Batirse con un Magnamalo, el monstruo insignia de Monster Hunter Rise, es toda una espiral de emociones. El Wyvern malicioso de rasgos y maneras de gran felino es capaz de sacar lo mejor y lo peor del propio jugador. Pone a prueba su destreza y su capacidad de adaptarse a las peores circunstancias. Vencerlo, además, es toda una experiencia.
La primera vez que abates al poderoso Magnamalo, el cuerpo te pide un par de minutos. Por muy buenas que sean tus armas, el duelo es extremadamente intenso. Y cuando ya has experimentado plenamente la sensación de logro, el impulso natural se manifiesta solo: pasarte por la forja, ver que puedes hacer con las piezas obtenidas, regresar a la sala de reunión y ponerlas a prueba contra el bicho más grande que haya. Echar la penúltima partida. Siempre la penúltima.
De manera oficial, Monster Hunter Rise se posiciona como el mejor juego jamás lanzado por Capcom en Nintendo Switch. Y, en el proceso, como un RPG de Acción absolutamente imbatible: espectacular en presentación, sobresaliente en contenidos y, lo más importante: 100% Monter Hunter.
Heredando lo mejor de los clásicos de la saga de culto, todos los aciertos de Monster Hunter World y, en el proceso, dando un paso de gigante en lo jugable a través de nuevos sistemas de movilidad que le sientan de maravilla al conjunto.
Afianzando más y mejor el Nuevo Mundo que conocimos -y nos fascinó- en Xbox y PlayStation y, en el proceso, llevándonos a nuevos terrenos. En concreto, a los alrededores de la exótica Kamura. Una pequeña aldea muy inspirada en el Japón feudal -con grandes tintes de fantasía por aquí y por allá- cuyos acogedores lugareños se preparan para un evento catastrófico: el inminente ataque de hordas de monstruos conocido como el Frenesí.
Porque si hay algo que la saga Monster Hunter hace de maravilla es transmitir la sensación de que siempre hay algo interesante que descubrir, una misión u objetivo que hacer o alguna mejora, armadura o arma que poner a prueba. Y, en este aspecto, las posibilidades portátiles de Nintendo Switch brillan con luz propia. Sobre todo, cuando -como verás- el juego luce brutal incluso fuera del Dock de la consola.
Monster Hunter Rise, la evolución de una saga de culto en Nintendo Switch
Monster Hunter Rise no es una versión a medida de Monster Hunter World y mucho menos una entrega menor. Es el siguiente paso en la línea evolutiva de la saga más potente de Capcom, una licencia considerada de culto en Japón y la siguiente incursión en un Nuevo Mundo, la quinta generación de la saga, con el peso y la responsabilidad de satisfacer las expectativas de 16 millones de cazadores. Expectativas, por cierto, que MH Rise no tarda en exceder.
Un logro que Capcom obtiene a base de reforzar su fórmula, tomar nota de lo que gustó en las entregas más recientes y, en el proceso, llevar a la Nintendo Switch a su límite como sistema. Un hito que reposa en tres pilares fuertemente cimentados:
- Por un lado, siendo reverencialmente fiel a las entregas clásicas. Teniendo muy presentes a quienes se curtieron con las primeras incursiones de la saga y encontraron en Monster Hunter Generations Ultimate la experiencia que les encandiló.
- Ahora bien, aquellos que vengan de Monster Hunter World se sentirán como en casa. Además de los ajustes jugables, MH Rise introduce áreas completamente originales y renueva viejos mapas de modo que las zonas ya no están interconectadas, sino que se exploran como un único escenario de enormes proporciones. Tanto en tamaño como en verticalidad.
- Y, sin embargo, Monster Hunter Rise es también un rotundo paso al frente en la jugabilidad. Si bien, estamos todos de acuerdo en que la ausencia de un segundo stick limitó el desarrollo de la saga en las portátiles de Nintendo, la temática del Japón feudal sirve para introducir nuevas opciones de movilidad “ninja” que agilizan magistralmente los desplazamientos y, en el proceso, le sientan de escándalo a los combates.
Porque, desde la primera partida, Monster Hunter Rise no se siente como una extensión del Nuevo Mundo que conocimos en Monster Hunter World, sino como una nueva entrega en cada aspecto, que se abre todavía más a los nuevos jugadores y, en el proceso, asienta lo aprendido e innova con valentía y acierto de cara a los que llegan de entregas anteriores con nuevas acciones de caza.
Una de estas claves con las que se intensifica enormemente la movilidad y las habilidades de caza es el cordóptero, un hilo que podremos desplegar en cualquier dirección, de manera algo similar a la telaraña de Spider-Man o el equipo de Equipo de Maniobras Tridimensionales de Ataque a los Titanes. Incluso podremos usarlos para domar bestias.
Podremos ejecutar sprints, balancearnos en el aire, acceder a puntos muy elevados, hacer escapadas fugaces y, en combate, acceder a nuevos y brutales movimientos para cada arma que, además podremos equipar o intercambiar. Acentuando más y mejor una de las claves del juego: incentivar constantemente que experimentemos mientras encontramos nuestro estilo.
