Análisis de Xenoblade Chronicles 3, un JRPG sobresaliente que marca la senda a seguir en las futuras entregas de la saga

Se ve que Nintendo ha querido tirar la casa por la ventana por el quinto aniversario de Nintendo Switch por la cantidad de juegazos que ha publicado en los últimos meses y los que todavía permanecen en el tintero esperando a llegar a las tiendas. Recientemente os hablamos de uno de los más prometedores que se avecina al catálogo, que no es otro que Xenoblade Chronicles 3.

En las primeras impresiones comenté que el nuevo capítulo se enfrentaba al duro reto de superar a Xenoblade Chronicles 2, algo que no es para menos si tenemos en cuenta que se trata de un JRPG simplemente imprescindible y sobre todo un videojuego que debe formar parte de la colección de cualquiera que tenga la consola de Nintendo. Eso sí, sus primeras horas anticipaban la llegada de algo realmente asombroso.

Ahora, tras jugarlo a fondo durante decenas de horas, ha llegado el momento del veredicto final y de comprobar hasta qué punto merece la pena realmente Xenoblade Chronicles 3, por lo que os invitamos a leer el siguiente análisis que hemos preparado para la ocasión.

Dos naciones enfrentadas. Una historia digna de enmarcar

Algo que me encantó del juego durante las primeras horas fue la facilidad con la que el argumento era capaz de atraparte desde el principio. Es una de esas historias que no para de dejarte con ganas de avanzar sin parar con tal de descubrir cómo se resolverán ciertos asuntos, como cuando en una serie un capítulo termina muy interesante y te deja con la necesidad de ver el siguiente para saber qué pasará.

Con este título he tenido esa sensación constantemente, pero al mismo tiempo también me lo quería tomar con la calma para disfrutarlo tranquilamente, porque desde luego que se trata de una trama que merece la pena prestarle toda la atención y no perderse ni un ápice de lo que sucede. Todo ello nos lleva a un mundo de fantasía en la que habitan dos grandes naciones que siempre se han enfrentado entre ellas: Agnus y Keves.

El objetivo que mantienen ambas es el de acabar con las fuerzas de sus adversarios, lo que les permitirá absorber su energía vital, algo que es necesario para que las máquinas que controlan se vuelvan imparables o de lo más letales. Una situación que desde luego no pinta nada bien y que resulta bastante desagradable, pero lo cierto es que a los soldados se les educa de esta manera desde el momento en el que nacen, así que no conocen otra forma de vivir.

Además de esforzarse al máximo en apoyar a su nación, todos mantienen otra misión o deseo personal, como es el de llegar a cumplir diez años (lo que ellos conocen como cursos), lo que les permitirá realizar la “Llegada a Casa”, lo que ellos creen que les dará la paz. Sin duda una ardua tarea si tenemos en cuenta que toda su vida están expuestos a incesantes guerras que no paran de poner en riesgo sus vidas.

En medio de todo este embrollo se encuentra nuestro trío de protagonistas procedentes de Keves, quienes llegado cierto punto se verán las caras con otros tres soldados de Agnus. Esto desembocará en una batalla de lo más igualada que terminará en tablas debido a la aparición de una amenaza más temible que planea acabar con los dos grupos sin ningún miramiento.

A partir de ese momento los seis estrecharán unos lazos muy fuertes y dará comienzo a la verdadera historia de descubrir la auténtica procedencia de todos ellos y el motivo real por el que se han visto envueltos en estas batallas que en el fondo ninguno quiere que se sigan produciendo. Esto dará pie a un viaje en el que no pararemos de presenciar momentos sorprendentes, giros argumentales y conversaciones de lo más emotivas que nos marcarán por la forma de pensar y actuar de cada habitante.

Además, para hacer que todo luzca más impresionante no pararán de aparecer secuencias cinemáticas, entre ellas algunas bastante largas y con las que parece enteramente que estamos viendo alguna película o serie de animación, algo que no me importaría que se hiciese realidad en absoluto. Y podéis estar seguro que no serán especialmente pocas las que surgirán a lo largo de toda la aventura y muy esenciales para revelar poco a poco más detalles de los misterios del mundo.

A su vez, también ayuda que el doblaje de cada uno de los personajes es excelente, con las voces en inglés y japonés y unos subtítulos en castellano. Como viene siendo costumbre en los videojuegos publicados por Nintendo, el equipo de traducción ha vuelto a realizar un trabajo formidable, porque más allá de dedicarse a traducir sin más, también utilizan palabras muy coloquiales, expresiones y sobre todo destaca la forma de hablar tan peculiar de los Nopon y los juegos de palabras que hacen.

Todo ello a lo largo de las decenas y decenas de horas que durará simplemente la trama principal, que cuando ya llevas una tremenda cantidad de horas a los mandos te das cuenta de que todo no ha hecho más que empezar y todavía queda un largo camino por delante. En cualquier caso, mi temor era que el ritmo decayera en algún momento, pero todo lo contrario, porque va en aumento constantemente y el interés que genera crece a pasos agigantados, hasta el punto en el que las horas se pasan volando sin que te des cuenta de ello.

