No es nada aventurado señalar a Black Myth: Wukong como uno de los juegos más esperados de los últimos años, ya que la obra de Game Science ha creado unas expectativas absolutamente descomunales. Desde aquel primer adelanto con el que la desarrolladora china nos dejó completamente patidifusos, el foco de la industria no ha hecho más que acentuarse sobre el RPG de acción.
El popular relato asiático de Viaje al Oeste tiene una nueva versión, esta vez hipervitaminada gracias al poderío del motor gráfico Unreal Engine 5. Con un abanico de posibilidades mecánicas, el viaje del Predestinado comienza y la acción se convertirá en la tónica constante durante toda la aventura.
La mitología en todo su esplendor
Nunca había sentido estar tan perdido con una trama como la de Black Myth: Wukong, pero no se trata de un punto negativo. La adaptación del cuento absorbe una de las grandes novelas clásicas de la literatura china, pone encima de la mesa una auténtica barbaridad de elementos correspondientes a su mitología y juega con ellos. No es un hándicap excluyente, aunque sí que con el paso de las horas queda patente que es muy conveniente haberse aproximado al material original.
Game Science no ha escatimado en referencias, detalles y guiños hacia Viaje al Oeste, los cuales puede comprender mejor aquel que conozca toda la narrativa. Esto no significa que sea imposible entender la historia, pero no cabe ninguna duda de que hay personajes, escenarios y eventos que se entienden en su contexto habiendo visitado las páginas del texto. Aquí no encarnamos a Sun Wukong, sino a un mono que debe recorrer los diferentes reinos recuperando las reliquias que contienen los diferentes sentidos del malogrado Rey Mono.
Eso sí, al menos podemos controlarlo en un tramo inicial absurdamente espectacular, donde el irreverente ser se enfrenta a todas las deidades posibles en un combate de proporciones bíblicas. Pocos videojuegos empiezan tan fuerte como lo hace Black Myth: Wukong y, en gran medida, marca el frenetismo de los combates. Si bien el Predestinado no dice ni pío durante toda la obra, sí que hay espacio para un poco de humor gracias a Bajie y otros personajes excéntricos, pero Game Science sí que se toma en serio toda la puesta en escena.
Hay conflictos entre familias, luchas de poder, traiciones, riñas y mucha magia, todo concentrado en seis capítulos. Cada uno de ellos se desarrolla en un mapa nuevo, con una parte de Viaje al Oeste siendo contada, y rematada con unos interludios absolutamente fantásticos. La desarrolladora creó una serie de cortos de animación, tanto tradicional como stop-motion, que son de lo mejor que puede ofrecer el videojuego. Tramos de unos pocos minutos en los que soltar los mandos y relajarse a disfrutar de un pasaje que funciona como metraje independiente a lo que haya sucedido hasta ese momento.
¿El videojuego con mejores gráficos?
En el interior de mi PC poseo una GeForce RTX 3070 GAMING OC LHR V2 8GB GDDR6, una CPU Intel Core i7-13700F 2.1 GHz/5.2 GHz y 32GB de RAM. Potencia más que suficiente para disfrutar de Black Myth: Wukong por encima de los 100FPS durante la mayor parte de la partida, sin prácticamente ningún tipo de resentimiento. Las caídas de fotogramas, totalmente puntuales, sucedieron en momentos de mucha acumulación de partículas en pantalla o cuando el juego debía manejar el movimiento de criaturas gigantescas.
Sin embargo, no dejan de ser pequeñas anécdotas ante un título que, efectivamente, luce de escándalo. Quizás se encuentre un peldaño por debajo de lo que pudimos ver en su presentación, pero no deja de ser realmente bueno el resultado. Las zonas son de todo tipo, pudiendo viajar por densos bosques, llanuras repletas de arena y roca, nieve acumulada por todas partes, ceniza cayendo del cielo y templos adornados por todas partes. No resultan espectaculares en cuanto a su puesta en escena, ya que la arquitectura de los mapas no es el punto fuerte de Black Myth: Wukong.
Parece que recorramos en todo momento esos escenarios típicos de las demostraciones técnicas de Epic con su motor y, siendo francos, satisface en lo visual. Los personajes rinden al mismo nivel, con detalles muy nítidos de armaduras exquisitas, atuendos pintorescos e independientemente si hablamos de humanoides o monstruosidades. Las cabelleras, telas de la ropa, anillos y otros elementos que llevan encima poseen físicas propias, impresionando en alguna que otra cinemática con cómo se desplazan de forma natural. Desde luego, es difícil ponerle un pero, al menos en la versión de PC.
