Tarde o temprano debía llegar el día. Visto el rumbo que estaba cogiendo la saga Call Of Duty durante las últimas entregas, lo cierto es que ha terminado tardando aún más de lo que esperaba. A falta de probar el multijugador y el modo zombies, lo que sí puedo decir ya es que la de Call Of Duty Modern Warfare 3 es la campaña más decepcionante que he visto nunca en esta franquicia.
Y no es moco de pavo, porque con sus más y con sus menos creo que la última campaña que disfruté notablemente fue la de Infinite Warfare, y desde entonces todo se ha reducido a ir bajando el nivel cada vez más hasta llegar a este punto. Simple y llanamente, a Call Of Duty Modern Warfare 3 no hay por dónde cogerlo.
El legado de Modern Warfare 3 merecía mucho más
Dejo a un lado el debate del DLC porque ya habrá tiempo de comentar todo eso en profundidad en el análisis, pero sobre todo porque Sledgehammer Games, que demuestra una vez más no estar a la altura de lo que se espera de esta saga, ya hace más que suficiente con lo que ofrece en la campaña para pegarse un tiro en el pie sin necesidad de recurrir a otras polémicas.
La idea de ofrecernos un Call of Duty más abierto, con mapas más grandes, y la toma de decisiones sobre cómo queremos enfocar cada nivel, en realidad se reduce a una promoción encubierta de Warzone en la que hay varios escenarios que aprovechan zonas del mapa de Verdansk para dar forma a esa idea.
Y pese a que hay hueco para un par de niveles tan resultones como divertidos, en realidad esa supuesta libertad es un despropósito en forma de mapa más o menos amplio en el que ir pegando tiros a diestro y siniestro mientras exploras en busca de nuevas armas en forma de coleccionables, y entre tres y cuatro objetivos a los que acercarte para pulsar un botón. Ya está.
Esa promocionada libertad es la excusa para que quieras ir en busca de esa veintena de armas escondidas en cada escenario en una segunda o tercera vuelta, y de paso intentes distintos acercamientos que intenten apostar más por el sigilo u otras fórmulas.
En cualquier caso no te lo recomiendo demasiado, porque la inteligencia artificial de los enemigos es de esas en las que un enemigo aislado te ve un segundo un kilómetro más allá, y de repente un ejército que está en la otra punta del mapa viene corriendo hacia ti. Da para pocas oportunidades de intentar lucirse.
La innovación es no innovar
Pero lo que en realidad hay detrás de todo esto es la excusa perfecta para cargarse cualquier atisbo de lo que normalmente hace que un Call of Duty se sienta como tal. Olvídate de cualquier pizca de espectacularidad, de escenas guionizadas con explosiones palomiteras o persecuciones a toda velocidad a bordo de vehículos mientras los choques y las secuencias bombásticas se van sucediendo frente a tus ojos.
Lo que entiende por innovar y cambiar la fórmula Call Of Duty Modern Warfare 3 es no hacer absolutamente nada. Cero. Entre tres y cuatro horas de campaña que pueden alargarse algo más si vas en busca de ese afán completista, abriendo cajitas a lo Warzone repartidas por el escenario. En no pocas ocasiones cumplirás distintos objetivos en apenas unos minutos y, cuando salte la cinemática que cierre ese nivel, inevitablemente vas a preguntarte “¿En serio? ¿Ya está?
De hecho, no guardes a buen recaudo esa frase porque te va a hacer falta de cara al final del juego, en una historia que acaba justo donde ha empezado, en la que hay cero evolución de trama o personajes, y que desde luego está lejos, lejísimos, del legado que merecía el original Call Of Duty Modern Warfare 3.
Incluso en campañas que se me hicieron soporíferas como la del año pasado, y otras que se pasaron de frenada como la de Vanguard, había razones para decir “bueno, no me entusiasma, pero al menos he pasado un buen rato”.
Incluso aquí podría llegar a encontrar excusas para intentar justificar lo que me he encontrado, desde lo increíblemente satisfactorio que sigue siendo disparar en este juego, hasta niveles que brillan con algo más de entusiasmo como uno inspirado en The Raid o un atentado en el estadio de Verdansk que es lo más Nada de ruso que vas a encontrarte esta vez, pero en cualquier caso no hay nada, por muchas ganas que como fan de esta franquicia quiera ponerle, que me haga negar lo evidente.
Se acabó lo de seguir estirando un chicle que ya no tiene ni sabor ni gracia. Que se tomen un descanso y se replanteen qué hizo grande a esta franquicia y qué tipo de futuro quieren darle a partir de ahora. Hasta nueva orden, yo me bajo aquí, amigos.
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