Análisis de Mario + Rabbids Sparks of Hope, la extravagante y simpática mezcla de universos que necesitaba una secuela así de fabulosa

El quinto año de Nintendo Switch está siendo todo un auténtico festival de juegazos que van llegando todos los meses. La recta final de 2022 no se presenta mucho peor en absoluto, porque ahí tenemos a Bayonetta 3 a la vuelta de la esquina junto con Pokémon Escarlata y Púrpura, pero antes de todos ellos se lanzará Mario + Rabbids Sparks of Hope.

La combinación de universos de los personajes del Reino Champiñón junto con los Rabbids formó un combo excelente con Mario + Rabbids Kingdom Battle, así que Ubisoft ha vuelto a la carga cinco años después con una nueva aventura en la que ha decidido juntar una vez más a todos estos personajes para dejarnos con un fantástico título de estrategia.

El mes pasado os contamos qué nos pareció tras probarlo durante unas cuantas horas y ahora ha llegado el momento de ofreceros nuestro veredicto final en el análisis que hemos preparado acerca de esta secuela que será publicada en la consola de Nintendo.

Un viaje estelar para eliminar la ascoridad de Cursa

La trama de esta continuación transcurre después de los acontecimientos del título original. Mario, los Rabbids y compañía están disfrutando de un merecido descanso en el Castillo de la Princesa Peach, pero los problemas no tardan en volver a perturbar su tranquilidad cuando entra en escena Cursa, una misteriosa y malvada entidad que planea apoderarse del universo.

Su plan consiste en llenar a los planetas de ascoridad, una especie de sustancia maligna que infecta a los entornos y provoca que todo se vuelva más caótico. Para lograrlo necesita reunir toda la energía que pueda de los Sparks, unas criaturas que vienen a ser una fusión de los Destellos de Super Mario Galaxy con los Rabbids, así que nuestro grupo de héroes deberá evitar a toda costa que eso suceda.

Su misión consistirá en ir de planeta en planeta eliminando la ascoridad y de paso rescatar a todos los Sparks que puedan para así frustrar los maquiavélicos planes de Cursa y hacer que todo vuelva a la normalidad. Por el camino tocará visitar lugares totalmente diferentes, con zonas con sus propias temáticas y que se caracterizarán por presentar sus propios desafíos.

De hecho, aunque luego entraré más en detalles en este apartado, hay que decir que los mundos son descomunales y resulta muy fácil perderse en ellos por las dimensiones con las que cuentan. Lo bueno es que en esta ocasión no resultan tan lineales y nos permiten una mayor libertad a la hora de explorarlos, pasando por playas en las que cae un diluvio, palacios, cavernas, montañas heladas, bosques mágicos, etc.

Por otro lado, en la plantilla de personajes nos encontramos con cambios respecto a la anterior aventura, porque en este caso ni Yoshi ni Rabbid Yoshi están presentes. En cambio, en su lugar han sido sustituidos por nuevos aliados, entre ellos el mismísimo Bowser y un Rabbid inédito hasta la fecha llamado Edge. Aun así, lo que no cambia es el sentido del humor y la simpatía que desprende el juego desde el primer minuto.

Si bien habrá momentos emocionantes y cinemáticas de lo más espectaculares, el peculiar comportamiento de los Rabbids nos hará esbozar una sonrisa en multitud de ocasiones. Eso también se aplica con las animaciones y con los enemigos tan extraños que nos iremos encontrando, entre los que habrá algunos extraídos directamente del Reino Champiñón y otros fusionados con los Rabbids.

Además, no hay de qué preocuparse si a alguno se le atraganta demasiado la partida, porque existen tres niveles de dificultad que afectan a la fuerza de los enemigos y a la curación que reciben los héroes. En cualquier caso, también es posible decantarse por un modo invencibilidad por si hay alguien que prefiera centrarse en la historia y la exploración, aunque en el nivel intermedio la curva de dificultad está bien equilibrada e incluso mejor que en la anterior entrega.

Libertad y personalización al máximo en unos combates de lo más estratégicos

Entrando más en detalles acerca de la jugabilidad nos encontramos con unas mecánicas similares en comparación con las de su predecesor. Sin embargo, eso no quiere decir que no se hayan introducido novedades, porque lo cierto es que hay las suficientes para que las batallas que hay que librar se sientan completamente diferentes y con más toques de estrategia que nunca.

