Las consolas portátiles nos llevan acompañando desde hace unas cuantas décadas, lo que supone una buena forma de que los aficionados a los videojuegos puedan disfrutar de sus títulos en cualquier parte, así como una manera de pasar el rato cuando estás viajando, descansando en la playa, al ir a otras casas, etc. Precisamente, esa es una de las grandes cualidades de Nintendo Switch y Steam trató de abarcar parte de este terreno con su Steam Deck.
Gracias a ambas podemos disfrutar de títulos espectaculares donde queramos. Una fiesta a la que también ha querido sumarse Lenovo y encima lo ha hecho dando un golpe en la mesa muy fuerte gracias a su Lenovo Legion Go. Una máquina muy asombrosa que también pretende quedarse con parte de este campo ofreciendo algunas funciones muy especiales por las que merece la pena hacerse con una unidad.
De hecho, lo más importante de todo es que no es únicamente una consola, ya que en realidad se trata de un híbrido, porque también hace la función de ordenador portátil, pudiendo emplearla únicamente para ello y no para jugar. Partiendo de esta base y tras probarla a fondo, os voy a contar qué me ha parecido.
El diseño de Lenovo Legion Go repleto de funciones
Al ver la máquina es inevitable que recuerde a Steam Deck, dado que el diseño entre una y otra es muy similar en cuanto a dimensiones, pero Lenovo Legion Go puede presumir de contar con una pantalla más grande. A simple vista mi primera impresión fue de que era gigantesca y seguro que pesaba muchísimo, pero lo cierto es que, para lo grande que es, es mucho más ligera de lo que aparenta y por lo tanto se puede sujetar sin problemas durante largas sesiones sin llegar a cansarte.
Por todo ello, es muy cómoda, con unos botones y sticks lo suficientemente grandes para jugar a cualquier cosa. Todos ellos están distribuidos de la misma forma que un mando de Xbox, así que aquellos que ya estéis familiarizados con los dispositivos de las consolas de Microsoft os sentiréis como en casa.
Esto mismo implica que está compuesta por dos sticks, una cruceta en el lado izquierdo, los típicos botones A, B, X e Y a la derecha, así como sus respectivos gatillos en la parte superior. Además, hay otros cuatro botones más distribuidos en la parte trasera de los mandos, aunque lo peor en este caso es que es bastante fácil llegar pulsarlos inconscientemente, pudiendo ser un poco molesto en algunas ocasiones. Al menos, no sucederá nada mientras jugáis a no ser que se les asigne alguna función determinada.
Por lo demás, el mando de la derecha está equipado con un panel táctil, lo que permite desplazar el dedo en él como si fuese un ratón. En este sentido, al navegar por los programas o carpetas en el modo ordenador es muy útil al tocarlo simplemente con el pulgar de la mano derecha. Y el hecho de hablar de mandos se debe a que estos son como los de Nintendo Switch.
Esto supone que también se pueden acoplar y desacoplar. Sin embargo, estos no son tan fáciles de poner y quitar en comparación con los de la consola de Nintendo, porque en esta basta con tirar hacia arriba para quitarlos, mientras que en la Lenovo Legion Go lo hacen desde los lados y cuesta algo más hasta que te acabas acostumbrando. A partir de ese momento ya no es tan difícil, pero sí es cierto que las primeras veces te da un poco de miedo de estar haciéndolo mal y correr el riesgo de romperlos.
Otra gran característica del mando derecho es que este se puede unir a una base imantada incluida dentro del pack. Al acercar el mando a ella se acopla al instante y a partir de ese momento se transforma en un ratón, por lo que se puede desplazar en cualquier dirección como si fuese un joystick. En principio está pensado para usarlo de este modo al jugar a un FPS, aunque también sirve para cualquier otro título o para usarlo en el modo portátil.
Asimismo, al poder quitar los mandos de la máquina supone que esta se puede colocar en cualquier superficie para no tener que sujetarla con las manos. Es más, la pestaña trasera con la que cuenta va de lado a lado y es lo suficientemente robusta para que se mantenga de pie, ya sea colocándola horizontalmente o verticalmente como si fuese una tablet, porque la pantalla es táctil.
