Existen franquicias tan longevas que a estas alturas han recibido numerosas entregas de todo tipo. Final Fantasy es una de las más conocidas a nivel mundial que ha pasado por una inmensa mayoría de plataformas con los títulos de su serie principal o spin-offs, remakes, pero en esta ocasión nos ha querido sorprender viajando al pasado.
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es el nuevo juego de la serie de Square Enix que esta vez ha sido desarrollado por Team Ninja, lo que ya de primeras resulta sorprendente, pero una vez te pones a los mandos todo empieza a cobrar sentido, ya que no se trata de un RPG como todos los que hemos visto a lo largo de todos estos años.
En su lugar tenemos una propuesta enfocada principalmente a la acción y en el siguiente análisis os vamos a contar todo lo que nos ha parecido, aunque ya os adelantamos que, pese a los que anticipaban sus primeros adelantos, ha resultado ser una grata sorpresa en muchos aspectos y en otros ha sucedido lo contrario.
Los Guerreros de la Luz contra Caos
Cuando hemos señalado antes que esta vez nos ha tocado viajar al pasado se debe a que la trama está muy unida a la del primer Final Fantasy de todos. No os voy a revelar exactamente hasta qué punto para no haceros ningún spoiler, porque eso es algo que será mejor que descubráis por vuestra cuenta a base de jugar. Sin embargo, la historia es tan pobre que no llega a ser su punto fuerte la mayor parte del tiempo.
Esta nos traslada al reino de Cornelia, un lugar envuelto en la oscuridad a causa de una temible figura denominada Caos, el causante de todos los males que se están produciendo. Es ahí cuando nuestro grupo de protagonistas, Jack, Jed y Ash, entra en escena con el único objetivo de conseguir el beneplácito del rey para enfrentarse a Caos y acabar con él de una vez por todas por estar considerados los Guerreros de la Luz.
Hasta ahí bien, si no fuese porque ya desde el principio el argumento ya nos deja muy locos por lo que ocurre. La cuestión es que el trío de personajes principales, quienes llevan unas pintas como si se hubiesen levantado con resaca tras una buena fiesta, se conoce de la forma más absurda posible. Nada más llegar a la puerta del reino se cruzan, se dan cuenta de que cada uno tiene una piedra que brilla y al instante ya se hacen compañeros inseparables, pero lo peor es que las primeras secuencias no paran de dar saltos en el tiempo en las que se habría agradecido algo más de contexto entre medias.
Aun así, esta situación tan peculiar no es la única del juego, porque la mayoría de secuencias no duran especialmente demasiado y parece como si Team Ninja hubiese establecido un tiempo máximo o algo. Todas estas escenas aparecerán al principio y al final de cada nivel y durarán muy poco, haciendo hincapié en la trama de refilón y a veces de una forma tan extraña que hará que nos den un poco igual la mayoría de ellas o lo que nos están contando.
También hay que reconocer que tiene ciertos puntos muy buenos y hasta algún punto cómico, porque a Jack le trae sin cuidado absolutamente todo. Él solo quiere matar a Caos a toda costa y lo demuestra poniéndose auriculares y música cuando quiere estar a su bola o interrumpiendo el discurso de presentación de los villanos para dejar muy claro que nadie le cuente milongas, que a él solo le importa enfrentarse a Caos y nada más.
En cualquier caso, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin no será recordado por su historia en absoluto ni por sus personajes, con los que no llegamos a empatizar demasiado, pero la verdad es que se podría decir que el juego tampoco lo debe pretender, porque el auténtico peso de sus puntos fuertes recae por completo en su jugabilidad.
Repartiendo unas buenas palizas con los diferentes trabajos
El que este Final Fantasy esté enfocado a la acción no quita que conserve elementos muy característicos de la saga. En este sentido se mantienen los trabajos, que son los encargados de brindar destrezas especiales a los personajes dependiendo de las armas que estén blandiendo, entre las que habrá espadas, hachas, báculos, lanzas, etc. Una amplia variedad que sobre todo dependerá de la forma de jugar de cada uno.
