Análisis de Ghost of Tsushima: Director's Cut en PS5. La isla de Iki culmina una edición sensacional para los amantes de los samuráis

Análisis de Ghost of Tsushima: Director's Cut en PS5. La isla de Iki culmina una edición sensacional para los amantes de los samuráis

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Ghost of Tsushima

Las aventuras de Sly Cooper y las diversas entregas y spin-offs de inFamous eran hasta la fecha los trabajos más populares y numerosos del estudio Sucker Punch Productions... hasta que el pasado mes de julio de 2020 decidió cambiar de aires y apostar por la primera invasión de mongoles en Japón con Ghost of Tsushima.

Fue un lanzamiento más que notable para PS4 y a nivel personal uno de sus exclusivos más vistosos y satisfactorios, con la mala suerte de tener que compartir protagonismo en su día con The Last of Us: Parte II, que Naughty Dog está a otro nivel. Sea como fuere, su versión más completa, bautizada como Ghost of Tsushima: Director's Cut, ya está a la venta, tanto en PS5 como en PS4, con el añadido especial de la isla de Iki, una expansión con retos interesantes.

Revisitando Ghost of Tsushima, ahora desde PS5

Ghost of Tsushima

Antes de nada aclarar y recalcar que Ghost of Tsushima: Director's Cut también sale en PS4, tanto a modo de complemento, por 19,99 euros, como en una edición en formato físico que se puede ver desde 64,75 euros. Si te perdiste esta aventura de Jin Sakai en su momento, ahora tienes la ocasión perfecta al ser la edición definitiva con la aventura principal, el cooperativo online del modo Leyendas y la expansión de la isla de Iki, entre otra serie de extras, como un libro de ilustraciones en formato digital o comentarios del director en los que el equipo creativo habla con un historiador japonés sobre los sucesos reales en los que está inspirado.

Sucker Punch Productions se sacó de la chistera el año pasado una aventura muy llamativa, no solamente por esa fidelidad de los hechos y la forma de narrar la historia, sino por detalles sumamente originales, como el comportamiento del viento para dar vida a un desarrollo de lo más orgánico a la hora de explorar el mapa, sin las indicaciones básicas del género de aventuras. Eso, unido a otra serie de detalles, como el modo en blanco y negro Kurosawa (en homenaje a dicho maestro del cine de samuráis), dieron como resultado un juego con mucha personalidad al que se le saca verdaderamente su jugo al cabo de unas horas.

En mi caso, de hecho, de aquellas tardó en conquistarme, principalmente por una serie de detalles que me echaron para atrás, como no poder fijar la cámara sobre el enemigo (que ahora sí está, pero no por defecto) o lo extraño que resultaba atravesar una hilera de bambúes como si ahí no hubiese nada, sabiendo que en todo lo demás Ghost of Tsushima hace mucho hincapié en los detalles, sobre todo los visuales. Pero son inconvenientes menores (por suerte) a la hora de la verdad.

Y es que el combate acaba resultando más completo de lo que deja entrever el inicio de la aventura, donde Jin Sakai está a punto de perder la vida en el prólogo. A medida que se va desarrollando como "Fantasma" gozará de una versatilidad en combate sin parangón, como a la hora de hacer énfasis en el cambio de postura, un poco a lo Nioh, de cara a contrarrestar con mayores garantías los ataques de ciertos tipos de enemigos, especialmente para destrozar fácilmente los escudos.

Hay un conflicto interno, por otro lado. Y es que Jin se ve forzado a desobedecer el código de honor de un samurái, viendo su ejemplo más directo en su primera infiltración dentro de un campamento de mongoles. Ahí asesina por la espalda y recuerda un entrenamiento que tuvo con su padre... La historia juega un poco con esta clase de flashbacks y con los aliados a los que tiene que pedir ayuda para rescatar a su tío, preso en el fuerte donde Jin tendría que haber muerto al inicio.

Sobra decir que podremos importar la partida de PS4 a PS5 desde la nube o bien por USB, conservando todos los progresos y trofeos. La pena es que en PS5 el salto de calidad a nivel visual sea ínfimo (en PS4 ya se veía de lujo, tanto con la plasticidad de sus estampas como por ese magnífico juego entre luces y el movimiento de las hojas moviéndose por el viento), radicando su mayor baza en los inexistentes tiempos de carga gracias al SSD y a unos 60 fps más estables.

La isla de Iki es preciosa, pero llena de peligros

Ghost of Tsushima

Sin repetirnos respecto al análisis de Ghost of Tsushima del año pasado, es turno para hablar en profundidad de lo que aporta la novedad principal de este "corte del director" con el añadido de la expansión de la isla de Iki. Una región accesible al poco de iniciar el segundo acto en la que nos enfrentaremos a otros peligros mientras descubrimos cosas sobre el pasado de Jin y su padre con unas visiones.

Dicha isla es de un tamaño menor al del resto de islas del juego principal, aparte de disponer de menos asentamientos a controlar (tan solo seis). Esto no significa, en cualquier caso, que su historia sea corta, puesto que dura un pelín menos que el extenso acto 1 del juego principal. Y no es simplemente un cambio de escenario y ya está, sino que se ve salpimentado por un nuevo tipo de enemigo bastante puñetero, el chamán. Será nuestra prioridad a partir de ahora, puesto que potencia al resto de enemigos, haciendo que sean más agresivos y poderosos. Así que ya no habrá que hacer frente primero a los puñeteros arqueros... Esos malnacidos...

Lógicamente, una nueva región significa enfrentarse a un nuevo villano, El Águila. Y con una conexión especial con el padre de Jin, no en vano en esta isla fue donde perdió su vida. De ahí que esta expansión sea tan importante de cara a cubrir lagunas de la historia principal de Jin a la vez que conocemos a otros personajes.

