal y otra de arena. No por que estuviesen mal diseñados, sino porque títulos, como el muy prometedor Sonic The Hedgehog 4, no igualaron el calado de las entregas anteriores.
Eso sí, desde SEGA son muy conscientes del legado del Sonic clásico (y su fórmula) recuperando la versión más regordeta e incluso haciéndola compartir escenario con el Sonic moderno hasta en dos ocasiones muy excepcionales: Sonic Generations y Sonic Forces.
Virtua Fighter
El Virtua Fighter original fue transgresor en recreativas y uno de los pioneros en ofrecer combates en escenarios tridimensionales a través de luchadores creados a base de polígonos, afinando y puliendo su propuesta con cada nueva entrega numerada y spin-off en consolas de SEGA y más allá.
Mención muy especial a Virtua Quest, un muy curioso spin-off lanzado entre 2004 y 2005 para GameCube y PS2 que pasó sin pena ni gloria y que, finalmente, no sería publicado en territorio europeo.
La última incursión de la saga principal es, a su vez, la revisión final de Virtua Fighter 5, lanzada bajo el subtítulo de Final Showdown. Eso sí, los personajes han seguido apareciendo como invitados estelares en títulos más recientes como Dead or Alive 5, en calidad de luchadores de apoyo en Super Smash Bros. y hasta haciendo de protagonistas en crossovers como Project X Zone.
Golden Axe
Si bien la saga Golden Axe nació en los 80, su legado estalló tras el lanzamiento de la Mega Drive, contando con dos secuelas, una nueva entrada exclusiva para recreativas, su propio RPG (Ax Battler: A Legend of Golden Axe) y hasta un juego de lucha de fantasía y espadas creado a medida.
SEGA intentó actualizar y revivir la saga con Golden Axe: Beast Rider con la ayuda de Secret Level. Desafortunadamente, se quedó bastante lejos de estar a la altura de los clásicos.
The Revenge of Shinobi
Otro caso muy parecido al de Golden Axe: el debut del Shinobi original, así como el también muy potente Shadow Dancer sería anterior a la década de los 90, siendo el The Revenge of Shinobi que llegaría a Europa en 1990 el verdadero revulsivo de la saga.
A partir de ahí SEGA seguirá explorando la experiencia plataformera de Ninjas afianzando el toque futurístico con la llegada de los sistemas de 128 bits y el Shinobi del nuevo milenio y su secuela Nightshade.
La última incursión del ninja seguero (más allá de los cameos) llegaría a Nintendo 3DS en 2011, conservando el tono y la estética de las entregas de sobremesa y retomando el formato jugable que nos encandiló en Mega Drive.
Space Channel 5
SEGA llevó el ritmo y las sensaciones de las recreativas a Dreamcast con Space Channel 5, una locura en la que deberíamos frenar una invasión extraterrestre esquivando rayos láser a todo ritmo.
El regreso de Ulala, la protagonista de la aventura, llegaría un par de años después y, a partir de ahí, pasará a ser un personaje recurrente en las múltiples reuniones de celebridades de la casa. Eso sí, su regreso es bastante reciente: Space Channel 5 VR Kinda Funky News Flash! Lleva el encanto del clásico a la realidad virtual.
Chu Chu Rocket
Chu Chu Rocket no solo es una colorida y divertidísima reimaginación del juego del ratón y el gato en clave de puzle, sino que fue uno de los primeros títulos de consola en conseguir popularizar las partidas de multijugador online. Todo un hito.
Tras Dreamcast, la saga haría historia al ser el primer título de SEGA publicado en una consola de Nintendo: la versión de Game Boy Advance retenía (o más bien adaptó) el título original a las pequeñas pantallas de la portátil. Años después, llegaron nuevas versiones a medida para Wii U y dispositivos móviles.
El regreso de Chu Chu Rocket también es muy reciente: ChuChu Rocket! Universe fue parte de la primera oleada de Apple Arcade, el servicio de juegos exclusivos para dispositivos Apple.
Virtua Tennis
Si bien parecía que en cuestión de juegos de tenis estaba todo inventado, SEGA nos voló la cabeza en 1999: Virtua Tennis lucía de escándalo, desde luego, pero su exquisita jugabilidad lo convirtió en un imprescindible. Eso sí, la consagración llegaría con la secuela.