Esto se debe a que todas ellas tendrán sus propias combinaciones de ataques, con combos de lo más bestias y también dispondrán de habilidades especiales, uno de los dos grandes motivos que influirán en gran parte a la hora de escoger unas u otras. El otro son los árboles de trabajos, dado que cada profesión tendrá el suyo propio que irá subiendo de nivel a base de cargarnos a enemigos.
Por lo tanto, aquí los personajes no tendrán una barra de experiencia, sino que serán los trabajos los que irán mejorando y a los que perfeccionaremos, dado que a medida que vayan subiendo de nivel desbloquearemos mejoras, más destrezas y hasta nuevos trabajos más avanzados. No obstante, en este último caso a veces nos encontraremos con el requisito de subir al nivel máximo más de un trabajo si queremos optar a elegir los más poderosos de todos.
Solo Jack es el único de los protagonistas al que le podremos asignar dos trabajos distintos entre los que podremos ir alternando cuando queramos con tan solo pulsar un botón, mientras que el resto de personajes solo podrán usar un único trabajo, pero esto también se debe a que los demás serán controlados por la inteligencia artificial en todo momento. Por suerte, resultan de gran ayuda y no son meros monigotes, ya que luchan perfectamente y saben cómo actuar ante cualquier situación, además de servir como escudo mientras nosotros pegamos, tampoco nos vamos a engañar.
Por otra parte, los trabajos no siempre serán igual de útiles en todo tipo de situaciones, porque los enemigos y monstruos contarán con sus propias debilidades contra cierto tipo de armas. Esto podría dar a pensar que hay que estar saltando de una a otra todo el rato, pero nada más lejos de la realidad, porque al menos en mi caso me centraba en las dos profesiones que quería subir de nivel en ese momento y no he notado que me haya resultado más o menos difícil por emplear un tipo de arma en concreto.
Eso sí, contra los jefes finales tampoco valdrá utilizar lo que sea, porque este tipo de batallas os van a hacer sudar de lo lindo, teniendo que darlo todo con una jugabilidad en la que se nota que Team Ninja está detrás de todo por su gran parecido a Nioh, con esos combates en los que cualquier movimiento en falso será perjudicial y teniendo que atacar y esquivar siempre que encontremos en momento idóneo para ello, además de poder bloquear y contraatacar si se presenta la oportunidad perfecta.
A pesar de todo, el ritmo de los encuentros será tremendamente rápido y muy caótico, porque cuando hay un par de enemigos en pantalla no pasa nada, pero cuando se juntan varios con sus ataques, los nuestros, los efectos de luces al realizar golpes, los números en pantalla y demás, cuesta ser consciente de todo lo que está sucediendo. Pero lo cierto es que no queda más remedio que acostumbrarse a ello a base de jugar y morder el polvo una y otra vez, porque ya os aviso que la aventura en general tiene unos picos de dificultad que pueden llegar a resultar un tanto exasperantes.
Todos los personajes y enemigos tienen su barra de ruptura que se puede hacer añicos a base de recibir golpes, lo que deja a cualquiera aturdido durante unos segundos, que son más que suficientes para ser machacado sin poder hacer nada al respecto. La de Jack es muy fácil que se quiebre si no os andáis con cuidado, así que ya os podéis imaginar el resultado, porque aquí las criaturas adversarias no se andan con tonterías y no dudarán en propinaros una buena paliza que a veces resulta demasiado injusta por no poder remediarlo.
Los combates transcurrirán siempre en tiempo real mientras nos desplazamos por los escenarios masacrando a todo lo que veamos en pantalla, algo que no siempre será indispensable a no ser que debamos eliminar a todos los enemigos de alrededor para continuar nuestro camino. Sea como sea, y aunque a veces resulten frustrantes, los combates son de lo mejorcito y realmente desafiantes, hasta tal punto que a pesar de morir una y otra vez te dan ganas de levantarte y seguir intentándolo, dejándonos también con unas secuencias espectaculares cuando logramos destruir la barra de ruptura de los monstruos y Jack en ese momento los destroza en mil pedazos.