Por otro lado, si alguien se cansa de utilizarla como consola u ordenador portátil, se puede enchufar a la televisión por medio de un cable USB-C situado en la parte superior y otro en la parte inferior, por si se quiere poner a cargar la batería mientras tanto. Otro motivo por el que también es tan importante el tener estos dos puertos colocados estratégicamente es por la funda que viene con la máquina, porque esta, aparte de protegerla de una forma sublime por la calidad de sus materiales, tiene una pestaña que se abre para cargar el dispositivo mientras lo tenemos guardado.
Con respecto a la pantalla, puede que no sea OLED, aunque en absoluto me ha parecido algo para señalar como un punto negativo, porque he de reconocer que siempre que la he usado, ya fuese para ver vídeos o jugar, se veía todo con una calidad espléndida. Y como es tan grande, pues mejor todavía para disfrutar de cualquier videojuego en mis manos.
Dándole uso como un ordenador portátil
Como he señalado anteriormente, uno de los puntos fuertes de Lenovo Legion Go es el hecho de poder darle un uso como un ordenador portátil puro y duro, pero si sois más de jugar que otra cosa, os interesará tener en cuenta la siguiente tabla con todas sus características:
Apartado |
Componente |
---|---|
Pantalla |
LCD de 8,8 pulgadas a 144 Hz |
Resolución |
QHD+ 2560x1600 |
Sistema Operativo |
Windows 11 |
Procesador |
AMD Ryzen Z1 Extreme |
Memoria RAM |
LPDDR5X de 16 GB |
Tarjeta Gráfica |
AMD Radeon 780M |
Disco Duro |
512 GB |
Peso |
854 g (con mandos / 640 g (sin mandos) |
Dimensiones |
40,7 mm x 289,83 mm, 131 mm (con mandos) / 20,1 mm x 210 mm x 131 mm (sin mandos) |
Sonido |
Dos altavoces de 2 W |
Puertos |
Salida auriculares y micrófono, USB-C 4.0 x2, lector de tarjetas microSD |
Yendo paso por paso, lo primero a señalar es que utiliza Windows 11 como sistema operativo, con todas las funciones de un PC normal y corriente. Esto supone que puedes moverte por cualquier carpeta, ejecutar archivos y programas, utilizar el navegador para acceder a YouTube o a cualquier página web, instalar cualquier cosa, etc. Además, se puede conectar cualquier teclado o ratón por medio de la conexión Bluetooth 5.2.
A la hora de instalar juegos hay que acceder a las respectivas tiendas digitales, como por ejemplo Steam, Xbox Game Pass o Ubisoft Store, para así descargar los videojuegos que formen parte de nuestras bibliotecas. No obstante, Lenovo Legion Go incorpora una función adicional que os ahorrará mucho tiempo, como es su Lenovo Legion Space.
Este programa instalado de serie tan solo requiere que pulsemos un botón y automáticamente nos conducirá a una especie de tienda digital propia. Lo más especial de ella es que nos muestra todos los videojuegos instalados para así acceder al instante a cualquiera de ellos, para que no haga falta tener que ir a cada tienda una por una.
Otra característica es que desde otro de los botones se abre un menú interno con infinidad de opciones para modificar todos los ajustes gráficos y de rendimiento de la máquina. Sin duda, esto resulta ideal para los que quieran trastear y modificar ciertos aspectos al jugar, aunque ya dispone de varias configuraciones de serie para los que quieran priorizar algunos detalles.
Acerca del disco duro, tal vez 512 GB se pueda quedar un poco corto teniendo en cuenta el espacio que requieren algunos videojuegos muy grandes o novedosos. Es por ello que este se puede ampliar hasta 2 TB gracias a que en una de sus ranuras permite insertar cualquier tarjeta microSD.
El rendimiento de los videojuegos
Para comprobar qué tal se ven los videojuegos en la Lenovo Legion Go quise hacer la prueba con una buena cantidad de títulos diferentes y de todo tipo. Eso me llevó a escoger algunos indies, otros títulos con una calidad media y otros cuyos requisitos sí que son bastante más elevados, lo que me dejó con sensaciones encontradas.
