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Fue uno de los más esperados del año por parte de un servidor, y tras probarlo no me decepcionó. ‘Fat Princess’ cumple lo que promete: diversión en compañía sin ningún tipo de complicación.
A cargo de Titan Studios, esta creación se ha convertido en uno de los títulos más pesados (en ambos sentidos) del catálogo de PSN que no tiene nada que envidiar a los que salen en formato físico. En poco contenido, y por menos de 15 euros, augura una gran cantidad de horas masacrando soldados y salvando princesas. Más o menos como los cuentos que nos contaban de pequeños, pero con mucha sangre y muchas tartas de por medio.
Es, por lo tanto, y pese a su engañosa apariencia infantil, un título no recomendado para menores. Así pues, veamos lo que nos ofrece.
‘Fat Princess’ parte de una premisa muy básica. En su modo principal nuestra labor será rescatar a la princesa. Ya seamos del equipo azul como del rojo, nuestro objetivo será rescatar a la princesa de nuestro color que, como no podía ser de otra manera, estará presa en el castillo del equipo rival.
Tenemos varias clases a elegir: trabajador, indispensable para mejorar el resto de clases, tiene gran poder ofensivo con su mejora (una bomba), su principal objetivo es crear las puertas de nuestro castillo, al igual que la catapulta, la recolección de recursos y la construcción de escaleras o plataformas en las cercanías de la base rival (por si me lo preguntáis, junto con el montaraz es mi clase favorita); mago, en primer lugar con fuego, y tras mejora con hielo, se convierte en una clase de apoyo indispensable; cura, no menos indispensable, tanto en ataque como en defensa, tras mejora puede atacar a distancia al rival con una maldición; montaraz, el arquero de toda la vida, un completo incordio debido a sus ataques a distancia, tras mejora obtiene una especie de escopeta de perdigones que a mí personalmente no me convence nada (prefiero el arco, que además puede lanzar flechas de fuego); y finalmente el guerrero, poderoso en ataque y con muchísima vida, puede incluso cubrirse con su escudo (contra los arqueros es muy útil), con mejora gana una lanza muy dañina.
The Cake is a Lie…
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Ya tenemos las clases, ahora queda por explicar más detalladamente el modo principal de ‘Fat Princess’. Si conocéis el clásico Capture The Flag (en español, capturar la bandera) sabréis por dónde van los tiros. Tenemos a nuestra princesa presa en el castillo rival, y nuestra labor es rescatarla. Pero claro, luego hay detalles que se salen un poco de la tónica habitual, como el de hinchar a la princesa rival, que está presa en nuestro castillo, a tartas para que engorde y así complicarle al rival la tarea de rescate de su princesa. Y claro, el rival si es listo también hará lo mismo, por lo que necesitaremos de más hombres para cargar con un peso tan pesado (y tan pesado, porque no se calla ni debajo del agua, que os pedirá cada dos por tres que le déis más tartas). Porque la peculiaridad del mundo de ‘Fat Princess’ es que las tartas no dejan de aparecer. El sueño de todo goloso.
Bien, ya sabemos el patrón de funcionamiento del juego, ¿pero hay más? Pues claro que sí, aunque ya con esto solo os asegura infinidad de horas de diversión. Tenemos una variación consistente en rescatar a la princesa (esta vez atrapada en una celda) tres veces antes de que lo haga el rival. Por cierto, que se me pasó comentarlo antes. En el rescate clásico, al rescatar a la princesa el rival tiene 30 segundos para recuperarla, si no la partida se acaba.
Los otros modos de juego son completamente distintos, ya que no habrá princesas. En uno ganaremos por dominación, asegurando los puestos avanzados, en otro derrotando a más enemigos que el rival en los mapas clásicos, y luego haciendo lo mismo en solitario pero en una arena. Pero hay un modo de juego más, aunque sólo tiene una pantalla. Es un modo futbolero, donde nuestro objetivo es llevar (y digo llevar porque chutar como tal no lo podremos hacer, salvo dar toques muy cortos) un balón de fútbol a la portería rival. Es francamente divertido, especialmente según avanza la partida, ya que se irán desbloqueando las clases y parecerá más una carnicería que una pachanga del domingo.
