Nioh lo tenía todo de cara para ser un desastre por culpa de haber sufrido un desarrollo convulso durante más de una década pasando por mano de varios estudios y modificando su estilo de juego en el proceso, pero Team Ninja supo encauzar el proyecto creando una alternativa más que notable a los Dark Souls.
Había aspectos a mejorar, por supuesto, pero contaba con su propia personalidad y una buena base sobre la que trabajar de cara a una secuela... o precuela, en este caso, porque Nioh 2 nos sitúa cien años antes de la historia de William. Pero eso es lo de menos: lo importante es que el estudio nipón ha tomado buena nota del feedback de los usuarios para crear una experiencia mucho más satisfactoria e igualmente letal, dando lugar a un producto que supera al original de 2017.
Yokais con alma de Castlevania: Aria of Sorrow
¿Por qué Nioh 2 es mejor que el primer Nioh? Son muchos los motivos, más allá de ver pulida su faceta jugable y de interfaz, pero uno de los aspectos que sobresalen claramente es la posibilidad de extraer el núcleo de cualquier Yokai, de igual modo a las almas de Castlevania: Aria of Sorrow, para desbloquear ataques adicionales (y ciertas ventajas) gastando nuestra barra de Ánima.
Si la aventura de William era ya de por sí desafiante e inmersiva, aquí contamos con un aliciente extra para sacarle todo el jugo a esta precuela, porque cada Yokai abre un abanico de posibilidades de cara a los combates. Porque no es lo mismo usar un ataque lejano que incluso puede aplicar veneno a otro contundente a corta distancia. Ni tampoco los tiempos de activación (y coste) para cada uno, vaya.
Esto no significa que no vayamos a contar con los Guardianes, porque seguirán presentes en esta aventura, sino que a estos Espíritus los podremos equipar con hasta dos habilidades extraídas de los núcleos de los Yokai. Por lo tanto, tendremos tres ataques especiales: la transformación del protagonista (que no tiene nombre ni sexo; es 100% personalizable) en base a su Guardián y los dos núcleos de Yokai, que a su vez influirán en infinidad de parámetros del primero.
Sobra decir que este proceso es tremendamente adictivo y Nioh 2 va mejorando a medida que vayamos desbloqueando más núcleos y espíritus, experimentando con todos ellos para ver cuál se amolda mejor a nuestro estilo de juego. Y también de cara a la fusión de núcleos y ver cómo mejora sensiblemente sus estadísticas.
Hay que añadir que podemos guardar distintas configuraciones para cada espíritu guardián y así no tener que andar moviendo de un lado para otro sus respectivos Yokai asociados, pero siempre respetando una variable en base al coste de cada uno. Y a medida que consigamos más núcleos de alma, más experiencia ganaremos para nuestro nivel de Cambiante, como ser mitad humano, mitad Yokai que somos, lo que derivará en múltiples mejoras pasivas a desbloquear.
En Nioh 2 hay más ayudas, pero no es benevolente
Se podría llegar a pensar que con estas habilidades potenciadas de los Yokai y del espíritu guardián, con opción a realizar un contraataque sumamente poderoso gastando un punto de Ánima contra los Yokai rivales, Nioh 2 será un paseo más asequible... pero no. Sigue siendo muy duro. Y eso que tenemos más ayudas.
Porque ahora, aparte de las tumbas benevolentes de color rojo, que antes servían para luchar contra otros jugadores caídos en combate y ganar honor, aparte de ciertos objetos extra, tendremos unas tumbas de color azul que servirán para invocar espectros de otros jugadores para que nos acompañen unos minutos.
Esto no evita que sigamos contando con la opción de invocar a otras personas (hasta un máximo de dos) para jugar realmente con nosotros, pero sin duda es un añadido interesante que demandaba el primer Nioh y que estaba asentado en los Souls. Ahora bien, estos espectros serán carne de cañón contra los jefes...
Ya sea un espectro desde una tumba o mediante invocación de un visitante desde un santuario de los Kodama, será necesario gastar cierta cantidad de copas Ochoko y éstas se obtienen, como sucedió con el primero, a base de derrotar a otros jugadores caídos en combate de mil formas, luchando contra sus espectros.
Lo bueno es que ahora desde los santuarios de los Kodama gozamos de otro tipo de ventajas para hacer más llevadera la gestión del inventario, tanto con las ofrendas como con su bazar: "vendiendo" el equipo no deseado para obtener arroz divino y usarlo para comprar cosas desde dicho bazar, como reponer las flechas.
Y pese a esta clase de facilidades, lo pasaremos crudo en ciertas situaciones, porque sigue siendo una aventura donde podemos morir en un abrir y cerrar de ojos, incluso si tenemos la temeridad de confiarnos ante un rival en apariencia débil, porque éste nos puede sorprender con un ataque a la desperada, en plan kamikaze, donde no solamente morirá él... sino nosotros de manera inevitable.
Hay cambios muy sutiles y múltiples novedades
Adentrarse en Nioh 2 es una experiencia que resulta bastante familiar, pese al inevitable proceso de aprendizaje, bien sea por haber olvidado ciertas facetas del original (estar espeso a la hora de realizar los pulsos de Ki o cambios de postura del arma empuñada), como por los cambios y añadidos de cara al apartado jugable. Porque con las habilidades extra de los Yokai ahora no alternamos de igual modo entre los dos accesos directos a los objetos, sino con dos botones.
