Entre las mejores sagas de Nintendo tenemos la de Super Mario Bros., The Legend of Zelda o Pokémon. Cada una de ellas cuenta con una larga lista de títulos a sus espaldas, aunque también existen otras muy longevas con un menor protagonismo que nos han dejado con magníficas entregas y entre ellas tenemos la de Yoshi.
El dinosaurio verde de Nintendo debutó por primera vez en Super Mario World. El primer videojuego de la gran N para Super Nintendo nos presentó a este simpático personaje que hacía la función de acompañante de Mario y contaba con sus propias habilidades únicas que venían de maravilla para superar ciertos niveles.
Los jugadores le acogieron con los brazos abiertos y desde entonces su popularidad no ha hecho más que crecer a pasos agigantados hasta convertirse en uno de los personajes más importantes de Nintendo. Es por eso mismo que, unos años después del lanzamiento de Super Mario World, se publicó Yoshi's Island en la mítica consola de 16 bits, al que hemos querido recordar con motivo del reciente lanzamiento de Yoshi's Crafted World.
El juego que supuso el nacimiento de una encantadora saga
A pesar de ser conocido también con el nombre de Super Mario World 2, el protagonista de este juego es Yoshi, lo que no quita que los hermanos Mario no tengan nada que ver en la trama. De hecho, aparecieron en una forma nunca vista hasta ese momento y que también tuvo una buena aceptación, como fueron sus versiones bebé, de ahí que más adelante Baby Mario o Baby Luigi estuviesen disponibles como personajes en sagas como Mario Kart o Mario Tennis.
La historia consistía en que una cigüeña estaba llevando a los bebés Mario y Luigi a la que iba a ser su futura casa, hasta que el malvado Kamek trató de secuestrarlos. No obstante, solo logró atrapar a Luigi, cayendo Mario al vacío y yendo a parar al hogar de Yoshi. Desde ese momento decide emprender un largo viaje para rescatar al hermano de nuestro fontanero favorito y así llevarle con la que será su familia.
Eso sí, Yoshi no estaba solo en esta andadura. Durante los seis mundos que tocaba recorrer, con ocho fases en cada uno de ellos y numerosos jefes finales, teníamos la posibilidad de controlar a un Yoshi de un color diferente cada vez que superábamos un nivel. El viaje nos llevó por praderas, cavernas, junglas, montañas, castillos y otros tantos lugares hasta llegar al valle de Bowser, el gran causante de todos estos problemas. Bueno, más bien Baby Bowser.
Además de ser un excelente juego de plataformas, Yoshi contaba con unas habilidades exclusivas y mejores que las ya vistas en Super Mario World. Por ejemplo, de nuevo podía utilizar su lengua para tragarse a cualquier enemigo de un tamaño más o menos pequeño, con la diferencia de que aquí los convertía en huevos que le servían para lanzarlos contra otros enemigos, bloques que desbloqueaban zonas del camino o para revelar otros secretos.
Asimismo era capaz de flotar en el aire muy brevemente, proporcionar culetazos para aplastar a otros enemigos o postes que se encontrara o a veces se podía transformar en vehículos durante unos segundos. Todo esto mientras llevaba a Mario subido en su lomo y siempre teniendo cuidado de no recibir ningún golpe, porque eso causaba que el bebé saliera por los aires dentro de una burbuja y teníamos una cierta cantidad de tiempo para explotarla. De lo contrario, los esbirros de Kamek aparecían raudos en la pantalla para llevárselo.
El Yoshi más desafiante de todos hasta la fecha
Desde su estreno en Super Nintendo se han desarrollado unos cuantos videojuegos protagonizados por Yoshi. Todos ellos han contado con un apartado visual formidable y diferente al del resto de entregas. El título de Super Nintendo no fue una excepción y lucía así de bien gracias al chip SFX 2, una mejora del primer chip SFX que utilizaban juegos como Star Fox. Gracias a él se conseguían efectos gráficos espectaculares y ese apartado visual tan característico.
Pero si hay algo que ha hecho tan especial a Yoshi's Island y uno de los motivos por los que los aficionados de la serie se siguen acordando de él a día de hoy, es por su dificultad. No es que estemos hablando de un título que sea imposible de superar o que resultara un infierno completarlo, pero en absoluto era un paseo o un juego pensado para un público más infantil como pasa con los actuales.
Todas las pantallas tenían su miga y recorrerlas evitando que Mario saliera volando por los aires podía costar un poco durante las primeras partidas, aunque a veces agradecíamos que se lo llevaran por sus terribles llantos. En cualquier caso, la dificultad era asequible si el objetivo era llegar hasta el final y nada más. En cambio, completarlo al 100% era otra historia.
En cada una de las fases se ocultaban 20 monedas rojas y cinco flores, teniendo que recolectarlas junto con unas estrellas que aumentaban la cantidad de tiempo que podía permanecer Mario dentro de su burbuja si recibíamos algún impacto, así hasta un total de 30 segundos. En el caso de aumentar el tiempo hasta ese tope y obtener los otros objetos, alcanzábamos la máxima puntuación en ese nivel en concreto.
Esto suponía que, más allá de pasarse el juego, ofrecía este reto adicional de completar cada mundo con ese porcentaje para así desbloquear nuevas fases y minijuegos. Eso sí, estos niveles especiales sí que resultaban un auténtico dolor de cabeza y más aún si planeabas obtener el 100% también en ellos. Este mismo desafío se ha presentado en otros juegos de Yoshi, pero en ninguno era tan complicado como en este.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
SÍ con mayúsculas. Yoshi's Island fue uno de los mejores videojuegos de Super Nintendo y a día de hoy sigue siendo la mejor aventura de la serie protagonizada por Yoshi. Era todo un reto completarla en aquel entonces y lo sigue siendo ahora, pero no por ello deja de ser increíblemente entretenida, divertida y uno de esos juegos que siempre apetece volver a disfrutar de él, a pesar de haber pasado 24 años desde su lanzamiento.
Imprescindible
Yoshi's Island
Plataformas | GBA, Super Nintendo (versión analizada), Wii U |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Nintendo |
Compañía | Nintendo |
Lanzamiento | 1995 |
Precio | 6,99 euros (Wii U) |
Lo mejor
- Divertida, encantadora y muy desafiante en muchos momentos.
- Su excepcional apartado artístico compaginaba genial con su banda sonora y jugabilidad.
- Por muchos años que pasen sigue siendo la mejor aventura de Yoshi.
Lo peor
- Lo molesto que pueden resultar los llantos de Baby Mario.
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