Tarta de oro, o casi…
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Pero no es oro todo lo que reluce (y no lo digo por las gallinas de la foto superior). Pese a lo gran juego que es y lo mucho que divierte, hay un fallo que aún no ha sido subsanado del todo. El lag, el dichoso lag. El día que salió en PSN no había ni una pizca de lag, pero según se fue poblando de jugadores encontrar una partida sin este mal endémico es poco menos que una utopía. Es más, incluso he tenido intentos fallidos a la hora de entrar en una partida sabiendo de antemano que no estaba completa. Una auténtica pena, aunque confío en que Sony acabe sacando un nuevo parche limando estas asperezas. Aunque al menos ya tenemos asegurado un nuevo mapa, cosa muy de agradecer.
Salvo este detalle, y como no me gusta terminar el análisis de un buen juego con un detalle negativo, quiero resaltar nuevamente lo divertido que es. Es muy fácil de dominar, a la segunda o tercera partida conoceremos prácticamente todos sus entresijos. Además, si no queremos probar el modo online por miedo a sufrir el ridículo o porque el lag nos tira para atrás, que sepáis que tiene un modo historia para un jugador, que básicamente viene a ser un repaso de los modos de juego disponibles maquillado con una historia sobre tartas, princesas y soldados. Muy simpático, por cierto. Y además, podemos jugar los demás modos de juego en solitario también, con hasta 31 IA.
Y aún hay más, porque podemos personalizar nuestra encarnación virtual a medida que vamos desbloqueando caras, peinados, etc. tanto en solitario como en compañía. Tenemos también una completísima base de datos con mil y una estadísticas, nuevamente tanto en el modo solitario como en el online, con detalles como la clase más escogida, la más repudiada, el número de gallinas que hemos matado, y muchísimos detalles más como para aburrir (dieciséis páginas en total). Y como detalle que me ha llegado al corazón, los créditos del juego. El de sus creadores, Titan Studios. Chapeau por el equipo, por ser tan originales. Nos batiremos el cobre contra ellos en un coliseo encarnando a la muerte, con su guadaña, a ritmo de Baby Got Back, de Sir Mix-a-lot. Detallazo.
Ficha Técnica: Fat Princess
Fue uno de los más esperados del año por parte de un servidor, y tras probarlo no me decepcionó. ‘Fat Princess’ cumple lo que promete: diversión en compañía sin ningún tipo de complicación.
A cargo de Titan Studios, esta creación se ha convertido en uno de los títulos más pesados (en ambos sentidos) del catálogo de PSN que no tiene nada que envidiar a los que salen en formato físico. En poco contenido, y por menos de 15 euros, augura una gran cantidad de horas masacrando soldados y salvando princesas. Más o menos como los cuentos que nos contaban de pequeños, pero con mucha sangre y muchas tartas de por medio.
Es, por lo tanto, y pese a su engañosa apariencia infantil, un título no recomendado para menores. Así pues, veamos lo que nos ofrece.
‘Fat Princess’ parte de una premisa muy básica. En su modo principal nuestra labor será rescatar a la princesa. Ya seamos del equipo azul como del rojo, nuestro objetivo será rescatar a la princesa de nuestro color que, como no podía ser de otra manera, estará presa en el castillo del equipo rival.
Tenemos varias clases a elegir: trabajador, indispensable para mejorar el resto de clases, tiene gran poder ofensivo con su mejora (una bomba), su principal objetivo es crear las puertas de nuestro castillo, al igual que la catapulta, la recolección de recursos y la construcción de escaleras o plataformas en las cercanías de la base rival (por si me lo preguntáis, junto con el montaraz es mi clase favorita); mago, en primer lugar con fuego, y tras mejora con hielo, se convierte en una clase de apoyo indispensable; cura, no menos indispensable, tanto en ataque como en defensa, tras mejora puede atacar a distancia al rival con una maldición; montaraz, el arquero de toda la vida, un completo incordio debido a sus ataques a distancia, tras mejora obtiene una especie de escopeta de perdigones que a mí personalmente no me convence nada (prefiero el arco, que además puede lanzar flechas de fuego); y finalmente el guerrero, poderoso en ataque y con muchísima vida, puede incluso cubrirse con su escudo (contra los arqueros es muy útil), con mejora gana una lanza muy dañina.
