En pleno apogeo de la carrera de Harrison Ford, el actor de Han Solo se convirtió en uno de los héroes más legendarios de la historia del cine. El intérprete se puso el sombrero, agarró el látigo y se convirtió en Indiana Jones para interpretar la magnífica trilogía de los años 80. Su éxito ha sido tan grande que ahora podemos disfrutar de la quinta entrega con Indiana Jones y el Dial del Destino.
Sin embargo, todo arrancó en 1981 con Indiana Jones en busca del arca perdida, una cinta producida por George Lucas y bajo la dirección del maestro Steven Spielberg. Una de las anécdotas más recordadas de la producción tiene que ver con la proliferación de la disentería entre el equipo, incluyendo al propio Ford.
A pesar de la propagación de la enfermedad, el director se libró de la plaga, ya que la disentería se puede contraer a través del contacto con agua o alimentos contaminados por la infección bacteriana. Teniendo esto en cuenta, el actor ha explicado en una entrevista a la CNN cómo se las ingenió Spielberg para no padecer los síntomas.
"Teníamos que rodar una pelea de látigo y cimitarra de cuatro días en un mercado. Yo tenía disentería. Y también muchos miembros del equipo. Steven no, porque cada vez que se duchaba, se ponía cinta adhesiva en la boca, y viajaba con un baúl lleno de Spaghetti-O's"
Es decir, Spielberg agarró la bandera de la precaución hasta el extremo. Cada vez que tenía que ducharse se protegía la boca con cinta adhesiva para evitar que el agua se colase por la boca. Lo más curioso es que transportase ingentes cantidades de latas Spaghetti-O's, una marca estadounidense de pasta enlatada con salsa de tomate. Así se alimentó durante aquel tiempo con tal de que la disentería no se instalase en su cuerpo.
En VidaExtra | Las 25 aventuras de Indiana Jones en el mundo del videojuego: desde Atari 2600 hasta el nuevo juego de Bethesda
