Hay juegos a los que, viéndolos en perspectiva, no les dediqué toda la atención que debería. De entre los múltiples juegos que tuve para la Atari Lynx se hallaba el mítico Chip's Challenge, pero apenas le dediqué un par de partidas al preferir otros juegos de esa Lynx, como Gates of Zendocon o Todd's Adventures in Slime World.
No es una portátil que conserve hoy en día y lo cierto es que tampoco me arrepiente: primero, porque tuvo pocos exclusivos que mereciesen la pena; segundo, porque Evercade está rescatando algunos de sus juegos; y tercero, porque el propio Chuck Sommerville, creador de Chip's Challenge, regaló este clásico en Steam hace unos meses. Y aún sigue gratis, además, para conmemorar su 30 aniversario. Por ello creemos que es buen momento para retroanalizarlo.
Minimalismo extremo para un gran juego de puzles
Que Chip's Challenge no me conquistase cuando lo jugué primero en Atari Lynx fue por culpa, principalmente, de una estética poco atractiva para el usuario. Sus fases contaban con un diseño extremadamente minimalista, basado en casillas. Había distintas tonalidades para el suelo, desde lo básico para diferenciar entre lo que se podía pisar sin morir o el color azul del agua, que nos ahogaba, hasta otro tipo de superficies, como tierra, que bloqueaba el acceso a cualquier enemigo.
El nombre del juego nos daba una pista, además, de nuestro objetivo: sí, el desafío del chip. Porque para completar una fase, salvo honrosas excepiones, había que reunir todos los chips (o un número determinado de ellos, según el nivel) que había en pantalla para desbloquear la placa base que nos daba acceso al portal.
Su protagonista, llamado Nerdy Chip McCallahan (Chip para los amigos), contaba con dos movimientos simples: desplazarse en horizontal o vertical, y mover una serie de objetos. Ahora bien, podía desbloquear alguna habilidad específica para un nivel, como obtener botas con pinchos para no resbalar en el hielo. O también botas ignífugas para no quemarse y botas con las que no hundirse en el agua...
Chuck Sommerville sorprendió en su momento debido a la obscena cantidad de niveles con la que se estrenó en Atari Lynx, con un total de 149 fases. Pero sobre todo por la increíble variedad de desafíos que había en todas ellas, al no seguir un único patrón. De hecho, había fases en las que no había que recoger chips, sino recorrer un laberinto enrevesado luchando contra el crono, o bien vigilar los pasos al máximo entre tanta trampa con (o sin) límite de tiempo. Un desafío constante.
Chip's Challenge, un rompecabezas muy serio
Su apariencia engañaba, además. Las primeras diez fases eran un simple tanteo de lo que estaba por llegar, puesto que la dificultad iba in crescendo a pasos agigantados y cualquier error se pagaba muy caro al tener que reiniciar el nivel. Perder una vida y que el propio Chip dijese "bummer" para mostrar su decepción, era lo de menos. Lo peor era darse cuenta de que habías colocado mal una piedra.
Al no poder agarrar objetos, sino tan solo empujarlos, había que tener sumo cuidado con ese tipo de piedras, porque no solamente servían para trazar puentes improvisados sobre el agua, sino también provocar explosiones en bombas. Era un juego donde había que planificarlo todo al límite, pero también con cierto componente de ensayo y error con sus trampas, con algunas bastante puñeteras.
Sí, Chuck Sommerville también jugó con nuestra paciencia y memoria fotográfica con rocas que ocultaban fuego debajo (muerte instantánea) o muros invisibles, entre otras lindezas. Y si a esto le unimos que muchas fases contaban con un límite de tiempo y muchos objetivos que cumplir (los chips, cómo no, solían estar bastante desperdigados para dar no pocas vueltas), teníamos la fiesta montada.
A veces podíamos decidir el orden, pero la forma de resolver cada rompecabezas tenía una única solución. Y para colmo de males, había ciertos enemigos que nos perseguían, siendo las bocas con dientes (tan de Joker) el más representativo de Chip's Challenge. Curiosamente, la saga tuvo que esperar diez años para contar con una secuela, viendo su última entrega gracias a KickStarter, donde recibió el nombre de Chuck's Challenge 3D y cuyo precio en Steam es de solo 8,19 euros.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, obviando el minimalismo (algo feo) de su apartado gráfico. Fue un proyecto sorprendente por parte de Chuck Sommerville que supo aprovechar la vida útil de Atari Lynx al máximo, hasta el punto de convertirse en uno de los iconos de esa malograda portátil. Hoy en día no parecerá tan ambicioso ni espectacular como The Witness, pero sin duda que Chip's Challenge fue uno de los videojuegos que sirvieron para asentar el gran género de los puzles, tan de moda en la actualidad.
Chip's Challenge
Plataformas | Atari Lynx, MS-DOS, Amiga 500, Commodore 64, Atari ST, ZX Spectrum, Amstrad CPC y Steam |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Epyx |
Compañía | Atari |
Lanzamiento | 1989 |
Precio | GRATIS (Steam) |
Lo mejor
- El exagerado número de fases disponibles
- Gran variedad de desafíos en cada nivel
- Tener ahora el original gratis en Steam
Lo peor
- Gráficamente nos sigue pareciendo muy feo
- No pasaba por alto ni el más mínimo error
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