Esta misma mañana he pasado uno de los ratos más divertidos de las últimas semanas y probablemente de lo que llevamos de año. He tenido la inmensa fortuna de haber podido jugar al magistral Super Mario Bros. Wonder, el que aspira a convertirse en otro de los lanzamientos más importantes de Nintendo Switch y de todo 2023. Y puedo asegurar que tiene todas las papeletas para conseguirlo.
Tan solo he podido jugar durante una hora que me ha parecido como si solo hubiesen transcurrido cinco minutos. Ha sido una experiencia tan mágica de principio a fin que solo puedo pensar en que queda un mes exacto para que salga a la venta la nueva aventura de Mario y compañía, porque desde hoy se ha convertido en mi juego más esperado para lo que queda de año.
Un mundo y unos personajes más vivos que nunca
Antes de nada, he de decir que lo que he jugado se trata de una versión de prueba y es probable que ciertos detalles acaben cambiando de aquí a lo que se acabe mostrando en la versión final, como por ejemplo el orden de las fases o el momento de la historia para acceder a ellas.
En este sentido, muchas de las cosas que he visto ya han aparecido anteriormente en vídeos oficiales publicados por la propia Nintendo, sobre todo en el Nintendo Direct que dedicó plenamente a esta nueva entrega de la saga. En cualquier caso, no es lo mismo verlo que jugarlo, porque cuando te pones a los mandos es cuando empiezas a apreciar hasta el más mínimo detalle para darte cuenta del inmenso trabajo que hay detrás de todo esto y del mimo y cariño que se ha depositado.
Al ser un Mario en 2D de los de toda la vida está muy claro lo que nos vamos a encontrar, como son unas fases con un principio y un final, enemigos por todas partes, monedas, tuberías que te llevan a caminos secretos, etc. Aun así, uno de los detalles que más me ha encantado son las animaciones de los personajes, porque son simplemente sublimes, por no decir las mejores que he visto en una aventura de la serie.
Mario y compañía son más expresivos que nunca, cambiando su cara al saltar, correr, hacer una culada, cuando son golpeados y mucho más, con movimientos más completos y variados en las animaciones que he podido ver en diversos momentos, como al agacharse o con las diferentes acciones de Yoshi al revolotear o tragarse a un enemigo con su lengua. Pero ha habido una en concreto que me ha encantado, como es la de cuando Mario accede corriendo a una tubería horizontal, dejando atrás su gorra, lo que le lleva a sacar rápidamente su brazo de la tubería para pillarla.
Son detalles muy pequeños y simples que están ahí y es precisamente en estos aspectos tan diminutos donde se resalta la magia que desprende el juego. Además, sus escenarios no se quedan atrás en absoluto, porque todos son muy coloridos, con infinidad de elementos a superar o que se pueden observar a lo lejos en el fondo. Tampoco es que me hayan parecido muy complejas las diversas pantallas que me he encontrado, pero sí que se nota el nivel de dificultad entre unas y otras.
Antes de acceder a cualquier fase tienes la posibilidad de seleccionar con qué personaje quieres jugar y la medalla que vas a utilizar. Estas últimas otorgan capacidades especiales, como por ejemplo emplear una gorra para planear, cargar un salto para llegar más alto o patalear en el aire para que la caída sea más lenta. Eso sí, solo se puede llevar una encima al mismo tiempo, por lo que es importante escoger la más adecuada para cada situación o simplemente la que prefiera cada uno en base a su forma de jugar.
De hecho, con respecto al tema de la gorra, solo Mario y Luigi usan la suya propia, mientras que el resto se sacarán una del bolsillo, incluyendo Yoshi o Toad. De todos modos, volviendo al tema de las fases, en todas te aparece marcado su nivel de dificultad, obligándote en ocasiones a jugar algunas en concreto para progresar en la historia y otras veces ofreciendo la posibilidad de escoger la que prefieras, para que no te quedes atascado en un mismo punto por si una pantalla se te atraganta.
En otro orden de cosas, esta primera toma de contacto también me ha servido para escuchar a la nueva voz de Mario y lo cierto es que se ha respetado de maravilla el legado de Charles Martinet. Las frases siguen siendo las mismas y tampoco es que sea un cambio muy radical. Es más, me ha dado la impresión como si fuese un Mario más rejuvenecido, pero en líneas generales conserva la misma forma de decir "Let’s-a-go" u "oki doki", aunque el resto de voces, excepto la de Daisy, también se han modificado, sobre todo la de Yoshi con un toque más infantil.
