Análisis de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged, jugar con cochecitos de Mattel jamás había sido tan trepidante

Ni arcade, ni simulación: Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged lo apuesta todo a la diversión. A un tipo de epicidad motorizada, destinada por igual a pequeños y grandes, que tiene en cuenta tanto el arte del derrape bien ejecutado como la genuina pasión por el coleccionismo de cochecitos de Mattel. Envolviendo el conjunto de la experiencia en circuitos repletos de color, loopings y tramos emocionantes. Porque, quizás, estemos pilotando juguetes, pero la sensación de quedar los primeros tras una ajetreada carrera es pura gloria.

Dos años después de la sorpresa que supuso Hot Wheels Unleashed, Milestone retoma la fantasía de hacernos jugar una vez más con los auténticos Hot Wheels. Los clásicos, los modernos, los más extraños y los que todos hemos tenido en casa. Solo que en esta ocasión no tendremos que hacer nosotros el ruido del motor. De hecho, veremos cómo de sus tubos de escape de plástico o metal salen llamas y relámpagos, y si jugamos con un DualSense notaremos la trazada directamente en nuestras manos.

Es más, incluso cuando los coches de Mattel son y deben ser el gran reclamo del juego, en la secuela de Hot Wheels Unleashed nos toparemos con verdaderas novedades más allá de aumentar las cifras de contenido. Lo esencial se mantiene, que conste, pasando por atravesar a toda velocidad enormes escenarios en los que lo cotidiano se entremezcla con pistas deliciosamente alocadas.

Circuitos inspirados en salones recreativos, patios con jardín, la sección de dinosaurios de un museo o bares de carretera. Todo dispuesto para ser contemplado como una pista improvisada. Eso sí, con más saltos, más trampas y más obstáculos que en el original: Milestone ha introducido un botón de salto y la posibilidad de impulsarnos hacia cada lado con o sin las ruedas en el suelo. Y lo que es mejor, ha colmado el juego de motivos para darles uso.

Lo cual nos lleva a la gran pregunta en torno a Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged: si a golpe de vista apenas se percibe una evolución desde el juego de 2021, ¿hasta qué punto estamos ante una auténtica secuela? Milestone lleva la idea un paso al frente desde diferentes perspectivas y a través de nuevos modos, pero no pierde la perspectiva: los cochecitos de juguete deben lucir como tal y los circuitos como pistas a escala. Aunque, ya puestos, ha habilitado la tecnología AMD FSR 1.0 para que éstos luzcan en Unreal Engine en toda su gloria. Y eso, como verás en cada una de nuestras capturas, se nota.

Tan divertido como jugar con cochecitos, pero muchísimo más trepidante

Si hay algo que prevalece intacto en Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged es su premisa: lograr que cada partida se sienta como cuando alucinábamos arrastrando las ruedas de los cochecitos de Mattel por cualquier superficie. Solos o en compañía. A veces con un Hot Wheels en cada mano y, por lo general, haciendo ruidos de frenazos, acelerones y colisiones. Todas esas sensaciones están presentes en esta secuela en forma de videojuego, pero las sensaciones competitivas al jugar solos o con amigos se han intensificado enormemente.

La emoción de correr a altísimas velocidades es algo que Milestone domina a la perfección y quedó muy palpable en el videojuego original. Ahora, además, nos permite llevar a cabo nuevas acciones, incluyendo embestidas laterales, lo cual acentúa las sensaciones de carreras de cuadrigas y los consecuentes piques. Cuando nos pasa a nosotros la frustración es inevitable, pero sacar del circuito a ese rival que te llevaba cuatro curvas pisando los talones es una mini-victoria en sí misma.

No todas las novedades son las tres nuevas acciones que realizaremos con los motores en marcha: el listado de coches seleccionables asciende a más de 130 vehículos inspirados en los juguetes, lo cual es una barbaridad. Pero es que ahora también podremos competir con motos y cuatrimotos. Lo cual genera una sensación de mayor variedad y diversidad tanto al conducir como al adaptarnos a cada circuito o disciplina.

