Sin rodeos ni florituras: si te apasiona conducir y todo lo relacionado con la cultura del automovilismo, Gran Turismo 7 tiene lo necesario para ser tu nuevo videojuego favorito. Tu próxima gran obsesión. La nueva entrega de la saga que revolucionó la manera de experimentar la conducción en los videojuegos ha regresado con la intención de reclamar el estatus privilegiado de sus siglas. La clave para lograrlo reside en aprovechar al máximo la tecnología de PS5, y el resultado final traspasa la pantalla dejando unas estupendas sensaciones.
Gran Turismo 7 es una verdadera carta de amor a la cultura del automóvil con la firma de Kazunori Yamauchi y su grandeza no está limitada a lo que ocurre sobre el asfalto o lo que hacemos en desde el asiento del piloto: los devotos por el diseño, la historia del motor y sus grandes fabricantes o los coleccionistas más codiciosos verán sus expectativas colmadas. Una legítima séptima entrega numerada de Gran Turismo, con nuevas ideas y que, además, toma buena nota de los aciertos y errores del pasado. Un videojuego excepcional que, por cierto, le sienta de escándalo a PS4 y, como puedes ver justo abajo, luce así de bien en PS5.
Porque, como ocurrió con el Gran Turismo original, el cual exprimió al máximo los 32 bits de la sobremesa de Sony, lo que desmarca el nuevo juego de Polyphony Digital de los demás juegos de carreras no es cómo y de qué modo se nos incentiva que ser los primeros en cruzar la línea de meta, sino su manera de poner todos los recursos de una consola PlayStation al servicio del jugador y, a partir de ahí, imponer la propia experiencia a todo lo demás bajo una única premisa no negociable: que la pasión por el automovilismo sea genuina y omnipresente.
Y en el proceso, Polyphony Digital logra que Gran Turismo 7 sea un verdadero evangelizador del DualSense. De su tecnología háptica y los gatillos adaptativos. Porque, si bien, los simuladores de conducción se pueden considerar un tipo de juego destinado a un perfil de jugador más o menos específico, la sencillez con la que el mando de PS5 abre esa horquilla y la extiende al gran público es para quitarse el sombrero. Aportando nuevas e interesantes capas a la experiencia de conducción con mando sin ceder su convicción de ser una propuesta de automovilismo integral.
Dicho lo cual, los otros dos ejes que también han sostenido la saga de Polyphony Digital en las entregas anteriores están más presentes que nunca en Gran Turismo 7:
- El culto al detalle sigue siendo lo que aporta un extra de valor al conjunto y acaba marcando la diferencia, tanto a la hora de jugar como al contemplar nuestra colección en el alucinante modo fotografía del juego.
- Y su manera de promover e incentivar que logremos la trazada perfecta, ya sea en la obtención de licencias o corriendo junto a otros pilotos online en el modo competitivo, fortalece todavía más la idea de que no hay desafío que no pueda ser superado con disciplina y un poquito de temeridad.
¿El juego de conducción definitivo? Gran Turismo 7 es, de lejos, el mayor salto visual, jugable y de calidad de contenido de toda la saga. Pero también hay aspectos muy concretos que todavía cuesta entender. Como, por ejemplo, que cuando empiezas una nueva partida no tienes acceso a prácticamente nada. Un coche a tu elección y a presupuesto cerrado y un pequeño puñado de pistas. Es más, si quieres entrar al multijugador de Gran Turismo 7, incluso al local de pantalla partida, primero vas a tener que demostrar que sabes conducir y tener al menos un par de trofeos en la vitrina.
Automovilismo de nueva generación con el toque maestro de Kazunori Yamauchi
Gran Turismo 7 parte con una clara desventaja frente al primer juego de su propia saga: nos hemos acostumbrado tanto al fotorrealismo en los videojuegos de conducción que cuesta asombrar al jugador que está de paso y todavía más al habituado a juegos de carreras. Por suerte, Kazunori Yamauchi tiene muy claro cómo sacar partido a la tecnología de PS5 para seguir a la vanguardia dentro de su propio género. Empezando, como es de esperar, por lo que hace único y singular al mando DualSense.