El mágico mundo abierto por el que viajaremos

Desde hace años cada vez es más habitual encontrarnos con videojuegos con sus propios mundos abiertos, lo que no quiere decir que todos sean igual de buenos. En cambio, el de Xenoblade Chronicles 3 se podría colocar en el lado de los que merece ser explorados de arriba a abajo. Resulta alucinante el curro que se ha debido de pegar el equipo de diseño a la hora de pensar y crear cada uno de los descomunales escenarios que iremos visitando en esta odisea y en los que con el tiempo podremos interactuar con ciertas habilidades que vayamos obteniendo.

Desde praderas a cuevas, pasando por bases, campos de guerra, playas, lagos y mucho más. En todos ellos se desprende vida porque por todas partes habrá infinidad de criaturas salvajes contra las que nos podremos ver las caras para combatir contra ellas y así ganar experiencia y objetos. No obstante, en ocasiones también tocará plantar cara a soldados de las dos naciones que no ven con buenos ojos nuestros actos considerados como actos de rebeldía.

Es más, ha habido momentos en los que me he topado con dos grupos de monstruos o de soldados luchando entre ellos, momento en el que aparece un aviso en pantalla para que te tengas que decantar por ofrecer ayuda a uno de los bandos y así llevarte algunas recompensas a cambio. Este tipo de encuentros tampoco es que abunden demasiado, aunque ayudan a darle más vida a los escenarios.

Nos podemos pasar horas y horas yendo de un lado a otro con las pateadas que nos iremos pegando para ir de un lado a otro, y lo mejor de todo es que no se hace pesado. Ya no solo porque los enemigos nos mantendrán bien entretenidos, sino también porque nos invitarán a sacar nuestra vena de explorador para localizar cápsulas repletas de artículos, venas de éter necesarias para activar maquinarias y no faltarán los cientos y cientos de objetos que estarán tirados por el suelo y que resultarán de gran utilidad para determinadas acciones.

A pesar de todo, no os preocupéis porque el juego ofrece la posibilidad de realizar viajes rápidos para ir a cualquier parte en tan solo unos segundos, algo que me ha parecido otro punto a favor porque los tiempos de carga duran nada y menos. Asimismo, tanto las misiones principales como las secundarias dispondrán de la opción de guiarnos por el camino más adecuado para alcanzar nuestro destino y así no perdernos al ir de un lado para otro.

Que esa es otra, la gran cantidad de misiones secundarias que nos irán entregando sobre la marcha. La buena noticia es que no son como en otros juegos de hacer de recaderos y acabar con ciertos enemigos, recolectar unos objetos o tareas similares. Aquí todas ellas tienen su historia de fondo que nos motivan más todavía a completarlas con objetivos muy variados para que no tengamos la sensación de estar haciendo lo mismo una y otra vez.

Entre todas ellas destacan algunas dedicadas a personajes esenciales, los Héroes, que serán miembros que se unirán a nuestro grupo tarde o temprano como séptimo personaje, aunque solo podremos llevar a uno de ellos al mismo tiempo. De todos modos, otro motivo para ir tras ellos es que contarán con sus propias clases exclusivas y muy poderosas que desbloquearemos para utilizarlas durante el resto de la aventura.

Volviendo al tema de los objetos tirados por el suelo, los habitantes de las colonias del mundo nos irán solicitando encargos para que les entreguemos cierta cantidad de materiales, lo que servirá para recibir recompensas a cambio y así mejorar la afinidad con ellos y con los habitantes de esa colonia en cuestión. Con el tiempo esto permitirá el tener acceso a bonificaciones adicionales que siempre vienen bien, porque cualquier ayuda para salir adelante es para cogerla con los brazos abiertos.

Y lo que tampoco faltarán son los campamentos para que descansemos de vez en cuando. Asimismo, estos lugares harán la función de base de operaciones para construir gemas, cocinar platos de comida e incluso podremos aprovechar para subir los niveles de los protagonistas, lo que no quita que de vez en cuando nos encontremos con criaturas que nos puedan sacar 40-50 niveles o más y que naturalmente tocará ignorarlas hasta más adelante.

Dando caña a los enemigos con unos combates espectaculares

Como he señalado anteriormente, en Xenoblade Chronicles 3 los combates estarán a la orden del día, siendo este apartado otro de los más importantes y uno de los más logrados, porque a veces ha llegado cierto punto que a los enemigos los sacaba varios niveles porque durante un buen tiempo era de los que no dejaba títere con cabeza. Más que nada porque me lo he pasado como un enano luchando contra todo lo que se ponía por delante.