Mando en mano, la sensación de pilotar una motocicleta no transforma el juego en sí pero hace que tengas una perspectiva diferente de lo que ocurre en la partida. Sobra decir que eres más vulnerable a las estampidas, pero tu manera de reaccionar a los saltos, las curvas o adaptarte a los diferentes tipos de terreno le da nuevos matices a la experiencia que va más allá de las clases que ofrece el juego (Equilibrado, Pesado, Derrape, etc.). Lo cual no solapa lo divertido que es competir con Big Foots o con el auténtico Dodge Charger de la película Fast & Furious X hecho juguete.

A nivel técnico, el juego podría parecer simplón y sus logros se ven difuminados (literalmente) en carrera, pero la realidad es que Milestone vuelve a impresionar con réplicas alucinantes de cada cochecito recreadas con un mimo espectacular y que, por cierto, muestran los desgastes, roces y hasta pierden la pintura al estamparnos o colisionar. Pero no te preocupes demasiado si eres coleccionista, que para la siguiente carrera lo tendrás como nuevo. O mejor: como recién sacado de la caja.

El coleccionismo sigue siendo otro de los pilares de la experiencia, y en esta ocasión se ha planteado de una manera más razonable que el juego original: dependemos menos de la ruleta aleatoria y el modo campaña, del que hablaremos justo después, habilita a que ganemos más monedas y nos pasemos de manera más asidua por la tienda a ver que hay. Porque las rotaciones de novedades son constantes y siempre hay uno o dos coches en stock que nos tendrán dando vueltas adicionales. Ya bien sea por su rareza, por su diseño o por mera nostalgia.

Eso sí, el mayor acierto de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged es cómo éste se adapta a todos los perfiles de jugador. De entrada, evitando pecar de simplón al ofrecer diferentes niveles de dificultad que tienen un impacto total en la experiencia de juego, de modo que los más pequeños de la casa podrán lucirse al jugar solos, mientras que los que buscan desafíos verán saciadas sus expectativas.

A esto hay que sumar circuitos en los que la diversión siempre se acaba imponiendo. Esto se logra con un aspecto desenfadado, como es de esperar, pero se afianza con una enorme variedad de premisas que brillan con luz propia en los modos rápidos y van desde las tradicionales carreras a experiencias como el clásico Eliminador o los desafíos de derrapes por puntos.

Y es que puedes estamparte contra los márgenes todo lo que quieras en dificultades básicas, pero solo a partir de cierto nivel lograr curvas perfectas acaba siendo la sal de la experiencia Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged. Y eso, quieras que no, queda totalmente reflejado en el acertadamente replanteado modo historia creado para la ocasión.

Hot Wheels Creature Rampage, el nuevo modo campaña que da carácter a Turbocharged

Decir que Hot Wheels Unleashed tenía un modo campaña es una verdad a medias. Lo cierto es que había una sucesión de objetivos que íbamos desbloqueando poco a poco en un mapa. Lo que plantea su secuela no es radicalmente diferente, que conste, pero sí mucho más interesante: Hot Wheels Creature Rampage es un modo historia diseñado para aprender a conducir, enfrentarte a desafíos únicos y obtener montones de monedas y potenciadores. Siendo, merecidamente, el modo principal de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged.

Dicho así parece algo excepcional, pero la premisa es tan sencilla como aderezar más de 100 eventos con una historia ofrecida a base de personajes creados para la ocasión y presentada en formato cómic animado. Siendo esto último, y para sorpresa de nadie, lo más irrelevante de todo el juego, pero también una excusa tan buena como cualquier otra para plantear cierta narrativa al conjunto.