Nada más empezar a jugar a Gran Turismo 7 tienes a tu disposición tres alternativas de control que puedes alternar en prácticamente cualquier momento. Como en las entregas clásicas, puedes darle uso a la cruceta o el stick del mando. Lo cual está bien, desde luego, pero no tan bien como usar el propio DualSense como si fuese un volante. Con un nivel de precisión, por cierto, tan grato como acertado. Y un extra añadido: a través de él puedes sentir tanto el asfalto como la textura de todo lo que toquen las ruedas de tu coche.
El uso de los sensores de movimiento para conducir no es algo exclusivo de PS5 y el DualSense, que conste. Como es de esperar, probamos a fondo Gran Turismo 7 en una PS4 con el DualShock 4 y el resultado no defrauda, sino todo lo contrario. Una vez pasado el periodo de adaptación, no hay marcha atrás. Sin embargo, la tecnología háptica del mando de nueva generación supone una enorme diferencia. Y lo mismo se aplica a los gatillos adaptativos.
Cuando dijimos que Gran Turismo 7 es el mayor evangelizador del DualSense vamos muy en serio: tanto a la hora de acelerar como al frenar, la respuesta por parte del mando es soberbia. El mando de PS5 entiende muy bien qué tipo de vehículo conducimos, nuestros ajustes, las condiciones de la pista y hasta la climatología a la que estamos expuestos. Aporta nuevos matices a la experiencia de conducción.
¿Tanto como para desinstalar y guardar en un cajón nuestro flamante y carísimo volante con Force Feedback? Bueno, al menos lo suficiente para que tardemos un poquito más en invertir en uno nuevo si no lo tenemos. La comparación del DualSense con un volante en condiciones en todo caso acaba siendo injusta, pero el resultado y el modo en el Polyphony Digital le da uso al mando de PS5 es toda una sorpresa y una alegría.
Otra de las grandes ventajas únicas de la versión de nueva generación de Gran Turismo 7 y que va más allá de lo que se manifiesta en pantalla es su sistema de audio en 3D. Si con el DualSense notábamos aquello que tocan nuestras ruedas, con la tecnología de audio Tempest 3D se genera una inmersión total en el escenario que registra y permite distinguir durante la carrera desde las condiciones climáticas y ambientales del circuito a la proximidad con otros vehículos y hasta aquellos helicópteros y aviones que nos sobrevuelan. Y sí, el sonido 3D también se aplica a las repeticiones, las cuales lucen alucinantes si configuramos la opción de trazado de rayos.
A nivel visual, Gran Turismo 7 es sencillamente espectacular. Yamauchi y su equipo de Polyphony Digital han logrado replicar al más mínimo detalle los exteriores e interiores de los 420 coches que ofrece el juego de salida con unos acabados que en los modos de exhibición deslumbran -en el sentido literal- si establecemos como prioridad el modo de trazado de rayos y le aplicamos las mejoras de HDR. Ahora bien, sólo tendremos acceso a los siempre bienvenidos 60fps si apostamos por el modo rendimiento.
¿Cuál de las dos opciones merece más la pena? Bueno, eso depende de cada uno. Y pese a que en lo personal considero que a la hora de jugar siempre conviene tener un poco más de fluidez, reconozco que los paisajes de Gran Turismo 7 en las repeticiones o los modos de exhibición, que es dónde se aplica el trazado de rayos, son sencillamente deslumbrantes. Especialmente, cuando termina de llover y se aprecian los reflejos de los charcos en el asfalto.
Llegados a este punto, merece la pena tener en cuenta que las versiones de PS5 y PS4 son idénticas en contenidos. Es más, a diferencia de otros juegos lanzados en ambas generaciones en los que se ofrecen las dos versiones y hay que pasar los progresos de manera manual, todo lo que avancemos en PS4 lo tendremos al comenzar a jugar en PS5 a través del guardado en la nube y sin tener que realizar trámites engorrosos, y lo mismo ocurre al revés. Debería ser lo normal, pero se agradece bastante que se haya tenido muy en cuenta esto en Gran Turismo 7 y esperamos que siga siendo así en futuros juegos de PlayStation Studios.
