Es hablar de Obsidian Entertainment y al momento es inevitable que vengan a la cabeza videojuegos como Tyranny, KOTOR II o la saga Pillars of Eternity, entre otros títulos con los que ha quedado patente que es una compañía que sabe perfectamente lo que es desarrollar un juego de rol con unos mundos de fantasía y/o ciencia ficción.
De entre todas sus obras habrá algunas mejores y peores, pero está claro que ninguna de ellas ha dejado indiferente a nadie. Esto mismo tratará de conseguir esta semana con The Outer Worlds, su nuevo trabajo que llegará a las tiendas esta misma semana y que nosotros hemos tenido la ocasión de probar a fondo con el siguiente análisis que hemos preparado.
Se ha dicho mucho que por la temática y por ciertos aspectos de su jugabilidad se asemeja a Fallout: New Vegas, pero lo cierto es que nosotros nos hemos puesto a los mandos, nos hemos dejado llevar por su universo y un viaje espacial en el que al final hemos elaborado nuestra propia historia.
Despertando después de 70 años con el protagonista que queramos
Todo comienza cuando en la televisión se empieza a promocionar un viaje espacial a la colonia de Alción, donde aquellos que se apunten permanecerán encerrados en una cámara de hibernación, aunque a cambio acabarán despertando en un lugar con una sociedad perfecta, con una vida tranquila y con la garantía de tener un trabajo. Dicho así todo parece que son buenas noticias.
Sin embargo, la nave Esperanza en la que viajábamos sufre un problema que acaba provocando que se desvíe de su rumbo y permanezca a la deriva por el espacio. Además, las megacorporaciones que gobiernan el sistema están enfrentadas entre ellas por hacerse con el poder, pasando por alto la situación de estos miles de colones debido a que al final la vida en estos planetas no ha resultado ser tan placentera como se esperaba.
Por causas del destino, un científico loco, Phineas Vernon Welles, se acabará topando con nuestra nave perdida y decidirá rescatarnos con el objetivo de que le ayudemos a salvar al resto de nuestros compañeros colonos, quienes llevan dormidos durante 70 años. Así que no nos quedará más remedio que ponernos manos a la obra con un argumento que seremos nosotros los que decidiremos cómo avanza.
No obstante, lo primero es configurar cómo será nuestro personaje con un editor de lo más completo y que en ciertos momentos me recordó al de Pillars of Eternity II: Deadfire por la inmensa cantidad de opciones para personalizar a nuestro héroe o heroína a nuestro antojo. Más allá de su físico, deberemos decidir cuáles serán sus mejores estadísticas o en qué se especializará.
Esto es el primer paso, pero a medida que vayamos jugando iremos subiendo de nivel y podremos seguir perfeccionando mejor sus atributos. Así, dependiendo de lo que elijamos, podremos hacer más daño, llevar más objetos encima, pero también ganaremos habilidades para piratear máquinas o cajas metálicas, intimidar a nuestros enemigos, tener una mayor facilidad para mentirles, para persuadirlos, obtener conocimientos de medicina y muchísimo más. Al final es prácticamente imposible que dos personas tengan el mismo personaje.
Pese a que de primeras puede parecer un tanto abrumador el ver tantísimas opciones diferentes, os recomendamos que os toméis vuestro tiempo en examinar todas detenidamente, porque podéis estar seguros que a la larga se acaba notando considerablemente en qué nos hemos especializado, sobre todo a la hora de mantener conversaciones con otros personajes. Más que nada porque estos talentos abrirán nuevas líneas de diálogos y otras permanecerán bloqueadas hasta que los mejoremos.
Asimismo, el mantener una buena relación con una determinada facción hará que mejore nuestra relación con ella y nos otorgue algunas ventajas adicionales, del mismo modo que también podemos provocar enemistarnos con alguna, lo que da pie, como mencionábamos anteriormente, a elaborar nuestra propia historia.
¿Un héroe? ¿Un villano? ¿Un mercenario? Tú eliges
Como buen juego de rol de Obsidian, la historia de The Outer Worlds en general resulta muy interesante por cómo irá avanzando y los personajes que iremos conociendo, pero lo mejor de todo es que seremos nosotros mismos los que decidiremos en todo momento cómo queremos que se vaya resolviendo. Las decisiones que tomemos no solo se limitarán a la creación de nuestro protagonista, sino que estarán más enfocadas a la forma de completar las misiones principales y secundarias.
