Análisis de Forspoken, una epopeya con luces y sombras en el colosal mundo de fantasía de Athia

Las pruebas anticipadas para comprobar cómo son ciertos videojuegos tienen su parte positiva y negativa, sobre todo si participas en más de una. Por un lado te sirven para obtener unas primeras impresiones de lo que se avecina, pero también para percatarte de cuáles son sus puntos flojos en el caso de que estos se mantengan y no sean corregidos con el paso del tiempo.

Eso mismo se podría decir que es lo que me ha pasado con Forspoken, porque la segunda vez que lo probé hace un par de meses me causó mejores sensaciones en comparación con la primera toma de contacto, pero hubo ciertos detalles que me seguían chirriando un poco. A pesar de ello, me dejó con ganas de descubrir qué más me podía ofrecer lo nuevo de Luminous Productions y Square Enix.

Tras darle buena caña a la versión final os puedo anticipar que mucho ojo con este RPG de acción porque va a dar mucho de qué hablar, para bien o para mal, pero por el momento os anticipo que dista mucho de lo que se llegó a ver en su polémica demo de hace unas semanas.

Una heroína a la fuerza en un mundo despiadado

La protagonista de esta odisea es Frey Holland, una chica que vive sola en Nueva York junto con su gata. Su vida no es la más ejemplar de todas, porque por desgracia para ella fue abandonada cuando tan solo era un bebé y con el paso de los años no ha parado de pasar por casas de acogida y meterse en líos un tanto turbios. Así hasta que un día un portal se abre ante ella y le conduce al misterioso mundo de fantasía de Athia.

En ese momento la vida de nuestra heroína da un giro de 180º al encontrarse en un lugar con unos vastos paisajes y equipada en su brazo con brazalete parlante al que le pone el nombre de Cepo. A partir de ahí tratará de buscar la forma de poder regresar a su casa, pero en realidad Athia esconde secretos más oscuros de los que se podía llegar a imaginar, porque este mundo está amenazado el llamado Desgarro.

Por algún motivo Frey es inmune a este fenómeno que está arrasando con todo al transformar a los animales en bestias salvajes y a los humanos en una especie de zombis, pero los paisajes también han sufrido las consecuencias de sus efectos. Por si no fuera suficiente, el mundo estaba gobernado pacíficamente por las Thantas, un grupo de poderosas hechiceras que por algún motivo su mente se ha visto corrompida y ahora solo buscan arrasar sus respectivos reinos.

Básicamente esa es la trama principal de Forspoken, una aventura sobre la que hay que reconocer que a nivel argumental sufre algún que otro altibajo. Las primeras horas cuando empiezas a descubrir estos detalles y otros comienza a cobrar más intereses hasta que poco a poco se va diluyendo, pero por suerte en la recta final logra alzarse de nuevo. De todos modos, tampoco es que el argumento sea de lo mejor que hemos visto por el hecho de que a veces quede tan relegado a un segundo plano, pese a ciertos giros que son los que hacen que destaque algo más.

Frey es la única capaz de devolver todo a la normalidad debido a que es capaz de lanzar unos poderosos hechizos y realizar unos asombrosos movimientos de parkour para desplazarse de un lado a otro. Si bien esta no es la vida que ella habría deseado, no le queda más remedio si quiere encontrar la forma de regresar a Nueva York. Una meta que hace que a priori sea su único objetivo de seguir adelante y por eso en ocasiones muestra un comportamiento un tanto egoísta.

Las cinemáticas son bastante espectaculares y a nivel visual y artístico no se puede negar que el juego es una gozada. Se nota que está desarrollado exclusivamente para la actual generación de consolas porque el mundo de Athia es una pasada recorrerlo por lo bien que se ve absolutamente todo de principio a fin. Las animaciones de los distintos personajes también acompañan junto con un magnífico reparto de voces en inglés, mientras que los subtítulos están en castellano.

