Final Fantasy X HD Remaster: análisis

'Final Fantasy X', al que pudimos jugar por primera vez en PS2 en 2002, es para muchos el último gran 'Final Fantasy'. La remasterización que nos presenta Square Enix doce años después para PS3 y PS Vita es digna de elogio. Su éxito de ventas demuestra además que se pueden llenar las arcas sin necesidad del coste desorbitado de las producciones actuales. El culto es desde luego rentable, lo que nos lleva a preguntarnos si la cosa funcionaría igual de bien con una revisión del más radical y polémico 'Final Fantasy XII'.

Tenía un poco de miedo a este 'Final Fantasy X HD Remaster'. Por un lado a causa de las expectativas. Al igual que hace doce años el juego ha tardado una eternidad en llegar a nuestras tierras y, como entonces, para cuando lo ha hecho (el pasado 21 de marzo) el hype que me había creado se encontraba por las nubes. Por otro lado estaba el enfrentamiento personal ante un juego fetiche. Ni yo ni mis circunstancias somos los mismos que hace una década, y la nostalgia solo es infalible si no la enfrentamos directamente con lo añorado. ¿Habría envejecido bien 'Final Fantasy X'? ¿Tanto como para que no se resintieran mis excelentes recuerdos sobre él?

'Final Fantasy X' y las razones que lo hicieron grande en su momento

Tras tres excelentes entregas para la primera Playstation tocaba enfrentarse a una nueva generación de consolas. Con el nombre de 'Final Fantasy' por fin en el mapa internacional y contando su éxito por millones (de fans, de dolares y de unidades vendidas) 'Final Fantasy X' se proponía continuar el éxito de crítica y público tirando de superproducción y de Emotion Engine. Así, la potencia de las entrañas de PS2 y la mayor capacidad del formato DVD permitieron incluir voces (en horas y horas de diálogos), fusionar el habitual mapamundi y las localizaciones prerenderizadas en un bello mundo construido a base de polígonos y dotar de expresiones a los antiguamente acartonados rostros.

El resultado fue deslumbrante, un auténtico salto generacional que nos dejó a todos sin habla. Pero si 'Final Fantasy X' pasó a la historia no fue solo por el envite tecnológico. Sin duda la excelente historia llevada en volandas por unas enormes composiciones del maestro Uematsu ayudaron a auparlo como el segundo juego más vendido de la franquicia.

El joven Tidus, ese protagonista inmaduro que resulta irritante en los primeros compases del juego, va creciendo ante nosotros a base de puntos de giro que nos tocan el alma. El arco de transformación del personaje es ejemplar. El monólogo que ejerce de prólogo deja entrever la tragedia con tono triste, avanzando el largo flashback que ocupará el grueso del juego. "Escucha mi historia, ésta podría ser nuestra última oportunidad". La magistral melodía a piano que envuelve la escena hace el resto.

Y luego está Yuna, abandonada a su destino; Wakka y Lulu, enfrentados y unidos por la muerte de un ser querido; Kimahri y su delicada relación con la gente de su propia raza, los Ronso; el carismático Auron, que lleva sobre sus hombros el peso de su pasado y su compromiso con el futuro; la pequeña Rikku, dicharachera a pesar de la incomprensión que maltrata a los suyos, los Albhed... Política y religión, tradición frente a tecnología, ritos que llevan la paz a los difuntos, el miedo ante el omnipresente e imbatible Sinh... Subtramas y base cultural para sostener de forma sólida una experiencia inolvidable.

La perspectiva del tiempo. Sigue el camino de baldosas amarillas

Comentábamos que el paso del mapamundi a una representación de los continentes a escala real era una de las características que más llamaron la atención de 'Final Fantasy X'. Spira se podía recorrer de cabo a rabo a través de cientos de caminos... que no podíamos abandonar. Así, lo que se vio entonces como una demostración de potencia tecnológica queda hoy oscurecido por el reinado de los sandbox. Faltaban unos años todavía en los albores del siglo XXI para que los mundos abiertos se convirtieran en la norma (y por eso mismo 'Final Fantasy XIII', estrenado ya en 2010 con la misma fórmula del X aún más encorsetada, recibió críticas tan feroces). El juego se revela ahora mucho más lineal de lo que se percibió en su momento.