Que no pare la locura y la diversión ni un segundo
En estas primeras fases me he topado con algunos de los nuevos enemigos que no tienen nada que envidiar a los protagonistas, porque estos también cuentan con un gran carisma y unas fantásticas animaciones. Me han encantado una especie de toros que embisten y destruyen todo a su paso, los cuales me daba pena machacarlos porque tenían una cara tan amigable que solo podías sonreír al verlos.
Y si hay algo que destaca por encima de todo, lo que a su vez es la mayor novedad de esta entrega, son las Flores Maravilla. Como ya hemos visto en algún que otro vídeo, al pillar una de ellas se desata la locura por completo, provocando toda clase de efectos muy disparatados en las fases que nos obligan a tener que afrontarlas de otra manera, como por ejemplo con tuberías que se mueven, un bloque gigante del que tienes que escapar para que no te aplaste o también una lluvia de estrellas que te permiten arrasar con todo lo que tengas por delante sin ningún miramiento.
En el caso de superar estos desafíos recibes a cambio la susodicha flor, así como otra por completar la fase, que tiene toda la pinta de ser necesarias para acceder a nuevos mundos durante la aventura. La verdad es que los efectos son tan locos y diferentes unos de otros que nunca sabes de qué forma o con qué te va a sorprender el juego, así que es otra de las cosas que estoy deseando descubrir en la versión final.
De los nuevos poderes confirmados, los únicos que he podido probar han sido el del elefante y el del taladro. Aquí ha sido una de cal y otra de arena, porque el del elefante me ha encantado, por las animaciones y lo graciosos que se vuelven Mario y el resto y también por cómo agitan la trompa con sus movimientos tan peculiares. En cambio, el del taladro me ha parecido muy útil para moverte por el techo o el suelo, pero el control no me ha parecido tan pulido o tan intuitivo en comparación con el resto.
Aparte de todo esto, por el mundo no solo hay fases sin más. También hay minijuegos para conseguir monedas que se pueden canjear en tiendas por vidas extra y otros objetos, así como unas pruebas que se centran en aprender a utilizar una medalla en especial, lo que te permite hacerte con ella si logras completar esa fase para sumarla a la colección y así sacar partido de ella cuando quieras.
Un Mario dirigido para todos los públicos y tipos de jugadores
Gran parte de esta prueba tan limitada se centraba en la experiencia para un solo jugador, pero sin duda otro de los aspectos que hará tan especial a este nuevo Mario es su multijugador para cuatro personas simultáneamente. Ahí es cuando la diversión se dispara una bestialidad por tener que estar todos los jugadores juntos para avanzar en grupo por las fases, dado que la cámara solo se centra en uno de ellos, en el que ejerce de capitán y que es escogido en base a quién haya tocado antes el banderín de la meta.
No voy a negar que hemos vivido algún que otro momento de locura cuando se han juntado varios enemigos, elementos del escenario y el propio efecto de las Flores Maravilla, formando así un momento un tanto caótico, pero en el fondo lo que de verdad se consigue con todo esto es que solo se escuche de fondo las carcajadas de los jugadores por el rato tan digno de enmarcar que te hace vivir el juego constantemente.
No importa si eres un experto a los mandos, porque en ese caso tienes el desafío de ir a por el 100% para tratar de hacerte con todas las Flores Maravilla secretas, al igual que aquellos que no tengan tanta experiencia a los mandos no tienen de qué preocuparse. Más que nada porque para estos casos están Yoshi y Caco Gazapo, dos personajes que, a cambio de no tener la capacidad de usar poderes, son invencibles, por lo que no importa que un enemigo te golpee cien veces que nunca pasará nada.
Incluso resulta útil que alguien del grupo se pille a Yoshi, porque es posible subirse encima de él o también que un Yoshi se suba encima de otro Yoshi, aunque no se puede formar una torre con cuatro de ellos (lo hemos probado). De este modo, también puede servir para echar una mano a otro jugador a superar partes de algunas fases por si no es capaz de ejecutar algún salto muy alto o rebotar en una pared, por ejemplo.
Lo único que puedo decir para terminar es lo mismo que ya mencioné al principio, como es el hecho de que ya estoy contando los días que quedan hasta el 20 de octubre, porque Super Mario Bros. Wonder es tan espectacular en tantos sentidos que no me cabe ninguna duda de que se convertirá en uno de los juegos más imprescindibles para alguien que tenga una Nintendo Switch. La gran N lo ha vuelto a hacer al brindarnos una nueva entrega tan sensacional y por supuesto nosotros encantados de ello.
- Plataformas: Nintendo Switch
- Multijugador: Sí (1-4)
- Desarrollador: Nintendo
- Compañía: Nintendo
- Lanzamiento: 2o de octubre de 2023
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