Análisis de FIFA 23, el videojuego que define cómo ha de ser el fútbol de nueva generación

Un partido más y lo dejo. Esta vez sí. O no. ¿A quién voy a engañar? Lo fácil que es improvisar partidas de FIFA 23 o saltar de manera caprichosa entre sus modos y submodos me tiene embobado. Acumulo horas de juego, progresos y merecidas recompensas con una facilidad sorpresiva. Un partidito nada más y tengo finiquitado ese objetivo de FUT23. Un momento, me llega una notificación para unirme a una partida de VOLTA. Eso sí, antes de apagar la consola avanzaré un poquito más en el modo Carrera como Ted Lasso. ¡Literalmente! ¿El denominador en común de todo este caso? Perder en el último minuto es una debacle, pero ganar por seis goles en cualquiera de esos modos es un gustazo total.

Al César lo que es del César: FIFA 23 es el rey absoluto de los juegos de fútbol. De partida porque no hay nadie que le tosa. El único videojuego capaz de medirse con la obsesión futbolera de EA es la entrega anterior. Es más, las inevitables comparaciones entre ambos títulos juegan totalmente a favor de lo que se ofrece esta nueva temporada. Los cambios se palpan al mando con la primera partida, el empujón en los modos estrella refuerza sus aciertos heredados y su manera de abrazar el juego cruzado lo convierten en una edición redonda en cada uno de sus apartados. FIFA 23 es el la mejor manera de vivir el balompié en PCs y los sistemas de novena generación. ¿Y qué pasa con el resto de ediciones?

La tendencia iniciada en FIFA 22 sigue su curso: EA Sports ofrece novedades en todas las ediciones de la nueva entrega con la excepción de FIFA 23 Legacy Edition en Switch, la cual es básicamente una puesta al día de los contenidos de FIFA 20 para Nintendo Switch (lanzado, por cierto, en otoño 2019). Sin embargo, la prioridad absoluta son los sistemas de nueva generación y escritorios. Y ojo, que este año los jugadores de PS5, Xbox Series X / S y PC juegan juntos y comparten mercado de transferencias en FUT23.

¿Se ha dejado de lado la octava generación? En absoluto, aunque a estas alturas de la partida no nos podemos quejar: tras diez entregas con grandes novedades, pequeñas revoluciones y errores de diferente calibre ha llegado el momento en el que PS4 y Xbox One deben dejar paso a sus hermanas menores. Una oportunidad que, todo sea dicho, Electronic Arts aprovecha de maravilla ofreciendo mucho más que esos benditos tiempos de carga súper rápidos a los que ya nos hemos acostumbrado a lo largo de los últimos dos años. Y el engranaje principal sobre el que se sostiene el cambio generacional son más que apreciaciones y promesas. De hecho, tiene nombre propio: Hypermotion2.

Lejos de ofrecer una entrega de transición que haga de puente entre el prolífico legado conjunto con la federación y la nueva etapa que comenzará con EA Sports FC, la propuesta integral de fútbol a través de los videojuegos que nos propone FIFA 23 lo convierte en una de esas ediciones en las que, a falta de un nuevo modo que sirva de gancho, se pone toda la carne en el asador a base de replantear, experimentar y hacer evolucionar cada una de sus experiencias estrella.

Nos referimos a modos como el VOLTA, el FIFA Ultimate Team, el modo Carrera o Clubes Pro que, por separado, reciben el tratamiento de una nueva entrega anual y se ensamblan en un coloso que se mantiene en la cresta de la ola. A la constante vanguardia de los videojuegos de fútbol. No a base de ambición, que también, sino ofreciendo pasión por el deporte rey y buenas ideas.

FIFA 23 define cómo ha de ser el fútbol de nueva generación

Electronic Arts es plenamente consciente de dos cosas: por un lado, la toma de contacto inicial de los jugadores es importantísima. Es crucial ofrecer una sensación jugable distinguible de la entrega anterior. Por otro, los cambios introducidos deben mantenerse durante toda la temporada y, a ser posible, durante los siguientes cinco juegos. FIFA 23 para las consolas de nueva generación sienta cátedra en ambos casos.

