Los españoles Pyro Studios marcaron un antes y un después en los juegos de estrategia de acción isométrica por medio del primer Commandos. Desde aquel 1998 se sucedieron varios juegos que intentaron copiar su fórmula, pero sin alcanzar su mismo impacto. Spellbound Entertainment le puso más empeño que ningún otro estudio, puesto que lanzó al mercado dos sagas bajo ese estilo.
La primera fue Desperados, que llegó a contar con dos entregas más (para olvidar), siendo toda una sorpresa descubrir su futuro regreso a cargo de THQ Nordic y con las miras puestas para este 2020. En cuanto a la segunda, no tuvo continuidad más allá de Robin Hood: La Leyenda de Sherwood, pero eso no impidió que se le siga recordando con cariño. Así que vamos a retroanalizarlo.
"Volverá antes de que esta flecha toque el suelo"
Es imposible no esbozar una sonrisa al recordar el videojuego de Robin Hood: La Leyenda de Sherwood, del citado estudio Spellbound, porque pegó muy fuerte en su día la saga de Pyro Studios y realmente no ha tenido mucha competencia desde entonces, hasta que se vio superada casi 20 años después mediante el soberbio Shadow Tactics: Blades of the Shogun, de Mimimi Productions.
Estrenado cuatro años después que Commandos, este juego protagonizado por Robin Hood y su séquito adoptó a su manera aquella fórmula, pero variando ostensiblemente la forma de encarar a los enemigos cuando se iba al garete el sigilo. El marco histórico era completamente distinto, por lo que los duelos se realizaban con espada y no era algo tan sencillo como "pinchar" sobre el enemigo.
Su peculiaridad radicaba en esas líneas que trazábamos con el ratón para asestar cortes directos, laterales o mediante un giro de gran poder... que consumía más resistencia y nos podía dejar en pajaritos. Costaba habituarse y saber qué técnicas eran mejores según el rival, teniendo especial cuidado para que no se juntasen varios enemigos a la vez, porque dificultaba la tarea de sobrevivir.
Cada aliado, aparte del propio Robin, tenía ciertas habilidades únicas y también una destreza diferente para el combate. Lógicamente, el bueno de Robin era el mejor con el arco, siendo el apuntado muy similar al típico francotirador de Commandos, salvo por la trayectoria ascendente de las flechas. A veces era mejor optar por el sigilo y noquear al rival si no se alertó con nuestra presencia. Lo malo es que en Robin Hood: La Leyenda de Sherwood los puntos para esconderse eran bastante reducidos, sin contar los interiores de las casas, con unas pocas que mostraban su parte oculta y con cierta confusión por los tramos de fondo.
Robin Hood, la leyenda que no te decía okidoki
Esta aventura era más cruda, en cierto sentido, por las grescas que se podían montar en fases avanzadas y por lo difícil que era actuar con sigilo aunque nos guiásemos por las advertencias del enemigo o usando su visión (para un único enemigo) con la pestaña superior derecha de la pantalla. Su mayor pega, en cualquier caso, venía de ese incomprensible reciclado de escenarios hasta el punto de repetirse de manera bastante exagerada en los aledaños de Sherwood.
Las misiones variaban, pero no había ninguna realmente memorable al no aprovechar al máximo las habilidades del séquito de Robin Hood. Ahora bien, era bastante gratificante descubrir nuevas rutas si prestábamos atención por cada mapa. Robin, por ejemplo, era muy ágil y podía saltar por los tejados.
Robin Hood: La Leyenda de Sherwood fomentaba el juego en equipo, de hecho, debido a las limitaciones del propio protagonista: Robin no podía rematar a un rival noqueado en el suelo. Había otros que hacían el trabajo sucio, tanto para silenciar de por vida al rival como para no dejar huella cargando con el cadáver hasta otro sitio. Y si queríamos algo de ayuda, siempre podíamos recurrir a los vagabundos para darles unas monedas y obtener más información.
A modo de anécdota, sus vídeos en CGI, que más allá de haber envejecido fatal, nos mostraban a un Robin con la capacidad de lanzar una flecha tan lejos que ésta no caería durante semanas enteras hasta que volviese el rey al reino.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, pero rejugarlo hoy en día demuestra que su jugabilidad necesita pulirse y que su falta de variedad de escenarios y misiones le ha pasado factura. Pero sin duda me alegraría mucho si se acaba anunciando una remasterización de Robin Hood: La Leyenda de Sherwood viendo cuántos clásicos del género están regresando.
Robin Hood
Plataformas | PC |
---|---|
Multijugador | No |
Desarrollador | Spellbound Entertainment |
Compañía | Wanadoo |
Lanzamiento | 2002 |
Precio | 7,99 euros |
Lo mejor
- Un Commandos ambientado en Sherwood
- Buena variedad de habilidades entre los héroes
- Escenarios en ciudades muy llamativos
Lo peor
- Recicla demasiado los escenarios
- Realmente hay poca variedad de misiones
- El control de los combates es mejorable
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