De hecho, eso es otro de los detalles que más me han llamado la atención, por lo tremendamente malhablada que es Frey y las conversaciones que mantendrá con los demás, especialmente con Cepo que a veces nos deja con unos momentos muy cómicos. No obstante, quizás al llevar unas horas jugando se hace un poco pesado las charlas que van manteniendo el uno con el otro aleatoriamente, porque muchas de ellas se repiten demasiado, incluso durante el combate, pero tampoco hay mayor inconveniente porque desde las opciones se puede disminuir la cantidad de veces que tienen lugar este tipo de situaciones.

Tal vez algo que no me ha terminado de convencer es el hecho de que cada vez que empieza y acaba una secuencia o llegas a una zona nueva la pantalla se va a un fundido negro. En algunos momentos es comprensible, pero otras veces no hay excusa que valga porque es durante la conversación con otros personajes, algo que tampoco he entendido muy bien porque hay ocasiones que tardan tanto en arrancar cuando Frey y la otra parte se quedan mirándose fijamente hasta que por fin se dicen algo.

Sin duda todo esto último resulta de lo más curioso porque los tiempos de carga son prácticamente inexistentes al iniciar la partida y al reiniciarla en el caso de morir. En cambio, los fundidos en negro sí que tardan más y sobre todo lo que tardan en iniciarse las conversaciones es lo que menos sentido tiene.

Magias y parkour por allí y por allá

Algo sobre lo que he hablado antes es que nuestra protagonista dispone de la capacidad de lanzar brutales hechizos que resultan indispensables para abrirse paso por el mundo de Athia y machacar a las letales criaturas que habitan por todas partes. Al principio tan solo cuenta con unas pocas magias, pero poco a poco se va desbloqueando un amplio arsenal para hacer trizar a cualquier enemigo y de formas de lo más variopintas.

Todas estas magias se dividen en dos grupos: ataque y apoyo. En el caso de las primeras son las que se emplean constantemente para machacar a cualquiera que se interponga en nuestro camino. Así de primeras se puede lanzar rocas, generar un escudo con ellas y también lanzar una ráfaga en plan metralleta, pero poco a poco se pueden conseguir otras con más efectos. Aun así, todo esto es tan solo si se mantiene pulsado el botón de ataque, porque también se pueden realizar hechizos básicos que al final es lo que se utiliza la mayor parte del tiempo.

Por su parte, las magias de apoyo se especializan sobre todo en causar estados alterados, ya sea envenenar, robar vida, enredar a los enemigos en el suelo, etc., aunque en estos casos no se pueden emplear cuando queramos y necesitan un tiempo de recarga o utilizar los hechizos principales de ataque para que esa espera se reduzca algo más. Asimismo, también servirá para desencadenar los hechizos más bestiales de todo el repertorio con los que se generarán por los alrededores unos campos de raíces puntiagudas o murallas de fuego, por ejemplo, capaces de causar auténticos estragos.

El ponerte a lanzar hechizos por aquí y por allá es una auténtica pasada porque los efectos están logrados perfectamente. Tenía miedo cuando en los primeros vídeos se veían demasiadas luces y efectos y sobre todo que la jugabilidad fuese muy caótica, pero en absoluto me lo ha parecido así al ponerme a los mandos. Sin ninguna duda los combates es lo mejor con lo que cuenta Forspoken y con los que estaréis deseando acabar con una oleada de enemigos para cruzaros con otra.

Más que nada porque hay tantos hechizos diferentes que gracias a ello se puede dar rienda suelta a unas combinaciones de auténtica locura, porque es muy fácil alternar entre unos y otros y al final resulta muy intuitivo seleccionarlos por la rueda de hechizos que aparece en pantalla. También hay que decir que la cantidad puede resultar un tanto abrumadora y al final lo más habitual es acabar utilizando los mismos constantemente, ya sea porque son los que más te gustan o por los efectos que causan, pero aquellos que les guste realizar virguerías se lo pasarán en grande.

Además, también ayuda el que Frey pueda ser capaz de emplear impresionantes movimientos de parkour, para correr a toda pastilla por los escenarios, dar saltos kilométricos, esquivar con relativa soltura los ataques de los enemigos y también para trepar por cualquier muro. Todo ello combinado con los hechizos nos deja con unos frenéticos enfrentamientos en los que resulta imposible quedarse un segundo quieto a base de atacar y eludir cualquier golpe.