Una vez más se nota que están inspiradas en XCOM y otros juegos de estrategia por turnos, porque a los personajes les deberemos de mover por el escenario para que apunten y disparen o machaquen cuerpo a cuerpo a sus adversarios, a la vez que hay que buscar siempre la mejor cobertura para que no nos hagan morder el polvo en un santiamén. Por eso mismo, el escenario juega un papel tan importante y ahora nos ofrece más libertad.

Para conseguir esto último se han eliminado por completo las casillas en las que se dividía el terreno y ahora los personajes disponen de una cierta cantidad de metros para desplazarse en cualquier dirección que deseen. Por lo tanto, esto mismo implica que no habrá movimientos erróneos, dado que podremos mover a Mario dos pasos, luego seleccionar a Rabbid Luigi y desplazarlo donde queramos, volver a Mario y hacer que ande de nuevo, etc. Así hasta que disparen, momento en el que se quedarán inmóviles hasta el próximo turno.

No obstante, el rango de movimiento no es ilimitado y es ahí donde entran en juego otros factores, como por ejemplo el hecho de que se pueden realizar saltos por equipo para que así los personajes puedan volar brevemente para alcanzar otros lugares. Sin duda esta táctica es muy necesaria porque el trabajo en equipo resulta de vital importancia para eliminar en ocasiones a ciertos enemigos y sobre todo para proteger o ayudar a nuestros aliados cuando sea necesario.

A esto se suma el hecho de que cada uno dispone de dos acciones por turno, a elegir entre ataques, poderes especiales, el uso de los Sparks o el emplear algún objeto, mientras que los saltos en equipo o los acelerones, que sirven para realizar una embestida, no consumen acciones. Todo ello forma un cóctel que hay que tener presente en todo momento para saber cuáles son las mejores opciones por las que hay que decantarse dependiendo de la situación.

Es más, la combinación de habilidades y Sparks también nos puede hacer que presenciemos unos combos de lo más brutales. Por ejemplo, hay Sparks que aplican efectos secundarios a los enemigos y pueden provocar que estos se muevan, momento en el que Mario o Luigi pueden activar su poder especial para disparar a todo aquel que esté a tiro y se mueva delante de ellos, para así causar un daño adicional.

Naturalmente esto no es más que uno de los posibles combos que se pueden llevar a cabo. Ahí depende del ingenio de cada uno y de las condiciones del terreno, porque hay decenas de Sparks distintos, cada uno con sus propias habilidades y efectos, al igual que cada héroe dispone de sus propios poderes, sin olvidar que no todas las armas funcionan igual, ya que el paraguas de Peach es una especie de cañón, Luigi ataca a larga distancia con un arco o Rabbid Luigi puede golpear a varios objetivos con un disco.

Por suerte antes de comenzar cada encuentro podemos echar un vistazo al terreno, así como a los enemigos que hay por los alrededores, sus puntos fuertes, debilidades y resistencias, para así planear una mejor estrategia. Eso no quiere decir que resulte un camino de rosas, porque nada más lejos de la realidad, dado que me he metido de lleno en batallas que me han hecho sudar la gota gorda y otras que en apenas un par de turnos las he finalizado.

Lo cierto es que los combates normales contra enemigos son tremendamente sencillos, pero aquellos que son obligatorios para progresar en la trama son los que requerirán que nos esforcemos más a fondo y le demos bastante al coco para pensar adecuadamente cada acción y movimiento, porque un error puede resultar fatídico e inclinar la balanza a favor del bando rival. No es ninguna exageración, porque la inteligencia artificial no se anda con tonterías y juega muy, pero que muy bien.

Quizás en ciertos momentos se habría agradecido más que los enfrentamientos normales plantearan un mayor reto y los otros no fuesen tan exigentes en algunas ocasiones, porque me ha resultado increíble la puntería que tienen los enemigos para que no fallen casi nunca y encima causen un daño brutal. Sobre todo con una especie de criaturas que hacen de francotiradores por el alcance que tienen y otras bestias que si te pillan cuerpo a cuerpo te quitan casi toda la vida de un solo golpe.