Por otro lado, además de los los camaradas Felyne, en Monster Hunter Rise hacen aparición los camaradas Canyne, los cuales no solo prestan apoyo en combate sino que nos sirven de monturas, agilizando los rastreos y la exploración, simplificando los combates menores y, haciendo que las persecuciones sean más intensas. Por no hablar, claro, de la ventaja que supone llegar al monstruo a batir sin estar con la barra de resistencia en mínimos.
Como es de esperar, las nuevas técnicas de movilidad y la herencia de un mismo gran escenario sin zonas separadas de Monster Hunter World también afecta al diseño de biomas. Si bien, sería muy injusto equiparar el nivel de detalle y la calidad de los acabados con los vistos en Xbox y PlayStation, éstos se benefician de una formidable verticalidad y se prestan más y mejor a la exploración.
Y lo mejor de todo: Monster Hunter Rise es toda una alegría visual en Switch, tanto si jugamos en un televisor como si jugamos en portátil.
Detalle Monster Hunter Rise en modo televisor
Detalle Monster Hunter Rise en modo portátil
De partida, todas y cada una de las capturas que verás a lo largo de este análisis las hemos tomado nosotros. Una muestra de cómo Capcom y el RE Engine (el mismo que usa actualmente la saga Resident Evil) se adaptan al hardware Nintendero.
Pero más allá de los acabados, a la hora de encontrar diferencias entre la versión de televisor y jugar portátil -la única alternativa de juego en Switch Lite- podemos encontrar una bajada de resolución que, de ningún modo, afea el logro visual.
Como añadido, Monster Hunter Rise cuenta con una especie de modo fotografía: nuestro protagonista podrá tomar fotos que guardará en el juego e incluso podremos conservar en el carrete de Switch. Incluso dispone de una generosa serie de gestos.
Aunque donde Capcom se lleva la palma es en la propia aldea. Un lugar que irradia vida y color y, en el proceso, se presta a fantásticas fotografías.
Como dato curioso, si sacamos fotografías a los Monstruos podremos usarlas para complementar el bestiario del juego. Lo cual es un enorme detalle. Eso sí, regresando a los acabados, se nota que en Capcom han puesto un mimo muy especial en cada pedacito de mapeado de Monster Hunter Rise.
De hecho, cada bioma no solo tiene un acabado excepcional que habla por sí mismo si nos aproximamos a los puntos más elevados, sino que manifiesta su vida mostrando desde la distancia los comportamientos de los Grandes Monstruos del juego. A fin de cuentas, es algo esencial de cara a las inevitables persecuciones.
¿Y qué ocurre con respecto a las texturas y los modelados? Podemos decir que Capcom y su motor se han adaptado de maravilla a los límites de Switch, encontrando la redención total frente a lo visto en Monster Hunter Generations Ultimate (y sus acabados que evidenciaban su procedencia de 3DS) aunque, lógicamente, no se alcanza el grado de detalle de MH World en Xbox Series X.
Y, sin embargo, más allá de su espectacular presentación, también destaca que durante nuestras partidas no hemos experimentado ni bajadas de rendimiento ni problemas que nos saquen de la partida. Monster Hunter Rise no llega a los 60 fps, pero va como tiene que ir: estable y suave como la seda, pese al glorioso nivel de detalle de los monstruos y las nuevas opciones de movilidad.
Capcom no se ha limitado a hacer las tareas, sino que se ha propuesto elevar su propio listón desde Nintendo Switch. Eso sí, también se ha atrevido a proponer interesantes novedades aprovechando el nuevo contexto argumental sobre el que gira la propia experiencia: el Frenesí.
Más allá de la caza: ¡el glorioso contraataque de Kamura!
Monster Hunter Rise busca ser el nuevo abanderado de la propia saga, y Capcom sabe que para lograrlo no basta con incorporar acertadas novedades en lo jugable. Así, la aldea de Kamura no solo es el punto de partida de nuestras incursiones y forjaremos armas; sino que sus muros son un brutal campo de batalla.
La trama argumental de Monster Hunter Rise nos sitúa ante el resurgir de una catástrofe: hace medio siglo, un fenómeno conocido como el Frenesí propició que oleadas de grandes monstruos arrasasen Kamura, propiciando el caos y la destrucción. Hoy vuelve a asomar esa calamidad, pero los aldeanos están preparados para combatirla.
Además de las misiones de progreso de aldea, las incursiones y las misiones de la sala de reunión, Monster Hunter Rise incorpora las misiones de Frenesí. Una prueba de supervivencia con tintes de Tower Defense en la que deberemos defender los muros de la aldea de hordas de criaturas de gran tonelaje mientras posicionamos instalaciones como torretas y trampas. Un verdadero festival de la destrucción.
Durante el proceso podremos accionar trampas, colocar armas automáticas e incluso tomar el control de poderosas torretas. Incluso podremos invitar a que otros guerreros de la aldea tomen parte en la inminente masacre.
