Análisis de Shadow of the Erdtree. La expansión de Elden Ring es tan colosal que deja en ridículo a juegos completos

No es un sueño, SinLuz. La realidad es tan maravillos como que dentro de muy poco podrás catar las nuevas mieles de FromSoftware en el reino de las Tierra Sombría. Shadow of the Erdtree, el esperadísimo DLC de Elden Ring, ya está listo para salir del horno y he podido catarlo de arriba a abajo para sumergirme en una nueva experiencia liderada por el maestro Hidetaka Miyazaki.

No voy a ir con paños calientes: Shadow of the Erdtree es una auténtica obra maestra que mantiene por todo lo alto el legado del RPG de fantasía de 2022. Una epopeya en forma de expansión que deja en completo ridículo a otras grandes producciones, lo cual es un síntoma inequívoco de la enorme escala de la que hablo. Prestad atención, porque Messmer está a la vuelta de la esquina.

La tenebrosa Tierra Sombrías

La trama de Elden Ring no destaca precisamente por su claridad y gran exposición a la hora de comprender los hechos de las Tierras Intermedias, pero el nuevo tablero es en otro punto de su universo. Las Tierra Sombría aguarda a quienes hayan conseguido avanzar lo suficiente en la trama secundaria de Mohg, Señor de la Sangre, y acercarse al capullo en el Mausoleo de la Dinastía Mohgwyn. Ese es el punto de partida para el DLC.

Allí se encuentra la enigmática Leda, una de los tantos NPC que jamás habían aparecido hasta ahora y ella es la encargada de invitar al SinLuz a unirse a sus compañeros en la búsqueda de Miquella, el dios desaparecido. Una antigua guerra entre la Orden Dorada y el pueblo de la Tierra Sombría todavía no se ha resuelto del todo, por lo que tocará resolver un buen puñado de misterios por una tierra que no permitirá ni un solo suspiro de alivio.

El mapa es... enorme. Tranquilamente estamos hablando de toda una región como Caelid junto a un trozo del Necrolimbo, lista para ser explorada de arriba a abajo. La presentación del escenario ya es lo suficientemente imponente como para hacerse una idea de lo que se avecina, pues el gigantesco Árbol Sombrío luce a lo lejos con oscuridad y brillo al mismo tiempo. Los terrenos por los que podemos pasar cuentan con absolutamente todos los parajes que podáis imaginar.

Desde el Castillo de Belurat, pasando por el Castillo de Ensis, la Fortaleza Sombría, las Antiguas Ruinas de Rauh y muchísimos más rincones que es preferible no desvelar para no realizar demasiados destripes; todos son esplendorosos y rebosan un mimo abrumador. Recorrer las fortalezas, campos hasta donde alcanza la vista o cuevas que parecen llegar hasta lo más profundo de la Tierra es sobrecogedor, pues todo raya a un nivel visual excelso. La puesta en escena, junto a un gusto artístico exquisito, convierten a Shadow of the Erdtree en un fondo de pantalla constante.

Y no solo de la pura belleza vive el mapa de la Tierra Sombría, sino que cada una de las zonas posee recovecos y un entramado digno de admirar. Bibliotecas que se alzan en una torre, minas subterráneas convertidas en prisiones, campos de flores que brillan hasta dejarte ciego o campos prácticamente apocalípticos donde la vida hace tiempo que dejó de existir. Hazme caso, te vas a perder constamente durante tu partida y no te culpo.

Yo mismo he cabalgado a lomos de Torrentera durante mi viaje y me ha surgido una bifurcación, que a su vez se divide en otras dos direcciones y en una de ellas eres sorprendido por un dragón temible. Te olvidarás de ese segundo camino, del tercero y descubrirás lugares fantásticos a base de una exploración absolutamente orgánica. Apenas hay indicios de hacia donde debes ir, más allá de unas imponentes cruces de Miquella que se alzan espiritualmente cerca de las Gracias, por lo que se convierte en un indicativo de que vas en el buen sentido.

Pero ni siquiera debería ser calificado de esa forma, pues perfectamente se podría ir del punto A al B y, posteriormente al C, para terminar la trama. No tiene ningún sentido hacerlo de esta forma, pues te perderás el enorme atractivo de Shadow of the Erdtree y sus 10 jefes principales que aguardan a tu encuentro para intentar abrirte el cráneo. Una vez más, sus diseños son imponentes, pasando de ser humanoides a figuras retorcidas, muy imaginativas y que siempre lo ponen difícil al que tenga el valor de ponerse delante.

