'Maestro! Jump in Music'. Análisis

Hacía mucho tiempo que no llegaba una propuesta como la de 'Maestro! Jump in Music' a mis manos. Soy uno de los grandes defensores del catálogo de DS, uno de los mejores de la actual generación, pero también debo reconocer que ultimamente estaba de capa caída. Posiblemente esperando a que la locomotora del nuevo 'Zelda' salvara un año más que modesto para la portátil.

Así que poderme enfrentar al análisis de 'Maestro! Jump in Music' supone un soplo de aire fresco a los mandos de mi Nintendo DS tras haber dejado por imposibles algunos de los puzles de 'Profesor Layton y la Caja de Pandora'. Os invito a conocer este simpático título.

Un título diferente

Os ahorraré el desengaño a quienes esperéis descubrir en este análisis uno de los títulos del año. 'Maestro! Jump in Music' es un juego entretenido, también una buena propuesta, original e innovadora, pero ninguna maravilla que valga más de lo que cuesta.

Como todos los juegos tiene sus errores, algunos más aceptables que otros, pero donde triunfa su desarrolladora, Pasta Games, es en presentarnos un título musical olvidándose de las manidas mecánicas de juego que todos los creativos parecen empeñarse en reciclar.

Jugando a 'Maestro! Jump in Music'

'Maestro! Jump in Music' es un plataformas musical. Me explico. El objetivo de cada nivel es llegar del punto A al punto B, pero lo que le diferencia de una aventura normal y corriente es que nuestro recorrido por el escenario y las acciones que vayamos realizando, se convertirán en notas musicales que irán reproduciendo diferentes canciones. Una distinta por nivel, hasta un total de 24, que van desde música clásica hasta pop de los ochenta.

Para ello nuestro simpático protagonista, un pájaro funambulista, se desplazará hacia adelante sin necesidad de controlarlo. Nuestra tarea se limitará a actuar sobre el escenario para que el personaje coja el máximo de notas posibles y llegue al final sano y salvo.

Lo haremos rasgando las cuerdas por las que el pájaro se desplaza hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de si tiene que saltar para recoger alguna nota, o subir o descender por dichas cuerdas para no caer al vacío.

Sumémosle además que de vez en cuando deberemos rasgar cuerdas o arpas ajenas al camino de nuestro protagonista mientras seguimos distintos tempos. También nos toparemos con enemigos que, atacados en el momento preciso, desaparecerán reproduciendo alguna nota de la melodía.

El cóctel que supone esta combinación se convertirá en un divertido frenesí de acciones que nos mantendrá enganchados siguiendo el ritmo hasta que nos hartemos de repetir nuestros niveles preferidos.

Conclusión

Seguro que no salís corriendo a comprarlo, y tampoco digo que debais hacerlo, pero es un título muy a tener en cuenta esos días que entramos en nuestra tienda de videojuegos favorita y acabamos llevándonos algo que no teníamos intención de comprar. Eso sí, si veis alguna oferta interesante y os gustan los juegos musicales, lanzaros a por él sin pensároslo.