Lo que sí que he echado muy en falta ha sido un minimapa de los escenarios, sobre los que hay que decir que su diseño es más que decente. El gran inconveniente es que a veces no termina de quedar claro cuál es el camino principal a seguir y resultan un tanto confusos y poco intuitivos. Así pues, que no os extrañe si a veces os toca dar vueltas buscando el lugar correcto a seguir, pero en otras ocasiones habrá caminos ocultos con cofres o enemigos especiales a derrotar, entre los que están los Cactilios y los Tomberi, dos de las criaturas más clásicas de la serie y al mismo tiempo de las más complicadas de derrotar. Podéis estar seguros de ello.
Un casco por allí, una armadura por allá...
Mientras combatimos sin parar, que es básicamente lo que haremos casi todo el rato que vayamos de un lado a otro por los escenarios, no pararemos de conseguir piezas de equipo de todo tipo. Menos mal que los bolsillos del grupo de protagonistas son descomunales, porque prácticamente cada enemigos que sea derrotado soltará algún artículo que servirán para modificar la apariencia y estadísticas de los personajes.
No es una exageración si os digo que al finalizar un nivel podréis haber recolectado fácilmente unas 200 piezas, aunque la mayoría de ellas las descartaréis en cuanto les echéis un vistazo en el inventario. Sobre todo eso es algo que con el tiempo te acabas percatando más, porque en los primeros compases yo no paraba de entrar al perfil de los héroes para cambiar lo que llevaban cuando pillaba algo nuevo o para consultar qué estadísticas les mejoraban.
Sin embargo, me di cuenta de que eso ralentizaba tantísimo el ritmo de la partida que al final opté por consultarlo únicamente antes de la batalla contra un jefe final o mientras estaba en el mapa. Y es que cuando decimos que hay niveles es porque literalmente habrá que superar pantallas para ir desbloqueando las siguientes, por lo que aquí no hay un escenario principal o un mundo abierto por el que nos dirigiremos para ir a las distintas zonas del mundo.
Asimismo, al principio solo se nos asignará una misión principal a completar y así progresar en la historia principal, pero al superarla se desbloqueará la opción de llevar a cabo una misión secundaria, para así ganar más piezas de equipo que nos puedan resultar de utilidad. Al menos, la buena noticia es que en ningún momento me he visto en la obligación de tener que rejugar las mismas fases una y otra vez buscando la pieza en concreto que pueda hacer a mi grupo imparable. Tan solo me he limitado a ir cumpliendo con las tareas que iban apareciendo sin más.
No os voy a negar que al final entre tantísima pieza de equipo que consigues, las destrezas que vas desbloqueando o los diferentes trabajos a elegir, a veces resulta un tanto abrumador fijarse en absolutamente todo, por lo que no acabas prestando atención a los detalles que aparentemente son más insignificantes. Por ejemplo, las armas y el resto de objetos alteran las estadísticas, pero también entregan distintos tipos de bonificaciones que también se deberían de tener en cuenta, aunque al final son tantas que las dejas un poco de lado y el juego tampoco ayuda demasiado a que las prestes atención.
Y no os preocupéis si os juntáis con demasiados objetos, porque por suerte hay un herrero que será capaz de despiezar todo lo que no queramos para darnos materiales que servirán para potenciar el resto de artículos. No obstante, durante las primeras horas de poco sirve todo esto, porque al final al jugar un nivel nuevo no pararás de pillar objetos mejores que te harán descartar los anteriores, así que tampoco tiene mucho sentido estar preocupándose de potenciar algo si en una hora o dos ya se te ha quedado anticuado.
Y si sois de los que os da demasiada pereza estar cambiando todas las piezas de equipo por cada profesión que utilicéis, os alegrará saber que se pueden crear arquetipos, lo que vienen a ser configuraciones de equipo para así tener acceso a ellas más rápidamente. A su vez, esto influye también antes de partir en una misión, porque en ellas se nos indicará el botín que llegaremos a obtener y el nivel de equipo recomendado, de forma que cuanto más lejos estemos del señalado, mayor será el daño de ruptura que causarán los adversarios y el que nosotros realizaremos a ellos.
Por lo demás, mientras estamos en el mapa también podremos conversar con personajes del mundo con unas charlas tan insulsas que no os perderéis nada si pasáis de ellas, porque no os contarán nada especialmente relevante que ayude a darle un mayor peso a la trama. Precisamente consiguen el efecto contrario, que al no tener ningún interés en lo que nos están contando hace que obviemos más cuál es nuestra tarea principal y solo nos importe machacar y machacar.