Con todo, pese a que los contenidos de ambas versiones son los mismos, el acabado de los dos juegos no va en paralelo. Las formas y siluetas están mucho más definidas y redondeadas en las consolas de nueva generación, lo cual se puede notar en piezas concretas si lo repasamos de manera más concienzuda desde las opciones de las galerías, el espectacular modo foto o al realizar una pausa y contemplar los interiores y los detalles desde el asiento del piloto.
Eso no quiere decir que no haya aspiraciones de fotorrealismo en las dos versiones de Gran Turismo 7. Si bien, Polyphony Digital ha rescatado circuitos míticos de las entregas anteriores, también ha logrado integrar las detalladísimas réplicas de los modelos completamente licenciados de sus automóviles, en entornos que, como puedes ver, se atreven a rivalizar con sus contrapuntos del mundo real.
La última gran diferencia entre sistemas, y lo que termina de redondear el modo en el que Yamauchi saca partido a los sistemas de nueva generación, son los propios tiempos de carga de PS5, los cuales transcurren en poco más de un suspiro: tardas más en entrar en tu garaje y elegir a tiro fijo el coche que fuiste a buscar que en iniciarse la siguiente carrera.
Esto no desmerece, en absoluto, la versión de PS4. Polyphony Digital se despide de ella con una versión de Gran Turismo 7 totalmente a medida que busca medirse con los juegos de nueva generación en ambición y premisas y que, de manera totalmente colateral, establece de manera definitiva que lo que de verdad supone un salto generacional no es únicamente el salto visual, sino la manera de llevar la experiencia de juego más allá de la propia pantalla.
Y en ese aspecto, Yamauchi se apoya y saca todo el partido a la tecnología de PS5 para dar forma a su visión de cómo deben ser los juegos de conducción de nueva generación. Permitiendo experimentar en propiedad las curvas más peliagudas o la emoción de los adelantamientos más temerarios en bajada a todo el que dispone de un DualSense y unos cascos cualquiera conectados a éstos.
Es más, el modo en el que se aplica esta tecnología abre puertas muy interesantes: gracias a los sensores de movimientos de los mandos de PS4 y PS5 es posible jugar a Gran Turismo 7 usando solo una mano. Si bien, como veremos un poco más abajo, se trata de la entrega más accesible de cara al gran público, su manera de aprovechar las posibilidades del DualShock4 y el DualSense derribarán grandes barreras para que todo el mundo pueda divertirse conduciendo. De manera casual, coleccionando coches y trofeos o compitiendo entre amigos.
Y, en este sentido, pese a que ponernos al volante de automóviles clásicos, actuales, competitivos y de lujo es un plan estupendo y la experiencia central de Gran Turismo 7; la manera en la que Polyphony Digital regresa a las raíces de la saga supondrá una enorme alegría para los veteranos y una oportunidad para cualquier apasiona y curioso por la cultura e historia del automóvil.
GT7: la cultura del automovilismo siempre por bandera
Comenzar una nueva entrega de un título de conducción es casi como un mandala de arena: puede que en el anterior juego tengas cientos de coches, pero ahora partes con una pequeña selección y un puñado de caminos abiertos para obtener el resto. En el caso de Gran Turismo 7 se nos da un coche a elegir en base a un pequeño presupuesto en el concesionarios de automóviles de segunda mano y la práctica totalidad de los modos estarán bloqueados. Quedando descartadas inicialmente, y como comentamos, las opciones de multijugador.
Siendo justos, existe una interesante alternativa al modo principal a la cual podremos acceder incluso mientras se descarga e instala el juego: el nuevo modo Rally de Música. La idea es más o menos parecida a la de los arcades de conducción clásicos en la que se nos propone conducir por diferentes circuitos, extendiendo la duración de nuestra partida al atravesar marcas estratégicamente situadas. Sin embargo, aquí hay un matiz: no competimos contra el cronómetro, sino contra la música, de modo que mientras mayor sea su ritmo menos tiempo tendremos para llegar a la siguiente marca.
