Caos, saltos y toneladas de wumpas por partida. De hecho, la idea sobre la que gira Crash Team Rumble como juego se puede resumir en algo tan simple como ser el primer equipo en reunir 2.000 wumpas. Eso sí, lo divertido no es el qué, sino el cómo lograrlo: con Crash, Coco y el Dr. Neo Cortex te moverás por escenarios muy acotados haciendo más o menos lo mismo que ya hacías en la saga plataformera, pero con muchísima más picardía.
Activision apuesta llevar la saga Crash Bandicoot al multijugador competitivo. No es que sea una locura, ya que ahí tenemos el nuevo Crash Team Racing, aunque en esta ocasión busca ofrecer algo más original y fiel al espíritu de sus propios juegos. Lo cual no quiere decir que el resultado se quede muy a medio camino entre un Moba simplificado hacia el gran público y el espíritu gamberro y colorido de Fall Guys, con sus propios pases de batalla incluídos.
El resultado: Crash Team Rumble se siente muy cómodo a los controles, independientemente de con quién elijas jugar. El dinamismo del personaje, la estética de la nueva trilogía, la manera de plantear la jugabilidad dicen presente y muy alto y a los controles todo funciona. Y, sin embargo, en cierto modo lo ofrecido en la beta parece más un modo multijugador dentro de una entrega principal que un juego en sí mismo.
Crash Team Rumble: ocho jugadores, dos equipos y miles de wumpas en juego
Partamos de lo más esencial: Crash Team Rumble es un juego de plataformas competitivo en el que dos equipos de cuatro jugadores deben reunir 2.000 wumpas (la fruta que obsesiona a Crash) antes que sus rivales. El modo de recolectarla pasa por tocarlas o romper cajas que reaparecen cada determinado tiempo y llevarlos hasta nuestra base. El primero de los dos equipos en alcanzar la cifra mágica gana la partida. Sencillo, ¿verdad?
A partir de aquí entran los matices: de entrada, cada personaje posee su propio rol en el juego, de modo que unos son mejores recolectando y otros atacando al resto de jugadores o, simplemente, realizando asistencias. A todos los efectos, hay cuatro características principales que definen el papel de nuestro personaje: Vida (o salud), Capacidad de transportar wumpas, destreza para el Combate, Movilidad y lo Difícil que resulta jugar de nuevas.
Además, cada personaje tiene su propio repertorio de movimientos. Faltaría más. Pero claro, de poco servirá que todos los miembros de nuestro equipo elijan al personaje más fácil de manejar si a cambio somos arrasados con facilidad o nuestra capacidad de puntuar wumpas está muy limitada. Y es entonces cuando entran en juego los potenciadores. Tanto de los personajes como del propio escenario.
De partida, junto con las wumpas es posible adquirir reliquias que activan diferentes mejoras y power-ups específicas para cada nivel. Algunas nos pondrán dentro de una pelota mejorando nuestra movilidad y velocidad, mientras que otras son más agresivas e incluso hay escudos que podemos jugar a nuestro favor como en contra de nuestros adversarios. Incluso es posible desatar una tormenta de rayos o hacer poderosas invocaciones.
Pero, al final, el desarrollo de las partidas de Crash Team Rumble se parece más a un encuentro de quidditch en el que hay varios elementos que ocurren de manera caótica y simultánea, que de un deporte competitivo. Sobre todo, porque lo que al final define el éxito de las partidas son los potenciadores de puntuación.
Dependiendo del escenario hay una especie de bases brillantes con forma diamante que se iluminan según el equipo que las pisa: en caso de que mantener esa iluminación lo suficiente, se activa una bonificación de tiempo a la hora de puntuar wumpas, de modo que es en esas zonas dónde de verdad se juega la victoria y no tanto en dar vueltas a lo loco o zurrar hasta eliminar a los adversarios.
Hay poderes que le dan una mayor variedad, y el ritmo es muy similar al de Fall Guys en en sentido de que todo el mundo hace lo que puede a la vez para no der descalificado por la mínima, pero al final todo acaba tomando las directrices de un Moba en el que si no tenemos claro nuestro papel en la partida y para con nuestro equipo, lo único que habremos logrado es avanzar solo un poquito en el pase de temporada. Pero, claro, cuando las jugadas están bien coordinadas, el resultado y las sensaciones de juego son muy diferentes.
Un juego sencillo, loco y repleto de sensaciones veraniegas
Si bien, todavía es temprano para hablar de lo que será Crash Team Rumble, sobre todo porque la beta a la que tuvimos acceso solo ofreció un puñado de personajes y escenarios, ya es posible ver en propiedad la intención de Activision con el juego: tomarle el relevo a todos esos juegos de verano siguiendo esa tradición heredada de títulos como Fall Guys o Splatoon.
