Una de las mayores joyas que se publicó en la época de NES fue el mítico DuckTales, la aventura de plataformas basada en la clásica serie de dibujos Patoaventuras de Disney, aunque este título en cuestión fue desarrollado por Capcom. Tal fue su éxito que hasta recibió una secuela y hasta una versión para Game Boy, además de un excelente remake a cargo de WayForward.
En él era posible controlar al Tío Gilito, Gilito McPato, Rico Pato o Scrooge McDuck, como le quiera llamar cada uno, quien no tenía suficiente con la fortuna que había cosechado a lo largo de toda su vida. Eso le lleva a viajar por todo el mundo en la búsqueda de un total de cinco tesoros misteriosos que están valorados en millones de dólares, lo que le volvería más rico todavía y en el pato con más dinero que existe.
Por lo tanto, el objetivo consiste en recorrer un total de cinco niveles, sin importar el orden, para apoderarse de ellos. Sin embargo, spoilers a continuación, tras tanto esfuerzo se los roban, así que debe trasladarse a la fase de Transilvania, donde se enfrenta a Pato Drácula en la pelea final, aunque acto seguido debe darse prisa por conseguir un último tesoro antes de que lo logre su archienemigo Isidoro Dorado ayudado por Mágica de Hechizo.
Hasta aquí todo bien, porque en una partida normal todos aquellos que consigan el susodicho cofre presenciarán el final del juego en el que el Tío Gilito se le ve más feliz que unas castañuelas celebrando la gran cantidad de dinero que se ha embolsado. No obstante, pese a que ese es el final más común y el que probablemente vea la inmensa mayoría de jugadores en una partida, lo cierto es que el juego dispone de otros dos finales más bastante secretos.
Uno de ellos se podría considerar como el mejor final de todos o al menos el más bueno para nuestro codicioso protagonista. Y es que resulta que a lo largo de todo el juego puedes conseguir diamantes y multitud de elementos secretos que aumentan más todavía las arcas Gilito, de manera que aquellos que logren agenciarse la friolera cantidad de 10.000.000 de dólares o más serán los que verán el denominado final secreto bueno.
Más que nada porque, a diferencia del final común, en este podemos ver al Tío Gilito con una sonrisa enorme subido encima de una montaña de monedas de oro y bolsas repletas de dinero, a lo que se suma la corona que lleva encima de la cabeza. Por lo tanto, ahora sí, no cabe duda de que cumpliendo con este objetivo no hay nadie que se pueda considerar más rico que él en todo el mundo.
Eso sí, con el otro final secreto la historia cambia radicalmente, porque es realmente trágico y uno que solo es recomendable si no os importa en absoluto el destino de Gilito McPato, porque este está llamado final secreto malo. De hecho, es tan terrible que por eso mismo es tan complicado de desbloquear y por eso sería difícil que lo llegaseis a saber sin tener claro una serie de pautas que hay que seguir y cumplir, dado que de lo contrario es imposible presenciar esta triste y última escena de la aventura.
Básicamente, consiste en hacer que el protagonista de Patoaventuras pierda por completo toda su fortuna y se quede sin blanca. Para ello hay que pasarse el juego con un total de cero dólares y es ahí donde reside la dificultad de este desafío, porque al final acaba siendo inevitable obtener grandes cantidades de dinero en algún que otro momento, pero existe un truco para reducir la cantidad hasta el punto de hacer que desaparezca del todo.
Exactamente hay que recolectar 6.000.000 de dólares, ni uno más y ni uno menos, antes de la fase final. Es entonces cuando se desbloquea una habilidad especial que permite al Tío Gilito recuperar puntos de vida si es dañado. Un poder que requiere pulsar el botón Select para añadir un corazón que se haya perdido por un impacto, pero esta acción consume 3.000.000 de dólares por cada uno, por lo que hay que emplearlo un par de veces en el combate contra Pato Drácula.
De haber cumplido con todos estos pasos se llegará a la secuencia final en la que esta vez Gilito no estará rodeado de cofres o montañas de monedas. En su lugar se le verá sin nada a su alrededor, cabizbajo, triste e increíblemente deprimido, porque resulta que ha perdido absolutamente toda su fortuna y se ha quedado sin blanca, así que es completamente comprensible verle así de mal. Por lo tanto, no le queda otra solución que tratar de vender los tesoros que tanto le ha costado obtener con el fin de reconstruir su imperio.
En cualquier caso, como podéis ver, no es nada fácil que llegue a suceder algo así y menos todavía sin saber la manera de que pierda millones de dólares con tan solo pulsar un botón. Aun así, si queréis ponerlo en práctica por vuestra propia cuenta, no hay que olvidar que DuckTales forma parte del recopilatorio The Disney Afternoon Collection, la forma más sencilla de revivir este y otros tantos clásicos de la época de NES.
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