La nueva obsesión para los enamorados de los puzzles ha logrado fascinar hasta a un daltónico como yo. Análisis de Wilmot Works It Out

La nueva obsesión para los enamorados de los puzzles ha logrado fascinar hasta a un daltónico como yo. Análisis de Wilmot Works It Out

Puzles, sencillez y arte. Todo en uno

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Wilmot Works It Out

¿Alguna vez has tratado de hacer dos o más puzzles a la vez y en la misma mesa? Al principio, cuando ves las piezas amontonadas, todo es puro caos. Colores y formas que no logras entender. Sin embargo, cuando todo está en su sitio y poco a poco se descubre cada imagen al completo acabas teniendo toda una experiencia. Sonríes y la sensación de logro es total. Wilmot Works It Out toma esa premisa y la hace mucho más amena al convertirla en videojuego. El resultado: una genialidad.

De entrada, porque todos los puzzles de Wilmot Works It Out usan el mismo tipo de pieza cuadrada. Es decir, no tienes que encajarlas ni forzarlas, sino deslizarlas de manera completamente libre por un enorme tapiz para tratar de descubrir la ilustración que se forma. Cuando dos o más piezas van juntas notarás con un sonido y una pequeña señal, y en caso de que alguna sea de otro puzle no tardarás en averiguarlo. Si, además, eres daltónico -como yo- la sorpresa al revelar la imagen se multiplicará por dos.

Cinco años después de sorprendernos con Wilmot’s Warehouse, Finji le da una vuelta (nunca mejor dicho) a la idea original. Wilmot Works It Out trae de vuelta al mismo protagonista, mantiene su gusto por el minimalismo visual y jugable y en el proceso nos regala más de 60 ilustraciones originales de Richard Hogg que, como es de esperar, nosotros mismos deberemos armar a lo largo del juego. Juntando pequeños cuadraditos sin más referencias que los patrones de cada pieza. De hecho, descubrir qué hemos estado montando es una recompensa adicional al logro de resolver el puzle.

¿Una labor estresante cuando se nos juntan muchas piezas de diferentes puzzles? Más bien todo lo contrario: Wilmot Works It Out es un juego relajante, de esos pensados para quitar el estrés, pero que también puedes disfrutar a tu ritmo mientras escuchas un podcast o tu música favorita. Y pese a que lo puedes intentar acabar de una sentada, cosa que es perfectamente posible, la manera en la que está todo organizado te invita a que disfrutes del proceso y te regodees en tus logros. Incluso si las tres últimas piezas las pusiste a base de ensayo y error.

Descubrir qué hemos estado montando es una recompensa adicional

Un juego cortito en duración, como veremos, pero con objetivos muy claros de cara a las sensaciones que quiere ofrecer al jugador y ese extra de mimo que tienen los títulos que llegan con el sello de la editora Finji. Posicionándose como una de esas sorpresas en forma de pequeñas grandes joyas que siempre nos llegan entre grandes lanzamientos, adaptándose a todos los públicos a base de sencillez y, en última instancia, ganando puntos extra al ser esa clase de puzzle perfecto para quienes no son "muy de videojuegos" y ni siquiera tienen muy claro cómo sostener un mando.

Puzles, sencillez y arte. Todo en uno

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El buenazo de Wilmot se acaba de instalar en su nuevo hogar y básicamente no tiene nada. Bueno, además de la alfombra y la puerta hay algo que sí tiene: desde hace muy poquito se ha apuntado a una especie de club del puzzle, y eso significa que recibirá por correspondencia un nuevo paquete con nuevas piezas, lo que le vendrá de perlas para darle un extra de color y personalidad a sus paredes. Sin embargo, con cada envío llegan piezas de más que, por pura casualidad, pertenecen a los puzles que irá recibiendo más adelante. A partir de esa simple premisa podemos organizarnos como queramos.

Wilmot Works It Out no tiene márgenes de tiempo y el único desafío que se nos propone es entender la imagen que estamos haciendo. Algo que lograremos al juntar cuatro piezas cuadradas. La metodología es libre, de manera que podemos separar todas las piezas al principio, podemos intentar armar cada puzle sobre la marcha o intentar completar varios a la vez y de manera simultánea conforme vayamos recibiendo nuevos paquetes.

Eso sí, jamás te agobiarás: no recibirás nuevos envíos hasta que hayas completado al menos una ilustración primero. Las piezas de los puzles no rotan, sino que orbitan en torno a Wilmot, puedes alejar o acercar el plano para ver mejor la composición o todas las piezas que tengas repartidas por la habitación y, como comentamos, todas tienen la misma forma cuadrada. Un acierto ya que lo único de lo que tendremos que preocuparnos es de entender la imagen que estamos haciendo y colocarlas en su sitio.

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Lo único que cambia, además del dibujo, es el tamaño y el número de piezas de cada puzzle; y una vez completemos cada obra la podremos subir a la pared de nuestro salón y aparecerá nuestra amiga la cartera con otro paquete y, de propina, una pequeña historia que le dará una chispa de color extra a la experiencia. Sencillo, ¿verdad?

La otra genialidad es cómo Wilmot Works It Out sabe decirnos de manera indirecta que nos demos un respiro y saboreemos el juego sorbito a sorbito. Como comentamos, no recibiremos más paquetes hasta que hayamos resuelto al menos un puzzle de los que estamos armando, sin embargo el club del puzzle al que nos hemos apuntado ofrece colecciones que se dividen por temporadas. De modo que al completar una temporada se nos felicita, se nos dice cuánto hemos tardado y se desbloquea una nueva habitación (decorable) a la que se enviarán todas las ilustraciones terminadas.

