Me considero una persona con el sentido de la ecología bien incrustado en mi cerebro, lo suficiente como para intentar que el mundo no esté más contaminado de lo que yo me lo encontré. After Us ya me dio hace unos meses el primer guantazo de realidad, sacudiéndome para que no se me olvide la lección de cuidar el medio ambiente. Under the Waves ha llegado para volver a hacer un repaso, aunque ahora bajo el agua.
Históricamente los niveles bajo el agua en los videojuegos han sido maltratados, vilipendiados y denigrados hasta la extenuación. No es sorprendente, pues normalmente los títulos están diseñados para jugar en tierra y el esquema mecánico se viene abajo al entrar en el Templo del Agua. Sin embargo, Parallel Studio ha logrado lo que parecía casi imposible: un juego submarino que sea entretenido.
Una belleza ensuciada
1979. Una realidad alternativa nos coloca en lo más profundo del Mar del Norte en una versión tecno-futurista de la época y, bajo la piel del buzo profesional Stan, nos tocará administrar una instalación industrial. Estamos solos, aislados del mundo exterior, y eso es precisamente lo que persigue nuestro protagonista tras la trágica muerte de su hija Pearl en un accidente. Necesita aislarse, reflexionar y tener claro cuál es rumbo que necesita su vida.
Como ya se puede apreciar, el componente narrativo en Under the Waves no es precisamente anecdótico, sino que posee un peso fundamental. Quantic Dream ha decidido apadrinar el primer proyecto de la desarrolladora, por lo que es evidente que David Cage ha decidido poner sus ojos en una historia que realmente tenga algo que contar. Tal y como han marcado la línea de títulos como Celeste, aquí nos topamos con una introspección enorme en la que veremos a un padre lidiar con el mayor de los dolores: la pérdida de una hija.
A pesar de todo, ¿está realmente solo Stan? Lo cierto es que no, pues no solo contamos con nuestro compañero que nos asistirá por radio, sino que estaremos rodeados de toda la fauna marina posible. El título nos permite explorar con total libertad un buen trozo de océano, ya sea a nado con el traje de buzo o a bordo de un pequeño submarino. Focas, ballenas jorobadas, tiburones peregrinos y tortugas pueblan cada uno de los rincones de un paisaje que llega a ser realmente bello.
Para incidir en el hecho de que estamos sumergidos la imagen siempre cuenta con un filtro que distorsiona ligeramente lo que vemos, pero eso no impide que apreciemos las enormes rocas, los grupos de animales, las geodas y, en definitiva, ese territorio que se escapa a nuestra vista por estar a unos cientos de metros por debajo de nuestros pies. Eso no significa que la actividad humana no tenga consecuencias en el fondo marino.
Y es que Under the Waves es, ante todo, un juego con un mensaje ecologista muy potente y que no busca ocultar de ninguna forma. En todo momento podremos leer el diario de Stan y sus reflexiones que demuestran su espíritu rebelde contra la explotación empresarial de los recursos naturales y los pocos escrúpulos de las altas esferas en lo que a conservación se refiere. Se nos dejan pinceladas de este pensamiento en forma de datos, como por ejemplo la caza de ballenas décadas atrás o cómo los plásticos bañan nuestras aguas sin que nadie lo impida.
La basura de unos es el tesoro de otros
Mientras realizamos las tareas rutinarias que se nos encomiendan en cada jornada, la libertad se presenta ante nosotros. El mapa nos muestra que existen cofres, planos de construcción, pegatinas, naufragios y toda clase de puntos de interés que descubrir. Es aquí donde Under the Waves consigue que su mensaje cale con mayor fuerza que nunca, ya que el efecto es mayor cuando compruebas las consecuencias reales de tus actos frente a un discurso bien hilado.
Por todo el escenario encontraremos botellas de plástico, trozos de metal y fugas de petróleo a los que podemos poner remedio rápidamente. La recolección de recursos es una de las principales mecánicas del título, pudiendo limpiar las aguas para luego utilizar todo lo recogido en construir balizas, combustible, adornos y mejoras para el traje y el submarino. Una demostración práctica de reciclaje que se acentúa todavía más con el gran uso de los coleccionables.
Mientras que en muchos otros juegos su uso no es más que estético, aquí la recompensa es mayor. Si nos preocupamos de buscar bien en una avión hundido o en una gruta submarina, podremos encontrar objetos tan dispares como una guitarra, un saco de boxeo o un casette. Una vez volvamos al módulo vital de Stan veremos que están en diferentes estancias y desbloquean minijuegos que enriquecen la experiencia. No son obligatorios, no tienen ninguna incidencia en el devenir de los acontecimientos, pero me ha parecido una de las mejores vías para estimular la exploración.