Los irreductibles porteros que nos dieron la bienvenida en FIFA 22 ahora son mucho más equilibrados en el desempeño de los partidos, pero lo interesante es el modo en el que se nos invita a llevar la iniciativa. De entrada se han introducido nuevas opciones ofensivas como el Zapatazo, un cañón de cristal que nos deja expuestos un valiosísimo instante, y nuevas mecánicas de aceleración. Como resultado, los partidos son mucho más emocionantes mientras se abren nuevas posibilidades jugables.

Ahora bien, EA Sports no se ha limitado a añadir más y mejores recursos a los controles, sino que se ha empeñado en ofrecer unas partidas más fluidas a todos los niveles. Algo que se nota especialmente en las versiones de nueva generación gracias al ya referido elemento secreto de esta entrega: la tecnología Hypermotion2 con la que se combinan registros de jugadores reales y reacciones gestionadas por una inteligencia artificial.

Algo que se luce en pantalla, se nota en nuestras jugadas y las físicas de los jugadores al colisionar y, definitivamente, deslumbra todavía más en las repeticiones.

De hecho, en FIFA 23 para PC y sistemas de nueva generación no solo nos topamos con una ambientación en los estadios mucho más lograda, sino que estamos ante un terreno de juego en el que los jugadores reaccionan a lo que ocurre durante la partida y se adaptan a nuestras jugadas de manera más genuina. Las ediciones de FIFA 23 de lo que vamos a llamar novena generación ya no parecen muñecos que reaccionan igual, sino futbolistas que reaccionan físicamente de manera distinta en función de sus atributos, la situación y nuestras propias decisiones.

No se trata de añadir más cantidad de animaciones, sino de lograr que cada uno de los 22 futbolistas rindan y se muevan de manera creíble sin perder el foco en lo esencial: la prioridad no es que se luzcan mejor sobre el terreno, sino que reaccionen y se desenvuelvan por el campo propiciando buenas jugadas, una defensa en la que realmente podamos confiar y, entre goles y faltas, situaciones que nos emocionen y nos hagan ponernos en pie. De manera triunfal o por simple y vanal coraje.

¿Y qué pasa con los jugadores de octava generación? Si jugamos desde una PS4 o una Xbox recibiremos muchas de las mejoras de esta entrega, como los nuevos saques a balón parado o el referido Zapatazo, pero todo lo relacionado con la tecnología Hypermotion 2 se queda fuera. Y eso significa que elementos como el referido AcceleRATE, recursos como el bregado y el bregado en carrera con el gatillo izquierdo o los nuevos regates técnicos que se benefician de la nueva tecnología son recursos exclusivos de la nueva generación y PC.

Lo cual no quiere decir que el juego luzca mal, que conste. Y, para muestra estos dos ejemplos con Nahuel Molina del Club Atlético de Madrid.

La tecnología Hypermotion2 de FIFA 23 en las nuevas consolas y PC se no solo se manifiesta en los controles, sino en las propias físicas, el mucho mayor detalle de los futbolistas o el ritmo y la fluidez a la hora de desenvolvernos con o sin el balón. Deslumbra en su modo de dar una personalidad a cada jugador en el terreno de juego. Es más, en las versiones Next Gen del juego dos futbolistas con similares atributos reaccionan de manera diferente en el campo. Incluso si comparten aspectos como ritmo y velocidad.

Esto último, por cierto, se deja notar mucho más si apostamos por el fútbol femenino. En lugar de ofrecerles un lugar separado, como en NBA 2K23, EA Sports permite que en las selecciones de equipo en modos como los Partidos Rápidos podamos alternar entre las combinaciones masculinas y femeninas con un sencillo gesto, y lo mejor es que su manera de moverse en el terreno de juego como de desenvolverse en las jugadas luce y se siente diferente.

