Mortal Kombat 11 es un juego redondo en cada uno de sus aspectos. Lo era de salida y un año después lo sigue siendo. Por ello, el propio planteamiento de una expansión en favor de la tradicional suma de contenidos resulta un movimiento maestro: Mortal Kombat 11 Aftermath no te da la sensación de ser el típico DLC de pago, sino que aporta a la entrega más ambiciosa y demoledora de la toda saga un nuevo episodio por derecho propio. Un segundo episodio brutal, elaborado con la ambición de una superproducción hollywoodiense.
Ed Boon y Netherrealm Studios vuelven a ser transgresores en un género que dominan y entienden como pocos, volcándose de lleno a la hora de expandir la experiencia original con elementos cuyo valor por separado está más que justificado y que, en conjunto, acaban siendo poderosos reclamos para los fans de la saga del fatality. Reteniendo y haciendo constantemente palpables la sensaciones propias de un juego de Mortal Kombat.
Porque MK11: Aftermath colma las expectativas del jugador y de todo el que quedó rendido ante la propuesta de Mortal Kombat 11 con una secuela argumental en toda regla llamada a sentar cátedra en los juegos de lucha, tres nuevos luchadores que extienden la variedad del panel de seleccionables y, de paso, añadiendo de manera gratuita una generosa ración de novedades tan elaboradas como todo lo anterior.
Mortal Kombat 11 Aftermath triunfa al dar continuidad al juego original y además alcanza algo que parecía imposible: hacer justicia al apoteósico final de su modo historia. Y lo hace relegando a los favoritos como Scorpion, Sub-Zero o el canalla de Johnny Cage a roles secundarios para darle un regreso triunfal al ladrón de almas: Shang Tsung se convierte en el motor de Aftermath y, pese a ser un villano, resulta imposible no empatizar con él y seguirle el juego.
¿Suficientes reclamos para justificar los 39,99 euros en los que está valorada esta expansión digital?
Bueno, a diferencia de otros juegos de lucha, el modo en el que está enfocada la política de post-lanzamiento de Mortal Kombat 11 hace que en ningún momento se le reste valor a lo que se ofrece en el juego base. Sin embargo, al evaluar cada nuevo contenido por separado es posible entender mejor su valor en conjunto.
Aftermath: el segundo episodio de Mortal Kombat 11 es el glorioso retorno de Shang Tsung
Como comentamos, MK 11 Aftermath ofrece una continuación directa de la historia de MK11 que, sin que pueda considerarse una secuela, establece un nuevo episodio por derecho propio en la saga del fatality. Tendiendo lazos entre los últimos kombatientes lanzados y los acontecimientos principales del juego para, finalmente, hacer avanzar la propia línea temporal de la saga con acontecimientos relevantes.
Una historia cinematográfica colmada de batallas cuya duración no iguala la que ahora podemos considerar como la primera parte, y tampoco lo necesita. Es más, Netherrealm logra que sus acontecimientos sean todavía más apoteósicos.
Siendo más concisos, el episodio Aftermath iguala en ambición al primero, lo cual ya es un desafío, y pese a que hay un menor número de historias y puntos de vista, en la práctica son mucho más amplios y ambiciosos. Eso sí, completar el episodio 1 de Mortal Kombat 11 antes de lanzarse con esta nueva sucesión de acontecimientos es un trámite prácticamente obligado.
(Spoilers de la historia original de MK11)
Como ocurre con algunas de las mejores secuelas cinematográficas, el episodio Aftermath arranca justo en el momento en el que concluye primera parte. Tras el ascenso de Lord Liu Kang a Dios del Fuego y el Trueno y la derrota de Kronika en el confín de los tiempos, su primer cometido pasa a ser restaurar la historia a través del Reloj del Tiempo de la titán.
Sin embargo, incluso con su estatus de divinidad y Guardián del Tiempo, Lord Liu Kang se ve obligado a desistir: el cristal del que está hecho el mecanismo ha empezado a fracturarse. Seguir manipulando el reloj podría acabar rompiendo la propia realidad.
Por suerte, el final de Kronika supuso la liberación de tres seres extraordinarios que habían sido exiliados.