Galletas desde el lejano Oriente
Ahora sí, es turno de zambullirse en lo más importante: el festival de guantazos. Black Myth: Wukong nos dejó con los ojos abiertos como platos, no solo por su belleza, sino por las posibilidades que se atisbaban con sus batallas. Sus creadores aseguraron que no hablamos de un Soulslike y tampoco se le puede calificar como un hack & slash, ya que navega entre dos aguas. Siendo simplistas hacia el género que pertenece, se trata de una producción de acción con esos tintes de RPG para formar al Predestinado que más deseemos, aunque existe un factor importante.
Si bien el bastón es absolutamente fundamental para enfrentarse a las decenas de jefes disponibles durante el viaje, no lo son menos las diferentes habilidades que posee el protagonista. Podemos paralizar al enemigo, crear réplicas de nosotros mismos, dejar una estela que confunda al rival o convertirnos en una estatua para repeler los ataques. Toda una serie de poderes únicos que se nutren de una magia que también permite hacer uso de otros recursos igualmente útiles.
A lo largo de Black Myth: Wukong, nos enfrentaremos a Yaokuais, seres mitológicos que podemos absorber para poder invocarlos durante un tiempo muy breve. Por ejemplo, podemos ser unos instantes un encantador de serpientes venenosas, un Buda enorme o un monstruoso cuadrúpedo que embiste, por mencionar un puñado de las numerosísimas opciones disponibles. Por si fuera poco, existen unos cuantos enemigos especiales de los que tomar posesión y así poder pelear con su forma para realizar ataques especiales.
A su vez, el árbol de habilidades tiene suficientes ramificaciones como para poder vivir partidas completamente distintas, pues, en mi caso, no he utilizado en ningún momento las diferentes poses que permite el bastón. Desde luego, un punto a favor muy potente para Game Science por alejarse de los convencionalismos de simplemente confiar en lo que sujeta el Predestinado con sus manos. Y todo ello para coquetear en muchas ocasiones con convertirse en un boss rush, pues las luchas definitivas son constantes.
Serpientes con tridentes, saltamontes gigantes, ciervos alados, demonios con guadañas en los brazos, guerreros muy fieros, compañeros poseídos y una lista interminable de enfrentamientos aguardan en Black Myth: Wukong. No existen los bloqueos -más allá de la mencionada estatua- y solo se permite esquivar para evitar el daño enemigo, lo cual nos mantiene en una tensión constante. Hay que tener la mente fría para saber cuándo moverse, pues hay enemigos que requieren medir muy bien los tiempos. Con todo, el bombardeo constante de jefazos puede rozar el hartazgo.
Y es que Game Science parece que quiere que peleemos con absolutamente todos los personajes posibles y, si bien son luchas siempre originales, apenas sales de una para verte envuelta en otra. Sorprende que haya poco espacio a la improvisación, ya que los jefes suelen seguir un patrón bastante claro durante las batallas; es decir, siempre comienzan con el mismo movimiento y responden de igual manera a los nuestros. Por lo tanto, cuantas más veces fracasemos, más conoceremos esas pautas para seguirlas y adaptarnos a ellas.
A lo largo de unas 40 horas termina por resultar agotador y lo cierto es que las zonas intermedias no ayudan para nada. El diseño de niveles de Black Myth: Wukong es el mayor defecto de la obra, sin ningún género de dudas. En la mayoría de las ocasiones basta con correr en línea recta y los escenarios se abren ligeramente o se bifurcan con pequeñas recompensas en forma de cofres, así como jefazos secundarios.
La exploración es prácticamente nula, pues todo tesoro está a la vista o su localización es demasiado obvia. La posición de muchos enemigos resulta arbitraria, pareciendo que el único propósito de que estén ahí es para resultar en una molestia porque no debería haber un espacio vacío. Apenas juega con las sorpresas el título pues, salvo unas escasas excepciones, todo consiste en reventarle el cráneo a los enemigos secundarios para abrirse paso hasta el siguiente jefe.
Además, si bien el mapeado es bonito, termina por resultar tan similar entre sí que es muy complicado situarse espacialmente. En mitad de un bosque nevado a veces es complicado tener claro si ya hemos pasado por un punto concreto por las similitudes con zonas anteriores y, por si fuera poco, hay muy pocas referencias visuales a las que agarrarse. Existe demasiada llanura, campo abierto por el que correr sin nada interesante alrededor, por lo que todos estos tramos terminan por sentirse como una pérdida de tiempo.
