El mundo de fantasía que imaginó J.R.R. Tolkien se hace videojuego y el resultado va más allá de la sorpresa: Tales of the Shire es un sueño hecho realidad. Weta Workshop, la compañía que creó prácticamente todo lo que ves en pantalla en las películas de Peter Jackson, propone disfrutar de la genuina experiencia de vivir como un hobbit y entre medianos, de experimentar su manera de hacer que hasta lo rutinario sea entretenido y, ¿por qué no?, de vivir la vida a sorbitos. La fórmula es parecida a Animal Crossing o Stardew Valley, pero el resultado se siente como algo propio. Como algo verdaderamente especial.
Tales of the Shire es un viaje a la Tierra Media que descubrimos a través de las novelas y las adaptaciones de El Señor de los Anillos y El Hobbit. No de toda ella, que conste: nuestro propio agujero hobbit está en Delagua, en la Comarca. Para que te ubiques, se podría decir que estamos en el pueblecito de al lado de Hobbiton. Dicho de otro modo, no seremos vecinos de Frodo Bolsón, pero le podremos comprar hortalizas al Granjero Coto. Y, en el proceso, quizás hasta le intentemos vender un tenedor. Porque los hobbits anhelan la tranquilidad, pero de un modo u otro acaban metidos en líos divertidísimos.
De hecho, el gran mérito de Tales of the Shire es que, pese a tener una estética de dibujo animado, todo lo que se muestra y hay en este juego desborda un mimo especial sin despegarse un ápice de la auténtica visión de Tolkien: cada partida es un exquisito reflejo de las costumbres de los hobbits, reivindicando su gusto por la comodidad, su apego a las cosas sencillas y por encima de todo, reflejando su modo tan especial de ver la vida.
De hecho, ya te adelanto que no necesitarás leer la obra de Tolkien y mucho menos ver las películas para disfrutar de todo lo que Tales of the Shire tiene que ofrecer y aporta a su mundo de fantasía. Pero claro, a los fans les da un trato todavía más especial: si alguna vez te has preguntado cómo sería vivir en La Comarca, la respuesta definitiva la encontrarás en este videojuego. Lo cual nos lleva a la gran pregunta: ¿cómo crees que empieza esta entretenida historia? Digamos que cierto mago liante nos dio el empujoncito adecuado.
En un agujero en el suelo, vivía un hobbit
Los agujero-hobbit son sinónimo de comodidad. Lo pone en los primeros párrafos de El Hobbit son un reflejo perfecto de la manera de ser de los medianos. Lo curioso es que el nuestro está patas arriba: la puerta está tapada, los cajones del escritorio no cierran y la despensa está casi vacía. ¡La pesadilla de cualquier hobbit! Pero no te preocupes, que no tardarás en quitar las telarañas, ponerlo todo a tu gusto y tener suficiente comida para saciar a más de una docena de enanos.
El protagonista de Tales of the Shire es un personaje que hacemos a nuestro completo gusto con una única condición: es un hobbit. Su apariencia es parecida a la de un niño pequeño, pero los delatan sus orejas puntiagudas y sus enormes pies descalzos en los que destaca una pelusilla en el empeine. Y sí, hasta podrás elegir cuánta pelusilla, tendrás, pero el editor solo es un poquito más profundo que el de otros juegos por el estilo.
¿Qué se nos ha perdido en Delagua? Digamos que estábamos durmiendo echados al sol, disfrutando del clima de La Comarca, cuando un alto forastero con una larga barba blanca y ropajes grises muy gastados nos propuso acercarnos al pueblecito. Un sitio que, ya te adelanto, se presta de maravilla a que cualquiera eche raíces: sus aguas son cristalinas, sus paisajes una maravilla y está habitado por hobbits, con lo que es imposible aburrirse y siempre hay una excusa para preparar un banquete.
En Tales of the Shire nos instalaremos en la casa que una vez fue de una vecina especialmente querida por parte del resto de hobbits. De hecho, su casa llevaba demasiado tiempo sin ser cuidada, pero la idea es que poquito a poco nosotros convirtamos ese bonito hogar en algo propio, pese a que lo único que llevaremos en el bolsillo son unos cuantos trajes y el mapa de Delagua que hace muy poquito nos dejó el viejo forastero. No te preocupes, que no necesitarás nada más para empezar y en la despensa todavía queda lo suficiente para prepararle un guiso a tu primer amigo en el pueblo.
Comparado con otros juegos que siguen la estela de Animal Crossing, Delagua es muy grande. Tiene sus propias colinas y bajadas hasta el río, así como recorridos naturales por los que da gusto perderse. Tal y como te imaginas por los libros y las películas, las casas están plenamente integradas en un paisaje paradisíaco con montones de rinconcitos de interés y personajes con pequeñas pretensiones y mucha generosidad.
Por suerte, incluso cuando somos unos recién llegados es imposible perderse en Tales of the Shire: pese a que el mapa solo aparece en los menús, se nos guía a través de un sistema de pajaritos azules que se posan en los postes, las cornisas o los árboles en función de dónde marquemos que queremos ir o nuestro objetivo. Y ahí es dónde empieza lo verdaderamente divertido del juego.
