La voluntad de los demonios encarnada. La bestia de las Tinieblas y el Rey ladrón de los Gerudo que una vez se atrevió a tocar la Trifuerza dividiéndola en tres partes, quedándose para sí la correspondiente al Poder. Ganondorf es mucho más que el némesis del Héroe de Hyrule y, por extensión, del jugador de The Legend of Zelda: es el legítimo heredero de un poder que trasciende el paso tiempo, existe más allá de la realidad y supera en creces a la misma razón. De lejos, el mayor y más poderoso villano jamás creado por Nintendo.
Palabras mayores cimentadas sobre hechos. No es que personajes como Wario o el Rey Dedede pongan el listón muy alto, que conste. Y tampoco nos referimos al calado universal de iconos como Bowser, el Rey de los Koopas. Sino que nacen de los hitos logrados dentro y fuera de la saga de The Legend of Zelda. Ya bien sea como Ganondorf, con su nombre de nacimiento y su forma gerudo, como la imponente bestia Ganon.
Entre otras cosas porque, ya de primeras, te adelantamos que hay algo que revalida su voluntad y esa oscuridad que emana: mientras que Link y la princesa Zelda son literalmente las reencarnaciones de las figuras del héroe y la diosa Hylia, solo hay un Ganondorf en toda la saga y, pese a sus diseños y transformaciones, es el mismo en cada juego. Tanto cuando es el majestuoso Rey en Wind Waker como la bestia Ganon a la que nos enfrentamos en The Legend of Zelda en NES, e incluso el Cataclismo de Breath of the Wild.
Aunque, siendo realmente justos, técnicamente Ganondorf (o Ganon) también es una reencarnación. O, al menos, eso se ha sugerido si seguimos la estela de los acontecimientos del inicio de la saga, incluso antes de lo vivido en Zelda: Skyward Sword, y aquellas aventuras que transcurren cuando su esencia ha sido sellada. Porque la bestia de las tinieblas no aparece en todos los juegos de The Legend of Zelda pero, como veremos, su el origen de su maldad existe desde el inicio de los tiempos y trasciende hasta hacerse omnipresente en Hyrule.
Del Heraldo de la muerte y las Diosas de la Trifuerza
La creación del propio mundo se debe a la voluntad de tres diosas doradas. Din, la diosa del poder, creó la Tierra de la nada, mientras que Nayru, la diosa de la sabiduría, dio forma al espíritu del orden y equilibró la existencia. Por último Farore, la diosa del valor, pobló la creación a través de la semilla de la vida y entregó su voluntad a los habitantes del mundo
Para mantener el equilibro de la creación, guiar a sus habitantes e insuflarles esperanza, las tres diosas depositaron en el mundo creado su poder, su valor y su sabiduría en un recipiente. Un símbolo de fe y a la vez un regalo divino que existe en un sencillo triángulo al que las leyendas darán el nombre de la Trifuerza.
Sin embargo, incluso cuando la existencia del mundo es un acto de gracia y generosidad en sí por parte de las diosas, la esencia del mal comenzará a brotar desde la superficie y extenderse a través de la imposición de la tribu demoníaca. Sembrando el caos y la destrucción entre los pacíficos habitantes de Hyrule. El origen de esta pesadilla: el odio de un ser conocido como el Heraldo de la Muerte.
Las diosas Din, Nayru y Farore dejaron algo más que la trifuerza en el mundo: La diosa Hylia, protectora de la Trifuerza y de Hyrule toma parte ante esta crisis y, pese a que su naturaleza no le permite usar el poder de la reliquia ni es suficiente para enfrentarse al Heraldo de la muerte, decide renunciar a su divinidad y sellar al enemigo. Incluso a sabiendas de que su odio infinito hará que éste regrese en el futuro.