Con amigos todo es mejor
Llegamos a otra de las características más importantes del juego como es su modo multijugador, con una capacidad para juntar a tres personas al mismo tiempo en una misma partida. Es aquí cuando te das cuenta que, por mucho que la inteligencia artificial sea buena, no hay nada como disfrutar de la experiencia con otros jugadores, porque se hace todo más entretenido y es cuando te percatas que los combates no son tan peliagudos en su compañía.
Solo el anfitrión es capaz de establecer las reglas de la sala, pudiendo seleccionar la misión que se va a llevar a cabo, los personajes a utilizar o establecer otros requisitos como la dificultad. Que esa es otra, la aventura dispone de varios niveles para que a nadie se le atragante demasiado o le suponga un reto demasiado elevado al jugar en solitario, aunque hay que tener en cuenta que, si bien se puede disminuir la dificultad en cualquier momento, no existirá la opción de aumentarla posteriormente, de ahí que haya que pensar bien qué desafío quiere afrontar cada uno.
Volviendo al multijugador, lo cierto es que el rendimiento de la acción es muy fluido y en este sentido no he notado diferencias entre jugar sin nadie más o con compañía. Además, cada uno recogerá sus propias piezas de equipo para que no haya peleas y nadie sea demasiado avaricioso, pero solo será al anfitrión el que podrá controlar los cubos que hay por el escenario.
Estos elementos son una especie de puntos de guardado y de relajación, ya que al tocarlos recuperaremos todos los puntos de vida y las pociones que hayamos gastado. Esto también tiene su contraparte al jugar con gente o en solitario, porque al tocarlos reaparecerán todos y cada uno de los enemigos que hayamos derrotado hasta ese momento, además de invocar a ese punto a los demás jugadores, lo que puede causar molestias en el resto si estaban explorando los alrededores.
A esto hay que sumar que en el multijugador el anfitrión es el único capaz de tocar los cubos para recuperar las pociones y los puntos de salud. Por lo tanto, si a nadie le queda ningún objeto curativo y el creador de la partida cae eliminado, no queda más remedio que los demás se dejen morir si quieren recuperar pociones o salvar a su compañero. Sin duda no habría estado nada mal que todos tuviesen las mismas opciones de interactuar con los cubos.
La opinión de VidaExtra
En el titular del análisis he definido a Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin como pura brutalidad en el capítulo más salvaje de la saga, algo que define perfectamente su jugabilidad por lo bestias que pueden resultar sus combates enfocados a la acción. Personalmente es algo que también he agradecido por intentar alejarse un poco más de la fórmula a la que ya estamos acostumbrados a ver en la serie, sobre todo cuando está tan bien llevada.
Naturalmente esta entrega no es perfecta ni muchísimo menos. Tiene sus fallos o detalles que resultan un tanto molestos, como la falta de un minimapa, una trama que carece de importancia, unos escenarios un tanto confusos y tampoco habría estado mal que, en lugar de que haya cientos de objetos diferentes para obtener en cada nivel, hubiese menos y en los que se diese más importancia a sus bonificaciones.
Tal vez Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin no sea un juego del que nos sigamos acordando con el paso de los años, pero si uno que nos hará pasar un buen rato en líneas generales y que fácilmente encantará a todos aquellos que les guste la acción tan desenfrenada. Al menos es una propuesta diferente y eso siempre es de agradecer.
Stranger of Paradise Final Fantasy Origin - PS5
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin
Plataformas | PC, PS4, PS5 (versión analizada), Xbox One y Xbox Series X/S |
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Multijugador | Sí (hasta tres jugadores) |
Desarrollador | Team Ninja |
Compañía | Square Enix |
Lanzamiento | 18 de marzo de 2022 |
Lo mejor
- La amplia variedad de trabajos entre los que poder elegir.
- Lo espectaculares y emocionantes que pueden resultar sus combates.
- Con el modo multijugador gana más puntos.
Lo peor
- Un argumento que ni fu ni fa.
- Los escenarios a veces resultan un tanto laberínticos.
- Los picos de dificultad tan pronunciados en ciertos momentos.
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