Desde entonces, SEGA ha intentado darle cierta continuidad a la saga. A veces dejando la puerta abierta a una posible fórmula anual (como con Virtua Tennis 2009) y otras siguiendo apostando por las entregas espaciadas numéricas, como con Virtua Tennis 4.
La más reciente entrega sería una reformulación total para dispositivos móviles: Virtua Tennis Challenge se adapta a las pantallas táctiles y su incorporación al sello SEGA Forever deja entrever que aún le quedan sets para rato.
SEGA y sus licencias noventeras siguen estando las salas recreativas
Hasta ahora hemos visto cómo varios de los lanzamientos clave de los 90 (o que nacieron en esa década) de SEGA se han acomodado a los jugadores actuales y el estado actual de la industria con mayor o menor éxito. Sin embargo, a SEGA también se la ha conocido por sus formidables recreativas.
De hecho, y como verás, se siguen lanzando nuevas recreativas de sus juegos más queridos.
Daytona 3 Championship USA
Las intensas carreras de Daytona se siguen jugando en estos fantásticos muebles de múltiples cabinas con volantes: desde 2016, salones recreativos repartidos por todo el mundo disponen de la más reciente versión del clásico de SEGA.
SEGA Rally 3
Si bien es verdad que bastante después tuvo su contrapunto digital en PS3 y Xbox 360 como SEGA Rally Online Arcade, el último título de SEGA Racing Studio antes de disolverse e integrarse en Codemasters debutó en recreativas reteniendo el legado de la sensacional saga de rally de SEGA.
House of the Dead: Scarlet Dawn
SEGA le pilló el punto a los shooters sobre rieles con Virtua Cop, pero la ambientación de House of the Dead era un punto y aparte. Tanto como para coquetear con otras fórmulas, como Typing of the Dead e incluso regresar a los arcades con una nueva entrega en 2018: House of the Dead: Scarlet Dawn.
Un caso singular: Crazy Taxy
La conducción temeraria tenía un nombre en 1999: Crazy Taxi. Un particular simulador de taxista en el que las alocadas físicas son la sal y la normalidad no tiene demasiada cabida. Tras la retirada de SEGA de las consolas, la saga seguiría su curso en todo tipo de consolas.
Curiosamente, la más reciente entrada sí que es un volantazo frente al resto de entregas: Crazy Taxi Gazillionaire es un simulador de negocios de taxista para móviles en el que no solo deberemos prosperar, también deberemos hacer frente (en lo comercial) a una malvada corporación.
La seguridad que ofrecen los relanzamientos y reunir a sus superestrellas
Llegados a este punto merece la pena hacer una mención oficial: si bien ha quedado claro que SEGA ha extendido el legado de sus sagas y, a la vez, ha creado nuevas de enorme peso, también se ha ganado una muy merecida reputación a la hora de reeditar sus propios clásicos. Especialmente los de Mega Drive.
Desde recopilatorios centrados en sagas concretas hasta colecciones tan tentadores que hasta consiguen hacernos pagar por enésima vez por el mismo juego. Además, claro, de los relanzamientos sueltos, como las adaptaciones en 3D de sus clásicos como Gunstar Heroes, la reedición en alta resolución de Guardian Heroes o el propio sello SEGA Ages para Switch.
Mención muy especial a SEGA Forever, una iniciativa para móviles en la que sus éxitos se pueden disfrutar de manera gratuita, aunque con anuncios. Eso sí, eliminar la publicidad de cada juego nos costará menos que una tarde en los recreativos.
El último golpe de pura nostalgia lo recibimos con la Mega Drive Mini y su sensacional selección de juegos, incluyendo títulos tan excepcionales como Landstalker: The Treasures of King Nole, World of Illusion y Light Crusader y, de manera exclusiva, recuperando dos joyas perdidas como las versiones de Tetris y Darius para la 16 bits de SEGA.
Cómo les ha ido a las licencias de SEGA en manos de terceros
Nuestro repaso a qué ha sido de los grandes éxitos de los 90 estaría incompleto si no destacamos aquellos proyectos que han seguido su curso con la supervisión o el beneplácito de SEGA, e incluso ya desde fuera de la propia compañía. Y, cómo ocurre con los anteriores proyectos desarrollados de manera interna, hay gratas sorpresas y sonoras oportunidades perdidas.
