Tras más de tres décadas desarrollando videojuegos y con un legado muy potente a sus espaldas, Arc System Works ya no se contenta con ser una de las compañías niponas más influyentes dentro del propio género de la lucha: su actual plan es convertirse en el máximo referente a nivel internacional. Y su caballo de batalla se llama Guilty Gear Strive.
Sol Badguy y Ky Kiske vuelven a cruzar sus espadas en una entrega que desborda emoción y explosividad. Que suma todo lo visto y aprendido durante las dos décadas de Guilty Gear en consolas y recreativas y, a la vez, establece una etapa totalmente nueva dentro de la propia saga.
Deslumbrando en cada uno de los aspectos mejorados y agasajando al recién llegado. Porque Guilty Gear Strive es una oportunidad de oro para captar a nuevos jugadores y en Arc System Works son plenamente conscientes de ello.
A fin de cuentas, la saga de espadazos y rock'n'roll no necesita presentaciones para los apasionados de los juegos de lucha, pero para el resto de mortales es el siguiente gran juego de los creadores de Dragon Ball FighterZ y Granblue Fantasy Vs. Dos avales demasiado potentes como para pasar inadvertido, desde luego.
Eso sí, existe un matiz especial frente a sus éxitos anteriores: Guilty Gear es la saga estrella de Arc System Works. Y eso se palpa Guilty Gear Strive
No en vano, se trata de la apertura de un nuevo capítulo en todos sus aspectos. Una nueva etapa escrita con letra firme y mucho estilo. Porque, mando en mano, Guilty Gear Strive se siente como esa amalgama de influencias de lucha, manganime, rock’n roll en constante ebullición tan propia de los de Yokohama.
Pero, como puedes ver en estos 25 minutazos de gameplay, la veteranía y el nivel de excelencia que irradia el conjunto está a otro nivel.
Nos referimos a una presentación que demuestra el enorme dominio de Arc System Works con el motor Unreal a la hora de desdibujar los límites entre la animación tradicional y los modelos y entornos tridimensionales a través de acabados y animaciones que lucen casi artesanales y un énfasis especial en la expresividad facial.
Y, en el proceso, Strive nos regala una potentísima B.S.O. en clave de Rock que no solo saca a relucir el ADN de la saga, sino que eleva con maestría la intensidad de los encuentros. Dos aspectos clave, pulidos con extra de mimo y al servicio del esencial: Arc System Works reenfoca su propia fórmula jugable para alcanzar unas sensaciones de juego diferentes. O, más bien, sensaciones propias.
Si bien cada combate continúa siendo ese festival de golpes brutales, bloqueos muy ajustados y fuegos artificiales en forma de espectaculares movimientos especiales, se palpa que la nueva movilidad y la mayor presencia de los Roman Cancels, una mecánica que extiende nuestras acciones a cambio de una porción de la barra de tensión, tienen el cometido de asentar el futuro de la saga tanto en el offline como en su online.
Y pese a que el nuevo Guilty Gear ya tiene casi todo lo necesario para triunfar, hay algún que otro matiz, cómo veremos, que merecen ser evaluado antes de su propio lanzamiento.
Guilty Gear Strive: lucha, anime y rock'n'roll
Ha pasado cierto tiempo desde nuestra primera toma de contacto con Guilty Gear Strive, y eso nos da una perspectiva singular: las buenas impresiones iniciales del giro jugable de la saga han cristalizado en sensaciones sólidas y muy tangibles que aseveran que el próximo capítulo de Guilty Gear no será ese juego de lucha para un público nicho: Strive es un bombazo llamado a hacer ruido. O, más bien, rock'n'roll.
De partida, porque te conquista el ojo: Strive es un auténtico espectáculo visual en el que un espectacular catálogo de luchadores que irradian carácter desatan a lo largo y ancho de la pantalla mil relámpagos y explosiones.
El talento y el incuestionable valor artístico que Arc System Works ha insuflado en el juego salta a la vista. Y pese a que no nos pilla de nuevas, los de Yokohama han elevado su propio listón rediseñado cada pose de luchador, desde las posiciones neutras a las potentes cinemáticas de los súper ataques, y -en el proceso- llevándolos a escenarios sencillamente espectaculares.
Afianzando el carácter individual de cada personaje a través de pequeños gestos y acertando de pleno con una identidad visual en conjunto. Una imagen renovada que nace desde el nuevo motor de juego y gana matices en aspectos concretos, como el modo en el que los veteranos de la saga no solo estrenan vestuario, sino que han evolucionado en combate.