Lógicamente, también podremos usar en estas misiones una de las novedades implementadas de Monster Hunter Rise: la monta de wyverns. Usando los cordópteros podremos domar y atacar a lomos de criaturas salvajes. Y pese a que la jugabilidad de la monta de wyverns no está a la altura del resto de juego, el daño que podremos causar es atroz.
Al final todo suma, y en Monster Hunter Rise todos nuestros progresos y materiales obtenidos nos valdrán para mejorar nuestras armas, nuestras armaduras y las de los camaradas. De hecho, y como en entregas anteriores, la mejora del equipamiento pasará a ser nuestra prioridad, invitándonos de manera cada vez más directa a iniciar partidas con tal de obtener un determinado material que solo se puede obtener de una criatura.
Por su parte, existe una historia avanza a nuestro propio ritmo. Accediendo a las misiones de aldea veremos como se despliega una trama que gira en torno al propio Frenesí, a las líneas de defensa de la aldea y a un coloso que se nutre del mal que se genera durante el mismo: el brutal Wyvern de Colmillo Magnamalo.
Nos deberemos medir con él tarde o temprano, desde luego. Pero, como es lógico, y como cualquier ARPG, poco a poco veremos que nuestros avances quedan supeditados a nuestras estadísticas y las cifras del equipamiento que llevamos. Por suerte, y como ya dijimos, en Monster Hunter Rise siempre hay montones de misiones y actividades que hacer y motivos para mejorar.
Y no solo eso, Capcom ha integrado una nueva sala de entrenamiento en la que no solo podremos dominar cada arma del juego, que son una barbaridad y muy variadas, sino que además se nos invitará a experimentar con las posibilidades de los cordópteros. Un acierto total.
Por supuesto, el multijugador es una parte esencial de la propia experiencia. Monster Hunter Rise ofrece a través de sus accesos rápidos opciones de Chat, emojis y sistemas de comunicación. Y lo mejor de todo es el modo en el que están implementados los puntos de acceso. Como es natural, cazar entre varios es todavía mejor y más divertido y genera un mayor adicción a una experiencia que ya es de diez.
La opinión de VidaExtra
Monster Hunter Rise es un vendeconsolas por méritos propios y, lo mejor de todo: uno de los mejores títulos del catálogo de Nintendo Switch. No solo por tratarse de una fórmula de RPG de acción fraguada durante décadas y perfeccionada con nuevas aportaciones muy acertadas, sino por su manera de alcanzar la excelencia como juego.
Su presentación o su soberbia jugabilidad son medidas cuantificables del gran hito logrado por Capcom en Monster Hunter Rise, desde luego, pero la manera de calar en el jugador es un tema aparte. De cómo el juego te invita constantemente enganchar una partida con la siguiente. Recompensando cada logro. Desafiándote un poquito más con cada derrota. Atrapándote, en el mejor de los sentidos, con cada hito.
Parte de este mérito proviene de la presencia de sus monstruos. Espectaculares, épicos y peleones hasta el final. Enfrentarte a ellos es una experiencia tan intensa como sensacional. Incluso ver colisionar a dos o más de ellos desde la distancia es todo un espectáculo. Y compartir partidas en local o en online amplifica esas sensaciones.
Hay aspectos que quizás merecían haberse plasmado con algo más de ambición. El Frenesí es un espectáculo, desde luego, pero como norma general, y salvo los tramos implicados en la historia, se siente más un submodo que un mega evento. Y el control de las domas de wyverns quizás se podría haber mejorado un poquito más.
Y pese a que el diseño de Switch es ergonómico en los juegos de plataformas , los Joy Cons van a sufrir una barbaridad en los momentos de máxima tensión. En los combates más desesperados. Pero, claro, ahí Monster Hunter Rise no puede hacer nada.
Y, sin embargo, las sensaciones de Monster Hunter Rise no pueden ser más positivas. La movilidad y los camaradas Canyes le dan nuevos y acertados matices al conjunto que deben permanecer en las entregas venideras. Y el Magnamalo es una de esas bestias insignia llamados a dejar un potente calado en la saga.
Monster Hunter Rise es todo lo que se espera de una saga considerada de culto y todavía más. Capcom se regodea llevando a la Switch a sus límites con una propuesta de RPG de acción que se impone como una cita obligada para los fans de Monster Hunter repartidos por todo el mundo. Posicionándolo preferentemente sobre las anteriores entregas. Porque, sobre todo lo anterior, Monster Hunter Rise es la epicidad hecha videojuego.
Monster Hunter Rise
Imprescindible
Monster Hunter Rise
Plataformas | Nintendo Switch. Próximamente PC |
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Multijugador | Sí |
Desarrollador | Capcom |
Compañía | Capcom |
Lanzamiento | 26 de marzo de 2021 |
Precio | 49,90 euros |
Lo mejor
- Una experiencia de acción y rol magistral
- Visualmente es espectacular: los monstruos son épicos y los escenarios ricos en profundidad
- Las novedades de movilidad son el futuro de la saga
- Toneladas de horas de juego que se disfrutan más en compañía
Lo peor
- Pese a que se disfruta de maravilla en portátil, tus Joy Con van a sufrir de lo lindo
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