A la espalda de Lord Liu Kang emerge un portal envuelto en llamas del que poco a poco surgen tres siluetas: el guardián de los Matoka conocido como Nightwolf, el honorable Dios del Viento Fujin y, presidiendo esta singular comitiva, el taimado hechicero Shang Tsung. Quien, por cierto, regresa con un elaborado plan para devolver la historia a su curso.
Si bien el Reloj del tiempo sirve para alterar el curso de la historia y el devenir de los acontecimientos, la única manera de controlarlo sin que acabe rompiéndose es a través de la Corona de Kronika. Un artefacto con el que Shang Tsung está muy familiarizado y que, para sorpresa de todos los presentes, está dispuesto a recuperar para entregárselo a Liu kang.
Lógicamente, nadie confía en el Ladrón de Almas, pero son conscientes de que es la única posibilidad para restaurar la historia sin ponerla en peligro, con lo que Shang Tsung es enviado a los acontecimientos previos a que Kronika completase su corona. Un viaje temporal al que se unen Nightwolf y Fujin en calidad de protectores y como apoyo, pero también con el propósito de adelantarse a cualquier traición por parte del hechicero.
Porque Shang Tsung es tan impredecible que incluso su retorcido plan puede salir bien, pero hay una cosa que Liu Kang y los demás tienen clara: el hechicero no da puntada sin hilo.
El episodio Aftermath supone en cierto modo un lienzo en blanco que parte desde el épico final de Mortal Kombat 11 y, poco a poco, va ganando otros matices. Primero, ofreciéndonos una sucesión de historias paralelas al primer episodio en la que kombatientes ausentes o que tuvieron un papel menor reaparecen y reclaman un nuevo y merecido protagonismo.
Es más, este nuevo episodio está completamente centrado en los personajes de post-lanzamiento, de modo que los kombatientes incluidos en el Kombat Pack 1 como los recién llegados Sheeva y Fujin recibirán la luz del foco principal -y desplegarán sus personalidades- en una historia cuya epicidad y escala se va intensificando de manera gradual.
Una trama en la que Netherrealm juega con maestría con las posibilidades que supone mover piezas clave de los acontecimientos principales y, finalmente, resuelve el conjunto de sucesos en una frenética espiral caos y violencia en la que no faltarán las sorpresas y los momentos álgidos; convergiendo poco a poco en un emocionante clímax que colmará las expectativas del jugador y volará la cabeza del fan de la saga Mortal Kombat.
Como comentamos, la historia del episodio Aftermath de Mortal Kombat 11 se ha producido a una escala comparable a la de una producción cinematográfica, ofreciendo momentos y tramas propios de un Blockbuster Made in Hollywood, pero sin renunciar a la barbarie de la saga del fatalitie y esos fugaces momentos propios de las películas de artes marciales orientales que sirven de antesala a los combates que deberemos librar nosotros.
Mención muy especial a la actuación de Cary-Hiroyuki Tagawa como Shang Tsung, quien ya hizo ese mismo papel en el filme de 1995, quien no solo es el artífice e impulsor de toda la trama de Aftermath, sino que lleva sobre su hombro la enorme carga de superar la trama original mientras las superestrellas de la saga libran sus propias batallas.
Ganando peso y protagonismo conforme evoluciona la propia historia hasta reclamar merecidamente rol principal y toda la atención -y fascinación- del jugador.
Lógicamente, los personajes como Joker, Spawn o Terminator no forman parte de la trama. Lo cual no quita que sigan estando perfectamente integrados en la saga del fatality en el resto de modos a través un diseño y un estilo de combate creado a medida para Mortal Kombat e ingeniosos chascarrillos introductorios con todos los kombatientes. Y lo mismo se puede decir de RoboCop.
Tres nuevos kombatientes se suman al festival de ultraviolencia
Si bien la mayoría de los personajes del Kombat Pack 1 tienen su oportunidad de brillar en la historia cinematográfica de Aftermath, Netherrealm Studios aprovecha para sumar dos nuevos kombatientes que tienen un rol fundamental en la trama del nuevo episodio. Y, a diferencia de los tradicionales Pases de luchadores, al menos de momento, solo se pueden obtener a través de la propia expansión.