Wilmot Works It Out es un juego pensado para quitar el estrés y disfrutar a tu ritmo

Lógicamente, el factor descubrimiento y sorpresa es algo sustancial en Wilmot Works It Out. No solo se nos revelará la ilustración que hacemos durante el propio juego, sino que no sabremos ni de cuantos puzzles consta la colección, ni la forma y cantidad de piezas que forman cada puzle. Además, pasado el ecuador, las piezas enviadas se prestan a la confusión al ofrecer colores y patrones iguales. Y no lo digo por el hecho de ser daltónico.

¿Y qué pasa cuando Wilmot Works It Out cae en manos de un daltónico?

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Te confieso que cuando empecé a jugar a Wilmot Works It Out no sabía lo mucho o poco que me iba a costar salir adelante. Como ya comenté en más de una ocasión en VidaExtra, soy daltónico y el juego de Finji carece de filtros o ayudas entre sus opciones. A efectos prácticos es un handicap frente a quienes pueden distinguir todos los colores, pero en mi caso ha sido uno bastante razonable con una grata recompensa al completar cada puzzle: la aparición de la ilustración ha sido mucho más sorprendente cuando no tienes muy claro qué estás armando tras juntar cuatro o cinco piezas.

Pese a que, como comentamos, Wilmot Works It Out organiza la llegada de puzzles como colecciones, pero no hay referencias y las temáticas varían enormemente.  Richard Hogg (cuyo trabajo hemos visto en juegos como Hohokum, Flock) ofrece obras propias de todo tipo de temáticas que van desde sueños espaciales a paseos campestres, pasando por herramientas de mil colores colocadas entre un laberinto de fantasía o divertidos animales.

Y pese a que no logro distinguir todos los colores, muchos de los patrones se han dispuesto intencionadamente para que el jugador experimente con las posibilidades y descubra, poquito a poco, si la pieza que está usando es parte del puzle que está a punto de terminar o pertenece a otro que todavía no se le ha enviado.

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Hay trazos y detalles con los que me he guiado, que conste. Líneas oscuras que coinciden con otras, manchas específicas que solo casan con una esquina de otra pieza y salvo que se trate de algo muy abstracto, hay aspectos que más o menos se logran adivinar ampliando la vista y con algo de iniciativa e imaginación. Sin embargo, también es justo decir que hubo puzzles que he disfrutado mucho más resolviendo y otros se me han hecho un poquito más cuesta arriba. Siendo totalmente justos, creo que eso le pasará a todos los jugadores.

Wilmot Works It Out no desafía a quien lo juega, sino que ha sido creado y diseñado para ser disfrutado. Y eso se nota desde el principio. No te dará más pistas que alguna señal que tintinea cuando dos piezas van juntas, pero jamás te frustrará. Y que, de vez en cuando, te diga que has acabado una colección o promueva que decores tus nuevas habitaciones al gusto es a veces una señal de que has avanzado mucho y quizás, solo quizás, podrías seguir un poquito después.

Descubrir la ilustración es mucho más sorprendente cuando no tienes muy claro qué estás armando

Porque a diferencia de Wilmot’s Warehouse, también se ha diseñado para disfrutarse sin prisas y a pequeños sorbitos. Y no te lo voy a negar: su aspecto, su música por cortesía de Eli Rainsberry y su manera de lograr que le demos la bienvenida de manera genuina a nuevas piezas acaba jugando siempre a su favor. Logrando que jamás dejemos un puzle a medias y si lo hacemos, que no sea por su dificultad.

Con todo, te alegrará saber que Finji también se ha acordado de los jugadores que vienen atraídos por el primer juego protagonizado por Wilmot: una vez completemos las siete colecciones de puzles y hayamos desbloqueado y decorado todas las habitaciones (hay logros por organizar las ilustraciones en éstos) se nos habilitará el Modo Maratón, de modo que recibiremos todas las piezas de cada puzle del juego en orden aleatorio. ¡La perdición!

Precio de Wilmot Works It Out

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El precio de Wilmot Works It Out es de 14,79 euros en Steam. Lo cual es muy amortizable al ofrecer más de 60 pequeños puzzles más el modo Maratón. El juego, además, es tanto para sistemas operativos Windows como para Mac.

Por otro lado, actualmente hay una demo gratuita de Wilmot Works It Out en Steam, siendo un aperitivo perfecto para ver un poco su propuesta de juego y desbloquear ilustraciones de Richard Hogg. Y si nos gusta lo jugado o nos interesa conocer el anterior título, tenemos el The Wilmot Bundle.

Duración de Wilmot Works It Out

Completé Wilmot Works It Out en siete horas. Bueno, siendo justos, lo que hice fue resolver todos los puzzles, desbloquear todas las habitaciones para colocarlos y habilitar el modo Maratón. La duración del juego dependerá de cada uno, pero se puede resolver perfectamente en tres tardes, abriendo la puerta a una acertada rejugabilidad con el modo adicional y, además, ofreciendo tres ranuras de guardado por si queremos que nuestras parejas, amigos o los peques de la casa tengan sus propias partidas.

Wilmot Works It Out

Wilmot Works It Out

Plataformas PC
Multijugador No
Desarrollador Hollow Ponds y Richard Hogg
Compañía Finji
Lanzamiento 23 de octubre de 2024

Lo mejor

  • Más de 60 puzzles sencillos pero tremendamente entretenidos
  • Una jugabilidad sencilla que se disfruta igual de bien con ratón y teclado que con mandos
  • Su apartado artístico minimalista y el extra de mimo suman puntos adicionales

Lo peor

  • Como te vicies lo habrás terminado en un suspiro. No son pocos puzles, pero ahora queremos más

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