Lo primero es lo primero: Overwatch es una delicia en Switch. Como conversión, desde luego, pero sobre todo como juego. El hero shooter de Blizzard le queda como un guante a la consola de Nintendo y lo cierto es que en lo referente a contenidos apenas hace concesiones con respecto al resto de versiones: la misma presentación, los mismos modos y héroes y, por supuesto, las mismas buenas sensaciones que nos enamoraron en PC y consolas.
Un shooter competitivo en primera persona y de primera categoría, pero también diseñado para cualquier jugador. Aquellos que son certeros o los que primero disparan y luego apuntan. Los que prefieren luchar sigilosamente, a distancia o atacar ruidosamente y de frente. Pero, ante todo, es un juego en equipo en el que casi se podría decir que no hay clases: hay héroes.
31 personajes con habilidades únicas, todos ellos rebosantes de carácter y posibilidades en el campo de batalla. Aventureros, científicos, justicieros, médicos y hackers con sus propios trasfondos y motivaciones. Es imposible no conectar con al menos uno de ellos. Bien a la hora de jugar o por si desbordante carácter plasmado en el campo de batalla.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Blizzard se encuentra con una barrera a la hora de convencer a los más curtidos en Overwatch: el propio límite del hardware de Nintendo Switch. Las cifras te las damos ya: resolución dinámica con hasta 900p en TV y 720p en portátil. Y, en cualquiera de los dos casos, a 30 FPS.
Estamos de acuerdo en que no es la mejor calidad con la que veremos a Tracer y compañía, pero -consola en mano- también queda claro desde la primera partida que ni su definición ni la cantidad de FPS acaban lastrando una adaptación magistral y absolutamente recomendable. Sobre todo cuando (a diferencia de la versión de PC) todos los jugadores juegan con las mismas condiciones.
Overwatch - Legendary Edition (Este juego contiene código de descarga para contenido digital)
Con eso por delante: ¿qué pueden esperar los usuarios de Nintendo Switch de su Overwatch hecho a medida? La respuesta corta es las mismas sensaciones de competitividad, diversión y juego en equipo que ya han cautivado a más de 40 millones de usuarios en PC y consolas. La respuesta larga es mucho más interesante.
Overwatch en Switch: presentación y experiencia de juego
Si bien numerosos fines de semana gratuitos desde su lanzamiento y los cientos de reconocimiento como juego del año avalan los tres años después la experiencia competitiva de Overwatch, al final lo que de verdad resulta una incógnita para muchos interesados en esta adaptación queda reducido a un único aspecto: cómo se siente jugar en una Nintendo Switch.
En lo relativo a la presentación, lo de Blizzard es para quitarse el sombrero: Overwatch no deja ningún detalle fuera en Nintendo Switch, de modo que si jugamos con D.Va veremos en pantalla como la atrevida piloto de Meca mueve los dos joy-sticks y presiona los botones según procede.
Y lo mismo ocurre con la desbordante cantidad de detalles que ofrece cada personaje. Desde pequeños los ajustes que equilibran cada pequeña acción de cada héroe, midiendo en segundos sus efectos o en distancia el radio de acción de las habilidades pasivas, al modo en el que se comportan al recargar las armas o realizar un gesto. Todo está ahí y lo mejor es que, cuando la pantalla se colma de efectos, explosiones y héroes, no hay ningún tipo de factura en el rendimiento.
Si: la versión portátil de Overwatch está limitada a 30 FPS, y eso puede provocar efectos colaterales en aquellos que están acostumbrados a mejores rendimientos durante las primeras partidas. Pero no mucho más. Durante la partida no hay ralentizaciones y la resolución, sin llegar a alcanzar la HD, es una agradable sorpresa tanto en portátil como en TV. Sobre todo cuando lo que prima en pantalla es la propia acción.
Una de las claves para que el shooter de Blizzard haya arraigado tan bien es su formidable curva de aprendizaje, de modo que los que jueguen por primera vez no tardarán en encontrar su personaje favorito y los curtidos tardarán incluso menos en acomodarse a la versión.
Ahora bien, ¿qué papel juegan los controles en este caso? Estamos de acuerdo en que los Joy Con no son la solución más ergonómica para jugar a Overwatch, sin embargo, Blizzard ha sabido aprovechar su tecnología a través de nuevos matices, de modo que gracias a los sensores de movimiento podremos afinar nuestro apuntado añadiendo un extra de precisión en caso de que queramos aprovecharlo (se puede desactivar desde el menú), beneficiándose el mando Pro de la misma ventaja.
La precisión extra a la hora de apuntar con los sensores de movimiento es una estupenda ventaja añadida de esta versión frente al resto de sobremesas, sin llegar a contar -lógicamente- con la minuciosidad que puede dar un ratón. Una estupenda idea que no tardaremos en dominar e incluso ajustar para adaptarla a nuestras necesidades. Y, como no, la de nuestros aliados.
Un FPS solo online, solo multijugador y con "casi" todo incluido
Da igual que apuestes por la eShop o prefieras tener la caja en la estanetría: Overwatch en Switch sólo está disponible en digital. Y tiene su lógica: más allá del tutorial no hay una experiencia de juego single-player y para jugar tienes que estar siempre conectado a los servidores de Blizzard.
