Ahora que Sony ha revelado las primeras características oficiales de PS5, queda claro más que nunca que estamos en la recta final del ciclo de vida de PS4, lo que se ha notado también en la cantidad de juegos exclusivos que ha ido recibiendo en 2019 en comparación con años anteriores. Dada esta situación, se podría decir que el primer gran exclusivo de este año que llegará a la consola es Days Gone.
El juego de acción y supervivencia desarrollado por Bend Studio llegará a las tiendas mañana mismo, aunque a lo largo de este tiempo ha ido sufriendo algún que otro retraso debido a que el equipo necesitaba perfeccionar la versión final. De hecho, durante todo este tiempo lo hemos probado hasta en tres ocasiones diferentes en las que os hemos ido contando lo que nos parecía y cómo ha ido mejorando cada vez más, con la esperanza de que se corrigieran ciertos defectos en la versión final.
Ahora que ya tenemos el juego en nuestras manos, ¿habrá cumplido satisfactoriamente? ¿O por el contrario se habrá quedado lejos de nuestras expectativas? Eso es lo que os invitamos a descubrir a continuación en el análisis que hemos preparado.
La odisea a la que enfrentará Deacon St. John
Con la versión final hemos podido profundizar del todo en el argumento del juego y así conocer más a fondo a los diferentes personajes principales. Para que sepáis más o menos de qué va la cosa, digamos que una pandemia está transformando a la humanidad en una especie de zombis llamados engendros, lo que está provocando que las calles de todo el mundo se llenen de estos seres y cada vez queden menos personas con vida por cualquier parte.
Nada más empezar nos encontramos con que nuestro protagonista, Deacon St. John, su mujer Sarah y su mejor amigo Boozer están tratando de huir de estas criaturas que están asediando la ciudad en la que se encuentran. Sin embargo, solo logran poner a salvo a Sarah en un helicóptero de rescate y de ahí el argumento acaba dando un salto en el tiempo de dos años, pudiendo comprobar que las cosas no han ido a mejor. El mundo está en ruinas, se ha convertido en un entorno más hostil y Deacon se podría decir que lo ha perdido absolutamente todo.
En compañía de Boozer y de su moto, la que será otra de sus grandes compañeras como luego os contaremos, deberá de sobrevivir por todos los medios posibles en este mundo postapocalíptico en el que absolutamente todo puede resultar una amenaza y en el que cualquier tipo de peligro acechará por todos los rincones. A medida que vamos avanzando, por mucho que haya que sobrevivir y haya acción de por medio, el argumento va cogiendo cada vez más peso cuando se empiezan a revelar más detalles acerca de esta pandemia que está arrasando con todo.
Además, poco a poco se irán dando a conocer más detalles de nuestros protagonistas y su pasado. Sobre todo se profundizará demasiado en la relación de Deacon y Sarah hasta darnos cuenta de que la historia también tiene su toque de amor. Precisamente estos serán los detalles que harán que empaticemos con él y cada vez nos vaya gustando más. No se trata para nada de un súper hombre que es capaz de vencer a quien sea y ha vivido tantas batallas que está dispuesto a afrontar cualquier situación que se le plantee por el camino.
En absoluto es así porque Deacon es una persona normal y corriente, un motorista y un mercenario que simplemente, al igual que el resto de humanos, hará todo lo que sea para sobrevivir. Por lo tanto, le veremos pasar por momentos de cabreo, de alegría o de verdadero pánico si las cosas no pintan demasiado bien, como nos pasaría a nosotros mismos si nos pusiéramos en su pellejo, que eso es lo que hace que le sintamos un personaje más cercano.
Por otro lado, hay que destacar el enorme trabajo que ha realizado Bend Studio con las animaciones de los personajes. En ocasiones parecen muy realistas y con solo mirarles ya sabes perfectamente lo que están pensando o cómo se sienten en un determinado momento. Eso lo podemos apreciar en el personaje de Deacon, pero los demás no se quedan atrás tampoco. Esto mismo se aplica también a los diferentes tipos de enemigos que nos iremos encontrando, todos ellos con un diseño fabuloso.