Por suerte, antes de que la crisis se agravase, Hylia elevó a los cielos una porción de la propia Tierra salvando a fieles, los justos y a los herederos de la voluntad de las diosas. Aquellos que, a partir de ese momento, pasarán a convertirse como los hylianos. El pueblo protegido por la diosa que les rescató a cambio de su vida. Eso sí, pese a este sacrificio, su voluntad prevalecerá durante generaciones bajo la forma de una sabia descendiente de su linaje y un héroe elegido por la propia Trifuerza.
Pasaron las generaciones, y con ellas el temor de Hylia se materializó. Cuando los hylianos todavía vivían en los cielos en paz, el sello que contenía el poder del Heraldo comenzó a deteriorarse y empezó a manifestarse de diferentes formas, incluyendo una forma monstruosa conocida como el Durmiente, sin su poder original.
Será a través de la primera princesa llamada Zelda, descendiente de la diosa, y el coraje del héroe del valor cuando, de manera definitiva, el Heraldo será derrotado. No sin antes arrojar una maldición que presagiará el renacimiento de su voluntad.
¡Humano, me has vencido! Tu fuerza es increíble. Te felicito, pero te lo advierto: esto no acaba aquí. Yo te condeno. La maldición de los demonios te perseguirá para siempre en un círculo sin fin. ¡No lo olvides! ¡La nuestra será una lucha eterna!
A vosotros, los poseedores de la sangre de la Diosa y el alma del Héroe... nunca escapareis a este ciclo interminable al que yo los condeno. Mi odio resurgirá y los perseguirá una y otra vez. ¡Esta batalla seguirá por toda la eternidad! [The Legend of Zelda: Skyward Sword]
Así, el Heraldo de la muerte fue derrotado de manera definitiva. Y es más, durante las generaciones posteriores, los hylianos se acomodaron y poblaron la superficie de la Tierra, lo cual no evitó que entre las distintas civilizaciones, tribus y especies del mundo entrasen en conflictos de diferentes escalas e incluso una gran Guerra Civil que acabará unificando a los pueblos por la vía de la paz.
Y pese a que la fundación del gran Reino de Hyrule inició una nueva edad dorada, ese será el contexto en el que la voluntad del Heraldo de la Muerte acabará reencarnándose en un Gerudo que transformará la historia llamado Ganondorf.
El nacimiento de Ganondorf y cómo dividió la línea temporal de la saga
Las heridas de la guerra empezaron a curarse en Hyrule y parecía que por fin reinaba la paz en el mundo. Ganondorf, líder de las gerudo, el pueblo del desierto, aceptó jurar lealtad de nuevo al rey de Hyrule.
Sin embargo, su verdadero objetivo era apoderarse de la Trifuerza, que por lo visto se encontraba en algún rincón del reino. Mientras buscaba las tres piedras espirituales que necesitaba para abrir el portal al Reino Sagrado, Ganondorf extendió su red de maldad por todos los rincones de Hyrule. [Hyrule Historia]
En lo profundo del desierto Gerudo, no muy alejado del Castillo de Hyrule, habita una tribu de ladronas del mismo nombre. En esencia, esta tribu Gerudo está compuesta únicamente por mujeres de enorme longevidad que, por motivos genéticos, suelen prolongar su linaje gracias a la contribución de los hylianos.
Sin embargo, cada cien años suele nacer entre ellas un varón, la excepción entre ellas, que es coronado como rey. Y pese a que Ganondorf siguió la tradición, fueron las hermanas Kotake y Koume quienes controlaron la tribu desde las sombras mientras él daba forma a una ambición muy singular: pese a su voto de lealtad con la familia real de Hyrule, no renunció a su sed de conquista ni a su ansia de poder. Una sed en buena parte motivada por la voluntad manifiesta del Heraldo de la Muerte reencarnada en su persona, pero también por su naturaleza perversa.