¿Acierto o error? el hecho de que no se vendan por separado es un reclamo y le da un valor añadido al conjunto de la experiencia Aftermath. Y, siendo justos, Fujin, Sheeva y RoboCop amplían la variedad de los luchadores anteriores a la vez que aportan matices muy interesantes por separado a nivel de juego.
Sheeva, una bestia que ha ganado presencia y brutalidad desde Mortal Kombat 3
La reina Sheeva adquiere un rol mayor en MK 11 Aftermath tras su breve aparición en el primer episodio, mostrando el lado más noble de la raza de los Shokan mientras busca la redención por los acontecimientos de las entregas anteriores. Así, movida por el código de honor frente a la casa real del Mundo Exterior, acabará teniendo un rol clave de cara a los planes de Fujin, Nightwolf y Shang Tsung.
Y pese a que forma parte de la realeza, no dudará en manchar sus cuatro manos y sus dos pies de sangre.
Netherrealm ha estado muy fina a la hora de reimaginar a Sheeva: por el lado de lo jugable lado, los movimientos clásicos con los que debutó en Mortal Kombat 3 dicen presente adaptándose al estilo de juego de esta entrega, de modo que sus brutales pisotones (Caída del dragón) o sus proyectiles (Llama shokan) siguen siendo recursos esenciales que incluso podremos potenciar o usar para despistar a nuestro adversario.
Eso sí, la shokan de cuatro brazos depende mucho menos de estos en Mortal Kombat 11, con lo que se puede permitir guardarlos a modo de remate para intentar estrategias más agresivas.
La reina de los Shokan cumple dos roles principales: por un lado es una grappler (especializada en agarres) capaz de anular iniciativas en las distancias cortas mientras vacía las barras de salud. Por otro, también dispone de ataques de largo alcance, como Patada de Kuatan o Pisotón Shokan, que amedrentan a quienes prefieran guardar las distancias.
En lo jugable, Sheeva es una luchadora pesada con estupendos trucos de movilidad, golpes secos y agarres capaces de someter sin concesiones al enemigo. Además, cuenta con un escudo de guerra con el que no solo pulveriza a sus víctimas a base de golpes, sino que atravesará su carne en los movimientos cinemáticos.
Fujin, rápido como el viento, tiene lo necesario para dominar la batalla desde el minuto uno
Tras estar confinado por la propia Kronika durante los acontecimientos de Mortal Kombat 11, Fujin reaparece en el momento más oportuno con el propósito de ayudar a restaurar la historia. Su cometido: además de recuperar la corona de la titán, deberá vigilar muy de cerca al Ladrón de Almas Shang Tsung, el cual parece sospechosamente dispuesto a colaborar con Lord Liu Kang y Raiden.
En lo jugable se puede decir que los casi 15 años en los que Fujin ha estado apartado de la saga le han sentado de maravilla: el Dios del Viento ofrece ataques muy rápidos y versátiles a cualquier distancia e incluso es capaz de aprovechar los despistes del enemigo para manipular su posición y someterlo a una ráfaga de ataques certeros.
El estilo de Fujin es sencillo de entender aunque complicado de dominar. Sacar todo el partido a su capacidad de controlar las ráfagas de viento en los combates online requerirá que pasemos por una curiosa etapa de ensayo y error que a la larga compensará nuestros progresos y nos dará ventaja. Además, cuenta movimientos aéreos que nos permitirán sacar partido de todo el escenario.
Mención muy especial a su Tiro de ballesta, un proyectil rapidísimo que podremos disparar en cualquier dirección e incluso potenciar para aumentar la cantidad de disparos frontales, altos o bajos a cambio de todo su indicador de ataque. Una manera excepcional de condicionar la movilidad de nuestro rival o retenerlo dónde queramos.
RoboCop, un luchador “tipo tanque” con un arsenal demoledor
A sus 72 años, Peter Weller retoma el papel de RoboCop para Mortal Kombat prestando su voz y aspecto al personaje que conocimos en la gran pantalla. Y Netherrealm ha hecho las tareas en lo visual y lo jugable: más allá de la enorme fidelidad con la saga cinematográfica, le ha dado estupendos recursos para que su brutal manera de repartir la ley y la justicia estén a tono con la visceralidad de la saga.