Eso no quita que los enemigos sean a veces unos huesos duros de roer, porque cuando hay grupos pequeños se los puede liquidar sin demasiados problemas, pero cuando son demasiados te pueden venir impactos de todas partes y resulta inevitable acabar comiéndose algún leñazo. Por suerte los enemigos normales no quitan demasiada vida, pero aquellos que se les nota en la apariencia que son más duros son los que nos pueden hacer morder el polvo, porque algunos de ellos me ha resultado más complicado derrotarlos que un minijefe.

Dentro de este grupo se encuentran también algunas criaturas mutantes que deambulan por Athia y que por su barra de vida dan la impresión de ser jefes finales y no os engaño si os digo que estas peleas son las que más me han costado de toda la aventura. Así que es por todo ello que el juego te anima tanto a combinar los hechizos y el parkour y a la larga no te quedan más narices que aprender a utilizar todas has habilidades de Frey para salir adelante.

A esto se suma el que también ciertos enemigos son débiles y resistentes frente a ciertos elementos, por lo que también es otra forma de tener que estar usando distintos tipos de hechizos, lo que no quita que puedas utilizar los que quieras en cualquier momento, claro está, pero por supuesto no es lo mismo causar cosquillas que dejarles atontados en el suelo.

Y todo el combate y la jugabilidad sería de 10 si no fuese porque aquí también reside lo que menos me ha gustado de todo el juego: el fatídico apuntado. No tiene ningún sentido que un título en el que te estás desplazando tan rápido sin parar, que no paras de atacar y demás tenga un apuntado tan rematadamente malo, porque cuando señalas a un enemigo, a la que te mueves un poco o se juntan varios enemigos se vuelve loco y se quita, así que me ha pasado que al final no lo utilizaba casi nunca y apuntaba manualmente porque era totalmente absurdo.

Las formas de pasar el rato por el mundo de Athia

La campaña principal de Forspoken, si eres de los que les gusta centrarse única y exclusivamente en ella, te puede durar aproximadamente unas 15 horas más o menos, pero si eres de los que busca completar el juego al 100% la duración se puede doblar o triplicar perfectamente, porque por todo el mundo de Athia hay una barbaridad de misiones secundarias y lugares para mejorar y aumentar el potencial de Frey más todavía.

Por ejemplo, hay monumentos para modificar sus estadísticas, aunque algunos de ellos ofrecen retos como derrotar a algunas oleadas de enemigos en un tiempo limitado o sobrevivir a sus ataques, de manera que la puntuación que se obtenga variará en las recompensas que se entreguen a cambio. Y también es posible cruzarse con grupos de enemigos en pueblos abandonados por el Desgarro que hay que erradicar para desbloquear cofres especiales.

Junto a esto estarán los laberintos, aunque hay que decir que de laberintos tienen más bien poco, porque tan solo son mazmorras pasilleras con varios grupos de enemigos a derrotar y algunos cofres esparcidos con artículos muy suculentos. Así hasta llegar al final donde aguarda un minijefe que por lo general no cuesta demasiado acabar con ellos, por lo que al final resulta infinitamente más divertido atravesar las salas previas que este enfrentamiento final.

Por otro lado, los que busquen algo más relajado tienen a su disposición lugares para realizar capturas con el móvil de Frey y así desbloquear más filtros para el modo foto o también es posible relajarse en unas casetas que estarán repartidas por toda Athia. Estos lugares resultan vitales para el avance porque el mundo es simplemente descomunal, de ahí que se entienda que nuestra heroína pueda desplazarse tan rápido con el parkour.

La cuestión es que las casetas sirven de puntos para realizar viajes rápidos y también porque en su interior puedes encontrar una mesa de trabajo para crear pociones o aumentar la cantidad de artículos que se pueden llevar encima, además de para descansar y aceptar una serie de desafíos relacionados con las magias de Frey. Estos últimos ofrecen una forma adicional de invitarnos a sacar partido de sus distintas habilidades al mismo tiempo que potencian su poder en el caso de realizarlos con éxito.