Analizando fríamente el resultado con la perspectiva que da el tiempo transcurrido creo que, si bien la libertad se ve mermada con respecto a las anteriores entregas de la franquicia, la historia y el ritmo con el que esta transcurre salen ganando. El tempo es excelente y el dramatismo de los acontecimientos no se diluye ante el habitual comportamiento azaroso del jugador que, casi sin darse cuenta, está deseando siempre llegar un poco más lejos. Además, esa linealidad se disimula muy bien en según qué zonas, y la habitual aparición del barco volador acaba por tumbar cualquier posible duda al permitir el libre viaje por la bella y enorme Spira.

Las novedades de 'Final Fantasy X HD Remaster'

'Final Fantasy X' aguanta el paso de los años con envidiable poderío. Es más, el juego de 2014 es mucho mejor que el de 2002. No solo por el tremendo trabajo realizado en el paso a la alta definición (escenarios y personajes se ven más luminosos e impresionantes, y olvidaos de aquel molesto temblor de las imágenes en las escenas FMV), la inclusión de extras que redondean la historia, el cross play y croos save entre PS3 y PS Vita o el nuevo tratamiento en parte de la banda sonora (no os preocupéis, extraña al principio y se disfruta después), es que por fin podremos olvidarnos de la terrible versión pal que sufrimos por estas tierras que nos trajo un juego más lento, con bandas negras recortando la pantalla y 50 hercios. 'Final Fantasy X' más bello que nunca.

Unas palabras sobre 'Final Fantasy X-2 HD Remaster'

Como comentaba al inicio, es habitual escuchar que 'Final Fantasy X' es el último gran 'Final Fantasy' y que su continuación 'Final Fantasy X-2' fue el comienzo de la decadencia en la franquicia. A ver, tiro de ejemplo. Cuando terminé 'Ocarina of Time' deseé con todas mis fuerzas otro juego ambientado en ese Hyrule. Me daba igual que el escenario fuera el mismo, quería seguir viviendo aventuras en aquel lugar que me resistía a abandonar. Lo que nos dio Nintendo sin embargo fue 'Majora´s Mask', un juego extraño en una dimensión paralela tan distinto de Ocarina que me costó encontrar su valor. Pero vaya si lo tenía.

'Final Fantasy X-2' sí que reutilizaba la Spira que conocíamos. Como en mis locos deseos de un Ocarina 2, eso no hubiera supuesto un problema. Lo que ocurrió con 'Final Fantasy' es que el nuevo juego (recordemos, por primera vez una segunda parte hacía acto de presencia), a pesar de sus aciertos, banalizó tantísimo todo lo que habíamos disfrutado con el anterior que consiguió despertar sentimientos muy negativos. Vale, el X era muy dramático, pero de ahí al trío J-Pop que piensa en qué ponerse para cada combate dista un largo trecho.

Considero la inclusión en el paquete de 'Final Fantasy X-2' un complemento a la reedición de 'Final Fantasy X'. Visto así y sabiendo lo decepcionado que me sentí en su momento creo que solo puedo disfrutar de esta segunda oportunidad. Me lo tomaré con más calma en esta ocasión.

Conclusiones

A estas alturas del texto las preguntas que me hacía al principio de la review están más que contestadas. 'Final Fantasy X' aprueba con sobresaliente el examen de la memoria. Es más, reafirma y engrandece las virtudes originales gracias a una revisión en alta definición realmente ejemplar. Los que lo jugasteis en 2002 os encontraréis una pulida joya sin las aristas que ensombrecieron aquel estreno en los televisores de tubo españoles. Los que visitéis Spira por primera vez os toparéis con la evidencia de un tiempo que no volverá, el porqué ha habido tantas dudas sobre la ahora Square Enix. 'Final Fantasy X' como título bisagra de la famosa franquicia, entre la edad dorada y lo errático que vino después. Los veteranos sonreirán, se emocionarán y llorarán de nuevo con una historia tremenda, los recién llegados disfrutarán con la boca abierta de principio a fin. Todos salimos ganando.