Sonic Boom
En 2014, el abanderado de SEGA protagonizó Sonic Boom un nuevo proyecto animado diseñado para para el público infantil y juvenil. Una nueva versión de Sonic en la que, junto a sus amigos, su imagen fue actualizada. Lógicamente, esta serie para la televisión tendría sus propios videojuegos.
Sanzaru Games y Big Red Button reimaginaron los juegos de Sonic para Nintendo 3DS y Wii U respectivamente. Y pese a que los ingredientes clásicos estaban a la vista, las sensaciones de juego eran muy diferentes.
Sonic Mania
Si bien Sonic Boom fue una nueva visión del erizo supersónico a rebufo de la serie animada, Sonic Mania fue ese ansiado regresos a sus orígenes. SEGA confió en apasionados por el personaje como Hyperkinetic Studios, Christian Whitehead, Headcannon y PagodaWest Games la responsabilidad de crear una experiencia a la altura de los clásicos. El resultado fue una carta de amor a los fans.
Al año, el proyecto se ampliaría con Sonic Mania Plus: más personajes y la excusa perfecta para revisitar esas fases que pedían ser recorridas a velocidad de vértigo y, a la vez, ser contempladas con minuciosidad. El Sonic que nos enamoró estaba de vuelta.
Panzer Dragoon
Tras volarnos la cabeza con la sensacional serie de shooters aéreos y el RPG de los 90 (máximos reclamos de la SEGA Saturn) la saga Panzer Dragoon quedó en el aire -nunca mejor dicho- hasta hace muy poco: Forever Entertainment se encargaría de desarrollar los remakes de las dos primeras entregas y lanzarlos en los sistemas actuales.
¿La mala noticia? El acabado y la jugabilidad de Panzer Dragoon Remake distan mucho de ser lo esperado de una saga tan especial como recordada. Esperemos que haya más suerte con el remake de Panzer Dragoon II Zwei.
Shenmue III
Se dice que el desarrollo de Shenmue puso contra las cuerdas la economía de SEGA, pero lo cierto es que el proyecto de Yu Suzuki fue completamente revolucionario para la época. Una historia de venganza que estaba a años de distancia de los juegos contemporánea y que tardó dos décadas en continuar.
A través de un crowdfunding, con varios retrasos y ya desde fuera de SEGA, Suzuki pudo traer de vuelta a Ryo y cumplir el deseo de incontables fans. Desafortunadamente su espíritu transgresor quedó retenido en las dos primeras entregas. Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir.
ToeJam & Earl: Back in the Groove
El dúo de raperos de más allá de la Tierra también protagonizó su propia campaña de crowdfunding para su recientemente lanzada cuarta entrega, ToeJam & Earl: Back in the Groove, de la mano de HumaNature Studios, sin SEGA de por medio y con el creador de la saga al frente del proyecto.
Un regreso a las raíces en todos los aspectos posibles desde el Mission to Earth de 2002, y a la vez, un canto en clave de rap a la década de los 90.
Monster Boy and the Cursed Kingdom
El legado de Wonder Boy es el más diverso de todos: llegado un momento, hubo tres proyectos en paralelo y sin relación entre sí para revitalizar la aventura clásica, algunos en calidad de Remake con gráficos artesanales y otros buscando ofrecer ese sucesor espiritual que merecía la saga.
Si bien la versión actualizada de Wonder Boy III es excelente e incluso nos permite recuperar el aspecto original, el Monster Boy and the Cursed Kingdom de The Game Atelier y publicado por FDG es el sucesor natural de la serie avalado por Ryuichi Nishizawa, creador de Wonder Boy.
Streets of Rage 4
Cerramos con una agradable sorpresa: tras varios intentos fallidos de revitalizar la saga de beat’em ups en el pasado por parte de SEGA, DotEmu y Lizardcube dieron con la tecla ofreciendo con Streets of Rage 4 un homenaje a lo mejor de la saga y a la vez una continuación excepcional a la misma.
Streets of Rage 4 impresiona por sus gráficos artesanales, sus animaciones y su sensacional banda sonora, pero realmente conquista en lo jugable, reteniendo todo lo que nos conquistó de la trilogía original y, a la vez, todo lo que hizo grande a la SEGA de los 90.
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