Dos pistolas, tres alucinantes aventuras a escala global y una leyenda del videojuego en su momento de máximo esplendor. Tomb Raider I-III Remastered es el reencuentro con esa Lara Croft que fascinó a toda una generación. Una puesta al día con novedades en apartados clave, mucho fanservice y un objetivo claro que predomina sobre todo lo demás: recuperar en pleno 2024 la genuina esencia de los Tomb Raider originales. Y ya de adelanto que eso lo borda.
Cada uno de los tres juegos incluidos en Tomb Raider I-III Remastered todavía es capaz de pasarle la mano por la cara la mayoría de juegos de acción y aventuras actuales: los diseños de sus niveles tienen una exquisita mezcla de aventura, desafío, puzles y acción. Y si a eso le sumamos la temeridad y el incombustible carisma de su protagonista, nos topamos con una apuesta segura para los fans y los nostálgicos de la saga creada por Core y en manos de Crystal Dynamics. ¿Y qué pasa con todos los demás? Bueno, justo ahí es dónde este remaster se la juega.
Lo esencial siempre prevalece, y cada juego incluido en esta trilogía preserva intactas las sensaciones y la identidad de los títulos originales. Tanto mando en mano como en pantalla. Es más, conviene tener presente que los primeros Tomb Raider se jugaban con un sistema de control tipo tanque y que carecen de cualquier tipo de ayuda en forma de brújula, mapa o guía convenientemente escrita y a la vista durante el desarrollo de la partida. Así eran los juegos entonces, y así sigue siendo la experiencia Tomb Raider I-III Remastered.
Te alegrará saber que también hay nuevas opciones jugables y una puesta actualización visual que le ha sentado de maravilla a la arqueóloga inglesa. En este reencuentro con los tres primeros Tomb Raider la palabra remaster no se emplea a la ligera, sino que es uno de los motores de la iniciativa: todas las texturas son nuevas y a gran resolución, se han creado nuevos modelos para Lara y sus enemigos, se han introducido montones de elementos ambientales... Y si no nos interesa nada de lo anterior, con tocar un botón recuperaremos los gráficos originales. Como debe ser.
A partir de aquí, nos topamos con una disyuntiva: Tomb Raider I-III Remastered es fiel y absolutamente reverencial con los tres juegos que incluye, y eso hará las delicias de quienes los jugaron, los que echan de menos a la Lara Croft clásica o desean conocer la experiencia original. El precio a pagar es regresar a esos tiempos en los que la cámara es tu peor enemiga, el gunplay o las acrobacias son propios de los primeros juegos en 3D y una trampa o un salto mal calculado te envían de vuelta a la última vez que guardaste. Si te acordaste de salvar la partida, claro. Elementos a los que no está acostumbrado el jugador actual.
¿Se tenían que haber añadido más ayudas o acomodar los primeros Tomb Raider a la generación que creció jugando a Uncharted o Assassin's Creed? En absoluto. No solo porque se trata de un remaster y no de tres remakes, sino porque -como comentamos- el gran plan es recuperar la esencia del Tomb Raider original y sus secuelas. Reivindicar a esa Lara Croft que no tardó en convertirse en un icono, la declarada musa de U2 y el genuino contrapunto del mismísimo Indiana Jones en consolas y PCs. Aunque, como verás, se han introducido novedades para los nuevos perfiles de jugador. Y no le sientan nada mal al conjunto.
Cómo se te echaba de menos, Lara Croft
Temeraria, avispada y todoterreno. Si Lara Croft llevase un antifaz sería una auténtica superheroína, pero las gafas de sol le sientan mejor. Y ella lo sabe. No es que no tenga nobles intenciones y, pese a su juventud, ha vivido experiencias apoteósicas. Al punto que la propia humanidad ha dependido en más de una ocasión de su puntería. Ahora bien, esto de salvar el planeta es algo más bien colateral: lo que de verdad motiva a esta inquieta arqueóloga inglesa es la caza de tesoros. Y mientras más imposibles sean, mejor se lo pasa.
Los primeros Tomb Raider beben descaradamente de las películas y novelas de aventuras. Son un crisol que acoge más influencias, pero no es ninguna exageración decir que Lara Croft llevó a los videojuegos ese tan reconocible espíritu aventurero de Indiana Jones o ese carácter propio de James Bond. Eso sí, con extra de acción y todavía más acrobacias.
