Nuestro primer contacto con Dragon Ball Z: Kakarot en la última Madrid Games Week nos hizo pensar que el videojuego de CyberConnect2 contaba con ciertos aspectos de lo más brillantes para convertirse en un producto muy a tener en cuenta, aunque también había otros que necesitaban ser mejorados.
Recientemente hemos podido comprobar de primera mano si se había aplicado algún cambio a lo largo de estas semanas, ya que Bandai Namco ha realizado un evento en el que hemos tenido la oportunidad de disfrutar de las tres primeras horas de la aventura principal.
Una experiencia que nos ha proporcionado unos épicos encuentros y nos hace creer que el nuevo título de Goku y compañía apunta a ser uno de los mejores lanzamientos de todo 2020. Así pues, vamos a contaros todos los motivos por los que debéis permanecer atentos a la fecha en la que esta entrega llegará a las tiendas.
Más RPG de lo que parece a simple vista
Desde que fue anunciado, siempre se ha dicho que Dragon Ball Z: Kakarot es un RPG de acción y en nuestra nueva partida es algo que hemos podido comprobar especialmente. A medida que vamos avanzando, combatiendo contra enemigos y cumpliendo misiones, iremos ganando experiencia para subir de nivel y de paso aumentar nuestras estadísticas para volver más poderosos a los personajes.
Cada uno de nuestros héroes dispondrá de su propia barra de experiencia junto con su respectivo nivel. No sabemos con exactitud a cuántos de ellos llegaremos a controlar a lo largo de todas las sagas, pero en este tramo comenzamos con Goku, como no podía ser de otra forma, pasando por Piccolo e incluyendo también a Son Gohan de niño. Eso no quita que haya otros personajes que también nos echarán un cable durante nuestra travesía.
La aventura te incita a explorar los escenarios al máximo y a hacer todas las tareas posibles precisamente por lograr que nuestros protagonistas sean mejores y estén más preparados para los encuentros. Más allá de todo esto, por los distintos e inmensos mundos abiertos que recorreremos estarán situadas una especie de esferas de distintos colores que, si bien no será indispensable recolectarlas, nos resultarán vitales para la progresión de nuestros personajes.
Y es que cada uno de ellos tendrá un enorme árbol de habilidades. La mayoría de ellas serán pasivas para aumentar la potencia de ciertos movimientos, otras que afectarán a nuestras técnicas especiales y hasta otras que nos otorgarán nuevos ataques. Por lo tanto, para desbloquearlas necesitaremos canjear estas esferas en cuestión, pero también nos ha resultado curioso un detalle como es el hecho de que algunas solo se podrán activar cumpliendo primero ciertos requisitos, como derrotar a un jefe final en particular.
Por otro lado, tendremos el Tablón de la Comunidad, en el que, como su propio nombre indica, se tratará de un tablero en el que situaremos los emblemas de los personajes que vayamos obteniendo, así como los de otros secundarios e importantes que iremos conociendo. Eso sí, los aficionados de la serie anime y manga verán entre todos ellos a multitud de caras que les resultarán familiares. Pues bien, la finalidad de esta opción en concreto es la de ir mejorando la afinidad y la relación que mantienen los protagonistas entre sí.
Para ello habrá que ir colocando en estos tableros los emblemas que mantengan una mejor afinidad entre ellos. Es más, la relación de todos ellos se puede potenciar a base de emplear objetos para que así el rango de cada uno de los distintos tableros (uno para combates, otro para cocina y otro para dinero) vaya habilitando mejoras pasivas y nuevas líneas de diálogos. En definitiva, son detalles que te animan al final a que tus luchadores estén lo suficientemente preparados para afrontar cualquier tipo de adversidades.
Un mundo abierto que poco a poco nos va convenciendo más
El rato que estuvimos jugando semanas atrás nos dio la impresión de que el mundo abierto de Dragon Ball Z: Kakarot necesitaba una buena revisión para que mereciera la pena recorrerlo de arriba a abajo. Hay que reconocer que aquella prueba no le hizo demasiada justicia porque tampoco nos dio tiempo a explorarlo bien, todo lo contrario a lo que ha ocurrido en estas tres primeras horas que han sacado a relucir los aspectos más positivos y los no tan buenos de estos descomunales escenarios.
En todo momento estaremos recorriendo lugares de lo más emblemáticos y que han sido extraídos directamente de la serie, ya que el argumento será prácticamente idéntico al original, con algunas pequeñas variaciones, pero al fin y al cabo los sucesos más determinantes seguirán siendo los mismos. En nuestro caso comenzamos con la llegada de Raditz a la Tierra y nos dio tiempo a ver hasta el entrenamiento de los protagonistas para hacer frente a Vegeta y Nappa. No obstante, la trama de la aventura también abarcará los arcos de Freezer, los androides, Cell y Majin Buu.
En las zonas que visitaremos siempre tendremos una misión principal que llevar a cabo, aunque iremos desbloqueando otras secundarias para así agenciarnos más objetos, emblemas para los tablones de la comunidad u objetos que no nos vendrán mal ante ciertas situaciones. Por ejemplo, entre las tareas que debimos de cumplir estaba una que nos encargó el Androide Número 8 de vapulear a unos robots y también nos cruzamos con Nam, quien nos solicitó encontrar una forma de encontrar agua y comida para su pueblo. Si bien estas misiones son inventadas y da la impresión de estar introducidas un poco con calzador para alargar la aventura, también resulta entretenidas llevarlas a cabo.
