La llegada de Super Mario World a la SNES supuso un salto de calidad descomunal para la franquicia de Nintendo. Sprites renovados, mundos más coloridos, multitud de niveles llenos de fantasía y toda clase de criaturas aguardando con poderes inusuales. Entre ellas se encuentran los clásicos Boo, los cuales aparecen en las fases dedicadas a las mansiones encantadas.
Estos espacios son realmente perturbadores para Mario y Luigi, ya que hay toda clase de sorpresas que se deben desvelar para lograr avanzar. Lo habitual es que los pequeños Boo nos persigan constantemente, pero únicamente lo hará cuando los protagonistas no estén mirando. Parecen tener vergüenza de que les clavemos la mirada, pues pasarán a estar inmóviles, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que si nos quedamos mirando a algunos de los fantasmas, ya sea en sus versiones normales o grandes, durante un buen tiempo, terminará reaccionando de forma sorprendente. En estos dos vídeos podéis comprobar qué sucede con cada uno de ellos.
Como podéis ver, hace falta aguantar un buen rato sosteniéndoles la mirada a los Boo hasta que reaccionen, pero no tienen desperdicio. El pequeño Boo dedicará una mueca a Mario burlándose, al más puro estilo socarrón que tienen los seres, mientras que el más grande bajará sus manos para comprobar si sigues ahí mirando hacia él.
Un detalle de Super Mario World que no cambia para nada la forma de jugar, pero desde luego que se trata de una muestra de que Nintendo, incluso hace más de 30 años, cuidaba sus videojuegos hasta el extremo.
En VidaExtra | Todas las veces que Mario y sus personajes han aparecido en los videojuegos de The Legend of Zelda
En VidaExtra | El toque maestro de Shigeru Miyamoto: en qué trabaja el papá de Super Mario y Link
En VidaExtra | La primera vez que Mario saltó a un cuadro fue para vender un escritorio a lo IKEA por 1.395 euros
Ver 3 comentarios