¿Una copia femenina del personaje de Harrison Ford? En absoluto: Lara también hereda mucho legado de los videojuegos y sabe dejar su propia impronta a través de las cinemáticas que envuelven el conjunto, al resolver puzles o repartiendo plomo a dos manos en las localizaciones y circunstancias más inesperadas.
La premisa jugable nos voló la cabeza en 1996 regresa. Tomb Raider sentó cátedra en un momento en el que se estaban poniendo los cimientos de los juegos de aventuras en 3D. No a base de inventar la rueda, sino a base de hacer atractivo el patearse cada escenario de punta a punta, de arriba a abajo o en tramos subacuáticos. Un paseo generosamente aderezado de enemigos, bestias, peligros, trampas e intercambios de balazos. Pero no solo hay que ser diestro con los gatillos: hay incontables de pruebas de agilidad y los puzzles plataformeros o tradicionales son un elemento sustancial. Elementos que poco a poco, nos acaban abriendo el camino hasta el jefazo de turno.
Dicho así suena a un cúmulo de clichés, y lo cierto es que el Tomb Raider y sus secuelas van sobrado de ellos. Pero el modo en el que todo cristaliza es una maravilla. Como juego, Tomb Raider I-III Remastered aúna las tres primeras aventuras de Lara Croft en una antología indivisible que ocupa algo más de 5GB. Puedes empezar por cualquiera de los tres títulos o saltar de uno a otro pasando por unos menús que son la réplica de los originales y que, de hecho, apenas nos dejan opciones de configuración más allá de los sistemas de control.
De hecho, la versión de PC no permite configurar aspectos tan sencillos como la resolución, la calidad o esa clase de ajustes avanzados. Va con lo justo y necesario y como veremos, es algo que este remaster tampoco necesita demasiado.
Aspyr Media, quien firma esta trilogía, se toma el término remaster en el sentido más literal: a nivel de contenidos no esperes documentales ni material que no estuviese en los juegos originales con la excepción del Contrato de licencia de usuario final y una advertencia que pone sobre aviso a las nuevas generaciones de jugadores: a lo largo de estas aventuras se muestran estereotipos que hoy no tienen cabida en los videojuegos y, en lugar de retirarlos, se ha optado por preservar cada obra tal cual fue lanzada.
Con todo, hay margen para que cada juego traiga un añadido especial. Al empezar partida podremos elegir entre jugar al juego original, darnos el tradicional paseo por la enorme casa de Lara o disfrutar de las expansiones de cada juego. En el caso de Tomb Raider son los niveles de Cuentas pendientes, mientras que Tomb Raider II y Tomb Raider III añaden respectivamente los niveles de La máscara dorada y El Artefacto Perdido. Lo cual son un añadidos muy golosos para quienes no los jugaron en su día o vienen directamente de las versiones de consola.
El juego original y su secuela incluyen textos en español y voces en inglés, mientras que es posible escuchar a Lara hablando en la lengua de Cervantes en el tercer juego. Con todo, las cinemáticas del juego son las originales y, pese a que han ganado nitidez, descarta ver esas escenas en alta definición. De hecho, pulsando un botón puedes ver esos vídeos igual de pixelados que en su día. ¿Qué sentido tiene dar esa opción? Bueno, lo cierto es que en Tomb Raider I-III Remastered se han tomado muy, muy en serio preservar la experiencia original.
Un triple remaster con mejoras, extra de mimo y poquitas sorpresas
El tratamiento que Aspyr Media le ha dado a los tres primeros juegos de Tomb Raider irradia un mimo especial: los tejanos jamás pierden la perspectiva y se vuelcan en preservar la sensación de estar jugando un título clásico actualizando su apartado visual. O, más bien, reemplazando los modelos y texturas por otros más detallados y mejor animados. Pero en ningún momento solapan el trabajo original.
Cuando ves el nuevo aspecto de Lara Croft no tienes la sensación de que sea un rediseño contemporáneo o algo que se aleje del espíritu de los tres primeros juegos, sino que plantéa que habrían hecho sus creadores si hubiesen reensamblado el original diez años después. Sin excederse con los detalles generales, pero añadiendo algo más que polígonos y texturas: Lara recibe expresiones faciales y eso se nota en las escenas cinemáticas dentro del juego.