Con todo, seguiremos teniendo el mismo problema al iniciar la nueva partida: la imperiosa necesidad de desbloquear nuevos coches y más circuitos. Y ahí es donde entra en escena La cafetería de Gran Turismo. Un espacio acogedor que nos guiará durante las primeras horas del juego y nos recompensará con cada progreso. Pero también el primer lugar de peregrinaje para los apasionados por el automovilismo que se nos abrirá en el juego.
En la Cafetería nos atenderá Luca, quien nos ofrecerá menús temáticos que en realidad son sucesiones de misiones con las que añadiremos coches a nuestra colección y desbloquearemos el resto de modos y zonas de interés del juego. Desde el centro de Licencias hasta dos nuevos concesionarios, pasando por lugares en los que repasar la historia del automóvil o el regreso del modo Scapes, un espectacular lugar en el que hacer fotografías fotorrealistas integrando los coches de nuestro garaje en localizaciones de todo el mundo.
El modo en el que está planteado Gran Turismo 7 y su sistema de progresos es muy parecido al de los juegos clásicos. Quizás, demasiado. Que haya tantas experiencias elementales bloqueadas, no tener acceso a casi ningún circuito y solo un puñado de coches durante las primeras horas es algo que funcionaba muy bien en los juegos de hace un par de décadas, pero no a día de hoy. Tampoco es cuestión de empezar con un flamante RX-Vision GT3 Concept en el garaje y que el resto del juego se nos haga cuesta abajo, pero se podía haber planteado algo intermedio.
No es que el sistema de gratificación y recompensas esté mal planteado. En absoluto: Gran Turismo 7 recompensa de manera muy justa y a muy buen ritmo nuestra dedicación y destreza a los controles. Pero también es cierto que nos topamos con el clásico sistema de puntos de carrera (PR) con el que se tasan los coches y que limita artificialmente nuestros progresos.
Como en anteriores entregas, todos los coches de Gran Turismo 7 se miden en diferentes parámetros que sirven para establecer en qué tipo de eventos y competiciones podemos participar y, además, hay uno más o menos universal para todos los modelos: los PR. En las primeras carreras iremos muy holgados con los vehículos que tendremos a nuestra disposición, pero pasados los compases iniciales tocará ahorrar para coches con mayor PR o empezar a invertir en mejoras en los que ya tenemos.
Por supuesto, también podemos ajustar de manera manual los aspectos más concretos de cada vehículo y hasta guardar varias configuraciones del mismo automóvil para tenerlas a mano a la hora de improvisar partidas.
En este sentido, una de las novedades más alucinantes de Gran Turismo 7 es que los datos resultantes de nuestras modificaciones manuales no se calculan en base a una ecuación, sino a una simulación que se ejecuta mientras cambiamos los parámetros. Como comentamos, el culto al detalle marca la diferencia en esta entrega.
Sin embargo, en Gran Turismo 7 también existe una suerte de atajo a la hora de aligerar los trámites y ahorrarnos varias carreras innecesarias: como en Gran Turismo Sport, podremos comprar crédito de juego con el que comprar mejoras y automóviles desde la tienda de PSN. Es una opción alternativa y totalmente opcional, todo sea dicho, pero quizás un sistema de progresos mejor planteado y acorde a lo visto en otros juegos de conducción actuales hubiese funcionado mejor.
Regresando a los modos y contenidos del juego, merece una mención muy especial el protagonismo que se le da a la fotografía en Gran Turismo 7: el modo Scapes regresa con una alucinante cantidad de escenarios y herramientas para que demos rienda suelta a nuestra creatividad a la hora de hacer nuestros propios reportajes de automovilismo con todo lo que tengamos en el garaje. Un sistema muy intuitivo y completo que, una vez procesada la imagen, brinda resultados espectaculares e imágenes merecedoras de póster.