En ocasiones nos irán encomendando encargos con un claro objetivo que se dividirá en varias etapas y con tareas opcionales de por medio. Sin embargo, habrá quien tratará de desviarnos de nuestro camino principal. Sin ir más lejos, una de las primeras misiones consistía en adentrarse en una central eléctrica en la que debíamos de decidir dónde queríamos dirigir la energía, si a la ciudad que nos lo pidió o a un pueblo que también le hacía falta.
Cada uno tendrá sus motivos con los que tratarán de persuadirnos de ponernos de su lado, aunque a base de mantener conversaciones con otros individuos o examinar documentos podremos obtener información que nos haga plantearnos nuestros actos. Aun así, hagamos lo que hagamos, la historia siempre seguirá adelante de una forma u otra. De hecho, una gran característica del juego es que nos dará la opción de matar a cualquier personaje. Sí, a cualquiera.
Ya sea porque alguien no te interesa, porque no estás a favor de sus ideales o por el motivo que sea, en cualquier momento podremos moler a palos o volarle la cabeza a todos los personajes que queramos. Obviamente esto puede acarrear consecuencias muy severas, aunque también afectará a la forma en la que transcurrirán las misiones. En mi caso yo he intentado ser pacifista, pero también quería probar qué pasaría si me convertía en un asesino.
Así, en una misión secundaria me encargaron localizar a una chica para convencerla de que volviera a su lugar de origen. Al dar con ella y salirme con la mía, decidí poner fin a su vida, robándole un anillo que llevaba encima. A la hora de entregar la misión, gracias a que tenía los suficientes talentos de persuasión pude convencer a la que me realizó el encargo de que había fallecido cuando la encontré, pero de no haber sido así o no haber recogido el anillo, habría provocado una guerra y una enemistad con esa persona.
Esto no son más que unos pequeños ejemplos que al final harán que la aventura espacial no sea la misma para todos los jugadores, porque cada uno tendrá su propia forma de actuar, que no tiene por qué ser la más correcta. Es simplemente diferente para así dar rienda suelta a alguno de los distintos finales que se podrán desbloquear.
A su vez, nuestros talentos, ventajas y atributos, también se tendrán en cuenta a la hora de combatir. De este modo, si somos muy agresivos, algún enemigo puede acabar llevándose las manos a la cabeza por puro pánico para que le perdonemos la vida o simplemente ponga pies en polvorosa. Naturalmente eso no ocurrirá con todos, porque también habrá robots o temibles criaturas que lo único que les importará será acabar con nosotros.
Aun así, las conversaciones que mantendremos con cualquier personaje son de lo mejor de todo el juego sin lugar a dudas. Aparte de por comprobar qué sucederá por las decisiones que tomemos, por las frases que nos soltarán, algunas con un tono sarcástico y en muchos momentos con un buen toque de humor que hará que el juego no sea tan serio como parece. Precisamente esto nos invitará a hablar todo lo posible con todo el mundo con tal de saber qué nos contarán o por si acaso nos ofrece algún detalle relevante para las misiones.
Un sistema de combate y un apartado técnico muy normalito
La mayoría de combates de The Outer Worlds podremos pasarlos por alto, lo que no quita que haya zonas de los diferentes planetas de la colonia Alción que nos obligarán a sacar a relucir nuestras mejores armas para atacar cuerpo a cuerpo y a distancia. Cada una de ellas tendrá sus propias estadísticas con la posibilidad de equiparles piezas para otorgarles efectos secundarios, pero también habrá que estar pendientes de su estado porque poco a poco irán perdiendo durabilidad y habrá que repararlas.
En cualquier caso, los lugares que visitemos estarán plagados de objetos de todo tipo, ya sea munición, objetos curativos, otros relacionados con las armas e incluso basura. A la larga habrá que estar pendiente de todo esto porque llevar demasiada carga encima provocará que nos desplacemos más lentos de lo normal y tampoco podamos realizar viajes rápidos (a no ser que tengamos la habilidad necesaria para ello), lo que supone perder una enorme característica.
La cuestión es que los escenarios se asemejan a una especie de mundos abiertos en los que a veces nos ha dado la sensación de que están demasiado vacíos o no ofrecen el suficiente aliciente para desplazarte por ellos. Esto supone que al final recurres constantemente al viaje rápido para ir de un lado a otro con tal de ahorrar tiempo e igual evitar de paso algún combate innecesario, porque solo con cumplir misiones ya se gana la suficiente cantidad de puntos de experiencia para subir de nivel.