Ghost of Tsushima

Para amantes de los animales hay un incentivo extra, puesto que aquí veremos a monos y gatos a los que poder acariciar tras tocar una melodía con la flauta usando el sensor de movimiento del mando para que no se salga de dos líneas que irán oscilando. En relación a los incentivos de la exploración, también gozaremos ahora de unos desafíos de arquería en los que habrá que disparar a unos faroles en el menor tiempo posible si queremos conseguir el premio gordo.

No es una expansión que venga a revolucionar la fórmula del original, pero al menos sí que nos permite seguir disfrutando de uno de los grandes juegos surgidos en PS4. Porque no faltarán escenas de gran impacto, sobre todo las relacionadas con los barcos, de mayor efectividad que en la historia principal. O lo mucho que nos llega a exigir en determinados combates por culpa de los chamanes. Y es que, salvando las distancias, es esencial haber dominado las diferentes posturas y también el arte del bloqueo, aunque sin llegar al extremo del cruel Sekiro: Shadows Die Twice. La pena, eso sí, lo expuesto de no poder fijar...

Por otro lado, la historia de esta isla de Iki nos brindará otro tipo de recuerdos del pasado, sin la obligación de seguir las misiones principales. Una especie de coleccionables donde presenciaremos otros sucesos con Jin y su padre... y otros hechos que le atormentan de su pasado y de los que no había sido consciente.

Lo bueno es que esta expansión no se olvida del inestimable acompañante de Jin, su caballo Kage. De hecho, al poco de llegar (de manera casi catastrófica) a la isla, el reencuentro con nuestro caballo nos reporta una sorpresa en forma de técnica especial que podremos mejorar. Ideal para largos trayectos donde nos topamos con varios enemigos y no queremos bajarnos del caballo... Sí, con carga equina.

Una edición completa con muchas horas de juego

Ghost of Tsushima

Más allá del chasco que supone saber que si tienes la versión de PS4 y quieres la de PS5 necesitarás pagar un extra de 9,99 euros a mayores, Ghost of Tsushima: Director's Cut no deja de ser la ocasión perfecta para (re)descubrir uno de los grandes juegos que nos dejó 2020. Ya simplemente por lo que aporta su primer acto en zonas avanzadas merece la pena, pero es que a esa isla de Tsushima inicial le acompañan otras dos en la aventura principal, sin olvidar la isla de Iki.

Esto se traduce en un montón de horas de juego en donde apetece dejarse llevar por el viento cada vez que descubrimos un lugar de interés en el mapa. La forma en la que evoluciona Jin, no sólo por técnicas que iremos desbloqueando (entre posturas, armas de Fantasma, tácticas adaptativas...), sino también por el tipo de vestimenta, con ventajas para el combate, la exploración, el sigilo... Todo esto va haciendo que los combates sean a su vez más espectaculares y con momentos visualmente impactantes, como a la hora de preparar un enfrentamiento directo con esa calma que precede a la tempestad, como en las películas de samuráis.

No hay que olvidar que aquí ya viene de serie su modo online cooperativo Leyendas, a todo esto. Un modo que pega un cambio radical respecto al estilo clásico del juego principal, al apostar por la mitología de aquella época, donde no faltan menciones a los oni, los demonios del folclore nipón. Ahora bien, no vamos a encontrar monstruos del calibre de los citados Nioh de Team Ninja, aunque sí disfrutar de diferencias especiales entre las cuatro clases disponibles para jugar.

Así pues, el Samurái goza de la absorción etérea (robarle salud al enemigo) como parte de su técnica definitiva, mientras que el Ronin puede invocar a un perro aliado. Esta clase, a su vez, actúa a modo de curandero, mientras que Asesino y Cazadora son suficientemente explícitos de por sí en cuanto a sus funciones.

Si bien no es un modo en el que vayamos a encontrar gente con facilidad (se puede jugar solo, en cualquier caso, al haber enemigos controlados por la IA, casi como en la historia principal) aporta un toque interesante al conjunto, sobre todo por ese tono más oscuro y demoníaco. Conviene recordar, de todas formas, que Leyendas debutó el año pasado como contenido gratis, por mucho que Sucker Punch Productions haya anunciado recientemente que lo ofrecerá por separado (pagando 19,99 euros) a todo el que quiera jugarlo sin comprar la campaña.

La opinión de VidaExtra

En definitiva, Ghost of Tsushima ya era un muy buen juego y ahora lo es más gracias a este corte del director. Si lo tienes en PS4 no te compensa dar el salto a PS5 pagando 10 euros, salvo que quieras prescindir de los tiempos de carga o poder ganar un segundo trofeo de Platino. Por lo demás, la isla de Iki, que viene a ser el reclamo de esta edición, es un añadido que aporta retos interesantes como complemento a la historia principal. Y todo se redondea con el online de Leyendas, que aquí viene de serie con sus distintos modos Historia, Supervivencia y Rivales.

Ghost of Tsushima

Ghost of Tsushima

Plataformas PS5 (versión analizada) y PS4
Multijugador Sí, online (hasta cuatro jugadores en Leyendas)
Desarrollador Sucker Punch Productions
Compañía Sony Interactive Entertainment
Lanzamiento 20 de agosto de 2021

Lo mejor

  • La belleza plástica de su entorno y el uso del viento como guía
  • La profundidad del combate en tramos avanzados
  • Una historia que va subiendo en intensidad
  • Los retos de la isla de Iki y el modo Leyendas

Lo peor

  • A nivel gráfico no aporta casi nada en PS5

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