Si bien este RoboCop gana cuenta con bastante más agilidad que su contrapunto peliculero, lo cierto es que su icónica movilidad robótica sigue estando presente. Para lo bueno y para lo no tan bueno. Eso sí, Ed Boon y su equipo han sabido sacar partido de esto añadiendo más arsenal a su cuerpo de cyborg y convirtiendo su Escudo Antidisturbios en una ingeniosa manera de anular y sacar ventaja de las iniciativas de sus enemigos.
Pese a que RoboCop tiene movimientos de bloqueo y golpes realmente rotundos, donde se encuentra más cómodo es en la larga distancia. Su Auto-9 recto (el cual puede potenciar o usar como ataque antiaéreo) se convierte en su mejor herramienta a la hora de mantener las distancias y, desde ahí, desplegar la artillería pesada cómodamente.
Merece la pena destacar que, como ocurre con Terminator, Netherrealm ha recreado el esqueleto y cuerpo metálico de RoboCop de cara recibir a los ataques más viscerales e incluso los Fatalities.
Además, sus encuentros con el T-800 (con la imagen de Schwarzenegger) no solo hacen referencia a la trayectoria en común de estos dos seres con esqueleto de metal, también son un verdadero espectáculo en pantalla a los que le sienta de maravilla el estilo de combate de Mortal Kombat.
Más finishers, más escenarios, más Torres... ¡más Mortal Kombat para todos!
Aprovechando el lanzamiento de Mortal Kombat 11: Aftermath, Netherrealm ha lanzado una gran actualización para todos los usuarios del juego que no solo afianza la experiencia y toma nota de lo aprendido durante este año en el que el juego ha estado en la calle, sino que suma novedades realmente interesantes.
Sería injusto decir que Mortal Kombat 11 no ha recibido más contenidos desde su lanzamiento. La llegada del Kompetitivo y el sistema Clasificatorio fueron un profundo empujón de cara a la ya de por si generosa experiencia online. Sobre todo, ahora que también existe juego cruzado entre plataformas de juego.
Por otro lado, y como es de esperar, nuevos eventos han comenzado a repartirse a lo largo del juego. Desde la Kripta hasta las Torres del Tiempo, afianzando todavía más una rejugabilidad sin límites ni mesura y las más que abundantes excusas para dejarse los nudillos con los kombatientes. Sobre todo, ahora que todos han sido balanceados para que la experiencia sea más justa y, de paso, han sumado nuevos Brutalities con los que dar un final apoteósico a cada batalla.
Eso sí, con la llegada de la actualización que acompañó a Aftermath no todos los finales tienen que acabar en sangre: los clásicos Friendsiphs están de vuelta desatando ese humor sutil pero latente que reside en cada personaje de la saga Mortal kombat, dejando totalmente de lado la visceralidad para presentarnos el lado más alegre y desenfadado de personajes como Scorpion, Noob Saibot e incluso la propia Sonya Blade.
A nivel más competitivo, los luchadores de todas las versiones de Mortal Kombat 11 también reciben el movimiento Breakaway, un sistema con el que podremos romper la cadena de combo aéreo de un adversario al coste de toda nuestra barra de defensa a través de un oportuno giro en el aire con factor de armadura que, de paso, resetea el escalado de daño.
Este movimiento Breakaway puede parecer una adición sutil, pero se trata de una herramienta muy útil en los combates online que, por cierto, también se ha añadido junto con la mayoría de novedades técnicas a los tutoriales y sistemas de entrenamiento del juego, haciendo relucir todavía más unas mecánicas de juego sensacionales.
Eso sí, además de ajustes y nuevos movimientos para todos, también hay más contenidos gratuitos: la cantidad de escenarios aumenta y ganan más protagonismo. Por un lado, se han añadido cuatro localizaciones más a Mortal Kombat 11:
- La Fortaleza de Kronika, la cual hace su debut en el episodio Aftermath y que estará disponible para todos.
- La Cámara de las Almas, un escenario clásico de reposo y meditación para los kombatientes.