Este principio se aplica a todo el juego. Los escenarios ganan en profundidad, ambientación y detalle más allá de las nuevas texturas con añadidos que van desde un sistema de vegetación mucho más resultón, una iluminación acertadísima en interiores o detalles que no pasan desapercibidos bajo el agua, en la nieve o en los entornos urbanos. De hecho, se han creado entradas de luz natural desde el techo en determinadas ruinas para que todo luzca mejor. Y si regresamos a los gráficos originales esas entradas desaparecen.
Como ya vimos en otros remasters, usando simplemente un botón podremos alternar entre los nuevos gráficos y los originales. Si optamos por el aspecto clásico el juego limita los fotogramas y no se pierde la proporción de la pantalla (tampoco se puede configurar desde opciones). Eso sí, la transición es instantánea. Es más, puedes cambiar en cualquier momento, tanto al pasearte por cualquier menús del juego o durante la partida, mientras ves las pantallas de carga o, como ya comentamos, en las propias cinemáticas para que éstas luzcan tan pixeladas como en su día. Si lo deseamos, claro.
Con todo, y pese a que Aspyr se cerró en banda a la hora de mantener los elementos originales con los gráficos modernos y los clásicos, hay pequeños grandes detalles que notan ese mimo especial. Más allá de ese extra de fluidez en las animaciones, veremos como al salir del agua con Lara empiezan a caer gotas. Detalles lumínicos que van desde los disparos a la colocación de luciérnagas o texturas animadas y con volúmen. Y pese a que las superficies planas se seguirán viendo planas, la sensación general es tremendamente resultona.
¿Hay margen para las sorpresas? Si, pero no demasiadas. Además de que cada juego cuenta con sus expansiones, tenemos la opción de Nuevo Juego + al completar cada título, que aumenta drásticamente la dificultad, y un modo Foto que cumple y nos permite intercambiar trajes, poses y jugar con la cámara, pero no esperes ni filtros ni efectos especiales. De modo que tenemos unos remasters más centrados en los fans y nostálgicos que en saciar las expectativas de quienes jamás jugaron en su día a estas entregas. Aunque, como verás, Aspyr no se ha olvidado de ellos.
Hablemos del control y la experiencia Tomb Raider I-III Remastered en Steam Deck
Cada uno de los juegos incluidos en Tomb Raider I-III Remastered es hijo de su tiempo, y eso se nota en su excelencia y su ambición, pero también se sufre a los controles: Lara Croft nació mucho antes de que el control de las cámaras o los sistemas de movimiento analógico se estandarizasen en los juegos de acción y la manera más eficiente de desenvolverse en escenarios tridimensionales pasaba por un control tipo tanque. Casi tres décadas después, esas decisiones probablemente desesperarán a quienes lleguen de nuevas.
Dicho de otro modo, si te pegas mucho a la pared la cámara de cualquiera de los juegos se volverá inestable o se moverá de manera imprevisible. Y en las ruinas y escenarios del juego lo mismo hay zonas amplias que pasadizos muy estrechos y zonas subacuáticas diseñadas específicamente para condicionar al jugador. En lo que respecta a la movilidad, y pese a que Lara es alucinantemente ágil, el periodo de adaptación o readaptación en Tomb Raider I-III Remastered no es algo opcional.
De hecho, los controles por defecto son curiosos, dado que se basan en cómo sus creadores originales los plantearon. Si quieres disparar, tienes que desenfundar y usar uno de los botones. Si deseas saltar o hacer movimientos acrobáticos, al menos en PC, posiblemente te encuentres con situaciones en las que Lara pegue un sencillo salto vertical o no esté alineada con el saliente al que te quieres agarrar. Es más, a veces entrarás en una dinámica en la que te frustrará tener que retroceder muchísimo porque la respuesta del personaje no está tan automatizada como la de los juegos actuales.