Naturalmente nada de todo lo indicado hasta ahora es obligatorio, pero no cabe duda de que viene muy bien para que algunas batallas no se hagan tan duras, sobre todo en la recta final del juego, así que nunca estará de más explorar cualquier rincón de Athia para estas tareas que también pueden hacer entrega de capas, collares o pinturas para las uñas de nuestra intrépida heroína. Con estos artículos se aumentará más todavía su vida, defensa o los poderes de sus hechizos a la vez que le otorgan algunas bonificaciones adicionales.

Sin embargo, no todas las actividades secundarias son igual de buenas, porque en Cipal, la ciudad principal, hay algunos encargos que nos solicitarán que se vuelven tremendamente tediosos. Uno de los más pesados fue uno en el que tenía que acompañar a un personaje mientras me hacía de guía turístico y fácilmente te podías tirar 10-15 minutos siguiéndole de un lado a otro, pero también hay veces que tiene que perseguir a unos gatos y sobre todo no pueden faltar las inexplicables misiones en las que te piden hacer de recadero para entregarte cosas a cambio: “El mundo está fatal, necesitamos tu ayuda, pero tu tráeme esto, que ni se te pase por la cabeza que te lo voy a dar gratis aunque acabe muriendo”.

El rendimiento y las múltiples opciones de accesibilidad

Una vez más he de hacer hincapié en lo alucinante que es el apartado gráfico de Forspoken, otro de sus puntos más fuertes, aunque en los ajustes es posible decantarse por varias opciones dependiendo de los gustos de cada uno. Así es posible escoger entre un modo que la resolución sea en 4K con una velocidad de imagen a 30 fps o por el contrario escoger una menor resolución a 60 fps.

Personalmente he probado ambas y me quedo con la segunda, porque ya de por sí a nivel visual se ve todo de maravilla y la jugabilidad pide que todo vaya a 60 fps por lo frenéticos que son todos los encuentros con los enemigos. Encima no he notado caídas, ni parones ni nada similar, por lo que el rendimiento en ese sentido es impecable.

Por otra parte, hay que agradecer la inmensa cantidad de opciones de accesibilidad que se han implementado en el juego y que afectan directamente a la forma de jugar y a otros detalles de la interfaz. De esta manera es posible hacer que los objetos se recojan automáticamente si no queréis detener el veloz movimiento de Frey, que las puertas se abran solas o resaltar más todavía cualquier personaje o elemento importante que haya por el mapa.

Entre otros ajustes se puede modificar cómo se realizan los saltos, los impulsos, la visibilidad del menú o los elementos de la interfaz y por supuesto cómo se ven los subtítulos. Todo lo que sea para hacer más accesible el juego para una mayor cantidad de jugadores, bienvenido será.

La opinión de VidaExtra

La demo de Forspoken no ha jugado en absoluto a su favor y eso ha provocado que a mucha gente le genere rechazo este RPG de acción. Es una lástima porque aquellos que no le quieran dar una oportunidad se van a perder un juegazo que, si bien no llega al sobresaliente, os puede mantener bastante entretenidos a lo largo de las 20 horas que os puede durar si alternáis entre la historia principal y algunos de sus objetivos secundarios.

Detalles en la jugabilidad como el apuntado, algunas misiones secundarias absurdas, un argumento con altibajos, los fundidos en negro o ciertas conversaciones son los detalles que provocan que el título no brille tanto como debería. Sobre todo porque algunos de estos defectos ya me percaté de ellos en las anteriores pruebas, al igual que otros compañeros que lo probaron, y a pesar de los retrasos que ha sufrido el lanzamiento y las quejas depositadas no se han terminado corrigiendo, de ahí que juegue en su contra y haya que reconocer que por eso no es el bombazo que aspiraba a ser.

Personalmente yo me lo he pasado en grande viajando por el mundo de Athia y con sus combates tan espectaculares. Durante los próximos días me voy a dedicar a completar todo al 100% porque estoy deseando descubrir qué más me espera tras pasarme la historia, pero ojalá se hubiesen mejorado algunos apartados para poder catalogarlo como uno de los mejores lanzamientos de este inicio de 2023.