- La Charca de los Muertos, también originario de las primeras entregas cuyos fosos llenos de ácido nos invitan a mirar dónde pisamos.
- El RetroKade, un escenario completamente original que lleva los combates a un salón recreativo en el que se proyectan imágenes de varios escenarios klásicos pixelados. Un brillante guiño a los fans de la vieja escuela.
Finalmente, los fatalities de escenario también han vuelto, poniendo el broche a la muy generosa cantidad de finishers introducidos en la actualización a la vez que se nos ofrece sentenciar a nuestros enemigos vencidos en los escenarios de la Arena de Torneo, el templo Shaolín y la recién estrenada La Charca de los Muertos.
Vistos en conjunto, la actualización que acompaña Aftermath viene colmada de reclamos para que retomemos nuestras partidas y nos dediquemos a regar el suelo de sangre y vísceras. Sobre todo, cuando los tres nuevos personajes cuentan con sus propias Torres del tiempo para que los podamos poner a prueba libremente -aunque por tiempo limitado- antes de hacernos con la expansión.
Y, a la vez, hacen todavía más imprescindible un Mortal Kombat 11 consagrado como el mejor juego de lucha de 2019. Sobre todo cuando es posible adquirir a día de hoy un lote con todos los contenidos (MK11, el Kombat Pack 1 y la expansión Aftermath) a precio de novedad.
La opinión de VidaExtra
Un año después, Ed Boon y Netherrealm vuelven a sentar cátedra en el género de la lucha afianzando los puntos fuertes de su saga estrella. Ofreciendo un nuevo episodio a una historia que ya era digna de alabanzas y que, en conjunto, ahora es todavía mejor.
Pero también puliendo y amplificando la experiencia jugable para todos los jugadores sin desviarse un ápice de lo que todos tenemos interiorizado como experiencia Mortal Kombat: es salvaje en lo jugable, brutal en aspecto y presentación y explícito a más no poder en lo relativo a la violencia.
El argumento del episodio Aftermath da continuidad al visto en Mortal Kombat 11 y, como comentamos, el despliegue hecho para darle forma es de proporciones hollywoodienses: todos los ingredientes para una superproducción cinematográfica están ahí. Y pese a que ofrece una duración equivalente a la de varias películas, la intensidad de su trama y el tratamiento de sus personajes no se diluyen entre combates o se ven comprometidos, sino que salen reforzados.
Por supuesto, en lo referente a los trajes y aspectos alternativos irás más que servido: si bien el Kombat Pack 1 y la expansión Aftermath recompensan al jugador con conjuntos exclusivos, solo por jugar a los diferentes modos, avanzar en las historias, completar torres o pasearte por la kripta recibirás toneladas de aspectos, colores y complementos con los que hacer que tu luchador favorito, además, sea único. Es más, Netherrealm ha aprovechado la actualización para añadir muchos más elementos estéticos.
A lo que hay que sumar uno de los máximos aciertos de Mortal Kombat 11: más allá de la presentación, podrás crear variantes de cada personaje al gusto eligiendo el estilo de combate, sus movimientos especiales e incluso sus cinemáticas de entrada y despedida. ¡Una locura!
Si compraste Mortal Kombat 11 en su día no vas a tener la sensación de que Aftermath es contenido recortado o que podían haber puesto en el original. Es una nueva etapa de la ya de por sí brutal saga del fatality cuyas proporciones y eventos son dignas de una secuela. Una segunda parte que asienta más y mejor a los personajes de post-lanzamiento en la experiencia. Y que se nos ofrezca a modo de expansión es un acierto total: no solo hace que retengamos nuestros progresos sino que busca aumentar la comunidad de jugadores en lugar de fraccionarla. Chapeau, Netherrealm.
Mortal Kombat 11 es el mejor juego de la saga y uno de los mejores títulos de lucha de la pasada década, dando lecciones a otras sagas asentadas y siendo referente de las que están por llegar. Un ejemplo de cómo enfocar los nuevos contenidos para que resulten atractivos. Y Mortal Kombat Aftermath es la culminación definitiva de esa idea, coronando todavía más una entrega absolutamente imprescindible.
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