Análisis de Unpacking, el único juego que logra que una mudanza sea bonita y relajante

Análisis de Unpacking, el único juego que logra que una mudanza sea bonita y relajante

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Unpacking

Rara es la persona a la que preguntes y te diga que disfruta con una mudanza. Todo el proceso de empaquetar y transportar a otro domicilio un sinfín de pertenencias y recuerdos para después volver a colocarlos según la disposición del nuevo hogar es largo y tedioso, especialmente si eres coleccionista de algo.

Sí, hay una parte que se puede llegar a disfrutar, al servir como excusa para redistribuir todas nuestras cosas, pero no es ni por asomo tan divertido ni sobre todo tan relajante como la propuesta de Unpacking, lo nuevo de Humble Games.

Desempaquetando, que es gerundio

Unpacking

Si no te van los videojuegos que ofrecen propuestas que se alejan de lo tradicional, probablemente no encuentres atractivo el planteamiento de esta obra de Witch Beam. Aquí no hay objetivos a destruir, ni lucha contra el crono o puntuaciones a batir. Simplemente hay que ordenar distintas habitaciones como más nos guste.

Tiene que haber cierta coherencia, eso sí. Algo de lo que el propio juego nos avisará cuando no quede nada más por desempaquetar y hayamos colocado todos los objetos: los que desentonan se resaltan en rojo para que los situemos en otro sitio hasta completar la habitación. Y de este modo pasaremos a la siguiente fase.

Como su nombre indica, Unpacking se centra tan solo en desempaquetar y en colocar los objetos en el nuevo hogar. Nada de meterlos de nuevo en cajas de cartón. Desde un dormitorio hasta un baño, pasando por una cocina o un salón, cada "fase" consta de una o más salas y con una "dificultad" creciente que es en realidad un poco de desorden en relación a dónde se guardaron ciertos objetos. Porque no todo lo que está dentro de una caja puede pertenecer a esa sala.

El proceso será siempre el mismo: en una sala hay varias cajas, pinchamos sobre una, se abre y empiezan a salir objetos con cada clic hasta que ya no quede nada y desaparezca la caja. El ritmo lo dictamos nosotros, igual que el proceso: podemos sacar un objeto y colocarlo directamente en su sitio o bien dejarlo en el suelo e ir apelotonando los demás ahí hasta ver el conjunto y decidir cómo proceder.

Es altamente satisfactorio ver cómo van encajando las piezas, como si de un Tetris se tratase, cuando tenemos que aprovechar al máximo cada recoveco de estanterías, muebles de escritorio o cajones. Además, no es lo mismo colgar la ropa en las perchas que doblarla y apilarla. Igual que con la vajilla de la cocina. O los libros, que pueden colocarse en vertical o en horizontal. Unpacking da cierto margen a la hora de distribuir las cosas, siempre y cuando el espacio lo permita.

Es una experiencia muy zen que es mitad juego de bloques y mitad juego de decoración, tal y como describe su propio estudio. Incluso si eres de los que nunca se sintieron atraídos por Los Sims, como es mi caso, aquí tienes una alternativa más directa y sin tantas complicaciones o variables a tener en cuenta.

La vida de una persona durante ocho mudanzas

Unpacking

Si bien no es un juego en la línea tradicional, hay una historia que se va tejiendo de manera sutil a medida que completamos cada mudanza durante casi dos décadas de la vida de una persona. Con cada hogar vemos su evolución, con gustos que van cambiando, otros que se van intensificando... Hay una coherencia palpable y a la vez muy familiar de la que acabamos formando parte casi sin darnos cuenta.

Sí que es cierto que de vez en cuando nos toparemos con objetos cuya identidad no nos quedará demasiado clara (ni aunque usemos el zoom) y que los iremos colocando al tuntún hasta saber que están en su sitio, pero por lo general la inmensa mayoría se distinguen a la perfección gracias al acertado diseño pixelado. De hecho, es una gozada ir descubriendo cada sala de nuestro nuevo hogar. Una y otra vez. O curiosear con ciertos objetos, a modo de guiños o secretos, como encender una GameCube y ver en la TV un juego ficticio de karts.

Esa clase de acciones suelen tener su recompensa en forma de pegatinas especiales, las mismas que se nos irán concediendo por superar cada mudanza, sin ir más lejos. Un pequeño aliciente, a modo desafío, para un juego que rehúye irónicamente de esa clase de tareas. Pero que al fin y al cabo no deja de ser un videojuego y que busca de algún modo un extra con el que escrudriñar cada rincón o probar a colocar objetos donde jamás deberían ir, como algo eléctrico con agua.

Debido a su naturaleza, se disfruta más con ratón que con mando, aunque se pueda jugar sin problemas con este accesorio de consolas. Y lo bueno es que no hace falta un ordenador de la NASA para disfrutarlo. Para desconectar del ajetreo por un día viene bien y siempre podrás rejugarlo si así lo deseas para colocar los objetos de otro modo. O revisionar tu partida a cámara rápida o para sacar capturas con las pegatinas desbloqueadas. Pero no esperes ninguna locura.

La opinión de VidaExtra

En definitiva, Unpacking es un juego muy zen para toda esa clase de gente que quiera ver las mudanzas desde otro prisma mucho más atractivo. Un juego sin pretensiones y con una producción bastante humilde que cumple con su cometido. Y todo ello con una acertada banda sonora de Jeff van Dyck (ganador de un BAFTA) de fondo para que nos sintamos relajados entre tanto desorden.

Unpacking

Unpacking

Plataformas Xbox Series, Xbox One, Nintendo Switch, Microsoft Store (versión analizada) y Steam
Multijugador No
Desarrollador Witch Beam
Compañía Humble Games
Lanzamiento 2 de noviembre de 2021

Lo mejor

  • El placer de colocar cada objeto en su sitio
  • Visualmente es una delicia. Y su BSO, igual
  • Los secretos en forma de pegatinas

Lo peor

  • Unos pocos objetos que no se distinguen bien
  • La experiencia dura un suspiro
  • Sin alicientes al completar la historia

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