El truco detrás de este hito es, de nuevo, Hypermotion2. EA ha registrado y usado la tecnología con jugadoras reales y el efecto refleja perfectamente el gran hito de esta entrega a la hora de dar credibilidad y fluidez a las partidas. A lo que hay que sumar unas repeticiones espectaculares cuando encajamos un gol complicado que nos tentarán a dejarlo puesto aunque vayamos regular de tiempo. Con todo, el fútbol femenino está ausente en modos como el FIFA Ultimate Team de este año.

Lógicamente, todo lo anterior se aplica de manera diferente a juegos como el fútbol urbano con tintes arcade de VOLTA, como veremos más adelante, o las variantes más chaladas de los partidos rápidos. EA Sports acomoda su tecnología a cada modo siendo consecuente con la experiencia que se espera encontrar en ellos. La buena noticia es que no solo nos haremos a las mejoras en tiempo récord -a lo bueno siempre se acostumbra uno rápido- sino que en todo momento tendremos un sistema de entrenamientos y seguimientos con los que perfeccionar elementos decisivos en FIFA 23 como el Zapatazo o el AcceleRATE.

Algo que, lógicamente, le da un valor muy especial a la revitalizada experiencia online que se abre con la llegada de una de las características llamadas a definir esta entrega: el juego cruzado entre sistemas de Xbox, PlayStation y PC. ¡Ya era hora!

Una nueva etapa para la experiencia online en la que todos jugamos juntos

La jugabilidad de FIFA 23 tiene una fluidez imbatible y busca ese curioso equilibrio entre el entretenimiento como videojuego y la simulación. Una fórmula que se replantea de manera experimental cada año, a veces con más acierto que otros y que nos deja una conclusión clara: la nueva entrega es claramente superior a la anterior a los controles. Y que ésto último lo podamos disfrutar más en compañía de jugadores de todas las plataformas a través del juego cruzado le da puntos adicionales al conjunto.

FIFA 23 no es multiplataforma. No como eFootball 2023. Lo que ganes en la versión de PS5 no lo encontrarás en la de Xbox One. De hecho, esas dos ediciones no tienen ningún lazo en común salvo sus propios contenidos. Pero ahora hay un elemento distintivo que rompe con todo lo anterior: todos los jugadores de PS5, Xbox Series X / S y PC juegan online juntos en una misma plataforma social que nace de las cuentas de EA. Por su parte, y de manera separada, todos los jugadores de PS4 y Xbox One también comparten partidas online.

La iniciativa viene de atrás, dado que el los últimos coletazos de FIFA 22 EA ya abrió esa posibilidad de manera experimental. Pero lo mejor es lo sencillo que es iniciar o compartir partidas en los modos de juego y de manera instantánea: pulsamos una pestaña y accedemos a las opciones sociales. Vemos quién de nuestros contactos está conectado, cual está juntado a FIFA 23 y desde dónde está jugando. Podemos invitarles con un sencillo gesto desde el modo en el que estamos o repasar nuestras invitaciones. Tan sencillo como suena.

De hecho, la única distinción que notaremos será el icono del otro jugador al recibir el esférico, si es que no lo desactivamos. Y sí, desde los ajustes también podemos desactivar el juego cruzado, además de añadir a nuestra red de contactos los últimos jugadores con los que nos hemos enfrentado. Y si vemos que son unos tramposos, de esos que saltan al campo con el banquillo lleno de jugadores de bronce para bajar su media para el matchmaking, podemos bloquearlos o directamente denunciarlos si en el terreno de juego dan un espectáculo deplorable.

Tan simple como gestionar un submenú social. Tan divertido como que no haya barreras a la hora de jugar entre plataformas de la misma generación, partiendo del hecho de que los jugadores de PC este año juegan en la liga de las nuevas consolas de Sony y Microsoft en todos los aspectos, salvo por el delirante tropiezo inicial del sistema antitrampas.