Todo un mundo que deseará acabar contigo
Desde el primer momento que tomas el control de Deacon te das cuenta de que no te vas a encontrar un mundo amigable o que puedas recorrerlo con la calma. Cuando Bend Studio ha afirmado por activa y por pasiva que el mundo entero estará en nuestra contra, no exageraba para nada. Y es que nos encontraremos de todo durante nuestro recorrido y casi en ningún momento nos sentiremos a salvo, exceptuando los lugares que están pensados para guardar la partida, descansar y demás.
Así nos toparemos con decenas de engendros por todas partes. Principalmente rondarán por las pequeñas zonas rurales donde haya casas destrozadas o gasolineras, pero lo cierto y verdad es que pueden aparecer por cualquier lado, incluso cuando avanzamos por los bosques o vamos por la carretera en nuestra moto. Los engendros estarán siempre al acecho y correrán a toda velocidad a por nosotros si les llamamos la atención o si hacemos el suficiente ruido para alertarlos de nuestra presencia.
Es más, uno de los momentos que más me sorprendió fue al ir en moto, creyendo que, mientras no me bajara de ella, no correría ningún peligro. Sin embargo, los engendros son capaces de abalanzarse encima de ti y tirarte al suelo, así que imaginaros lo que puede suceder si encima hay varios cerca del que nos ataque, porque los enemigos no se andan con chiquitas y mientras uno nos está atacando o nosotros a él, el resto no se quedarán embobados mirando, sino que también se lanzarán de cabeza a intentar machacarnos.
Puede parecer que la inteligencia artificial es muy elevada si tenemos en cuenta todo esto, pero nada más lejos de la realidad, porque la inmensa mayoría de engendros y humanos en forma de acechadores que quieran robarnos nuestros recursos (poniendo fin a nuestra vida) son completamente miopes o no tienen activado el sonotone. La mejor forma de acabar con cualquiera de ellos es empleando el sigilo y funciona a las mil maravillas siempre que no vayamos a lo loco.
Da igual que te encuentres con varios a la vez, que siempre que los pilles de espaldas y agachados te los podrás cargar fácilmente con un cuchillo. Además, los matorrales son un arma mortífera contra cualquiera de ellos porque nos sirve de camuflaje perfecto. Es meterte en uno de ellos y parece que Deacon desaparece por arte de magia, aunque realmente sobresalga su cabeza o sus armas. Por lo tanto, choca un poco el ver cómo ciertos comportamientos son brutales y por el contrario otros dejan tanto que desear.
A pesar de todo, si bien los engendros aparecerán por todas partes e incluso se regenerarán en zonas que ya hemos visitado anteriormente, donde supondrán especialmente un desafío será con las hordas. Estos encuentros son parecidos a los de World War Z al tener que hacer frente a cientos de estos seres al mismo tiempo, comportándose de la misma manera porque también irán a toda pastilla a por nosotros, salvo que aquí sí estamos condenados a morir al instante en cuanto nos pillen. Aun así, las hordas no son tan comunes y por suerte tendremos ocasiones que las podremos pasar por alto.
Los enemigos que sí nos costará más derrotar serán los animales salvajes. Contra ellos no habrá matorrales que valgan y el sigilo tampoco será efectivo, porque aquellos que intenten darles caza de alguna de estas formas se encontrarán con una muerte segura. Los lobos, los osos o los cuervos, aunque más los primeros que los demás, acudirán a veces en manada a por nosotros y no faltarán las ocasiones que estemos tan tranquilos escondidos y de repente aparezca un lobo para darnos un bocado, así que más vale estar bien preparados para hacerles frente.
Por su parte, tanto los humanos que destacábamos anteriormente, como los RIPS que son otro tipo de enemigos que rinden culto a los engendros, habrá momentos que tratarán de tendernos emboscadas preparando trampas en el escenario. Por ejemplo, una vez me pasó que uno me apuntó con un rifle francotirador escondido en una roca mientras iba con la moto, me tiró al suelo y al momento empezaron a aparecer otros humanos que estaba ocultos por los alrededores.