Ganondorf nació durante en el seno del pueblo Gerudo en un periodo de tiempo en el que las cenizas de la Guerra Civil de Hyrule estaban todavía calientes, no mucho antes de la era de paz correspondiente a The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Durante su juventud, fue criado por las propias Kotake y Koume, quienes ejercieron de madres adoptivas a sus 400 años y alimentaron su odio. Siendo consciente de que estaba destinado a reclamar la Trifuerza convenientemente protegida en el Reino Sagrado. Incluso si eso supone la destrucción del mundo.
Un plan con un cabo suelto, de hecho: la joven princesa Zelda, cuyo linaje proviene de la legendaria Zelda de Altarea, vaticinó los planes de Ganondorf, siendo la heredera de la voluntad de la diosa. Ante esa amenaza, el Gerudo adelantó sus planes, aunque no logró hacerse con aquello que necesitaba para consumarlos: una reliquia conocida como la Ocarina del Tiempo que le permitiría acceder al reino donde se haya la Trifuerza. Un tesoro sagrado que, gracias a la temprana reacción de Zelda, acabará en manos de un humilde joven rebosante de determinación.
Con la ayuda de los sabios procedentes de todos los pueblos de Hyrule, incluyendo el Gerudo, la voluntad de la diosa Hylia y su descendiente la princesa Zelda y superando todas las pruebas de valor que le puso el destino, aquel joven se convirtió en un magnífico aventurero conocido como el Héroe del Tiempo. pero ni todos sus hitos le habían preparado para su enfrentamiento final con Ganondorf: en un último acto desesperado, el rey de los ladrones usó todo su poder para transformarse en una bestia diabólica: Ganon, el gran Rey Malvado.
Un ser tan poderoso que fragmentará el destino de Hyrule en tres líneas temporales:
- Una línea del tiempo que se desarrolla en la era original de la que proviene el Héroe del Tiempo, y a la que éste regresa tras cumplir su aventura y continúa en Majora's Mask, Twilight Princess y Four Swords Adventure.
- Una línea del tiempo que se desarrolla en la que el Héroe del Tiempo derrota a Ganon, pero que continúa sin él al regresar a su propia era tras la aventura, lo cual nos lleva a Wind Waker y lo acontecido hasta Spirit Tracks.
Y, finalmente, la Era del Declive. Una tercera realidad que se cimienta en la era en la que el Héroe del Tiempo fue derrotado por Ganon. Eso sí, pese a su triunfo, éste fue sellado por los sabios con la Trifuerza en su poder. Lo cual deriva en la línea de tiempo mostrada en A Link to the Past y, muchas generaciones después, los juegos de The Legend of Zelda y Zelda II de NES.
Cómo Ganondorf se transformó en la bestia que conocimos en The Legend of Zelda en NES
¿Eso quiere decir que Ganondorf el rey de las Gerudo y Ganon, la bestia de las tinieblas de Zelda: A Link to the Past, son la misma criatura? La respuesta rápida es que sí. Y no solo eso: incluso cuando hay cientos de años de margen entre las diferentes aventuras, tres líneas diferentes de tiempo y hasta vemos como el título de Héroe de Hyrule es traspasado de generación en generación, en todos los casos -independientemente de su forma- se trata del mismo ser.
Dicho de otro modo: como comentamos anteriormente, y a diferencia de las valientes Zeldas que comparten nombre en honor a la princesa de Altárea y los héroes del coraje anteriores y posteriores a este tiempo, estamos hablando del mismo gerudo al que nos enfrentamos en Wind Waker o Twilight Princess, así como a la poderosa bestia de que muchas generaciones después aparecerá tanto en A Link to the Past como en las entregas gemelas Oracle of Seasons y Oracle of Ages bajo el nombre de Ganon.