The Cake is a Lie…
Ya tenemos las clases, ahora queda por explicar más detalladamente el modo principal de ‘Fat Princess’. Si conocéis el clásico Capture The Flag (en español, capturar la bandera) sabréis por dónde van los tiros. Tenemos a nuestra princesa presa en el castillo rival, y nuestra labor es rescatarla. Pero claro, luego hay detalles que se salen un poco de la tónica habitual, como el de hinchar a la princesa rival, que está presa en nuestro castillo, a tartas para que engorde y así complicarle al rival la tarea de rescate de su princesa. Y claro, el rival si es listo también hará lo mismo, por lo que necesitaremos de más hombres para cargar con un peso tan pesado (y tan pesado, porque no se calla ni debajo del agua, que os pedirá cada dos por tres que le déis más tartas). Porque la peculiaridad del mundo de ‘Fat Princess’ es que las tartas no dejan de aparecer. El sueño de todo goloso.
Bien, ya sabemos el patrón de funcionamiento del juego, ¿pero hay más? Pues claro que sí, aunque ya con esto solo os asegura infinidad de horas de diversión. Tenemos una variación consistente en rescatar a la princesa (esta vez atrapada en una celda) tres veces antes de que lo haga el rival. Por cierto, que se me pasó comentarlo antes. En el rescate clásico, al rescatar a la princesa el rival tiene 30 segundos para recuperarla, si no la partida se acaba.
Los otros modos de juego son completamente distintos, ya que no habrá princesas. En uno ganaremos por dominación, asegurando los puestos avanzados, en otro derrotando a más enemigos que el rival en los mapas clásicos, y luego haciendo lo mismo en solitario pero en una arena. Pero hay un modo de juego más, aunque sólo tiene una pantalla. Es un modo futbolero, donde nuestro objetivo es llevar (y digo llevar porque chutar como tal no lo podremos hacer, salvo dar toques muy cortos) un balón de fútbol a la portería rival. Es francamente divertido, especialmente según avanza la partida, ya que se irán desbloqueando las clases y parecerá más una carnicería que una pachanga del domingo.
Tarta de oro, o casi…
Pero no es oro todo lo que reluce (y no lo digo por las gallinas de la foto superior). Pese a lo gran juego que es y lo mucho que divierte, hay un fallo que aún no ha sido subsanado del todo. El lag, el dichoso lag. El día que salió en PSN no había ni una pizca de lag, pero según se fue poblando de jugadores encontrar una partida sin este mal endémico es poco menos que una utopía. Es más, incluso he tenido intentos fallidos a la hora de entrar en una partida sabiendo de antemano que no estaba completa. Una auténtica pena, aunque confío en que Sony acabe sacando un nuevo parche limando estas asperezas. Aunque al menos ya tenemos asegurado un nuevo mapa, cosa muy de agradecer.
Salvo este detalle, y como no me gusta terminar el análisis de un buen juego con un detalle negativo, quiero resaltar nuevamente lo divertido que es. Es muy fácil de dominar, a la segunda o tercera partida conoceremos prácticamente todos sus entresijos. Además, si no queremos probar el modo online por miedo a sufrir el ridículo o porque el lag nos tira para atrás, que sepáis que tiene un modo historia para un jugador, que básicamente viene a ser un repaso de los modos de juego disponibles maquillado con una historia sobre tartas, princesas y soldados. Muy simpático, por cierto. Y además, podemos jugar los demás modos de juego en solitario también, con hasta 31 IA.
Y aún hay más, porque podemos personalizar nuestra encarnación virtual a medida que vamos desbloqueando caras, peinados, etc. tanto en solitario como en compañía. Tenemos también una completísima base de datos con mil y una estadísticas, nuevamente tanto en el modo solitario como en el online, con detalles como la clase más escogida, la más repudiada, el número de gallinas que hemos matado, y muchísimos detalles más como para aburrir (dieciséis páginas en total). Y como detalle que me ha llegado al corazón, los créditos del juego. El de sus creadores, Titan Studios. Chapeau por el equipo, por ser tan originales. Nos batiremos el cobre contra ellos en un coliseo encarnando a la muerte, con su guadaña, a ritmo de Baby Got Back, de Sir Mix-a-lot. Detallazo.
The Cake is a Lie…
- Plataformas: PS3
- Distribuidor: Sony
- Estudio: Titan Studios
- Lanzamiento: Ya disponible
- Precio: 15 euros
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-
Plataformas: PS3
-
Distribuidor: Sony
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Estudio: Titan Studios
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Lanzamiento: Ya disponible
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Precio: 15 euros
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