En cambio, por mucho que no nos sintamos a salvo nunca y haya enemigos por todos lados, lo bueno de tratarse de un mundo postapocalíptico es que el juego está preparado para que todos busquen su propia supervivencia, lo que supone que haya momentos en los que traten de matarse entre ellos. Así, si hay humanos en un campamento y comienzan a disparar, igual puede ocurrir que haya engendros por los alrededores y traten de devorarlos, como también puede ocurrir con los animales salvajes y que sean ellos los que ataquen a estos seres. Al final se puede liar una buena entre todos sin que ni siquiera haga falta que estemos involucrados.
Sacando partido de las capacidades de supervivencia
Vale, el mundo está que da pena y los humanos, animales y otras criaturas no pararán de incordiarnos, pero ¿cómo hacerles frente? Por suerte Deacon, por mucho que se trate de un humano normal y corriente, dispondrá de una serie de capacidades que deberemos de emplear siempre que sea posible para salir sanos y salvo de cualquier situación que pueda resultar extremadamente peligrosa.
Principalmente contaremos con diversas armas de fuego y otras para atacar cuerpo a cuerpo, dependiendo de las que más nos guste utilizar. En el caso de las primeras las balas serán muy limitadas, como buen juego de supervivencia, de modo que habrá que medir con cuidado cualquier disparo que ejecutemos, mientras que con las armas para atacar a melee corremos el riesgo de que se acaben rompiendo en pedazos si las usamos demasiado, lo que nos llevará a investigar todos los rincones en busca de recursos que puedan ser de utilidad.
Podéis estar tranquilos que objetos para curaros, fabricar vendas, botiquines, cócteles molotov, etc., no os faltarán nunca porque habrá materiales más que de sobra por todo el mapa. Principalmente lo notaréis si sois de los que preferís ir en sigilo y arrancar los pescuezos de los enemigos con el cuchillo, porque os encontraréis constantemente con zonas en las que no podréis llevar nada más encima al investigar los interiores de las casas, los maleteros de los coches o los bolsillos de los enemigos que derrotemos.
A base de cargarnos a humanos, engendros y animales iremos obteniendo puntos de experiencia que servirán para subir de nivel y así conseguir puntos para canjearlos por habilidades para defendernos mejor a distancia, cara a cara o para mejorar la supervivencia en general de nuestro protagonista. Por ejemplo, entre ellas estará la de aumentar nuestra resistencia, porque Deacon se cansará si realiza demasiados golpes, al correr o al esquivar ataques.
La ventaja con la que contará es que, mientras tengamos abierta la rueda de objetos para seleccionar armas, vendas o piedras, entre otras cosas, hará que la acción se ralentice considerablemente al instante, dándonos la oportunidad durante unos segundos de pensar qué queremos seleccionar para así prepararnos adecuadamente.
Otro objeto que nos sacará de más de un apuro serán los prismáticos de Deacon, ya que gracias a ellos podremos dejarles una señal a los enemigos y así saber en todo momento dónde están o si están alerta por nuestra presencia. En un juego en el que precisamente nos premia el que vayamos en sigilo y con calma, sin duda es de agradecer el contar con estar posibilidad. Y si alguno se da cuenta de nuestra presencia siempre podremos escondernos dentro de un contenedor para pasar desapercibidos.
También hay que señalar que el juego cuenta con ciclos de día y noche que afectan en parte a la jugabilidad. Esto supone que por el día los engendros se esconderán y no serán tan frecuentes los encuentros con ellos, aunque a los humanos será más difícil localizarlos porque no están gritando todo el rato en comparación con los primeros. Por el contrario, por la noche sí que habrá más engendros, pero los humanos emplearán linternas que nos resultarán más fácil saber dónde están.
Ahí ya dependerá de cada uno la hora del día a la que prefiere jugar cada uno, aunque personalmente yo prefiero por el día porque a causa de la banda sonora y la perfecta ambientación, la tensión que causa jugar de noche es gigantesca, a la vez de una maravilla por lo inmersivo que puede resultar si lo haces con auriculares y siendo de noche en la realidad.