La buena noticia es que existe una alternativa (que no una solución) en Tomb Raider I-III Remastered: Aspyr ha diseñado un sistema de control moderno que hace mucho más que replantear la colocación de los botones, sino que reimagina cómo se habrían jugado esos mismos juegos actualmente: hay una cámara más o menos libre, aunque muy limitada, y el botón de desenfundar y el de disparar pasan a estar en los gatillos su usamos mando, además de ofrecer una alternativa a la movilidad tipo tanque que a los veteranos nos exige reaprender cómo hacer las piruetas y los esquives durante los tiroteos.
El sistema de control moderno derriba enormes barreras para los nuevos jugadores o quienes no conocen la saga, pero no evitará situaciones en las que el diseño de los niveles está atado al uso de las mecánicas originales. Si tenemos que usar una palanca, recolectar un objeto o usar una tirolina deberemos posicionar a Lara en el punto y, en caso de que estemos muy cerquita, ésta dará un par de pasitos para alinearse antes de realizar una acción.
A esto hay que sumar una novedad curiosa: como comentamos, en ninguno de los tres juegos de Tomb Raider I-III Remastered se guía al jugador o se le lleva de la mano a la hora de indicarle qué pulsar o cómo actual. Y eso, cuando uno está buceando y se queda sin oxígeno, puede ser un problema. la solución de Aspyr pasa por introducir unos indicadores de exclamación al acercarnos a elementos con los que podemos interactuar, aunque si preferimos la experiencia original los podemos desactivar. Y hablando de ayudas: los guardados son manuales, podemos realizarlos cuando queramos y hay muchos más slots de guardado.
Hay elementos que tampoco pasan desapercibidos. En ambos modos de control el primer Tomb Raider se siente mucho mejor a los mandos, y esto es debido a que ahora los saltos de Lara ya no están anclados a sus animaciones al moverse y se le han añadido nuevos tipos de acrobacia. Además, en los tres juegos se puede habilitar o deshabilitar una casilla en la que, a falta de un sistema de apuntado moderno, más o menos nos alinea con los enemigos o los elementos de interacción.
De cara a nuestro análisis jugamos largo y tendido en PC como en un Steam Deck en el que está perfectamente verificado, y eso se nota: pese a que no hay opciones de resolución y otros ajustes clásicos de las versiones de PC, la adición de los subtítulos y la interfaz funcionan de maravilla en las pantallas portátiles. Y en lo que respecta a los controles, la personalización externa de Steam añade más y mejores opciones a los jugadores. Con todo, al hacer capturas los sticks del mando quedan inmovilizados durante algunos segundos.
Por último, pero no menos importante, todos los trucos originales de Tomb Raider están presentes en sus remasters. Si quieres saltarte el nivel en el que estás en el primer juego, solo tienes que cambiar a los controles tanque y dar un pequeño paso al frente y otro atrás (ambos con Shift o el botón R1 / RB), tres vueltas completas en el sentido contrario de las agujas del reloj y pegar un salto al frente. El proceso es el mismo en la secuela aunque usando una bengala y en el tercero la secuencia es diferente, pero el resultado no cambia. Así que si te quedaste atascado en algún título hace 30 años, definitivamente esta es tu oportunidad.
La opinión de VidaExtra
Si te obsesionan los tres primeros juegos de Tomb Raider, sus remasters te van a encantar. Aspyr se ha empeñado y dedicado por completo en preservar la esencia y la identidad de cada uno de los tres juegos tanto por separado como en conjunto. Visto desde fuera podría parecer que simplemente los ha juntado y han mejorado cómo lucen en pantalla, pero hay mucho más. Esfuerzos que solo aquellos que siempre han tenido presentes las primeras aventuras de Lara Croft pueden valorar en su totalidad.
Los tejanos abordan la responsabilidad de darle un nuevo impulso a la franquicia Tomb Raider tras su etapa en Square Enix regresando a los orígenes de la saga. Manteniéndose firmes en apartados clave como la jugabilidad original o al permitirnos recuperar el aspecto clásico de cualquier juego o los menús usando un botón cuando queramos. Cumpliendo y superando las expectativas de nostálgicos y aquellos fans más puristas.