Vas a sufrir, SinLuz

¿Qué te esperabas? Pues claro que vas a sufrir como nunca, esa es la ley de Hidetaka Miyazaki. Shadow of the Erdtree es tan implacable como puedas imaginar, por lo que no cualquier SinLuz puede atreverse a lanzarse a las Tierra Sombría. Evidentemente, puedes hacerlo en el nivel que desees, pero hacerlo por debajo del nivel 100 es un suicidio y más te vale alimentar los atributos de tu protagonista. Yo mismo comencé mi partida a nivel 197 y he terminado a nivel 228.

Sin embargo, como ya habrás comprobado en Elden Ring, llegado cierto punto la mejora es nimia, por lo que el equipo de FromSoftware se ha sacado de la manga dos elementos fundamentales. Son las bendiciones del Árbol Umbrío y las bendiciones de cenizas del espíritu venerado, lo que se traduce en potenciadores que aumentan el daño aplicado y disminuyen el recibido. Las primeras están vinculadas al SinLuz de turno, mientras que las segundas mejoran las prestaciones de las invocaciones que poseas. Ese es el método principal para ponerte a la altura de un bestiario de criaturas que nunca has visto en las Tierras Intermedias.

Todo lo que te hayas imaginado en tus pesadillas, aparece en Shadow of the Erdtree. Semidioses, gólems de fuego apabullantes, gárgolas que cobran vida, soldados más duros que el adamantium, escorpiones gigantes y un buen puñado de jefes contra los que liarte a guantazos. Si bien existen esos 10 principales que he comentado, hay muchas peleas que librar por medio, ya sea contra rinocerontes enfurecidos, invasores que aparecen en mitad de tu ruta, pajarracos esqueléticos o humanoides con poderes mágicos devastadores. Pocos rincones existen en los que poder esconderse, por lo que lo mejor es llenarse el pecho de valentía y lanzarse al ruedo.

Sin embargo, la desarrolladora japonesa ha tenido a bien dejar su sello distintivo de calidad en forma de trolleo. Doblarás una esquina y un fantasma te agarrará por el pescuezo, una flecha de proporciones gigantescas te atravesará la cabeza y tendrás que atravesar un puente mientras eres sometido a un bombardeo de proyectiles. Puro Elden Ring, sin ningún tipo de concesión ni permisividad hacia el jugador; o demuestras que estás a la altura de las circunstancias o muerdes el polvo.

De hecho, esto último es inevitable, aunque depende de tu maestría y tu build. En mi caso he jugado a Shadow of the Erdtree utilizando mi build de astrólogo potenciado a base de Inteligencia, pero lo cierto es que todos aquellos que recurran a armas cuerpo a cuerpo están de enhorabuena. Hay muchísima variedad en forma de espadones, espadas ligeras, arpones, escudos y un buen arsenal del que nutrirse para probar los juguetes con los que apuñalar por la espalda. Lo mismo sucede con las armaduras, ya que FromSoftware se ha encargado de suministrar un buen abanico de opciones para defendernos. Los que os valgáis de atributos como Fe y Arcano también estáis de enhorabuena con todo el repertorio de encantamientos que hay a vuestro alcance, así como los usuarios de Cenizas de guerra e invocaciones. Por no hablar de la brutal colección de amuletos disponibles.

Yo he seguido confiando en gran medida en todo el equipamiento que traía conmigo desde Elden Ring, pues los que jugamos con Inteligencia no encontraremos demasiados motivos para cambiar de forma de juego. En cualquier caso, el balance es más que positivo para que cualquiera pueda experimentar y acomodarse con todos los elementos disponibles. Eso sí, no siempre hay que recurrir a la agresividad más directa, ya que es sorprendente cómo el estudio ha creado ambientaciones realmente espeluznantes.