Y ojo, esta iniciativa va más allá de los modos amistosos, casuales o la posibilidad de iniciar un Clubes Pro con quien nos de la gana. Un ejemplo de ello es que el mercado de Transferencias del Ultimate Team también es compartido, aunque en este caso hay un matiz: los jugadores de PC están separados de los de consolas. Por algo será.

El motivo de que los jugadores de sobremesas de diferente generación no jueguen juntos se explica con la mismas dos palabras que definen el salto de calidad en las nuevas consolas: la tecnología Hypermotion2. Los mismos recursos adicionales que coronan y ponen a la vanguardia las ediciones que, definitivamente, son la máxima prioridad de EA Sports y definirán el futuro de la saga, incluso se tiene un rebranding brutal. Con todo, es necesario dejar constancia reiterada de que las ediciones de FIFA 23 para PS4 y Xbox One juegan en otra liga, pero son mucho mejores que los juegos de la temporada pasada.

A partir de aquí, un aporte. O, más bien, un consejo elemental: si vas a jugar en los modos online desde PS5 ajusta las opciones del DualSense antes de enfrentarte a los de cualquier otra plataforma o estarás en desventaja. EA Sports ha calibrado la sensibilidad y notarás el pulso de tus jugadores o los ruidos del la red al marcar un gol, pero el cansancio de tus jugadores, especialmente en los modos VOLTA o  Clubes Pro, se hace muy palpable y se acaba notando en los gatillos, de modo que cuesta más presionarlos.

Lo de los gatillos adaptativos de PS5 es una cuestión moral, ya que si tu jugador estás cansado por mucho que aprietes con el DualSense o con el mando de Xbox no vas a presenciar un milagro. Pero eso no quita que sea una faena enorme que, más que aportar profundidad, acabarás desactivando a la tercera partida en las opciones competitivas y, con toda probabilidad, también en las amistosas. Sobre todo, si están en juego las recompensas de FUT23.

El inicio de una nueva etapa para el FIFA Ultimate Team

EL FUT23 es el modo estrella de FIFA 23, y dentro de él hay suficientes modos, eventos y experiencias de juego como para ser un videojuego propio. A todos los efectos, incluyendo el apartado comercial, estamos ante lo que podemos considerar el motor de cada entrega de cara al grueso de sus jugadores más leales. Por eso, que se haya replanteado de manera integral la química a la hora de crear y gestionar equipos es más que un paso de gigante: estamos ante lo que es un antes y un después dentro del Ultimate Team y cada uno de sus modos y desafíos.

Partiendo de lo básico, FUT23 nos desafía a crear un equipo de ensueño a  través de cartas de jugador. Algunas las obtendremos a base de superar misiones y desafíos o como recompensas, pero el grueso de las mismas las iremos añadiendo a nuestra colección en los sobres de jugador o a través de un mercado de transferencias que en FIFA 23 es compartido en consolas de misma generación. Esto ya es un paso al frente.

Squad Battles, Draft Online, Division Rivals, los Desafíos de creación de plantilla... todos los modos de juego de FUT22 están de vuelta incluyendo el sistema de temporadas y a ellos se les suma uno más: los Momentos de FUT. Una sucesión de desafíos cortos y emocionantes diseñados para un solo jugador basados en situaciones reales y que tienen dos reclamos adicionales:

• Una vez logremos el momento el partido se acabará. Es decir, no es necesario jugar un partido entero para continuar progresando.
• Además, obtendremos un tipo de recompensas especial: Las estrellas de FUT, las cuales no solo no caducan sino que podremos emplear a nuestro gusto en una galería de premios.

Un acierto total, ya que no solo se nos ofrece una manera rápida de avanzar y obtener recompensas rápidamente (incluyendo cartas y sobres), sino que en lugar de lanzarnos a por premios establecidos de antemano seremos nosotros quienes elijamos qué premio recibir y en qué momento. Y, en el proceso, participar en este juego dentro del juego a través de desafíos originales y directos al grano.