Lo cual nos lleva a la pregunta de rigor: si bien, a lo largo de estas impresiones verás montones de capturas propias que son una pequeña pincelada de cómo luce el juego, ¿qué diferencia las versiones de PS5 y PS4?
Así luce Guilty Gear Strive para PS5
Como es de esperar, la consola de nueva generación de Sony sale ganando en lo visual, pero la PS4 ya puede presumir de ofrecer uno de los juegos de lucha más espectaculares de su catálogo: en esencia, Arc System Works ha aprovechado el hardware de PS5 para reducir los tiempos de carga y, en el proceso, darle un empujón a la resolución.
Ahora bien, más allá de lo anterior, las sensaciones de juego son las mismas: la intensidad de los combates permanece intacta y lo mismo se aplica a la respuesta de los luchadores. Porque Guilty Gear Strive te enamora en lo visual y lo artístico, pero realmente te conquista mando en mano.
Así luce Guilty Gear Strive para PS4
De primeras, por la acertadísima selección de personajes que supondrán la primera hornada de luchadores. No solo aportan estilos estupendamente contrastados, sino que sus estilos de juego incentivan a que experimentemos con ellos. Lo cual se complementa con unas mecánicas de juego robustas.
Los que vengan de entregas anteriores notarán que el juego aéreo o en salto pierde protagonismo. No es que se haya reducido la movilidad, seguiremos pudiendo impulsarnos en el aire, sino que se fomenta de manera sutil que combates transcurran con los pies en el suelo. Y eso, como veremos, es un acierto a largo plazo.
Arc System Works no da puntada sin hilo y alinea el ritmo y las estrategias de juego básico de su saga estrella con las de los clásicos arcade de Capcom o SNK. En especial, con las sagas Street Fighter y Samurai Shodown. Y eso implica cadenas de combos más cortas, pero -y esto es esencial- en el proceso no le corta las alas a los veteranos de los Guilty Gear.
A través de los Roman Cancels tendremos acceso a esa barra libre de asaltos y contraataques capaces de dar la vuelta a cualquier situación. Y eso es solo el principio: Strive siempre concede ventaja a quienes entienden su filosofía de juego (gran riesgo equivale a gran recompensa) promoviendo los bloqueos perfectos y concediendo momentazos a quienes decidan gastar las barras de energía.
Momentazos, todo sea dicho, exquisitamente aderezados con unos temazos musicales espectaculares, como el que puedes escuchar a continuación.
Con lo anterior por delante, el verdadero arma secreta de Guilty Gear Strive no está únicamente en lo artístico o las mecánicas de juego, sino en aquello que de verdad marca la diferencia frente al resto de propuestas de lucha: su panel de luchadores.
Una selección de antihéroes que, independientemente de su técnica o tamaño saben llenar la pantalla a nivel individual. Y lo que es mejor: las explosiones derivadas al hacerlos colisionar en combate acaban siendo un brutal espectáculo que incluso se palpa a los mandos.
Luchadores con movimientos desenfrenados, pero exquisitamente técnicos. Lo cual nos lleva irremediablemente al punto que verdaderamente está llamado a coronar esta nueva entrega por encima de todo lo anterior: la experiencia de juego online.
El rollback netcode, el llamado a ser el nuevo estándar de los juegos de lucha
Una de cal y otra de arena: jugar online a Guilty Gear Strive es una verdadera delicia. De hecho, es de las mejores experiencias que pueden ofrecerse a día de hoy gracias a una latencia suave como la seda. Sin embargo, encontrar rival y partida es una faena.
Empezando por lo más esencial, y tras tomar nota de la primera beta cerrada del juego, los combates online de Guilty Gear Strive sacan todo el partido al rollback netcode, una tecnología predictiva dedicada a limar cualquier aspereza en la latencia y, en el proceso, crea la ilusión de eliminar el posible lag. Incluso entre conexiones muy lejanas.
En consecuencia, combatir online es una experiencia que no solo resulta muy satisfactoria, sino que da un juego enorme de cara a fomentar los matices competitivos. Un aspecto cada vez más esencial en los juegos de lucha.
Dicho de otro modo: la espectacularidad y los sensacionales acabados de Guilty Gear Strive no quedan deslucidos durante nuestros enfrentamientos online. Más bien todo lo contrario: se busca igualar las sensaciones de compartir consola y, por extensión, invita con éxito a que los jugadores den el salto desde los modos offline.