Al final con estos objetivos recorreremos gran parte del mapa yendo de un lado a otro, pero cuando no hemos cumplido una misión en especial es cuando hemos sentimos realmente la falta de un verdadero aliciente para explorar el mapa. Vale que seguiremos teniendo la recolección de los orbes para las habilidades o también nos cruzaremos con enemigos con los que libraremos unos combates de lo más impresionantes, pero a veces se nota como que hay multitud de zonas en las que simplemente no hay nada qué hacer en ellas.
Al menos hay que reconocer que los escenarios lucen de escándalo, sobre todo los más populares, como por ejemplo la Kame House, la casa del Maestro Muten Roshi, ya que la isla es exactamente idéntica, tanto por dentro como por fuera. Además, aquí mismo también pudimos librar algunos combates de entrenamiento para pulir nuestras técnicas y así potenciarlas u obtener algunas nuevas.
Con respecto a las misiones principales, la mayoría estarán basadas en el argumento original para continuar con su correspondiente trama, pero también hay otras más sencillas que requerirán que encontremos unas manzanas o pesquemos un pez para comer cuya finalidad es para enseñarnos algunas de las posibilidades del juego. A la larga es algo que en parte es de agradecer para que no todo sea ir de un punto A a un punto B y combatir y así constantemente. Por lo menos hay minijuegos que hacen que la experiencia sea más entretenida.
En cuanto a la hora de desplazarnos contaremos con la Nube Kinton de Goku, decenas de vehículos distintos o directamente podremos volar, que a la larga acabará siendo la opción más recomendada, os lo podemos asegurar, porque la nube de Goku es excesivamente lenta en comparación y el control de ella sigue pecando de ser demasiado impreciso.
También hay que decir que aquellos que les guste alcanzar el 100% en el juego tendrán un gran trabajo por delante gracias a la tremendamente completísima enciclopedia del juego. En ella podremos consultar información de todo tipo de los personajes, los enemigos, los medios de transporte, los objetos y muchísimos detalles más a los que se sumarán también una terminología de la saga y fotografías de la serie anime y hasta anécdotas que nos contarán qué diferencias hay exactamente entre el videojuego y los capítulos que vimos en la televisión.
Los combates siguen siendo un puro espectáculo visual
No nos lo hemos pasado mal recorriendo el mundo, las cosas como son, pero es inevitable reconocer que los combates de Dragon Ball Z: Kakarot es su punto más fuerte con inmensa diferencia. Es difícil cansarse de cualquier tipo de batalla que libraremos, incluso aquellas que sean contra los enemigos más insignificantes, por lo entretenidas que son, los movimientos que emplearemos, las técnicas a las que daremos rienda suelta y la cantidad de efectos que aparecerán en pantalla.
Todo ello forma un cóctel visual que nos encantará repetir una y otra vez. Además, cada uno de los protagonistas dispone de sus propios ataques para que se sientan únicos al controlarlos, con sus movimientos más característicos, en especial con los golpes más especiales, véase el Kamehameha de Goku o el Makankosappo de Piccolo. De hecho, la jugabilidad está preparada para que no resulte complicado en absoluto el familiarizarse con los botones que debemos de pulsar.
Básicamente dispondremos de unos golpes básicos, otro de ellos para recargar nuestra energía y, si hemos acumulado la suficiente, gastaremos una mayor o menos cantidad de ella con las técnicas que emplearemos con tan solo pulsar un par de botones en particular. Tampoco faltará el desplazarnos más rápido, los contraataques o el teletransportanos a toda velocidad a otro lugar cercano para esquivar los golpes que intenten proporcionarnos nuestros adversarios.
El ritmo de todos estos encuentros será de lo más frenético y será un constante machaque de botones hasta que nos hagamos con la victoria. Todo ello, aparte de lucir de maravilla, con una fluidez asombrosa en la que no notamos ningún tipo de ralentización en ningún instante. Las animaciones nos han parecido brutales por lo parecidas que son a las de la serie y donde más lo apreciaremos será en las secuencias que irán apareciendo, por el mimo que se ha depositado en ellas al transcurrir exactamente igual que en la obra original. A veces hasta da la impresión de que estamos frente a un capítulo de la serie de Akira Toriyama.
Es más, el propio juego dividirá los acontecimientos por capítulos, con su respectiva introducción. Nos ha encantado que aparezcan títulos como si fueran episodios de verdad o que al final del arco de Vegeta apareciesen los créditos y un avance del "próximo capítulo", que en este caso corresponde al siguiente arco (algo que suponemos que ocurrirá en todos ellos). Dicho sea de paso, toda la batalla contra el príncipe de los Saiyan, algo que jugamos por separado, nos ha parecido apoteósica y nos ha dejado con ganas de repetirla una y otra vez.
La verdad es que nos ha llamado la atención que, durante las tres horas que estuvimos jugando, en realidad avanzásemos tan poco con respecto a la trama de la serie. Y eso que tampoco es que hayamos pasado demasiado tiempo en exceso explorando el mundo abierto, lo que nos hace creer que el juego al completo es posible que llegue a durar fácilmente unas 30-40 horas en base a lo que hemos completado y todo lo que nos quedaba por delante, dado que el arco de la llegada de Raditz, Vegeta y Nappa a la Tierra es el más corto de todos los de Dragon Ball Z. Aun así, todo esto no lo sabremos con certeza hasta que tengamos la versión final en nuestras manos.
En cualquier caso, Dragon Ball Z: Kakarot tiene una pintaza excelente. También ayuda el que las melodías sean exactamente las mismas que las del anime, al igual que las voces, al menos las que hemos escuchado en japonés con subtítulos al castellano. Queda prácticamente un mes para su lanzamiento, que recordamos que será el 17 de enero de 2020, y ya estamos contando los días que quedan para hacernos con uno de los videojuegos de Dragon Ball más prometedores de los últimos años.
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