La mecánica resultará muy familiar a los seguidores de la serie al mantener intacta ciertos aspectos. Cada uno de los personajes repartirá estopa automáticamente sin que nosotros hagamos nada. Tan solo nos limitaremos a movernos por los alrededores y a utilizar las artes (las habilidades especiales) de las que disponen cada uno. En este sentido, dependiendo de si son acciones de personajes de Keves se recargarán a base de golpear, mientras que las de los personajes de Agnus lo harán a medida que transcurra el tiempo.

Por lo tanto, ahí dependerá de cada uno el decidir qué ataques empleará cada uno, dado que estos se podrán heredar a base de cambiar de clase y subirlas de nivel, para así tener un amplio abanico de posibilidades a la hora de configurar el equipo, ya que entre los roles a desempeñar estarán los atacantes, los guardianes y los sanadores, lo que no deja lugar a dudas sobre qué papel desempeñará cada uno. Naturalmente lo suyo es establecer un equipo equilibrado para así tener más opciones de vivir para contarlo.

El tema de dejar a los personajes atacando solos puede parecer que con quedarse de brazos cruzados es suficiente o dicho así parece poco emocionante. Sin embargo, las artes se recargarán a la suficiente velocidad para que estemos utilizándolas constantemente para causar auténticos estragos a nuestros adversarios. Sobre todo porque los combates duran lo suyo en el caso de los enemigos comunes y más todavía con las criaturas más poderosas y los jefes finales que tratarán de machacarnos.

Por otra parte, hay ciertas artes y golpes definitivos que las podremos usar cuando queramos, pero también habrá otras que causarán un daño mayor dependiendo de la colocación de nuestro personaje. Esto implica que será necesario posicionarlos delante, detrás o a un lado dependiendo de lo que se indique. A base de golpear esto servirá para recargar la barra de ataques en cadena, lo que viene a ser un combo de lo más demoledor y altamente recomendable de utilizar, porque es una barbaridad el daño que puede causar.

En ese instante arrancará una especie de minijuego en el que deberemos seleccionar unas cartas con poderes especiales que se recargarán en mayor o menor medida dependiendo del personaje y el ataque que escojamos. Una vez cargada al máximo seremos espectadores de una secuencia brutal en la que los números de daño no pararán de volar por todas partes. Y eso en el caso de los propios protagonistas, porque si encima los combinamos con los Uróboros, el espectáculo de ataques y efectos que aparecerá en la pantalla es digno de querer verlo una y otra vez.

Los Uróboros es otra de las mayores habilidades de nuestro grupo de personajes que les permite fusionarse entre ellos para adoptar una nueva forma similar a la de un mecha, con sus respectivas artes y habilidades definitivas. En este caso se puede activar en cualquier momento, pero con el riesgo de permanecer atentos a una barra de calor para que no se sobrecaliente y haya que esperar un pequeño rato para sacar partido de esta fusión.

En resumidas cuentas, entre los ataques básicos, los más fuertes, los combos y demás, no pararemos quietos ni un solo segundo de realizar acciones. Eso sí, nosotros solo controlaremos a uno de los personajes al mismo tiempo, mientras que con los otros cinco será la inteligencia artificial la que tomará las correspondientes decisiones. Al menos he de reconocer que en ningún momento me he tenido que preocupar de ello porque juega realmente bien y sabe perfectamente qué es lo mejor que debe hacer en cada momento.

El único inconveniente que le puedo sacar a las batallas es por culpa de la potencia de Nintendo Switch. Puede que los escenarios resulten muy asombrosos, pero se nota que la calidad está limitada por las características de la consola, lo que conlleva que al alejar más la cámara o cuando hay demasiado caos durante una pelea se noten más los dientes de sierra. Tampoco es que sea algo que destaque tanto como para estar pendiente de ello, aunque deseo ver algún día un Xenoblade con un apartado gráfico mejor para que sea redondo en todos sus aspectos.

La opinión de VidaExtra

Llegados a este punto puedo decir sin lugar a dudas que Xenoblade Chronicles 3 es la mejor entrega de la franquicia que se ha desarrollado hasta la fecha. Un capítulo que se debe tomar como base a la hora de desarrollar futuros capítulos, como ha sucedido también con sagas como The Legend of Zelda, Fire Emblem o Super Mario, cuyos juegos publicados en Nintendo Switch están considerados como de los mejores que han recibido a lo largo de su historia.

Es uno de esos JRPG con el que desearía poder borrar mi memoria y volver a disfrutarlo desde el minuto uno sin saber todo lo que ocurre, porque la trama es sobresaliente, te invita a seguir jugando sin parar durante horas sin percatarte de la cantidad de horas que has pasado a los mandos por esa facilidad que tiene para enganchar con sus secuencias, su espléndido mundo abierto y unos combates tan divertidos de librar sin parar.

Con Leyendas: Pokémon Arceus veía difícil que este año se lanzara un juego mejor para Nintendo Switch, pero Monlith Soft lo ha conseguido más que de sobra. Todavía quedan cinco meses por delante con lanzamientos muy potentes, pero si tuviese que decir cuál es el GOTY de Nintendo Switch a día de hoy, ese sería Xenoblade Chronicles 3.