La reciente noticia sobre la desaparición de Forza Horizon 4 y sus expansiones, Isla Fortuna y LEGO Speed Champions, me ha entristecido más de lo que hubiese imaginado de haberlo visto venir. Microsoft ha puntualizado que el videojuego y sus servidores seguirán activos para quienes lo tengan en su biblioteca. Y dejará de estar disponible en Game Pass.
Puedo comprender que la noticia no afecte demasiado a la mayoría. Han pasado seis años desde su lanzamiento y Forza Horizon 5 es maravilloso, pero aun así duele asumir que los futuros jugadores no van a poder disfrutar de esta joya. ¿Y por qué lo harían? La respuesta es muy sencilla: sigue siendo una locura gráfica y jugable en 2024.
Gozando una vez más en Forza Horizon 4: libertad y conducción salvaje
No existe nada como Forza Horizon. Ni todos los esfuerzos de Ubisoft con The Crew Motorfest han conseguido captar ese "no sé qué" tan especial que hace tan sublime a la franquicia de Playground Games. No he tenido tiempo para Forza Horizon 5, pero Forza Horizon 4 me robó unas cuantas horas. Lo sigue haciendo a día de hoy, aunque de una forma mucho más reducida.
Si bien las carreras son el plato principal de muchos jugadores en Forza Horizon, siempre he pertenecido a ese grupo de jugadores que prefieren dar vueltas por el mundo sin interrupciones. Hay muchas actividades disponibles para hacer tanto en solitario como comunitarias. Muchos de mis mejores momentos han sido durante los eventos Forzathon.
Mis mejores momentos en Forza Horizon 4 han sido sacando fotografías y jugando a la expansión LEGO Speed Champions. Esta última desapareció de las tiendas en cuanto Microsoft anunció la retirada del juego de las tiendas en diciembre y solo está disponible con la edición más cara. Ya os conté que esto me produjo una gran tristeza por los nuevos jugadores y que volvería para recordar los viejos tiempos.
He vuelto a LEGO Speed Champions, aunque esta vez con mi cuenta actual. Me faltan muchísimas cosas en comparación a mi cuenta original: progreso, dinero, coches... La perdí por motivos ajenos a mi control. Aun así, tengo una colección respetable y tengo iniciada la aventura en el mundo de LEGO, así que ha sido entrar y pasear libremente sin trámites ni tutoriales.
Antes de ir al mundo de LEGO, doy una vuelta por el mapeado original para hacerme a la conducción y recordar los controles. Elijo mi amado HQ Monaro GTS 350 personalizado como el Ford Gran Torino de Starsky y Hutch. Si sabes quiénes son, eres un señor/a en toda regla. Pensé en llevar mi Nissan R34 Skyline, pero se ha convertido en una bestia ingobernable debido a mi falta de práctica.
Ver el mundo de LEGO de Forza Horizon 4 después de años es algo maravilloso. Realmente no me apetece hacer carreras u otras actividades que requieren salir del mundo, así que opto por mi pasatiempo favorito: pasear por el mundo como me apetezca, sin rumbos ni requerimientos. Pasear por el lujo de pasear.
Forza Horizon 4, especialmente LEGO Speed Champions, siempre me ha transmitido sensaciones irrepetibles. Creo que de algún modo invita a ser tú mismo y nunca he dudado en dejarme llevar. Resulta muy liberador porque consigo jugar sin pretensiones. No quiero aparentar ser bueno y mucho menos estoy aquí para demostrar nada.
Nunca me ha importado estamparme contra un árbol, tomar mal una curva o no ir tan rápido como otros jugadores. De hecho, prefiero los coches más lentos. Soy incapaz de disfrutar del paisaje cuando llevo mi Aston Martin Vulcan en Forza Horizon 4. Mi elección del HQ Monaro GTS 350 y minutos más tarde del Mini Cooper S Rally de LEGO (gameplay más arriba) es prueba de ello.
Primero me paso por la ciudad central para escuchar una vez más el sonido de las piezas de LEGO al chocar con el coche. No tardo mucho en abandonarla para adentrarme en la zona de desierto. Es una zona perfecta para elegir un todoterreno y dar saltos increíbles por sus dunas. El Mini Cooper S no es el indicado, pero cumple con eso de volar en cada salto.
Mi siguiente parada es el circuito oval, zona a la que siempre he llamado Nascar, y piso a tope el acelerador. El Mini alcanza los 240 KM/H antes de tomar la curva sin soltar el acelerador. Me tienta quedarme dando vueltas sin parar, pero tomo la primera salida y me adentro en una zona boscosa. Si bien predomina el verde, los árboles de LEGO introducen tonos rosas, amarillos, azules e incluso morados. También paso por praderas llenas de flores azules, blancas y rojas.
La carretera me lleva hasta la costa y al fondo veo una de las localizaciones más icónicas de la expansión: los barcos pirata. Piso a fondo el acelerador y tomo un salto, que me catapulta directamente hasta la playa. Más de una decena de barcos piratas se amontonan en la arena. Tras unas cuantas vueltas al mapa, acabo en el patio de juegos, que siempre he llamado Skatepark, donde se pueden hacer virguerías con los coches. Mucha gente lo utiliza para hacer drift.
Han pasado seis años desde el lanzamiento de Forza Horizon 4 y aún soy incapaz de jugarlo sin esbozar una sonrisa constante y de auténtico bobo. Más en el mapa de LEGO Speed Champions. Había olvidado lo feliz que soy paseando sin rumbo ni objetivo, aprovechando cada salto y haciendo todas las locuras que se me ocurren. Tengo que repetir estas pequeñas sesiones más a menudo. Es una pena que todo esto vaya a desaparecer de las tiendas. Por suerte, Forza Horizon 5 es una gran entrega para todos los jugadores nuevos.
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