Lo que más podemos resaltar es que conseguiremos una técnica que nos permitirá ralentizar el tiempo brevemente mientras nuestro personaje se desplaza con normalidad, lo que vendrá bien para hacer frente a grupos numerosos de enemigos. El resto de habilidades especiales serán prácticamente pasivas en base al reparto de talentos que realicemos, para así causar un daño crítico, ser más sigilosos, poder piratear más elementos y mucho más.
Por otro lado, durante la aventura iremos conociendo a ayudantes que querrán sumarse a nuestras filas y acompañarnos. Principalmente nos vendrán de maravilla para cualquier enfrentamiento que tengamos, ya que ellos también tendrán sus propias armas y piezas de equipo, además de talentos que se sumarán a los nuestros para así aumentar nuestras estadísticas. Eso sí, hay que tener muy cuenta a quién seleccionamos como acompañante, porque cada uno tendrá su propia personalidad.
En determinadas situaciones a las conversaciones que mantendremos con otros personajes se sumarán también estos ayudantes para dar su opinión o para abrir nuevas líneas de diálogo. Ellos también nos darán su punto de vista ante ciertas situaciones para que tengamos en cuenta qué debemos hacer, así que, antes de abandonar la nave con la que viajaremos de un lado para otro, deberemos de decidir quién nos acompañará en nuestro periplo hasta nuestro regreso.
Que la ambientación del juego esté perfectamente lograda no tiene por qué significar necesariamente algo bueno, porque en general el apartado técnico es muy normalito. En ningún momento da la impresión de que estamos frente a un juego de final de generación. Nos ha chocado por ejemplo el mirar al cielo y ver los planetas, las estrellas y demás y que todo luzca de fábula, pero luego bajar nuestra mirada, echar un ojo a nuestro alrededor y que a veces parezca que estamos jugando a un título de PS3 o Xbox 360.
Algo parecido ocurre con las animaciones faciales de los personajes, que tampoco destacan demasiado, aunque al menos sí nos ha convencido más el cómo se desplazan o se mueven al atacar. Dicho sea de paso, a nuestro protagonista solo le veremos su aspecto o su atuendo desde el menú o dejando quieta la partida durante un momento, mientras que a nuestros ayudantes también podremos modificar su armadura para que cambie su apariencia con distintos tipos de piezas para el torso o cascos para la cabeza.
La opinión de VidaExtra
En general se podría decir que The Outer Worlds es un juego entretenido y un gran trabajo por parte de Obsidian Entertainment, pero tampoco ha resultado un título imprescindible. Es más, gracias a que formará parte de Xbox Game Pass, nuestra recomendación es que lo probéis primero antes de lanzaros de cabeza a por él.
Tampoco es que vayáis a lamentar su compra en absoluto, porque si sois aficionados a los juegos de rol de la compañía es muy probable que acabéis satisfechos con su propuesta. Lo que tenéis que tener en cuenta es que técnicamente no destaca prácticamente en nada, aunque por el contrario sus diálogos, el sistema de conversaciones o la personalización de nuestro personaje es simplemente brillante. Y entre todo esto, sin duda el plato fuerte es el poder decidir cómo queremos que avance la historia y diseñar una en base a nuestra forma de ser o actuar.
The Outer Worlds te puede atrapar fácilmente durante un buen puñado de horas, porque al final en líneas generales es lo que decíamos, un juego entretenido y que puede suponer un desafío descomunal si nos decantamos por su modo Supernova, con el que se convertirá también en un título de supervivencia con enemigos que harán que nos tiremos de los pelos y solo apto para los más expertos. Desde luego la vida después de despertar en una colonia desconocida tras casi un siglo no es nada fácil.
The Outer Worlds
Plataformas | Nintendo Switch, PC, PS4 (versión analizada), Xbox One |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Obsidian Entertainment |
Compañía | Private Division |
Lanzamiento | 25 de octubre de 2019 |
Precio | 54,90 euros |
Lo mejor
- La capacidad de decidir cómo queremos que avance la historia.
- La enorme personalización de nuestro personaje.
- Las conversaciones que mantendremos, con su toque de humor.
Lo peor
- Técnicamente no resulta especialmente llamativo.
- Escenarios en ocasiones demasiado vacíos que no invitan a explorarlos a fondo.
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