Si hay algo de lo que no cabe ninguna duda es el hecho de que Bethesda puede presumir de contar con algunos de los mejores FPS que llegaremos a ver este año. Un par de buenos ejemplos los tenemos con RAGE 2 y Wolfenstein: Youngblood y, no contenta con eso, en unos meses lanzará DOOM Eternal, uno de los juegos más esperados de la recta final del año.
id Software ya puso el listón en una posición realmente elevada con el anterior DOOM al dejarnos con uno de los mejores juegos de acción de los últimos años, así que para esta ocasión tenía un gran trabajo por delante. No obstante, si alguien dudaba de que esta futura continuación fuese capaz de superar a su predecesor, tras haber disfrutado de un primer adelanto podemos afirmar que es bastante probable que lo consiga.
Durante este fin de semana hemos tenido la oportunidad de disfrutar de una magnífica prueba tras acudir a la QuakeCon 2019 en Londres. Los minutos se nos han pasado en un suspiro de lo divertido que podía llegar a ser hacer picadillo a los demonios con una experiencia de lo más violenta y sanguinaria
Dispara, golpea y llénate el cuerpo de vísceras
Para esta versión lo primero que tuvimos que hacer era superar un tutorial que nos permitía acostumbrarnos un poco a los controles y sobre todo para hacernos una idea de las posibilidades que nos iba a ofrecer la jugabilidad, algo que ya anticipaba que iba a ser de lo más brutal por el descomunal arsenal de armas que tendremos a nuestra disposición.
Lo que más importa de la saga vuelve a ser el plato fuerte de esta continuación, dado que constantemente nos hemos visto envueltos en combates contra incesantes hordas de demonios con un ritmo de lo más frenético. La acción constantemente pondrá a prueba nuestros reflejos y nuestra capacidad para improvisar, porque quedarnos quietos o pensando cuál será nuestro próximo movimiento es prácticamente una muerte garantizada.
Los enemigos no se andarán con tonterías y la inteligencia artificial de estas criaturas infernales será lo suficientemente elevada para que nos veamos envueltos en unas partidas de lo más desafiantes. Los grupos atacarán todos juntos sin parar y su único objetivo será el de reducirnos a cenizas a una velocidad vertiginosa si no nos andamos con cuidado.
De ahí que hayamos mencionado que no podremos estar parados en ningún momento y tener que estar desplazándonos de un lado para otro, ya no solo para esquivar los disparos y golpes, sino para intentar llevarnos por delante todo lo que podamos y cuanto antes, porque las zonas en las que tendrán lugar las masacres están preparadas precisamente para que juguemos con todos los elementos del escenario.
Así nos encontraremos con columnas, zonas de plataformeo, portales que nos conducirán a otro lugar o también unos soportes que nos mandarán por los aires. A su vez, entre unas cosas y otras, contaremos también con las habilidades de nuestro Doom Slayer al ser capaz de ejecutar un doble salto o un dash, por ejemplo, pero lo mejor de todo es la gran cantidad de recursos de los que podrá sacar partido para que la sangre y las vísceras no paren de volar por los aires.
En cualquier caso, lo que sacamos en claro es que en DOOM Eternal es muy fácil llegar a morir una y otra vez. Aun así, poco a poco fuimos cogiendo práctica, una mayor soltura con los controles y con todo lo que nos permite el juego. De este modo, el grupo de demonios que nos hizo morder el polvo anteriormente, a la siguiente vez fuimos nosotros los que no paramos de arrancar de cuajo sus extremidades de formas brutales con un resultado de lo más satisfactorio.
No todos atacarán de la misma forma y habrá que ir aprendiendo la forma de actuar de cada uno y cuáles son las armas más efectivas para cada ocasión, porque cualquier error que cometamos no tardaremos ni un segundo en pagarlo muy caro. ¿Tal vez pueda resultar un tanto exigente? Quizás, pero en su dificultad también reside una diversión simplemente extraordinaria que no paraba de aumentar nuestras ganas de seguir jugando sin parar.