Tampoco contamos con un parámetro para subir el poder de nuestro espíritu guardián, al depender de nuestro nivel de Cambiante (de modo independiente, sin influir en el nivel de personaje) y de sus habilidades de Yokai asociadas, siendo sustituido por el llamado "Valor". Y como este cambio, hay muchos más, siendo más práctica la gestión del inventario al no contar únicamente con la opción de bloquear algo que nos interesa, sino marcarlo como favorito para tenerlo más a mano: ideal para las bonificaciones de conjunto que aportan muchas ventajas.
Hay, por supuesto, más armas a elegir, como la Guja alternada o las Hachuelas, aparte de las que ya estaban (katanas, lanzas, tonfas, odachis, kusarigamas... y las de larga distancia, como arcos y mosquetes), teniendo cada una su propio árbol de habilidades que iremos desgranando de un modo bastante más diferente respecto al primer Nioh. Será un menú que abrumará al principio pero que, a la larga, resultará más práctico al verlo casi todo de un plumazo para cada rama.
Aquí será esencial, cómo no, no omitir los distintos entrenamientos del Dojo, puesto que nos permitirán desbloquear niveles superiores de mejora para cada una de estas armas, sin olvidar, a su vez, las relacionadas con el Ninjutsu y la magia Onmyo. Cierto es que se podría optimizar más la navegación y que se mostrase desde cada uno de esos apartados nuestro nivel de especialización actual para cada técnica sin tener que recurrir al menú desde una zona segura, fuera de una misión... Pero al menos es un avance y hay información por doquier.
De hecho, sigue siendo un pozo sin fondo en cuanto a los detalles que nos va soltando sobre humanos importantes para la historia (donde tampoco faltan seres de leyenda) y los Yokai con los que nos vamos cruzando, dando pistas sobre cómo derrotarlos a medida que los vencemos cierto número de veces. En este sentido, sigue todo igual, pero ampliado y hay mucho por hacer en su mundo.
Nioh 2 sacará el demonio que llevas en tu interior
¿Y cómo es el mundo de Nioh 2? Lo cierto es que Team Ninja se ha mantenido fiel a lo experimentado en el primero, pero bajo una mayor variedad de localizaciones, pese a que vuelva a reutilizar escenarios de cara a las misiones secundarias al regresar al mapa. Sí, vuelve a estar estructurado en misiones cerradas y bajo entornos de tamaño variable. Personalmente me hubiese gustado un mundo abierto, pero eso no deja de ser cuestión de gustos y de cara a esta precuela no me ha quedado otra que aceptarlo... aparte que hace que se distinga de los Souls.
También repiten, como es lógico, las misiones del ocaso, de mayor dificultad debido a una presencia extremadamente alta de Yokai. Algunos aparecerán, como sucedió en el primer Nioh, desde el Reino de los Yokai, con ese humillo tan característico que nos hace entrever el peligro sin saber a ciencia cierta qué Yokai se esconde ahí. Y con el añadido en esta ocasión de otras zonas con un reino más expandido que habrá que purificar derrotando a cierto Yokai de gran poder.
Sobra decir que si no tenemos controlado el pulso de Ki, lo pasaremos fatal en esta clase de situaciones, puesto que nuestra barra de Ki se consumirá de un modo inmensamente más rápido y nos harán más daño esos demonios, a su vez.
Morir será el pan de cada día, no nos engañemos. Hasta el más curtido, por muy precavido que sea, lo pasará mal en algún momento. Pero benditos momentos (y desahogos) al superar esos desafíos que creíamos imposibles al principio. En lo relativo a Nioh 2, he sentido mayor satisfacción que con el primero, tal vez porque se han pulido las facetas mejorables del anterior y la historia me ha parecido más disfrutable, dicho sea de paso. Y eso que el/la protagonista no tiene personalidad alguna, por mucho que se le bautice al poco de empezar como Hiddy. Lo curioso es que también podremos utilizar el cuerpo de William Adams en esta precuela.
Nada de esto evita que siga siendo muy reivindicable el primer Nioh, por mucho que esta nueva entrega lo haya superado en líneas generales. Y, sobre todo, es motivo de regocijo para los que amamos esta clase de retos tan duros, como Sekiro: Shadows Die Twice el año pasado. ¿Cuál es más difícil? Para mí, el de From Software, sin duda alguna, pero ambos requieren mucha paciencia y aprendizaje previo hasta sacar todo su potencial. Y Nioh 2 tiene mucho dentro.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, Team Ninja ha logrado con Nioh 2 la reivindicación total con su variante de los Souls y ese añadido tan gratificante de los núcleos de almas de los Yokai. Si ya con el primero gastamos muchas horas de nuestra vida, con esta precuela te esperan bastantes más si ansías desbloquear el 100% de este juego.
Imprescindible
Nioh 2
Plataformas | PS4 |
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Multijugador | Sí, online |
Desarrollador | Team Ninja |
Compañía | Koei Tecmo |
Lanzamiento | 13 de marzo de 2020 |
Precio | 60,90 euros |
Lo mejor
- El pique por obtener los núcleos de alma
- La enorme variedad de Yokai de su mundo
- Los cambios y mejoras respecto a Nioh
- Es letal pese a las tumbas benevolentes
Lo peor
- Que muchas secundarias reutilicen escenarios
- Morir por confiarse tontamente. ¡Eso jamás!
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