Ahora bien, dónde de verdad se nota la enorme pasión por el automovilismo de Polyphony Digital es en su modo de convertir el propio juego en la enciclopedia definitiva del automóvil. No a través de aburridas bibliotecas de recursos e interminables columnas de texto que posiblemente no interesen al jugador casual o el que básicamente desea emplear su tiempo en desbloquear coches y contenido; sino de forma natural, organizada y especialmente amena.
- Por un lado, a través de la propia Cafetería de Gran Turismo. Al completar las cartas, Luca nos ofrecerá interesantes conversaciones sobre los vehículos que vamos sumando a la colección. Y no solo eso, varios diseñadores y figuras destacadas del automovilismo asomarán para conversar sobre sus obras, aspectos curiosos o sobre la historia de los fabricantes.
- Y hablando de los fabricantes, marcas y patrocinadores: en los concesionarios de coches y repartidos por el juego encontraremos verdaderos compendios y toda clase de recursos interactivos. Desde colecciones de ilustraciones, fotografías y diseños con notas pie de página a vídeos, tráilers, etc.
Kazunori Yamauchi ha tomado nota del tropiezo de Gran Turismo Sport y ha sabido regar Gran Turismo 7 con una arrolladora cantidad de actividades, misiones y contenidos para un jugador que giran en torno a la cultura y la historia del automovilismo. Desde sus orígenes a su proyección futura. ¿Y qué pasa con el apartado multijugador?
Una pasión tan grande que debe ser compartida
En la saga Gran Turismo la experiencia multijugador siempre ha estado presente, aunque no fue hasta Gran Turismo Sport donde tuvo un peso especial a través de un ambicioso despliegue online con aspiraciones competitivas. En Gran Turismo 7 se busca combinar lo mejor de las entregas numeradas y lo recientemente aprendido, y la solución pasa por darle a la experiencia Sport su propio espacio como modo independiente en el menú principal del juego.
Una solución salomónica, ya que el grueso de la experiencia de conducción offline reposa en Circuitos del mundo, en el cual podremos acceder a todos los circuitos, trazados y eventos desbloqueados de manera sencilla y, a partir de ahí, elegir si deseamos continuar con nuestros progresos o acceder a las variantes de Carrera Arcade, Experiencia en Circuitos, Contrarreloj, Pruebas de derrapes e incluso gestionar Carreras personalizadas.
Lógicamente, el multijugador offline también está presente en el Gran Turismo 7, aunque deberemos sumar varios kilómetros y completar unas cuantas cartas en la cafetería para tener acceso al mismo. La premisa general, la de toda la vida: pantalla dividida y montones de opciones al gusto y para cada jugador.
¿Y qué ocurre con los modos online? Aquí Polyphony Digital hace una doble distinción:
- El modo Multijugador online de Gran Turismo 7 se basa en las tradicionales salas de juego, las cuales podremos crear o acceder de manera libre, dándonos la opción de filtrar por preferencias. En esencia, se trataría de una especie de partidas enfocadas al juego casual.
- Por otro lado, la experiencia realmente competitiva pasa por el ya referido modo Sport. En él se ofrecen carreras diarias, campeonatos y eventos especiales y la clave de su atractivo reside en nuestro perfil de jugador y cómo en base a este se realizan emparejamientos para medirnos contra jugadores de nuestro nivel.
Como es de esperar, existe tanto un sistema de rangos dividido en siete categorías como un código de conducta dentro de la experiencia competitiva. En ambos casos, el modo Sport de Gran Turismo 7 funciona de manera muy similar a Gran Turismo Sport basándose en dos puntuaciones (Clasificación de Piloto y Clasificación de Deportividad) que servirán para establecer los emparejamientos.
Sin embargo, nos encontramos también con otro aspecto a tratar: las experiencias online quedan reducidas a las salas y el competitivo al modo Sport, y eso, en un gran juego de conducción lanzado en 2022, es quizás ir con lo justo. Por suerte, hay un largo camino por delante para ofrecer nuevas variantes de juego y modos adicionales. Y, ¿Quién sabe? Igual hasta algo interesante relacionado con PlayStation VR2.