A partir de aquí toca hablar de la gran novedad: el replanteamiento de la química. Hasta ahora, a la hora de crear un equipo se tenía en cuenta la afinidad entre los jugadores por proximidad en nuestro esquema de juego. Es decir, que los futbolistas cercanos tengan rasgos en común (nacionalidad, liga, etc.) y estén colocados en su posición original. Si hay afinidad se suma química y si no había afinidad se generaba una química negativa, de modo que el gran plan era crear la química máxima al combinar la de todos los jugadores. Eso se acabó.

A partir de FUT23 la afinidad tiene en cuenta a todo el equipo en su conjunto, de modo que debemos pensar en conjunto a la hora de armar un equipo desde cero o ser mucho más específicos a la hora integrar a un nuevo jugador. No hay química negativa ni lealtad, y los clásicos vínculos posicionales se han eliminado por completo. La idea general: crear la química máxima de cada jugador por separado.

Toca acostumbrarse varios días a este cambio, desde luego, y tardaremos más de lo deseado en superar los Desafíos de creación de plantilla. Pero al final esto beneficia a que seamos más creativos a la hora de generar equipos con una limitación: la posición natural de los jugadores ahora es crucial y ya no podremos cambiarla tan alegremente como hasta ahora.

Cada carta de jugador ha añadido una nueva marca en su base que especifica cuántas posiciones alternativas puede llegar a tener además de la suya. E incluso dentro de esta limitación, al ver su reverso se nos dice a qué posiciones podemos cambiarlo. Algunas cartas ni siquiera tienen la opción de cambiar de posición, de modo que a los anteriores atributos a la hora de cotejar el valor de cada futbolista entra en juego su versatilidad a la hora de posicionarlo convenientemente.

¿La nueva química es un acierto o un error? La realidad es que toca acostumbrarse, pero se entiende perfectamente la idea de fondo. Sobre todo, cuando en FIFA 23 ahora se permiten realizar cinco cambios por partido, con lo que necesitamos tener más controlado que nunca a quién nos llevamos a jugar y dónde lo ponemos. Sin embargo, el verdadero impacto lo mediremos cuando lleguen las cartas verdaderamente fuertes de cada temporada y veamos qué opciones y con que ventajas nos encontramos al darles la vuelta.

Ted Lasso entra por la puerta grande en el modo Carrera

FIFA 23 es la experiencia de fútbol definitiva, pero en lo que respecta a su Manager Deportivo está varias ligas por debajo de Footbal Manager de Sports Interactive. Este año tampoco se podrá medir con el juego editado por SEGA, pero se han dado pasos de gigante para que este modo de juego nos obsesione mucho más que en entregas anteriores. Incluyendo, entre otras novedades, ese tan requerido replanteamiento integral de la interfaz de juego. ¡Ya era hora EA Sports!

A nivel visual la disposición de las diferentes opciones es muy similar a lo visto en FUT23, con sus respectivos atajos para acceder a las funciones esenciales, chatear con nuestro equipo o avanzar durante la temporada. Y sí, en caso de que queramos ir al grano podremos delegar o simular lo que estimemos conveniente, aunque si realizamos los entrenamientos de manera manual muy posiblemente obtengamos mejores resultados.

De hecho, uno de los reclamos más interesantes del modo carrera de FUT23 es que además de poder crear nos un mánager al gusto tendremos acceso a más de 350 técnicos reales y uno ficticio muy popular: si nos vamos a los de la pestaña del Resto del Mundo nos encontraremos al mismísimo Ted Lasso. Y sí, entre los equipos que podremos gestionar, independientemente del mánager que seamos, estará el AFC Richmond.

En el apartado jugable tocará combinar nuestras habilidades con los controles con un sistema de planificación más o menos sostenible a nivel de rendimiento deportivo. Una novedad vistosa es que, además, se han introducido escenas cinemáticas para nuestros jugadores que nos ayudan a visualizar y darle credibilidad a nuestros progresos. Pequeños grandes detalles que asientan la diferencia. Pero, claro, también toca hacer números.