Hot Wheels Unleashed 2 estrena un nuevo gran mapa fraccionado en zonas en el que se plantean retos de diferentes maneras para progresar. Algunos son tan sencillos como competiciones en las que se nos exige un requisito básico y, de manera opcional, un desafío que aporta rejugabilidad más allá del desafío y que se recompensa con subidas de experiencia, monedas adicionales y, no menos importante, tener el objetivo tachado en el menú.

Sin embargo, lo realmente interesante es cómo se logra que en ningún momento Hot Wheels Creature Rampage entre en la rutina de cara a avanzar o peque de monotonía: cada una de las zonas del mapa se divide en diferentes tipos de desafío: las carreras rápidas, los drift master, las carreras contrarreloj, los eliminadores, las carreras por paradas y, finalmente, las carreras contra los jefazos finales. Siendo éstos últimos el culmen de lo aprendido en cada zona y la consagración de nuestra destreza como pilotos de cochecitos antes de seguir avanzando. Y, ya puestos, la idea detrás del propio modo Campaña.

La premisa de Hot Wheels Creature Rampage tampoco es demasiado compleja, y lo cierto es que tampoco lo necesita. Cinco monstruos se han escapado del laboratorio de un científico y la manera de impedir que causen estragos es vencerlos en circuitos originales que combinan todas las disciplinas anteriores (eliminador, contrarreloj, derrape, etc.) rompiendo unos enormes objetivos repartidos por la pista antes de que la barra del enemigo se cargue del todo.

Al final los combates contra los jefes de Hot Wheels Creature Rampage son una manera de graduar la dificultad del propio modo campaña para que no nos veamos superados de manera súbita y no nos ciñamos únicamente a los ajustes que hagamos en el propio juego. Aunque, por otro lado, Milestone también reparte desafíos específicos para que no nos durmamos en los laureles y conduzcamos de cualquier modo con los mejores coches: antes de pasar al tercer capítulo, una vez derrotado al jefe, se nos exigirá saber derrapar. Y eso, a la larga, acaba beneficiando a la experiencia.

Al final, Hot Wheels Creature Rampage es lo que es: un modo en el que obtener monedas y recompensas para desbloquear contenidos, adentrarnos en la esencia del juego y aportar variedad desde el minuto uno.

La historia en sí es lo de menos, pero hay que reconocer que, pese a su simpleza, le da más carácter propio y una razón de ser a su equivalente en el juego original. Siendo a todos los efectos un paso al frente que, quizás, carezca de atractivo para los que vienen atraídos por el coleccionismo de cochecitos, pero que cumple su propósito con los más pequeños de la casa.

Aunque, por otro lado, únicamente a través de Hot Wheels Creature Rampage dónde podremos desbloquear modos y contenidos para el que es la verdadera revolución de Hot Wheels Unleashed como saga: los editores de pistas y vehículos. El lugar en el que la rejugabilidad de la propuesta se extiende hasta el infinito.

Lo mejor de Hot Wheels Unleashed no es lo que ya hay, sino los que se empezará a hacer

Que no te despisten nuestras propias capturas de pantalla: Hot Wheels Unleashed 2 tiene elementos en común con Mario Kart, pero la experiencia de juego es muy diferente. De hecho, las comparaciones más justas serían con juegos como el loquísimo Trackmania. Sobre todo, cuando los editores de coches y circuitos tienen tantísimo protagonismo en la propuesta de conducción de Milestone.

El Track Builder regresa por la puerta grande. La idea general apenas ha cambiado, que conste: escoges cualquiera de los cinco entornos de juego temáticos, estableces a partir de dónde quieres que comience la pista y, a partir de ahí, con los módulos que tengas y hayas desbloqueado, creas tu circuito de ensueño. Tienes barra libre de loopings, curvas y obstáculos hasta completar el aforo.