Además del sistema competitivo, otra de las herencias de Gran Turismo Sport que recibe esta nueva entrega la encontramos en el modo Exhibición. En él podremos compartir con la comunidad y de manera abierta el contenido que generemos en el propio juego, como capturas y repeticiones, de un modo similar a una red social dentro del propio juego.
¿La idea general? En esencia, si bien la experiencia principal de Gran Turismo 7 es y debe ser ofrecer una experiencia de conducción de diez, también se busca que el jugador vaya más allá de ésta promoviendo la pasión por el automovilismo desde cada modo y a través de todas las perspectivas. Ofreciendo recursos para compartirla con otros jugadores usando el propio juego como espacio social y abierto.
Permitiéndonos poner en común nuestro entusiasmo al estrenar ese coche por el que llevamos tanto tiempo acumulando créditos o esa carrera tan intensa que incluso guardamos la repetición. Dándole un valor todavía más especial nuestros logros, cada uno de nuestros progresos y, por supuesto, nuestras mejores victorias.
La opinión de VidaExtra
Gran Turismo 7 es mucho más que el retorno por la puerta grande de una de las sagas más importantes de PlayStation Studios: es uno de los videojuegos que mejor aprovecha la tecnología de PS5 y sus recursos. Un mérito doble, teniendo en cuenta que en el proceso se acomoda como un guante a una PS4 a la que -visto lo visto- todavía le queda cuerda para rato. A fin de cuentas, en Polyphony Digital siempre han sabido exprimir al máximo las posibilidades de cada sobremesa de Sony, y Gran Turismo 7 no es la excepción.
Ahora bien, el verdadero hito de la nueva obra de Kazunori Yamauchi no es únicamente el salto de calidad frente a la anterior entrega o lo mucho y bien que aprovecha el DualSense o el DualShock 4, sino el modo en el que se eleva el listón de una saga que sigue siendo referente en su campo a base de excelencia. Logrando que la pasión por el automovilismo sea genuina, omnipresente y contagiosa.
Una vez más, la salida de un nuevo Gran Turismo es la excusa perfecta para estrenar volante. O para volver a enchufar el que ya tienes. A lo que hay que sumar su acertada manera de abrir la experiencia de simulación de conducción a todos los públicos a través de los mandos y modos que desbordan un mimo muy especial por todo lo relacionado con la cultura del automóvil.
Como comentamos, si bien es un acierto integrar la experiencia competitiva de Gran Turismo Sport como un modo adicional que funciona en paralelo al multijugador casual, también es verdad que su apartado online habría quedado más redondo con nuevas o más variadas alternativas de juego. Nada que no se arregle, por cierto, en las venideras hornadas de contenido.
También es cierto es que empezar a jugar sin tener acceso a prácticamente nada, ni siquiera al multijugador local, es una pequeña faena. Eso sí, de esas faenas que se solucionan a base de jugar. Porque, siendo justos, en lo que se refiere a la experiencia de conducir, Gran Turismo 7 es una verdadera pasada.
¿El mejor juego de conducción en un sistema de PlayStation? Definitivamente, estamos hablando de un nuevo referente absoluto dentro de los simuladores de automovilismo. Un juego que comprende y aprovecha como muy pocos las enormes posibilidades de PS5 y revalida el valor de PS4. Y, para alegría de los fans de la saga, el mejor Gran Turismo jamás hecho.
Gran Turismo 7 [PS5]
Imprescindible
Gran Turismo 7
Plataformas | PS5 y PS4 |
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Multijugador | Sí, online y local |
Desarrollador | Polyphony Digital |
Compañía | PlayStation Studios |
Lanzamiento | 4 de marzo de 2022 |
Lo mejor
- El mayor salto visual, jugable y de calidad de contenido de toda la saga Gran Turismo
- El aprovechamiento del DualSense y el DualShock es soberbio
- La cafetería, y cómo el juego te empapa en la cultura del motor
- Una verdadera carta de amor al automovilismo en forma de videojuego
Lo peor
- Un sistema de progresos, desbloqueos y mejoras demasiado en la línea de los clásicos
- Las alternativas para jugar online son demasiado justas. Al menos, de salida
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