Podemos crear un equipo desde cero o aprovecharnos de la ingente cantidad de licencias que dispone FIFA 23. Por lo general, lo segundo es más tentador. Como todo mánager deportivo, la responsabilidad de cada equipo es proporcional a su relevancia. Tendremos increíbles ventajas a la hora de fichar o realizar inversiones con el PSG o el Real Madrid que no puede permitirse el referido AFC Richmond, pero también una serie de objetivos que, en caso de no cumplirse, fulminarán nuestra carrera.

Con todo, en el modo Carrera de FIFA 23 contamos con dos ases en la manga:  por un lado tenemos más libertad a la hora de gestionar nuestra ranura de guardado de cara a ser más experimentales o hacer tonterías. No está de más. Pero es que, además, se nos ofrece mucha más información desglosada de los presupuestos. Aunque, por otro lado, si vamos a pasarlo bien y no tenemos ganas de sufrir siempre podemos iniciar una nueva partida con un Espaldarazo Financiero de mil millones de euros en el equipo que queramos.

El modo Carrera ha salido muy beneficiado en FIFA 23 y, pese a ir siempre a la sombra del Ultimate Team por diferentes motivos, EA Sports se ha volcado a la hora de ofrecer una experiencia más profunda y más atractiva. Permitiéndonos abordarla como nos dé la gana y experimentarla del modo en el que la disfrutemos más. No solo a base de novedades, sino de reorganizar esa interfaz en la que pasaremos incontables horas delante de pantalla y, muy posiblemente, en la que estaremos pensando cuando tengamos la consola o el ordenador apagados.

VOLTA y Clubes Pro, todavía mejor con amigos. Incluso si son de otras plataformas

El Star System de FIFA siempre ha sido uno de sus atractivos. Eso es incuestionable. La interminable cantidad de licencias oficiales, de clubs, jugadores y estados recreados al milímetro tiene un peso muy especial. Incluso la imagen de portada de cada entrega. Pero EA Sports tiene claro que solo hay un modo de que su experiencia futbolera aborde la pasión por el balompié de manera integral: ofrecer la alternativa de que seamos nosotros mismos las estrellas del juego.

En torno a esa misma idea nacen dos de los modos más atractivos de FIFA 23: el VOLTA y el Clubes Pro. Sin embargo, es justo decir que pese a que han recibido mejoras, se han quedado sin el salto de calidad de modos como los ya comentados FUT23 o el modo Carrera. Lo cual no desmerece lo que ya había por delante, que no es poco.

La idea de VOLTA  apenas necesita presentaciones: nos creamos un personaje al gusto y jugamos en pistas más reducidas en tamaño, pero más trepidantes a todos los demás efectos. En todo momento conservando el espíritu del fútbol de barrio como bandera, incluyendo la posibilidad de improvisar partidas al vuelo con dos amigos o crear alianzas con quienes acabamos de coincidir en la partida anterior.

Los beneficios de VOLTA de cara a FIFA 23 son heredados del resto de modos: la tecnología Hypermotion2, que funciona de manera muy diferente en aquí, y el juego cruzado le dan más y mejores matices a la propuesta. Que no se me malinterprete: hay un enorme trabajo de fondo detrás de estos dos hitos y cómo se acomodan a jugabilidad en las diferentes pistas en las que jugamos, pero está claro que el sistema de temporadas y recompensas estéticas en forma de ropa y aspectos no es un reclamo tan potente.

Sin embargo, y en caso de que nos centremos únicamente en las novedades, nos topamos con el divertidísimo VOLTA Arcade suma a los 16 juegos anteriores seis minijuegos más, reforzando ese espíritu de darle la alternativa a Fall Guys con retos locos y pruebas eliminatorias.

El mismo personaje que creemos en VOLTA lo podremos importar a Clubes Pro, un modo con el que comparte espacio en la interfaz principal de FIFA 23 pese a ofrecer una experiencia muy diferente.