No mencionaré el nombre del lugar, pero existe cierto bosque donde más os vale agachar la cabeza y ser discretos para superar una sección que mantiene una tensión terrorífica. Por otro lado, también os podéis topar con un subida hacia una montaña donde los rayos, truenos y alaridos de dragones son la única sintonía disponible. ¿Suena emocionante, verdad? Pues no es más que contenido secundario, totalmente perdible y prescindible si os dedicáis a ir al solomillo del DLC. Ese el nivel de Shadow of the Erdtree, una expansión que esconde regiones de formas brillantes.

Más allá de la mirada de Messmer

¿Ha solucionado de alguna forma Shadow of the Erdtree los problemas de Elden Ring? Lo cierto es que no, y aquí no se cumple el famoso dicho de que estamos ante "más y mejor". Es un trozo más de un pastel delicioso, pero que tiene exactamente el mismo sabor, regusto y textura que recordabas. Por lo tanto, todo lo que tenga que ver con la fabricación de objetos, a pesar de la incomensurable lista de nuevos elementos a recolectar, quedará en el olvido para la grandísima mayoría de jugadores.

Sigue sin existir un reclamo lo suficientemente potente como para invertir tiempo en descubrir si crar un consumible significará la diferencia entre la victoria y la derrota. Por otro lado, las tan criticadas catacumbas están de vuelta, pero con matices. En primer lugar, no son tan abudantes como las que se pueden hallar en las Tierras Intermedias, pero a cambio sus dimensiones son considerablemente más grandes. Ya sabéis, una serie de pasillos repletos de trampas muy traicioneras y situaciones esperpénticas con un jefe secundario al final del camino. Las que están mucho más inspiradas son una serie de cuevas que ocultan prisiones y fundiciones que suponen un soplo de aire fresco.

Realmente su diseño es muy similar, pero aportan variedad al conjunto para tener siempre un desafío al que enfrentarse. Por otro lado, la miríada de NPC disponibles son de los que harán devanarse los sesos a los que quieran sacarle todo el jugo a Shadow of the Erdtree. Están situados en los rincones más recónditos, en situaciones muy concretas y con peticiones que bailan entre ser cristalinas o tremendamente vagas. Un vergel para los que quieran interpretar un lore tan rico como complejo de absorber.

La opinión de VidaExtra

FromSoftware prometió que estábamos ante su DLC más ambicioso y desde luego que esa promesa se ha cumplido. Shadow of the Erdtree es todo lo que puede desear un amante de Elden Ring: un mapa enorme, repleto de curiosidades, atiborrado de enemigos aberrantes, localizaciones maravillosas y una cantidad de horas que hacen sombra a otros grandes títulos completos. No solo eso, sino que estamos hablando de que existe contenido nuevo en todos los apartados.

Armas nunca vistas, historia por descubrir, secundarios a los que no les habíamos visto el pelo jamás, rutas opcionales repletas de épica y motivos más que suficientes para seguir adelante. Si lo que quieres es una ración extrema de jefes a los que bajarles los humos, la tendrás; si deseas probar nuevas formas de atacar, tienes donde elegir; si quieres probar a desentrañar el misterio detrás del enfrentamiento entre Messmer y Miquella, te vas a divertir mucho.

Sabemos que estamos ante una expansión porque, efectivamente, existe un título principal, pero la desarrolladora japonesa podría perfectamente vender como obra independiente el DLC y sería injusto reprocharles nada. Hidetaka Miyazaki, el genio detrás de los Soulslike, lo ha vuelto a hacer creando un parque de atracciones sobresaliente y del que ningún fan del género ARPG podrá aburrirse.

Precio de Elden Ring: Shadow of the Erdtree

El precio de Shadow of the Erdtree, de forma independiente, es de 39,99 euros en todas las plataformas. Cuesta lo mismo en la PlayStation Store, en la Xbox Store y en Steam, siempre y cuando adquieras el DLC teniendo ya en tu poder Elden Ring. En caso de querer hacerte con el pack completo, existen diferentes opciones tanto en formato digital como físico.

Duración de Elden Ring: Shadow of the Erdtree

La habilidad de cada persona tiene un peso enorme en cuanto a la duración, pero yo he tardado unas 30-35 horas en llegar al combate final de Shadow of the Erdtree. Revisé prácticamente cada zona que aparece en el mapa de la Tierra Sombría, si bien el jefe final me dio la suficiente cera como para que el contador de tiempo realmente se detuviera a las 40 horas. En cualquier caso, es una aventura larga y con muchos secretos por descubrir.

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