Desafortunadamente, no todo son notas positivas: la sala de juego de Guilty Gear Strive sigue siendo un trámite incómodo. Se nota que Arc System Works quiere ofrecer un entorno original en el que podamos encontrar nuevos rivales a través de avatares personalizados. Pero el resultado tiene sus propias flaquezas.
- De partida, porque el diseño de salas, el cual evoca un escenario plataformero 2D de tres niveles de altura, hace que sea innecesariamente aparatoso organizar un combate con otro jugador.
- Por otro lado, porque se nos ofrecen demasiadas opciones sociales que, a priori, tienen poco recorrido.
- Y lo más importante de todo: pese a que hay atajos, al final se trata de un cúmulo de ideas y opciones que, en lugar de innovar, suponen un paso hacia atrás de cara al jugador casual que simplemente quiere asomarse unos minutos y echar unas partidas sueltas.
Si bien no se trataba de la versión final y pulida del juego, a lo largo de estos días incluso hemos experimentado problemas a la hora de movernos o conectar con otros jugadores en las salas de juego. Incluso dentro de la misma región. Con todo, se trata de un aspecto a mejorar o replantear.
Dicho lo cual, no es que sea un despropósito. Se palpa que Arc System Works intentó ofrecer una aletrnativa a su formato de salas visto en Dragon Ball FighterZ o Blazblue Cross Tag Battle. Detalles sencillos, como el modo de crear nuestro propio avatar, evidencian que hay un trabajo detrás.
Sin embargo, y siendo justos, al final lo que cuenta es que una vez realizado el emparejamiento online los combates funcionan de manera fluida. Algo que es absolutamente esencial en la propuesta de juego técnica y constantemente creativa de Guilty Gear Strive.
Un online que, pese a su sistema de salas de juego, está llamado a sentar cátedra entre los juegos de lucha que están por llegar y que, definitivamente, se posiciona como uno de los máximos reclamos del llamado a ser el próximo bombazo de Arc System Works.
Guilty Gear Strive, ambiciona ser el primer gran juego de lucha de la década
Las sensaciones que nos deja Guilty Gear Strive a menos de dos meses de su lanzamiento son tremendamente positivas. Su manera de alcanzar la excelencia artística y jugable y, en el proceso, reclamar su propia identidad como juego de lucha son sensacionales.
Su manera de dejar patente que Arc System Works no solo busca evolucionar su saga estrella, sino que comienza a dibujar el futuro no tan lejano del propio género. Lo cual no significa que todo lo que ofrezca Guilty Gear Strive nos haya gustado: el sistema de salas online necesita ser mejor.
Por supuesto, Strive es mucho más que combates casuales y salas de juego: la versión del juego que llegará el próximo mes de abril vendrá arropada con su propio modo historia o un modo de práctica y entrenamiento espectacular en el que no solo se muestran las técnicas especiales en vídeo, sino que se aportan matices que marcan la diferencia.
Siendo en conjunto unos cimientos muy sólidos sobre los que se construirá el siguiente gran capítulo de la saga: Guilty Gear Strive saldrá con 15 luchadores de lanzamiento y, de manera escalonada, aumentará la cifra a base de DLCs y pases de luchador. Estando incluido el primer lote de personajes de postlanzamiento en sus ediciones Ultimate y Deluxe.
Lo cual nos hace plantearnos algo inevitable: ¿15 luchadores son muchos o pocos? La respuesta definitiva la daremos de cara a la versión final del juego, pero si algo tenemos claro en los juegos de lucha es que la variedad y la calidad deben estar siempre por encima de la cantidad. Y, en ese aspecto, y por lo que hemos podido probar, Guilty Gear Strive ya cumple. De sobra.
Lo suficiente, como para ambicionar el liderazgo de una nueva tanda de juegos de lucha nacidos en la nueva generación de consolas y, en el proceso, ser la última cita obligada en los sistemas de sobremesa actuales. Palabras mayores, desde luego, que no tardaremos demasiado en matizar.
La llegada de Guilty Gear Strive está prevista para el próximo 9 de abril en PS5, PS4 y PC, con tres días de acceso anticipado en caso de que apostemos por las ediciones Deluxe (valorada en 84,99 euros) y Ultimate (99,99 euros). ¿El nuevo referente absoluto de la lucha en los videojuegos? Arc System Works está haciendo las tareas para que así sea.
- Plataformas: PS5, PS4 y Steam
- Multijugador: Sí
- Desarrollador: Arc System Works
- Compañía: Arc System Works y Bandai Namco
- Precio: 56.99 euros
- Lanzamiento: 9 de abril de 2021
Guilty Gear Strive