Al menos el grupo de protagonistas y los Sparks se irán volviendo más poderosos sobre la marcha. Estos últimos alimentándolos con fragmentos de estrella y en el caso de los primeros irán subiendo de nivel con la experiencia que vayan acumulando tras cada victoria, lo que a su vez les hará entrega de prismas de habilidad que les concederán mejoras secundarias o efectos adicionales en algunos de sus ataques o poderes.

En resumidas cuentas, la personalización de los personajes puede presumir de ser tremendamente profunda para que cada uno la adapte a su estilo de juego o en base a los personajes que prefiera controlar. Asimismo, la jugabilidad está diseñada para evitar el farmeo de experiencia, ya que los enemigos no entregarán ningún punto en el caso de que les saquemos unos cuantos niveles, aunque en ningún momento he sentido esa necesidad.

Misiones secundarias para dar y tomar en unos amplios escenarios

Previamente mencioné que quería entrar en más detalles en el apartado de los escenarios, debido a que aquí también se han introducido unas cuantas modificaciones con respecto a lo ya visto en Kingdom Battle. Para empezar porque en la otra aventura había que ir superando una especie de fases para llegar hasta el final, pero aquí desde el primer minuto nos darán la suficiente libertad para ir de un lado a otro.

Las barreras de ascoridad generadas por Cursa serán las únicas que nos bloquearán el paso y las que deberemos eliminar para así avanzar, de ahí lo de decir anteriormente que hay batallas obligatorias. De hecho, esto también sirve para desbloquear más contenido secundario que no aparecerá de primeras al aterrizar en un nuevo planeta, dado que la mayor parte se habilitará al vencer al jefe final de cada mundo.

Gracias a esto se activarán multitud de misiones secundarias para así obtener más Sparks, objetos muy importantes, skins para las armas y de paso viene bien para ganar puntos de experiencia adicionales. Lo mejor es que no todo consistirá en combatir sin parar, porque entre los objetivos secundarios nos podemos encontrar otro tipo de tareas, véase buscar a algún personaje u objeto oculto por el mapa, participar en una caza de peces o resolver enrevesados puzles.

Sin duda esto le brinda una mayor variedad a la experiencia para tener más formas de pasar el rato, lo que a su vez viene bien para ganar monedas de planeta que sirven para canjearlas en la tienda por objetos de batalla, más skins o para adquirir llaves que conducirán a otros desafíos adicionales. Al final, entre unas cosas y otras, es fácil tirarse un buen puñado de horas en cada planeta hasta completarlo al 100%.

Y si hay algo que no se puede pasar por alto es su apartado sonoro, porque para esta aventura se ha optado por localizarla por completo al castellano en texto ¡y voces! De primeras resulta un tanto chocante escuchar a Beep-0 hablar en nuestro idioma, al igual que a los propios Rabbids, pero la verdad es que les sienta muy bien a todos. Por su parte, la banda sonora cuenta ha sido compuesta por los grandes Grant Kirkhope, Gareth Coker y Yoko Shimomura, dejándonos con unas melodías magistrales y algunas que reconocerán los aficionados de los juegos de Super Mario Bros.

La opinión de VidaExtra

Mario + Rabbids Sparks of Hope es la definición perfecta de que más y mejor puede dar un buen resultado. En su momento dije que Ubisoft supo perfectamente cómo pillar una fórmula que funcionaba y darle una vuelta de tuerca para potenciarla más todavía, algo que sin duda ha logrado más que de sobra en esta segunda parte de la serie.

Combates desafiantes con infinidad de elementos a tener en cuenta para los combos o para protegernos de los ataques, una gran libertad para explorar los escenarios o el sentido del humor que desprenden los personajes. Todo ello logra que el juego nos mantenga entretenidos de principio a fin y sea difícil cansarse, porque en el caso de las batallas obligatorias cada una presenta su propio reto para que así siempre haga falta planear nuevas estrategias.

Así pues, si os gustó Mario + Rabbids Kingdom Battle, no hay ninguna duda de que Mario + Rabbids Sparks of Hope debería de formar parte de vuestra colección. Quizás se podría haber mejorado el diseño de los mapas para que no sean tan liosos o que ciertos combates estuviesen más equilibrados, pero en general la experiencia es lo suficientemente excelente para que disfrutéis de esta alocada combinación de universos.