Esto no es otro simulador de granjas, sino un juego de El Señor de los Anillos
Tales of the Shire nos propone vivir cada día de una manera especial. No hay un Tom Nook que nos cobre el alquiler, pero el juego logra que nos impliquemos con nuestros vecinos, que les echemos una mano, que organicemos banquetes para ellos y, claro, de un modo u otro siempre hay alguien que nos acaba liando. Los cometidos tampoco son enrevesados, que conste, ya que a veces bastará con resolver una adivinanza y otras seguirle la pista a un libro extraviado o conseguir ingredientes especiales para acertar con los gustos de nuestros próximos comensales.
Tareas que en ningún momento serán una carga para el jugador, sino algo divertido que hacer mientras forjamos amistades. Porque los hobbits irán descalzos, pero son extremadamente civilizados y todavía mejores anfitriones. Aspectos que brillan con luz propia en el juego de Weta.
De hecho, la mayoría de habitantes de Delagua son bonachones, aunque hay un poquito de todo: un molinero un poquito tacaño, un vendedor ambulante con demasiada verborrea y hasta una enana llamada Nefi a cargo de la fragua. Pero ya te adelanto que ni necesitaremos espadas ni tampoco me he topado con trasgos ni nadie con el que luchar. Entre otras cosas, porque La Comarca y los agujeros hobbits son sinónimo de tranquilidad, y la manera de disfrutar a nuestro ritmo y como queramos Tales of the Shire también sigue esa misma senda.
En lo que respecta a la jugabilidad, en lugar de apostar por la vista en top-down o un sistema clásico, a los controles Tales of the Shire casi pasa por un juego de aventuras y plataformas. Y eso que nuestro hobbit no puede saltar. Salvo, claro, que haya que atravesar un camino de piedrecitas para cruzar un río. Con todo, la versión a la que tuvimos acceso ha tenido varios problemas de rendimiento. Esperamos que el juego final sea mucho más fluido, porque perderse por Delagua es una verdadera delicia.
Resulta divertido que nuestro personaje se mueve y reacciona en base a la personalidad que le damos: puede ser alegre, extremadamente relajado, un poquito enojón... Elijamos lo que elijamos las expresiones corporales tanto al hablar como al moverse o correr demuestran el mimo especial que Weta ha puesto en todo el proyecto y cada uno de sus detalles, ofreciendo un aspecto sencillo y amigable. Y, sin embargo, lo más interesante de todo es el propio pueblo de Delagua. Tanto por lo grande y acogedor que es, como por lo mucho que captura y plasma el mundo de Tolkien.
En Delagua es imposible aburrirse. De entrada porque siempre tienes alguna tarea o encargo pendiente, pero también porque cosas tremendamente sencillas como pasear, pescar o recolectar bayas o cuidar de nuestro jardín acaba siendo una experiencia deliciosamente amena.
Sin embargo, como escenario también posee una riqueza enorme: además de contar con diferentes de zonas de interés, como el Lago Delagua o la posada del Dragón Verde, y lugares en los que da gusto perderse, tiene sus ciclos de día y noche (nuestros vecinos tienen sus propios horarios) y hasta diferentes climatologías. Contemplar en amanecer colina abajo o quedarte atónito ante el paisaje mientras tratas de exprimir al máximo tus propósitos de cada día es algo que me ha sorprendido en cada una de mis partidas.
Dicho esto, no te preocupes si está lloviendo y necesitas encontrar moras para hacer un pastel o setas para un estofado. Si has enviado invitaciones para un almuerzo especial al día siguiente y tus invitados han confirmado su asistencia obtendrás lo que necesitas y podrás irte a dormir tranquilo: Weta piensa en todo y, al igual que nos guía con pajaritos para las misiones sin necesidad de mapa, bastará con seguir las mariposas para encontrar aquellos ingredientes que nosotros no cultivamos en casa. Aunque, claro, también podremos comprarlos.
Todavía queda para el lanzamiento de Tales of the Shire y como comentamos, quedan aspectos que limar, como ofrecer una experiencia de juego fluida. Sin embargo, ya te adelanto que jugamos desde PC y es uno de esos juegos que le sientan de maravilla a Steam Deck. No por sus vistas o por su simpatía, sino por la ventaja de poder seguir jugando a tu ritmo en esos pequeños ratos sueltos de la tarde o justo antes de cerrar el día.
Pese a todo, la versión a la que pudimos jugar de Tales of the Shire, por cortesía de Private Division y Take-Two, estaba acotada: había zonas inaccesibles, de modo que no te sabría decir el tamaño final del pueblecito. Y pese a que las impresiones iniciales son fenomenales, tocará esperar un poquito más para la versión final. Una que, ya te adelanto, espero con enorme impaciencia.
Fecha de lanzamiento de Tales of the Shire
Tales of the Shire: Un juego de El Señor de los Anillos se pondrá a la venta el 25 de marzo de 2025 en Nintendo Switch, PS5, Xbox Series X / S y PC a través de Steam. Desconocemos si habrá ediciones especiales o se ofrecerán demos previas al lanzamiento, pero una cosa está clara: si alguna vez quisiste conocer el universo de Tolkien desde dentro y le has dedicado montones de horas a Animal Crossing y Stardew Valley, el juego de Weta Workshop ya tiene lo necesario para ser tu próxima obsesión. Y no descartes que acabe siendo tu juego favorito.
En VidaExtra | Los siete mejores juegos de granjas que puedes jugar ahora mismo. Y sin mancharte las manos
En VidaExtra | Cómo se vivió el fenómeno cinematográfico de El Señor de los Anillos en la época de los 128 bits
Ver 4 comentarios