El sistema de creación es tan intuitivo como se puede esperar de los italianos, quienes aplican lo aprendido en sus sagas de conducción y motociclismo y aprovechan la oportunidad para introducir todos esos elementos que no tienen lugar en las experiencias más centradas en la simulación. Sacando partido a un título de cochecitos en el que las físicas son algo esencial, pero con amplio margen de posibilidades.

Esto mismo se aplica al Editor de Decoración y el Editor de Pegatinas: podremos personalizar cualquier coche, moto o ATV que tengamos en propiedad. No a nivel modular, que conste, pero sí alterando los materiales con los que está hecha cada pieza, pintándolos de manera integral y colocándoles incontables tipos de pegatinas y vinilos, incluyendo varios tipos de fuentes de letras.

Logrando que nuestros Hot Wheels favoritos sean también algo propio y, a la vez, proponiéndonos compartir nuestras creaciones.

Como en la entrega anterior, Hot Wheels Unleashed 2 habilita que subamos a la comunidad y compartamos nuestros circuitos creados y vehículos personalizados. Pero también que nos bajemos las creaciones de otros jugadores. Podemos establecer filtros de popularidad, ver las últimas novedades o ir directamente a nuestros favoritos, pero también hay etiquetas para que hagamos descubrimientos específicos.

A partir de aquí, un apunte: de cara a nuestro análisis había una cantidad decente de pistas y vehículos (hemos contribuido un poquito con algunas creaciones propias) pero lo cierto es que únicamente será posible ver el éxito y las posibilidades de Hot Wheels Unleashed 2 una vez esté en manos de todos los jugadores y habiendo pasado cierto tiempo. Al menos, el suficiente como para desbloquear los módulos de todos los jefazos en el modo historia.

Desafortunadamente, no hemos podido acceder o ver las creaciones del Hot Wheels Unleashed original. Y es una lástima: según Milestone, se crearon más de un millón de vinilos y más de 400.000 pistas. Y pese a que todos no han estado igual de inspirados, la cosas como son, es una cantidad alucinante de contenido que hubiese reforzado el valor de esta secuela. Al menos, nos da una idea de lo que podemos esperar de cara a un futuro. Y es bastante prometedor.

El nivel de personalización también pasa por la tarjeta de jugador, siendo la recompensa más común entre las misiones que vamos completando al pasearnos por todas las experiencias jugables y logrando hitos. Lógicamente, es algo cuyo valor solo se aprecia en el tercer eje sobre el que gira Hot Wheels Unleashed 2: la experiencia multijugador.

Jugar a Hot Wheels siempre es mejor con amigos

¿De qué sirve una experiencia competitiva en pleno 2023 si solo puedes jugar contra rivales controlados por el juego? Hot Wheels Unleashed 2: vuelve a apostar por ofrecer multijugador local a pantalla partida a través de los modos rápidos como una experiencia online. La mala noticia es que, de momento, en este análisis solo te podemos hablar en propiedad de los primeros.

No es que estuviesen cerrados los servidores de Hot Wheels Unleashed 2, que conste, sino que no logramos encontrar emparejamientos online. Lo que sí te podemos adelantar es que hay opciones de partida rápida, que puedes meterte en grupos de hasta 10 jugadores y que se abre la puerta a partidas privadas, pero cómo y hasta qué punto la experiencia online es satisfactoria es algo que tocará averiguar a partir del lanzamiento.

Con todo, merece la pena hacer un apunte: Milestone ha asegurado que en la secuela de Hot Wheels Unleashed hay juego cruzado entre plataformas, lo cual dará mucha más actividad al matiz online independientemente de dónde juguemos. ¿Y qué pasa con el multijugador offline?

Milestone introduce el multijugador local (es decir, compartiendo pantalla y sofá) dentro de los modos rápidos y siendo, a su vez, una extensión y alternativa a estos. La buena noticia es que tendremos acceso instantáneo a todas las experiencias de juego desde el principio. La no tan buena es que la gran mayoría de pistas deberán desbloquearse jugando. Aunque, por otro lado, siempre podemos usar esas monedas que normalmente gastamos en comprar nuevos cochecitos o mejorarlos en hacernos con algún circuito adicional. Sobra decir que lo más divertido gastarlo todo el abrir cajas de coches.

