A la hora de nombrar a las sagas más emblemáticas de los RPG hay algunas que no pueden faltar en ninguna lista y una de ellas es la de Dragon Quest. Prácticamente se han cumplido 40 años desde que empezó a dar sus primeros pasos y a lo largo de todo este tiempo ha recibido más de una decena de títulos de la serie principal, aunque si contamos los spin-offs, remasterizaciones y remakes, la cantidad se dispara una barbaridad.
Gracias a las nuevas versiones, es una buena forma de revivir la grandeza de determinadas entregas, como sucederá una vez más dentro de un par de meses con Dragon Quest III HD-2D Remake, un nombre que no deja lugar a dudas sobre cuáles son las características esenciales de esta obra. Si ya de por sí la aventura original merecía la pena, lo que ha logrado Square Enix con esta versión es para quitarse el sombrero, porque es alucinante.
En los últimos días he tenido la ocasión de probar un buen adelanto en el mismo evento en el que pude jugar a Life is Strange: Double Exposure. Así he comprobado de primera mano los cambios que se han llevado a cabo y tengo muy claro que este tipo de versiones completamente renovadas deberían de ser un buen ejemplo para cualquier compañía que quiera traer de vuelta joyas del pasado, sobre todo en el género de los RPG.
Una trepidante aventura con un lavado de cara descomunal
La parte que tuve ante mí se situaba en un punto avanzado en el que el grupo de protagonistas recibe una misión de recuperar la corona del rey de Romaria que ha sido robada por un grupo de ladrones, así que la misión consiste en viajar hasta la torre en la que se encuentran y recuperarla. Tampoco es plan de entrar en más detalles del argumento, dado que continúa siendo el mismo que ya conocimos hace unas cuantas décadas en este juegazo que te puede mantener ocupado fácilmente durante decenas de horas.
De todas las novedades, es innegable que la más importante y destacada de todas es la renovación de todo lo que tiene que ver con el apartado visual. Se nota que obras maestras como Octopath Traveler y otras propuestas similares han causado tan buen impacto que se ha querido repetir la jugada una vez más, ya que la aventura nos invita a recorrer un mágico mundo de fantasía que sabe cómo mezclar el toque pixel-art con los gráficos en 3D.
En este sentido, los escenarios lucen simplemente impresionantes. Cada uno de los múltiples lugares a visitar son fascinantes, con una inmensa cantidad de detalles por todos los alrededores que resulta una gozada recorrerlos por todas partes, ya sean las ciudades, la propia torre de los ladrones o el campo abierto correspondiente al mapa del mundo, pero las zonas principales son las que resaltan más todavía.
Por su parte, los personajes no se quedan atrás, pudiendo llevar al cuarteto de héroes por este mundo que no para de plantear desafíos para los que es necesario prepararse a conciencia. La verdad es que la parte que jugué no fue sencilla y tuve que darlo todo para sobrevivir, dado que el camino hasta la torre era bien largo y bien plagado de enemigos con encuentros completamente aleatorios, los cuales no paraban de aparecer también en los pisos de la torre que tuve que escalar.
En estas batallas no ves en ningún momento a los protagonistas y solo salen en pantalla los enemigos, como si estuvieses librando los combates en primera persona. Por lo general no son especialmente pocos los que hay que derrotar en cada pelea y que se suelen dividir en grupos, por lo que igual tienes que derrotar a cinco o seis, pero en realidad solo son de dos o tres tipos diferentes, lo que supone un buen detalle a tener en cuenta a la hora de plantarles cara.
El motivo se debe a que hay ataques normales que tan solo dañan a una de las criaturas, pero hay otros golpes o hechizos que son capaces de golpear a un grupo entero, con sus propias debilidades y fortalezas, así que hay que pensar detenidamente cuáles son las mejores acciones a ejecutar con tal de eliminar a unos cuantos de golpe. Además, he de reconocer que pegan muy duro y hasta algunos son capaces de llamar a compañeros para que acudan en su ayuda. De hecho, hasta hubo un simple combate en el que tuve que derrotar a más de una decena de enemigos.
Así pasó que cuando llegué a la batalla final lo hice un poco en las últimas tras librar tanto combate, pero menos mal que llevaba un buen cargamento de objetos curativos para recuperar fuerzas. Asimismo, volviendo al apartado gráfico, los enemigos disponen de sus propias animaciones, así como los ataques y magias a las que es posible dar rienda suelta, lo que consigue en un conjunto general que todo sea un auténtico espectáculo para la vista.
Hasta es posible realizar ciertos ajustes en los combates, como dejar que sea la inteligencia artificial la que tome las decisiones de nuestros compañeros, pudiendo establecer el tipo de comportamiento que mostrará, que estos encuentros transcurran automáticamente o a una mayor velocidad. Y ahí no queda todo, porque la interfaz se ha actualizado y perfeccionado y la banda sonora presume de temazos que acompañan de maravilla a la acción y los lugares que hay que recorrer durante este viaje tan trepidante, entre los que no faltan las melodías más clásicas con las que es innegable que estás jugando a un Dragon Quest.
Por otro lado, aunque es algo en lo que no pude profundizar demasiado, sí que comprobé que el juego cuenta con una especie de combates al más puro estilo Pokémon, ya que puedes capturar monstruos que luego puedes llevar a un coliseo para que luchen contra otras bestias comandadas por personajes humanos. La diferencia con las batallas normales es que aquí simplemente puedes decirles que luchen o sigan ciertas tácticas, pero al momento de pasar a la acción son ellos mismos los que golpean como mejor les parezca.
Aunque siempre es una gozada volver a disfrutar de una entrega clásica de la saga, hacerlo con un lavado de cara tan magistral merece la pena más todavía. Me encantaría que todo esto se vuelva a repetir en el futuro con otras joyas de SNES, como Chrono Trigger, Breath of Fire II o Lufia, por nombrar algunas, porque la propia Square Enix o compañías como Capcom, deberían de traer sus grandes clásicos de vuelta apostando por el mismo estilo gráfico, porque no hay mejor forma de revivir viejos tiempo conservando plenamente la esencia original que en su momento hizo tan icónicos a estos juegos.
Fecha de lanzamiento de Dragon Quest III HD-2D Remake
En tan solo un par de meses podréis emprender vuestro propio viaje en Dragon Quest III HD-2D Remake. Está previsto que su lanzamiento tenga lugar el 14 de noviembre y tendréis la oportunidad de jugar en cualquier plataforma porque llegará a PS5, Xbox Series X/S, Nintendo Switch y PC.
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