Sin embargo, Tomb Raider I-III Remastered también es un constante recordatorio de todo lo que han evolucionado los juegos de acción y aventuras desde el cambio milenio. Desde que el jugador pudo empezar a ser exigente con el control de la cámara y ese empeño por simplificar al máximo los controles y suavizar al máximo la interacción con los entornos. Elementos que están ausentes en una trilogía que, por nostalgia o de manera intencionada, se niega a llevar de la manita a quien se pone en la piel de Lara Croft.
¿Es Tomb Raider I-III Remastered víctima de la retrorotura de los juegos de PSOne? Aspyr la tiene en cuenta, y ofrece soluciones visuales y a los controles a tres títulos que, como ya comentamos, sacan los colores a alternativas de acción y aventuras mucho más modernos. Pero al final todo desemboca en lo mismo: se trata de un triple remaster, y para esa clase de comodidades y ayudas adicionales es necesario plantear un remake. Algo que ya tuvimos en 2007 con Tomb Raider: Anniversary, las cosas como son.
Tomb Raider I-III Remastered se apoya en la excelencia atemporal de los tres juegos originales que incluye para revalidar sus hitos y aciertos casi tres décadas después. En el camino, se dan enormes pasos atrás en lo que respecta a la evolución de los juegos de acción y aventura en general, pero lo que se gana a cambio es recuperar a esa Lara Croft icónica que dejó alucinando a toda una generación. El resultado: esos jugadores serán los que más van a celebrar este reencuentro, pero aquellos que se atrevan a superar los muros de una jugabilidad hija de su tiempo quedarán deslumbrados con tres juegazos.
Precio de Tomb Raider I-III Remastered
El precio de Tomb Raider I-III Remastered es de 29,99 euros en consolas, 26,99 euros en Epic Games Store y 28,99 euros en Steam. Si hacemos las cuentas sale aproximadamente unos 10 euros euros por juego, y pese a que son unos clásicos en toda regla, la trilogía sigue siendo terriblemente amortizable.
Dicho lo cual, los tres títulos que se incluyen en Tomb Raider I-III Remastered no se venden por separado o se instalan de manera individual, ya que están incluidos en un mismo juego a modo de antología indivisible. Eso sí, merece la pena destacar que en los menús de cada obra se incluyen la expansión correspondiente y se pueden acceder a estos niveles adicionales de manera directa al empezar la partida.
Finalmente, Crystal Dynamics no ha ofrecido ni ediciones especiales o Deluxe de Tomb Raider I-III Remastered, ni tampoco hay DLCs ni se los espera. Por otro lado, tampoco se han anunciado ediciones en físico.
Duración de Tomb Raider I-III Remastered
La duración de Tomb Raider I-III Remastered es de aproximadamente unas 60 horas. Puedes acabar cada uno de los tres juegos incluidos en algo menos de 20 horas, a lo que hay que sumar los niveles de las expansiones. También tienes la opción de saltarte los niveles que más se te resistan usando los mismos trucos de hace décadas, lo cual desbloqueará un logro específico del juego pero, lógicamente, te bloqueará el resto.
Por otro lado, cada uno de los juegos incluidos en Tomb Raider I-III Remastered ofrece su correspondiente Nuevo Juego +, y eso hace mucho más que duplicar la duración de cada uno: ya no contarás con los socorridos botiquines y los enemigos serán mucho más agresivos. Sin embargo, lo más complicado de todo es que el sistema de guardado del Nuevo Juego + de Tomb Raider I-III Remastered es a través de los cristales como en las versiones de consola originales. Un desafío a la altura de Lara Croft.
Tomb Raider I-III Remastered
Plataformas | PC (versión analizada) PlayStation, Xbox y Nintendo Switch |
---|---|
Multijugador | No |
Desarrollador | Aspyr / Crystal Dynamics |
Compañía | Aspyr |
Lanzamiento | 14 de febrero de 2024 |
Lo mejor
- Tres aventuras excepcionales que redefinieron el género
- Un apartado jugable y visual que desborda devoción por los originales y, además, los incluye usando un simple botón
- Los diseños de sus niveles no solo aguantan el tipo, sino que siguen sentando cátedra
Lo peor
- Su jugabilidad y las pocas ayudas en partida supondrán un enorme desafío adicional a quienes no jugaron a los clásicos en su día
- Pese a que cada juego ofrece las expansiones, va extremadamente justo en lo que respecta a extras y contenido adicional
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