Yendo de un lado para otro con la moto
Anteriormente mencionábamos que la moto de Deacon es otra de las protagonistas de la aventura. Será nuestro medio de transporte para ir de un lado a otro por este descomunal mundo hostil de Oregón, porque vamos a viajar ¡y mucho! Estaremos constantemente desplazándonos de un lugar a otro para acudir a las zonas de las misiones principales, las secundarias o los campamentos que harán la función de refugio.
No debemos tomarnos a la ligera el uso de la moto, porque ir a pie a cualquier parte es un suicidio más que asegurado, además de tardar siglos en llegar a cualquier parte de esta forma. Pero es que a nuestro vehículo hay que mimarlo todo lo posible reparando sus piezas si son dañadas y echándole gasolina. Este último detalle es vital porque no sería agradable quedarnos tirados en medio de la nada y tener que ir a buscar algún bidón para llenar el depósito y así ponerla en marcha de nuevo.
Otro gran motivo por el que deberemos de cuidarla será cuando nos encontremos con alguna situación en la que haya que poner pies en polvorosa, al ayudarnos a escapar a toda leche y dejando atrás a nuestros persecutores. Con el tiempo la podremos ir mejorando para que sea más resistente, gaste menos gasolina y sobre todo para que haga menos ruido al estar a campo abierto.
Para ello habrá que acudir a los citados campamentos, en los que habrá tiendas dedicadas a la moto, a las armas o para vender la carne y las orejas de los engendros que arranquemos. A medida que realicemos encargos y vendamos materiales nuestra relación con estos grupos se estrechará, lo que nos permitirá acceder a mejoras de la moto o armas más poderosas.
En cualquier caso, los objetivos a cumplir no son especialmente variados unos de otros y la mayoría consistirán en poner fin a la vida de alguien, participar en una persecución o destruir nidos de engendros, por ejemplo. Al menos esto último servirá para activar los viajes rápidos entre ciertas zonas para que no se haga tan pesado el ir con la moto a todas partes, además de para evitar cualquier encuentro fortuito.
La opinión de VidaExtra
Técnicamente Days Gone ha mejorado bastante en comparación con las versiones de prueba que jugamos meses atrás. Los bugs han desaparecido, pero eso no quiere decir que sea perfecto. Todavía se siguen produciendo caídas muy pronunciadas en los fps al viajar en moto y más aún si está lloviendo, algo que ya os aseguramos que sucederá más veces de las que desearemos, por no decir que también se producirá el odioso popping con las prendas de algunos personajes y con determinados objetos.
Quitando estos detalles, gráficamente no está nada mal. La ambientación es fantástica y en gran parte eso se debe a la banda sonora compuesta por Nathan Whitehead que nos acompañará en todo momento. Y por supuesto no hay que olvidarnos del excelente doblaje al castellano que se ha realizado, aplaudiendo el trabajo de Claudio Serrano como la voz de Deacon St. John.
Puede que Days Gone no sea demasiado original en la mayoría de sus aspectos y tampoco esté a la altura de otros grandes imprescindibles del catálogo de PlayStation 4. Eso no quita que sea un buen juego cuya compra no lamentaréis. Siempre dan ganas de volver a este mundo postapocalíptico, aun a sabiendas de que todo lo que le rodea deseará acabar con tu vida, pero precisamente ese es uno de los grandes alicientes por no saber qué será lo próximo que te encontrarás mientras sigues descubriendo con gran interés más detalles de su historia.
Days Gone
Plataformas | PlayStation 4 |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Bend Studio |
Compañía | Sony |
Lanzamiento | 26 de abril de 2019 |
Precio | 64,90 euros |
Lo mejor
- Un mundo postapocalíptico enorme con una gran ambientación.
- La historia va mejorando conforme vas avanzando.
- El personaje de Deacon St. John es sin duda de lo mejor.
Lo peor
- La inteligencia artificial de algunos enemigos, sobre todo los engendros.
- Algunas caídas muy pronunciadas en los fps.
- Los objetivos de las misiones suelen repetirse más de la cuenta.
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