Eso sí, tampoco podemos viajar sin ser previsores. El submarino se alimenta de combustible -aunque solamente cuando queremos que vaya a máxima velocidad- y las reservas de oxígeno no son eternas, por lo que hay que asegurarse antes de salir a la fría agua que estamos listos. Es una lástima que nunca lleguemos a estar realmente en dificultades como para que tengamos que tener especial cuidado con nuestros pasos.
El mayor desafío de tu vida
Si bien las misiones diarias se solucionan en unos minutos, el jugo narrativo se exprime en los instantes en los que Stan comienza a pasarlo realmente mal. Sufre alucinaciones, tiene sueños extremadamente vívidos y todo ello comienza a afectarle en el momento en el que descubre que la empresa para que la trabaja no es precisamente transparente. El paso del tiempo hace mella en el protagonista, que cada vez se cuestiona más el propósito real de haber huido de su hogar.
Mientras, tendremos que internarnos en instalaciones cerradas repletas de agua y reparar más de una máquina que no funciona como debería. Es aquí donde entra en juego un toque más próximo a los rompecabezas por parte de Under the Waves, aunque nunca sin conseguir que nos duela la cabeza de pensar. Accionar palancas, activar paneles y abrir puertas en tramos donde abandonamos la mayoría de las veces el submarino. Nada especialmente brillante, sino más bien puntos de inflexión en la trama.
Es una lástima que se nos sitúe en una 1979 futurista, porque no hay demasiados elementos que nos lleven a pensar que estamos en una realidad alternativa y ni siquiera es un detalle que se explote a nivel argumental. Una vez más, todo el foco se dirige en cómo Stan lucha contra sus propios demonios y cómo debe -o no- superar la muerte de Pearl tres años después. Hay momentos realmente emotivos, especialmente en el tramo final, donde vemos a un hombre destrozado que no sabe qué debe hacer y no tiene más apoyo que sí mismo en el fondo del océano. La banda sonora sabe cómo golpear en el momento necesario para que nos llegue más adentro cada escena.
La opinión de VidaExtra
El destino de Under the Waves es inevitable. Pasará por debajo del radar de la mayoría, especialmente en un año tan sobresaliente como el 2023, pero sirve para darle brillo a unos meses tan gloriosos. El primer gran proyecto de Parallel Studio solo puede recibir elogios y acentúa dos detalles no menores: Quantic Dream sabe escoger muy bien quién se merece su apoyo y hay muchas ganas de ver qué se trae esta novata desarrolladora para el futuro.
A lo largo de siete horas me he encontrado un equilibrio perfectamente ajustado en una experiencia que sabe sacarle partido al género de aventuras con componente narrativo. La trama engancha, sabe tirar del hilo para mantener nuestra atención y no solo se centra en su cacareado mensaje ecológico, sino que demuestra mucha sensibilidad sobre los cada vez más prolíficos problemas mentales.
La exploración es realmente agradable, con una representación del fondo oceánico realmente bella que invita a descubrir más. El uso de los coleccionables, una vez más, es un ejemplo del que deberían tomar nota empresas de muchísimo mayor calado. Sí que se hubiese agradecido un mayor pulido técnico para evitar que Stan o los animales atravesasen estructuras o un mayor dinamismo al controlar al protagonista cuando tiene que caminar, pero son obstáculos fácilmente salvables que no arruinan ni mucho menos un juego repleto de virtudes.
Precio de Under the Waves
Actualmente podemos comprar Under the Waves por 34,99 euros en Amazon en formato físico para PS5 y PS4, pero tienes también opciones en digital. Para consolas PlayStation cuesta 29,99 euros, en Steam 29,99 euros y en Xbox también 29,99 euros.
Under The Waves Deluxe Edition PS5 & PS4
Duración de Under the Waves
Mi partida de Under the Waves ha durado casi siete horas y media en PC habiendo recogido un poco más de la mitad de los coleccionables repartidos por el océano. Si quieres ser completista, la cifra podría ascender a un par de horas más.
Under the Waves
Plataformas | PC (versión analizada), PS5, PS4, Xbox One y Xbox Series X/S |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Parallel Studio |
Compañía | Quantic Dream |
Lanzamiento | 29 de agosto de 2023 |
Lo mejor
- La belleza del océano con toda su flora y fauna.
- El mundo abierto está repleto de tareas por hacer.
- El viaje interior de Stan unido a la crítica ecologista.
Lo peor
- Algún pulido técnico se hubiese agradecido.
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