De hecho, eso tiene una razón de ser: Existe un progreso compartido en ambos modos de juego en forma de puntos de temporada con el que podremos desbloquear artículos para nuestro jugador Pro. Además, en FIFA 23 se suman más ventajas  ofensivas, defensivas, de creación de oportunidades y para nuestro futbolista.

El modo Clubes Pro se beneficia de todas las ventajas de jugabilidad y progresión compartida con VOLTA, desde luego, pero el verdadero gran cambio de FIFA 23 reposa en la manera en la que obtenemos la EXP con la que subir de nivel y mejorar nuestro propio jugador, de modo que somos recompensados con cada acción. La idea, la misma de siempre: crear o unirnos a un Club y convertirnos en estrellas a base de jugar y mejorar de manera constante.

Sería injusto decir que las novedades acaban ahí. Como comentamos, FIFA 23 es un juego mucho más orientado a la experiencia social y a que compartamos y hagamos piña con jugadores conocidos y desconocidos. Esto queda reforzado en VOLTA y Clubes Pro con un nuevo desglose de nuestro rendimiento en las partidas online y una mayor facilidad para añadir amigos que vinculemos a nuestra cuenta de Electronic Arts. Generando a nuestro ritmo una comunidad con la que siempre poder improvisar partidas con aquellos con los que nos lo pasemos bien.

Consagrando aquello que define todas las ediciones de FIFA 23: hacer todavía más atractivo lo que ya funcionaba, sacar el máximo partido de la brecha generacional y, en el proceso, lograr que todos nos lo pasemos bien jugando al modo que queramos desde el sistema que nos dé la gana. Hitos pequeños y grandes que redondean el que ya es el incuestionable máximo referente en los videojuegos de fútbol.

La opinión de VidaExtra

La cita anual con el fútbol de EA Sports se mantiene en la cima sin competencia, desde luego, pero tampoco sin miedo a innovar. FIFA 23 es mejor que su anterior entrega, y eso se palpa desde el minuto uno. La tecnología Hypermotion2 le sienta de escándalo a las partidas en grandes estadios o en pistas de barrio, y el modo en el que se han reforzado los modos estrella o se ha replanteado el Ultimate Team le da fuerzas redobladas a una edición divertidísima y a la vez exquisitamente profunda.

Está claro que las consolas de octava generación ya no son la prioridad de EA Sports, pero incluso en esas las ediciones de PS4 y Xbox han salido beneficiadas con las mismas novedades y el espíritu transgresor de una entrega que podía ser más modesta dado su carácter de transición y, en su lugar, ha dejado claro que la ambición de FIFA por superarse y evolucionar año tras año es absolutamente inquebrantable. Apoyándose ya con ambos pies en el hardware de nueva generación y PCs para alcanzar un nuevo estándar.

Es imposible no aprovechar nuestras conclusiones para darle un merecido tirón de orejas a EA Sports y su manera de mirar hacia otro lado con Nintendo Switch relanzando una versión actualizada de su versión a medida de FIFA 20 en lugar de un juego capaz de aprovechar la máquina que mueve DOOM Eternal, The Witcher 3, Dragon Ball Fighterz o Monster Hunter Rise,. Al menos, sale a precio reducido.

Sin embargo, en todos los demás sistemas FIFA 23 no se contenta con cumplir con lo esperado y modo en el que se insufla nueva vida y más emoción a sus modos estrella es doblemente meritorio. Puliendo la experiencia de juego y ofreciendo algo que muy pocos juegos se atreven a hacer en pleno 2022: tomarse muy en serio que ya hemos dado un salto generacional.

El futuro de la saga de fútbol de EA Sports estará en el aire cuando la licencia de la Federación expire, y no tiene pinta que la fiebre por el Ultimate Team vaya a apagarse. No mientras haya jugadores que inviertan cantidades astronómicas en sobres de FUT. Pero FIFA es mucho más que eso: es la genuina pasión por el Deporte Rey desde todas las perspectivas a través de los videojuegos. Y si algo tenemos claro es que FIFA 23 marca el camino a seguir.