Las partidas se resuelven en apenas cuatro minutos y entender lo que está pasando es sencillo en todo momento: las diferencias entre los personajes se manifiestan y quedan claras al segundo, con tan solo tocar tres botones, y toca ceñirse a su papel a la hora de asegurar la victoria: Crash recolecta wumpas y Dingodile bloquea las bases. Salirse de ese esquema es sentenciar la partida antes de tiempo.
Con todo, de cara a lo probado hay un aspecto que le pasa factura al conjunto: la carencia de modos adicionales de juego y eso, sumando a la necesidad de una mayor variedad de escenarios (es temprano para hablar de cantidad) desluce el conjunto. Insistimos, según lo que hemos tenido delante hasta ahora: las alternativas a aprender a jugar pasan por un modo competitivo o partidas privadas, de modo que con muy pocas partidas ya lo has visto y se te ha dado todo.
Y es entonces cuando Crash Team Rumble estira la rejugabilidad a base de su propio pase de temporada.
Más allá de la locura plataformera, la razón por la cual estaremos encadenando una partida con la siguiente es el desbloqueo de contenido. El estético o los extras se nos dan a través de las misiones y objetivos fijados a través del Pase de Batalla original, lo cual incluye desde gestos a nuestra tarjeta de jugador; mientras que para acceder a todos los personajes primero deberemos superar una serie de misiones en las que, por cierto, se nos piden cosas más específicas.
¿Hasta qué punto es interesante entrar en esa dinámica? Bueno, en esta toma de contacto nos hemos topado con algo curioso: si entramos en competitivo se ha vuelto una fea costumbre ver a jugadores esperando plácidamente en una punta de la pantalla, quedando su equipo entero en desventaja total. Cuando ves cómo los demás no solo están coordinados, sino que bloquean tus progresos, la diversión se desvanece y tu prioridad pasa por salirte del grupo. Si es que tienes ganas de seguir jugando.
Este tipo de situaciones serían fácilmente abordables ofreciendo diferentes modos de juego. No para convertir a Crash Team Rumble en un Fall Guys, porque no lo es, sino para darle más variedad y hacer que los avances de nivel y desbloqueos sean más entretenidos. Porque en el juego el caos es una constante, pero a la hora de avanzar el conjunto se manifiesta como un trámite. Al menos, y como dijimos, las partidas no son muy largas.
Y, sin embargo, Crash Team Rumble tiene buenos mimbres para dar una sorpresa con la llegada del verano. Quizás sea ese tono sencillo pero alocado, esas sensaciones de plataformeo a lo Crash Bandicoot o puede que la emoción que nace cuando encadenas una buena racha con un equipo que está muy bien coordinado. En cualquier caso, la idea general está muy bien planteada y llegará justo a tiempo para darle la bienvenida al mes estival.
Al buen tiempo, fruta fresca
La identidad de la saga Crash Bandicoot está presente a los mandos en cada partida de Crash Team Rumble, pero su enfoque como juego es muy diferente: ni la nostalgia suma puntos adicionales, ni tampoco esperes encontrar esa reivindicación por el plataformeo clásico con notas de humor y trampas colocadas con malicia: estamos ante un título que, hasta dónde hemos jugado, lo apuesta absolutamente todo al competitivo.
Y eso, quieras que no, le obligará a medirse a montones de juegos que, sin ser iguales, aportan mayor variedad pasadas las dos primeras horas.
En cualquier caso, será interesante ver todo el contenido con el que llegará la versión final y, a partir de ahí, como Activision y Toys For Bob planean expandir Crash Team Rumble más allá de los pases de temporada. Porque la lista de personajes de la saga Crash Bandicoot no es corta, pero tampoco demasiado larga.
Ha quedado patente que Crash Team Rumble no aspira a ser uno de los títulos alineados con las entregas numeradas y principales, pero retiene esas ideas locas y esa jugabilidad pulida desde hace casi 30 años que nos reconquistó hace no tanto. Aunque no lo vamos a negar, serán los jugadores quienes tengan la última palabra a la hora de decidir si resulta más divertido jugar en compañía o dar botes por nuestra cuenta como se ha hecho hasta ahora.
La respuesta, eso sí, no tardaremos demasiado en tenerla: Crash Team Rumble se abrirá paso entre los grandes lanzamientos de finales de primavera, llegando a PS5, PS4, Xbox Series X / S y Xbox One el próximo 20 de junio de 2023. De hecho, apenas unos días antes de que llegue el verano. No se puede negar que a dos meses de su salida, desde Activision ya lo tienen todo bien atado.
- Plataformas: PS5, PS4, Xbox One, Xbox Series X /S
- Multijugador: Sí
- Desarrollador: Toys For Bob
- Compañía: Activision Blizzard
- Lanzamiento: 20 de junio de 2023
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