El multijugador local se plantea como una pantalla partida en vertical (el juego apenas ofrece opciones visuales, al menos en consolas) que funciona de maravilla pero que, quizás por comparación, nos deja la sensación de que podía haberse planteado para que jugaran hasta cuatro jugadores e incluso ofrecer un sistema cooperativo para el modo historia. En cualquier caso, solo el hecho de ofrecer compartir sofá en un juego de carreras a estas alturas es ya un plus de cara al conjunto.

Lo cual no quita que, con el sistema de conducción más agresivo e impredecible de Hot Wheels Unleashed 2, regresen esos piques y venganzas que todo gran juego de conducción debe ofrecer. Sobre todo, cuando pequeños y mayores pueden disfrutar por igual del mismo. Eso, y descubrir juntos cómo funciona el último cochecito recién sacado de la caja. Independientemente de sus estadísticas o lo divertido y surrealista que sea el diseño. Porque, al final, todo se reduce a un único propósito: la diversión. Y si es en compañía, mejor.

La opinión de VidaExtra

Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged no es una revolución frente al original, pero sí supone un paso al frente: más vehiculos con mayor variedad, un sistema de conducción divertido y más emocionante, un modo campaña mejor planteado... Todo aderezado convenientemente con el encanto de los cochecitos de Mattel.

Quizás, como secuela, hay cosas que se podían haber planteado de otro modo. A golpe de vista no se desmarca demasiado del original, se podían haber planteado un multijugador local más ambicioso o, al menos, ofrecer la posibilidad de jugar la campaña de modo compartido. Y pese a ofrecer juego cruzado, nos queda pendiente adentrarnos en el online. Una respuesta que tendremos ya de cara al día de lanzamiento.

Pero de todas estas cosas a favor y en contra, una oportunidad perdida: el poder importar las pistas de Hot Wheels Unleashed, el juego de 2021. Aunque, viendo lo activa que ha sido la comunidad de jugadores, posiblemente no tardemos en reencontrarnos con nuestros circuitos favoritos.

Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged es un plan perfecto para los coleccionistas, los nostálgicos y aquellos que alguna vez han jugado con los Hot Wheels, pero también para quienes buscan una experiencia de conducción más desenfadada y alejada de la simulación. Y Milestone sabe cubrir holgadamente ese espectro.

Precio de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged

La edición estándar de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged está disponible en PlayStation, Xbox, Switch y PC por 49,99 euros en digital. En el caso de las consolas de Sony y Microsoft, las copias incluyen las versiones de octava y novena generación, pudiendo importar las partidas de PS4 y Xbox One de manera manual o a través del Smart Delivery en Xbox Series X / S. Además, es posible hacerse con la versión en físico.

Además, Milestone ofrece las ediciones Deluxe Edition y Legendaria de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged cuya diferencia reside en incluir los pases de temporada del juego consistentes en vehículos adicionales. De modo que si queremos el juego base y los dos pases, el precio de lanzamiento pasa a ser de 89,99 euros.

Duración de Hot Wheels Unleashed 2 - Turbocharged

Milestone ha diseñado Wheels Unleashed 2 - Turbocharged para que lo estés rejugando de manera ilimitada gracias a su editor de circuitos y la posibilidad de jugar a los creados por la comunidad. A modo de referencia, la duración del modo historia (fijándome en las horas de juego) son unas 10 horas en dificultad Media y atorándome en algún que otro circuito.

En VidaExtra | 13 juegos de conducción y automovilismo que rompen con lo convencional

En VidaExtra | Gran Turismo 7, Forza Horizon 5, Grid Legends o Assetto Corsa Competizione: ¿cuál es la mejor opción para ti?