Eligiendo la mejor forma de llevar a cabo la matanza
Como buen FPS puro y duro nos encontraremos con escopetas, metralletas, lanzacohetes, ballestas y otras armas de lo más destructivas con la que seremos capaces de producir una auténtica destrucción allá por donde vayamos arrasando de la forma más bestia que se nos ocurra. Nuestro protagonista será toda una máquina de matar y en cuanto nos aparezcan los primeros enemigos lo descubriremos al instante.
Con cualquier arma que empleemos presenciaremos cómo las partes del cuerpo de los demonios comienzan a salir disparadas por todas partes con chorretones de sangre. De hecho, uno de los grandes detalles es que las balas reflejarán el sitio exacto al que estamos disparando, pudiendo observar los agujeros que les causamos en el cuerpo y cómo estos quedarán severamente perjudicados por nuestros impactos.
De todos modos, este DOOM no está preparado para que nos pongamos a disparar o golpear mientras esquivamos los ataques de nuestros enemigos y ya está. En su lugar, mientras luchamos por exterminar a todo lo que se mueva, también deberemos pensar rápidamente con qué lo hacemos, si con las armas de fuego, los puñetazos y la cuchilla, el lanzallamas o la motosierra, porque esta decisión será la que determinará los recursos que nos agenciaremos.
Esto supone que, rajarles en dos o un hundirles la cabeza en el cuerpo nos otorgará puntos de salud, mientras que la motosierra será indispensable para conseguir munición o el lanzallamas para que caiga refuerzos para la armadura. Dependiendo de lo que necesitemos a veces no nos quedará más remedio que decantarnos por unas opciones u otras, aunque eso no quita que por el propio escenario también haya objetos que resultarán de lo más útiles.
Por otro lado, algunas de las armas que nos encontraremos dispondrán de disparos secundarios. Una de las más llamativas era una escopeta que lanzaba un gancho para que así pudiéramos disparar a bocajarro mientras nuestro personaje salía disparado hacia el enemigo en cuestión. Además, las secuencias de algunas muertes, sobre todo aquellas que ejecutamos cuerpo a cuerpo, son impresionantes y no nos cansaremos de ellas con tal de presenciar las barbaridades que se le ocurren a nuestro Doom Slayer.
Si tuviéramos que poner alguna pega, tal vez lo único que no nos terminó de convencer del todo fueron los momentos de plataformas cuando no había enemigos de por medio. Esto nos llevó a tener que utilizar el doble salto, el dash y otra habilidad para engancharse a las paredes, para así ir de un lado para otro. No encajaba demasiado con la acción tan desenfrenada del juego, a pesar de que se agradezca que haya algún momento de un poco más de calma.
La aniquilación a los demonios comenzará en noviembre
Al final, por todo lo que hemos comentado hasta el momento, queda claro que DOOM Eternal es un juego que premiará la velocidad de reacción y adaptación de cada uno ante las adversidades con un ritmo tan trepidante. Por si no fuera suficiente, gráficamente es una pasada y absolutamente todo luce de escándalo. El diseño de los demonios es fantástico y todo lo que ocurre en la pantalla transmite una enorme sensación de destrucción y violencia.
Entre tanta criatura habrá más de una que resultará familiar a los seguidores de la saga, lo que no quita que también nos vayamos a encontrar con caras nuevas. A la acción le acompañará una banda sonora sobresaliente con unos temas electrónicos que le sientan como un guante y nos meterán más de lleno en estas sanguinarias trifulcas espaciales.
Este primer adelanto DOOM Eternal nos ha parecido excepcional, así que nos hace creer que la versión final será una compra más que recomendada cuando llegue el 22 de noviembre a PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PC y Stadia con tal de seguir erradicando a los demonios con la que promete ser una de las mejores obras de id Software.
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