En el caso de los indies estuve jugando durante un buen rato a The Binding of Isaac: Rebirth y Cuphead. Como me imaginaba que sucedería, ambos se movían totalmente fluidos, sin ningún tipo de ralentización, como si los jugases en cualquier otra plataforma, por lo que me quedó claro que la consola es perfectamente capaz de ejecutar cualquier juego de este tipo a todo trapo.
De ahí quise dar el salto a algo un poco más actualizado y escogí Hi-Fi Rush. La última obra de Tango Gameworks tampoco me dio ningún problema, aunque también hay que reconocer que sus requisitos son muy asequibles, lo que no quita que se agradezca que todo rinda estupendamente cuando hay muchos efectos en pantalla.
No obstante, los dilemas llegaron cuando quise comprobar cómo se verían obras más novedosas con unos requisitos mucho más elevados. Por ejemplo, dos de los últimos juegazos por parte de Microsoft, como han sido Starfield y Forza Horizon 5, se podían jugar con una velocidad que por lo general se mantenía en unos 30 fps, con alguna ligera caída de vez en cuando, pero no muy pronunciada.
Sin embargo, hubo otros dos que directamente me resultaron injugables. Uno fue A Plague Tale: Requiem, que incluso llegué a poner la calidad gráfica al mínimo, pero ni con esas fue suficiente, dado que de los 10-15 fps no subía. Eso sí, un caso peor fue el de Avatar: Frontiers of Pandora, porque el juego de Ubisoft basado en la saga cinematográfica de James Cameron ni siquiera era capaz de llegar a los 10 fps.
Por lo tanto, con juegos más actualizados tiene pinta de que depende mucho de lo bien o mal que estén optimizados para PC, aunque también hay que admitir que a la consola le cuesta ejecutar juegos cuyos lanzamientos han sido muy recientes. En cambio, con otros que ya tienen unos años no parece que nada de esto pueda resultar un inconveniente, a lo que se suma el hecho de que la calidad a la que se ve todo con esa pantalla tan grande es excelente.
Pero si hay algo de la Lenovo Legion Go que no me ha gustado para nada, lo que se podría considerar como su mayor defecto, es la batería. Con esta cargada al máximo ejecuté A Plague Tale: Requiem y en apenas unos 15-20 minutos ya me había consumido un 40% aproximadamente, lo que me dejó claro que tiene una autonomía de entre una hora y media o dos horas, dependiendo de lo exigentes que sean los videojuegos que se ejecuten, porque con los indies sí que noté que disminuía mucho más despacio.
De todos modos, he llegado a verme en la situación de tener que cargar el dispositivo hasta dos o tres veces en un mismo día. Por suerte, la batería se carga muy rápido y como mucho solo tienes que esperar entre una y dos horas para que esté lista, aunque para ser una consola u ordenador portátil se habría agradecido que durase mucho más.
La opinión de VidaExtra
En líneas generales, la Lenovo Legion Go me ha encantado y me ha parecido sobresaliente. El poder jugar a cualquier videojuego de las diferentes tiendas digitales sea donde sea siempre es algo de agradecer, sobre todo en una máquina con una pantalla tan brutal y con unos mandos que se sienten muy cómodos siempre que los tienes en las manos.
Tiene muchos puntos a favor, como el hecho de que puedes jugar con los mandos acoplados, con la pantalla apoyada en la mesa o desde un televisor. También el que hace la función de ordenador portátil y se agradece que no pesa demasiado para el tamaño que tiene. En cambio, la batería y el rendimiento con algunos juegos más actuales son algunas bazas que juegan en su contra.
Lenovo Legion Go - Consola Portátil Gaming 8.8" WQXGA (AMD Ryzen Z1 Extreme, 8C, 16GB RAM, 512GB SSD, Tarjeta Gráfica Integrada, Windows 11) Negro, Sistema de enfriamiento Legion Coldfront
A pesar de ello, es una alternativa más que digna para hacerle la competencia a otras máquinas como la Steam Deck o la Asus Rog Ally. Todo ello con un precio de 799 euros en el que se incluye también la funda, la peana imantada para unirla al mando derecho y su respectivo cable de corriente muy necesario.
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