Pero aquí viene lo interesante: fue en The Legend of Zelda: Ocarina of Time cuando por primera vez Ganon aparece con forma humana y su verdadero nombre. Ganondorf. Hasta entonces siempre se lo representó como una figura monstruosa, cuyo rostro amenazador es muy similar al de un jabalí. Y, sin embargo, la propia Nintendo ya habló de manera muy superficial de sus orígenes y hasta su anterior forma humana en A Link To the Past, en SNES. Entre otras cosas, porque -como dijimos justo arriba- siempre fue una secuela más o menos directa de Ocarina of Time.
Así, y esto es importante, en todas las entregas de The Legend of Zelda en las que el Héroe del Tiempo es derrotado, Ganondorf conserva su forma monstruosa y el nombre de Ganon, estando aprisionado y posteriormente liberado del Reino Sagrado al que corrompió durante siglos; mientras que el las líneas temporales en las que triunfó Link, regresó recuperando sus rasgos de Gerudo inicialmente.
Y pese al cambio visual que experimentó en The Legend of Zelda: The Wind Waker, se trata del mismo Ganondorf de Zelda: Ocarina of Time y el que en una línea de tiempo paralela reaparece en Twilight Princess.
Eso sí, pese a que técnicamente Ganon (y Ganondorf) no sufren apenas los efectos del paso del tiempo tras obtener la Trifuerza del Poder, como ocurrió con el Heraldo de la Muerte sí ha llegado a ser derrotado de manera definitiva. Es más, The Legend of Zelda: Four Swords Adventures es el único videojuego -hasta la fecha- en el que Ganondorf fue canónicamente resucitado, lo cual implica que en todas las ocasiones anteriores fue sellado o exiliado.
...Y luego está el caso de The Legend of Zelda: Breath of the Wild
La era posterior al Cataclismo y el renacer de Ganondorf
Un cuento clásico surgió de una antigua batalla. La antigua batalla contra el Heraldo desencadena un ciclo de tragedias que se repetirá de forma constante. Por otro lado, los viajes temporales del Héroe del Tiempo han generado una bifurcación en la historia, dividiendo así la cronología de Hyrule. [Hyrule Historia]
Diez mil años antes de los eventos de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, el Cataclismo devastó el mundo en un evento que transformó y arrasó el Reino de Hyrule. Un mal nacido de la voluntad de Ganon, el cual emerge como un mal primordial que reaparece de manera cíclica a lo largo de la historia.
El pueblo de Hyrule y sus clanes aliados, como los Sheikah, se prepararon para el resurgir del mal e incluso dieron forma a un enorme ejército de armas mecánicas llamadas Guardianes, siendo las máximas bazas de esta batalla por iniciarse cuatro colosales fortalezas capaces de moverse por el reino a las que se les dió el nombre de las Bestias Divinas.
Y sin embargo, ninguno de estos esfuerzos pudo contener al mal original y su propagación. Una fuerza de voluntad sin medida, heredada del Heraldo de la Muerte y multiplicada por el odio de Ganondorf. Y, sin embargo, contenida por la determinación de una joven hyliana: la princesa Zelda, heredera del linaje de la diosa Hylia y la princesa de Altárea y su deseo por proteger el reino, sus habitantes y la Trifuerza.
Entonces, ¿Ganon quedó reducido a una entidad de odio sin forma ni control? Bueno, la maldición del Heraldo no se extinguió, y queda muy patente que la inquebrantable voluntad de conquista y la sed de poder de Ganondorf tampoco.
Cualquier villano de videojuego puede atribuirse a sí mismo ser la encarnación del mal. Independientemente de sus objetivos y motivaciones. El caso de Ganondorf es, de lejos, mucho más complejo y profundo. Más allá de ser consumido por sus propias ambiciones, es la extensión y la perpetuación de una maldición que ha provocado el sufrimiento, la desesperación y el caos durante eras. Una extensión del odio nacido del mal original que se niega a sufrir su propio ocaso.
Y, en el proceso, consagrándose como el enemigo definitivo para la mejor saga de aventuras de los videojuegos y el villano más poderoso y malvado jamás creado por Nintendo.
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