Lo que sí que existen son los Altares de custodio, zonas para reposar, configurar conjuros, mejorar prestaciones, elaborar bebidas, comprar en la tienda y viajar entre todos los mapas. Su uso renueva la salud, la magia y la calabaza con la que revitalizarnos en batalla, pero a cambio revive a todos los contrincantes contra los que hayamos peleado. Eso sí, aquí no existe la clásica penalización de tener que recuperar la Voluntad perdida, ya que siempre se conserva en nuestro inventario para usarla más tarde.
La opinión de VidaExtra
Black Myth: Wukong no debía medirse con nadie más que consigo mismo, encarar las expectativas generadas a su alrededor para mostrar su valía. Cada nuevo tráiler y gameplay acrecentaban constantemente un interés absolutamente brutal que se ha visto reflejado en los millones de usuarios que lo juegan. Siendo totalmente francos, todas las promesas que vimos en pantalla están presentes e incluso aquellas que nos podíamos imaginar.
La acción es frenética, bien medida, escala con una progresión más que aceptable sin llegar a querer dejar el mando a un lado y las posibilidades que se ofrecen no solo son muchas, sino que son tremendamente originales. Esa es una de las virtudes más destacadas de la obra, pues es difícil encontrarse con una variedad tan única de habilidades a las que recurrir. Todo ello unido a enemigos también inolvidables, lo cual es decir teniendo en cuenta que hay rivales por doquier.
La adaptación de Viaje al Oeste está dirigida para aquellos que hayan mamado bien un relato de más de 2.000 páginas, aunque no es excluyente para los ajenos a la historia. Sobre todo gracias a los cortos animados que son absolutamente exquisitos y que vienen acompañados de una banda sonora brutal. Hay temas que se quedan grabados en el oído y son fantásticos acompañando la experiencia visual.
Y sí, Black Myth: Wukong es un portento gráfico. No hay prácticamente nada que no brille con luz propia, ya que se raya un nivel pocas veces visto en un videojuego. Mención especial a las físicas de las telas y los cabellos, ya que son realmente excelentes. El mayor tropiezo del título es el de un diseño de niveles de novatos, sin carisma, carente de personalidad y absolutamente anodino. Arruina por completo el salto entre jefe y jefe que, dicho sea de paso, puede resultar agotador.
Y no tanto porque aporrear a un enemigo sea divertido o no, sino porque son muchas horas sumergido en una dinámica que no está del todo afinada en cuanto al ritmo. Los tramos de rivales secundarios son un bajón respecto al frenesí de los jefazos y no hay parche que pueda arreglarlo. Se echa en falta algún momento o enclave icónico más allá de las luchas, sobre todo con la fuerte presencia narrativa de Black Myth: Wukong.
La obra es víctima de su propia fórmula, para bien y para mal. Las primeras horas son un descubrimiento constante y una sensación de progreso genial, pero con el paso del tiempo la propuesta se resiente porque se le empiezan a ver las costuras. No es brillante, no es excelso, ni propone nada novedoso, aunque no se precipita al vacío por completo. Los cimientos son buenos, pero los pisos que Game Science ha construido a partir de ellos no siempre están alineados.
Precio de Black Myth: Wukong
Black Myth: Wukong se encuentra disponible para PS5 y PC, tanto en Steam como en la Epic Games Store. Si quieres hacerte con la versión de la consola de Sony, el precio para ello es de 69,99 euros, mientras que en las dos tiendas digitales para ordenador deberás abonar otros 59,99 euros.
Black Myth: Wukong
Duración de Black Myth: Wukong
Todo depende de tu maestría utilizando el bastón, pero he llegado a ver los créditos de Black Myth: Wukong tras jugar más de 40 horas. He explorado bastante las diversas áreas, aunque no he realizado el 100% de todo el progreso posible. Si quisiese hacerse todo, estimo unas 5-10 horas más de juego.
Black Myth: Wukong
Plataformas | PC (versión analizada), PS5 |
---|---|
Multijugador | No |
Desarrollador | Game Science |
Compañía | Game Science |
Lanzamiento | 20 de agosto de 2024 |
Lo mejor
- La tremenda originalidad de las habilidades y enemigos.
- La puesta en escena y el homenaje a Viaje al Oeste.
- Los cortos de animación.
Lo peor
- El diseño de niveles deja mucho que desear.
- La fórmula se va resintiendo con el paso de las horas.
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