Es 1993 y estás jugando tranquilamente a tu copia de Sonic CD en la SEGA CD, te detienes un rato y para cuando te das cuenta el erizo azul se suicida frente a tus ojos. Una situación extraña, inusual y que se evidencia que la paciencia de uno de los personajes más rápidos de los videojuegos no es infinita.
Esta animación puede suceder cuando nos encaminamos hacia nuestra noble misión de proteger a Little Planet del malvado doctor Robotnik. Si tardamos demasiado en tomar de nuevo el control del protagonista, este decidirá acabar con su vida sin ningún tipo de contemplación.
Tras tres minutos de absoluta inactividad, Sonic mirará hacia el propio jugador rompiendo la cuarta pared y dirá "I'm outta here" ("Me voy de aquí"). Inmediatamente saltará hacia fuera del escenario precipitándose al vacío para únicamente dejarnos con una fastidiosa pantalla de Game Over en nuestras narices, independientemente de en qué punto del nivel nos encontremos.
No importa la cantidad de vidas que tengas ni el número de anillos que hayas acumulado, ya que habrás perdido la partida automáticamente en Sonic CD. Una forma un tanto curiosa la que tuvo de arruinarle la partida a los jugadores de la época y se trata de un detalle que se ha conservado en posteriores reediciones del título, por lo que no pierdas de vista la pantalla en ningún momento.
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