Aviso: Spoilers del capítulo 1134 del manga de One Piece
Como cada año, Eiichiro Oda ha cerrado el año por todo lo alto con un capítulo espectacular del manga de One Piece. Si el año pasado terminamos llorando como niños, esta vez nos ha dejado con la boca abierta gracias a una revelación completamente inesperada.
El capítulo 1134 retoma la historia de Robin y Saul, quienes, tras haberse reencontrado en un momento muy emotivo, nos ofrecen otra sorpresa. El exmarine logró salvar toda la biblioteca de Ohara y la ha resguardado en su colección personal, lo que emociona enormemente a Robin. Ahora, ella está ansiosa por leer cada uno de los libros para desentrañar más secretos sobre el misterioso Siglo Vacío.
Por otro lado, Luffy y su tripulación han comenzado a interactuar con los habitantes de Warland, incluyendo jóvenes con ansias de aventura y una gigante un tanto indiferente. Sin embargo, la tranquilidad y alegría entre los personajes parece estar a punto de romperse.
En otro lugar de la isla, un rayo cae sobre un castillo. Sorprendentemente, parece ser una invocación del Gorosei, o al menos eso indican los símbolos asociados a dicha invocación. Sin embargo, en lugar de aparecer un sabio, dos figuras se materializan. Una de ellas no ha sido identificada con certeza, pero la otra es inconfundible: su rostro es idéntico al de Shanks. Sin embargo, todo apunta a que no se trata del pirata que conocemos. Habrá que esperar hasta después de las festividades navideñas para descubrir quiénes son realmente estos misteriosos visitantes.
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