El mundo de los videojuegos comparte muchas cosas con el cine y las series: historias curiosas e irrepetibles. En VidaExtra nos encantan y las compartimos todos los días, especialmente cuando se trata de juegos. Sin embargo, hay muchas relacionadas con películas que no tienen desperdicio.
La historia protagonista de esta publicación pertenece a una película de Quentin Jerome Tarantino: Los Odiosos 8 (2016), una de las últimas entregas del director junto a Érase una vez en Hollywood (2019) y Django: Desencadenado (2012). Sus rodajes suelen estar cargados de curiosidades e historias dignas de contar, pero en este caso se coronó como nunca... y lo supo en todo momento.
Un fallo de comunicación y una guitarra de 145 años
Los Odiosos 8 es una película que se queda grabada a fuego en la mente de cualquiera que la haya visto. La razón es que se desarrolla casi al completo en una posada de una sola habitación y ambientada en el Salvaje/Lejano Oeste, concretamente después de finalizar la Guerra Civil Americana (1861 y 1865). Más o menos durante la época en la que se ambienta Red Dead Redemption 2.
El reparto es sublime: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Walton Goggins, Demián Bichir, Tim Roth, Michael Madsen, Bruce Dern y Channing Tatum. Además, el mismísimo Tarantino tiene un papel. Y un actor de este elenco es el responsable de romper una guitarra irremplazable de 145 años... aunque es justo decir que no lo hizo queriendo.
La historia que oculta este suceso es interesante, divertida y bien podría ser una partida del juego de mesa Cluedo. Pongamos contexto: el Martin Guitar Museum (museo de antigüedades) prestó al rodaje de Los Odiosos 8 una guitarra Martin de 1870. La película contó con una reliquia cuya antigüedad ascendía a 145 años y su precio ascendía a los 40.000 dólares. ¿Y qué ocurrió para que uno de los actores hiciese trizas esta pieza irremplazable?
La escena que nos interesa tiene lugar después de que John Ruth (Kurt Russell) y Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh) lleguen a la Mercería de Minnie. Allí se desarrollan los sucesos. En un momento de la película, Daisy pide permiso para coger la guitarra y cantar la balada folk australiana llamada "Jim Jones At Botany Bay" (1907).
Al acabar la canción, John Ruth le quita la guitarra, guita que la música ha terminado y estampa el instrumento contra uno de los pilares de madera. Le basta un solo golpe para hacerla trizas por completo. Todos vimos, sin saberlo, como el actor destrozaba una antigüedad muy preciada y la única que pareció percatarse fue la propia Jennifer Jason Leigh.
El encargado del sonido, Mark Ulano, reveló a SSNInsider que eso nunca debió pasar así. La escena estaba pensada para que Jennifer tocase la canción con la guitarra original y se hiciese una pausa/corte para intercambiarla por otra normal antes de que Kurt la destruyese por completo.
Bueno, pues de alguna manera la comunicación falló con Kurt, así que cuando ves en escena la reacción de sorpresa de Jennifer, que sepas que es genuina. [...] Tarantino estaba en un rincón de la habitación con una divertida mueca en sus labios, porque pensaba que había logrado algo grande con la actuación de esa escena.
Os animo a mirar el final del vídeo nuevamente y fijaros en la cara de terror que pone Jennifer cuando Kurt la destroza contra la columna. Ahora sabemos que no estaba actuando: era auténtico terror. Y parece que de alguna forma Tarantino tuvo algo que ver en esta jugada maestra. La escena se ha convertido en historia.
¡Pero la cosa no termina aquí! El director del museo, Dick Boat, contó al medio Reverb (via Fotogramas) que no se enteraron de cómo sucedió la destrucción de la guitarra hasta después del informe:
Nos dijeron que se trató de un accidente en el set. Asumimos que un andamio o algo similar se le había caído encima. [...] En el guion de la película ponía que la guitarra debía ser machacada con furia, y de alguna forma alguien no le dijo al actor que se trataba de un bien muy preciado, un artefacto completamente irreemplazable para el Martin Museum. [...] Hemos sido remunerados por el valor del seguro, pero no se trata del dinero. Se trata del mantenimiento de la historia y la herencia musical americana
Como consecuencia de esta escena, el museo declaró que no volvería a prestar guitarras bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, el crimen ya estaba cometido y la escena de Los Odiosos 8 es genuina: la guitarra que se rompe es verdaderamente valiosa, Kurt lo hace con total tranquilidad y la reacción de Jennifer no puede ser más auténtica.
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