Dicho de otro modo: de poco serviría lanzar un cartucho si no dispones de conexión a internet, y tampoco cuentes con jugar en solitario. Y, teniendo en cuenta que la experiencia está atada a los servidores de Blizzard, tiene sentido que, además se ahorran los costes de producción para reducir el precio de salida de esta Legendary Edition para Switch para igualar la cifra a su contrapunto de PC.
Nintendo y Blizzard no quieren dar una imagen ambigua a la hora de vender el juego y lo han puesto bien clarito en la caja de juego, pero también se han curado en salud ofreciendo con cada copia (además de los extras digitales para Battle.net) tres meses de Nintendo Switch Online. Lo cual suma juegos, salvado en nube y la posibilidad de jugar online a cualquier otro título. Un trato de cortesía que suma puntos extra.
Dicho lo anterior, Overwatch es un juego por equipos en los que asumir un rol con tus compañeros es esencial. Si vas a la ofensiva verás como tus aliados te apoyan, si usas un sanador recibirás elogios extra tras la partida. Incluso si apuestas por colocarte estratégicamente y usar un rifle francotirador te verás arropado y, muy posiblemente, prestes más atención a los tuyos que a tus enemigos. Overwatch te invita a ser así.
Parte del éxito se encuentra en el sistema de comunicaciones: hay veces en el que se dan mensajes o señales de manera pasiva indicando que tienes un movimiento a casi listo o mostrándote en pantalla a quienes necesitan sanación. Otras veces a través de un muy acertado sistema de chat en el que dar las gracias y pedir ayuda es tremendamente sencillo, y sobre todo, mediente chat de voz.
Y lo mejor es que Overwatch en Switch no necesita pasar por el incómodo trámite de la app de móvil: conectas un micro y listo.
También hay un modo Deathmach. Un todos contra todos. Hubo que esperar dos años a que Blizzard reconsiderara ofrecer una opción sin juego por equipos y Switch dispone de ella de salida. Algo realmente acertado, ya que en las partidas disfrutadas es posible encontrar jugadores realmente curtidos y primerizos, aprendiendo los segundos mucho más rápido que durante el lanzamiento gracias a las opciones de repetición. Aquí no se da puntada sin hilo.
Quizás Overwatch llegue con años de retraso a Switch, pero también llega con todas las lecciones aprendidas. Las del propio juego, el cual salió sin modos extra en 2016, a base de ajustes de héroes, maneras de explorar la interfaz o pequeños grandes cambios como poder seleccionar aspecto antes de la partida o el sistema de elogios. Pero también en un punto en el que el online de Switch tiene cierta madurez.
Por otro lado, Overwatch en Switch mantiene su sistema de cajas de botín. Pero también es justo decir que el sistema de progresión y los eventos hacen que ganarlas sea realmente fácil. A lo que hay que sumar que todos los contenidos no estéticos venideros (héroes, mapas, modos y demás) serán gratuitos.
La opinión de VidaExtra
Overwatch para Switch no luce igual que en el resto de consolas y PCs, pero es una adaptación soberbia de uno de los mejores shooters de la generación. Una que, por cierto, llega con todas las lecciones aprendidas en el resto de sistemas durante estos años y sacando partido con maestría de todas las posibilidades de la consola de Nintendo.
Independientemente del propio peso de la licencia y su enorme calado a nivel global, son el acabado y sensaciones de esta versión, y la experiencia de juego lograda, lo que lo convierten en uno de los mejores shooters de Switch y uno de los juegos más relevantes del actual catálogo de Nintendo.
Asunto aparte es la propia portabilidad: si bien Switch nos permite jugar a Diablo, Dragon Ball FighterZ o The Witcher en portátil, con Overwatch hay un asunto muy a considerar: la necesidad de estar asociado a una red de WiFi. O, lo que es lo mismo, salvo que estés dispuesto a consumir tus datos de móviles, olvídate de echar unas partidas en el bus o al aire libre.
Overwatch - Legendary Edition (Este juego contiene código de descarga para contenido digital)
Pese a todo, la conversión de Overwatch la consola de Nintendo se une a los tres clubes más celebrados de Switch:
- El de los juegos de la actual generación que pensábamos que no veríamos en Nintendo Switch, y llegaron.
- El de las adaptaciones ejecutadas con maestría y extra de mimo para el hardware nintendero.
- El de los motivos para comprar por segunda vez (o más) el mismo juego. Y, por qué no, también la Switch.
Como dice Tracer, el mundo siempre necesita nuevos héroes. Y lo cierto es que es difícil resistirse a la llamada en Nintendo Switch, una consola a la que, como dijimos, la experiencia y diversión de Overwatch le sienta como un guante de seda.
Imprescindible
Overwatch: Legendary Edition
Plataformas | Nintendo Switch |
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Multijugador | Sí. |
Desarrollador | Blizzard Entertainment |
Compañía | Blizzard Entertainment |
Lanzamiento | 15 de septiembre de 2019 |
Precio | 34,90 euros |
Lo mejor
- Una edición sin recortes, con todos los héroes, mapas, modos y contenidos. Y seguirán llegando más gratuitamente
- Pese a que su apartado visual es una grata sorpresa, su jugabilidad (fijada en 30FPS) es fluida como la seda.
- El carisma que despide cada personaje es impresionante
- Hay un estilo de juego y un rol para todo el mundo
Lo peor
- Si vienes de otras ediciones, toca acostumbrarse a la ergonomía de los Joy Cons en portátil
- La falta de modos y alternativas offline limita seriamente la portabilidad de la experiencia
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